El déficit público y la deuda pública no paran de crecer en España. A la vista de esta situación, nuestro país se encuentra atrapado entre Escila y Caribdis. Si no cumple las exigencias de reducción del déficit, se le impondrá una severa sanción desde Bruselas. Si, en cambio, cumple su compromiso de consolidación fiscal –equilibrar los gastos con los ingresos-, ello significará la obligación de recortar, a corto o medio plazo, otros 100.000 millones de euros.
En el documento que adjunto se explica cómo hemos llegado a esta situación, al tiempo que se exponen nuevos argumentos para salir de la Unión Monetaria Europea.
Todo se puede evitar si se quiere.
21/01/2014
Daniel
TTS en ambulancia
España está viviendo una tragedia nacional una pesadilla histórica. Todos los cimientos sociales se conmueven por un terremoto económico que está resquebrajando el orden social que generaciones construyeron con las mejores aspiraciones de futuro.
Al ver la pavorosa devastación de la que somos testigos muchos nos preguntamos si era necesaria y quiénes han urdido esta trama. Porque algo así no puede suceder sin que algunos quieran que suceda.
Tratar de comprender semejante catástrofe con una crisis cíclica nos lleva a un callejón sin salida y a aceptar que las medidas adoptadas son las más necesarias por dolorosas que resultan para la población. Y..,¡un jamón! Yo no lo acepto.
Esta crisis muestra una inteligencia organizada es pensante y no sólo se anticipa a cualquier salida taponándola, sino que las recetas de su cura tienen tales efectos adversos, que matan. De muchas familias españolas nada más quedan tizones encendidos.
No, no creo, Gregorio Rodríguez, que esta catástrofe se haya querido evitar. Se jalea desde los organismos internacionales y se impone con puño de hierro desde Bruselas. Esta UE es el gobierno de los bancos.
Esta crisis está diseñada para cambiar el mundo para que emerjan nuevos superestados y desaparezcan las soberanías nacionales. España está siendo vendida por los platos de lentejas de un puñado de miserables que han traicionado su esencia humana.
Por supuesto que no creo que esta catástrofe se haya querido evitar.
CATÁSTROFE? QUÉ CATÁSTROFE?
03/01/2014
Juanma Villatoro
Abogado - Mediador
El déficit? Ese desencuentro entre ingresos y gastos? Ese mal que nos aqueja? Urticaria o cáncer presupuestario? Febrícula o hipotermia? Vivir por encima de nuestras posibilidades o posibilitar una vida menos vida? Diferencial demoníaco o tibia desviación? Ingresar más o gastar menos? Morir de inanición o vivir en continua indigestión?
Déficit negativo o superávit subjuntivo?
El tsunami nos arrasó cuando todo dejó de ser realidad. Flexibilidad monetaria, exuberancia crediticia, dinero fiduciario, volatilidad superlativa, riesgo moral, sangrienta globalidad, too big to fail, el siniestro bail-out, the age of greed.
¿Cuánto más hemos de pedir prestado para mantener nuestra vida?
¿Cuándo se nos exigirá devolver lo que debemos?
¿Sólo nos mantendremos girando si giramos más deprisa?
¿Y cuánto más deprisa, más serán los arrojados al vacío?
¿Hasta cuándo hemos de seguir girando?
Dondé paran los gurús del crecimiento, del endeudamiento, del apalancamiento? Cuándo desaparecerán los gurús de la catástrofe, de apocalipsis (social), del fin de los tiempos (de crisis)?
¿CUÁNDO PAGARAN LOS QUE SE LO LLEVARON TODO?
De todas formas, después de cada tormenta viene la calma, y si no que más da, pues igual la calma no nos satisfará, acostumbrados como estábamos a la gula infinita.
Siempre habrá quién diga: «a mi que me registren».
Las cuentas de doña Rogelia
14/12/2013
Julen
jubilado
Doy voz a la susodicha sin menoscabo alguno de un debate que aprecio tanto como para haberme inspirado este desliz. El debate, además, me ha servido para plantearme el tema. No soy economista y me ha ayudado a sintetizarlo: gastamos más de lo que producimos, nos toca resolverlo antes de que los mercados lo hagan a su manera.
Doña Rogelia tiene salida: la traduzco a mi manera. No acepta una deuda si no le dan razones de peso en cada céntimo de la misma. También tiene el espacio que se gana a paraguazos y salivazos. Tiene muchas cosas que decir y que gesticular. Dejemos los términos de una ciencia que es muy consciente de ser un mero blof y atengámonos al pensamiento de doña Rogelia. Despacio y buena letra. No se puede reclamar una deuda que no se debe y doña Rogelia está convencida de que ella no debe nada a nadie, que si hubiera algo ya lo habría pagado ampliamente soportando a su difunto y ahora a la Mari Carmen. Señores economistas, tendrán que explicar el tinglado a la señora y que soportar los latigazos del “oiga usté”.
¿Qué contamos a esta señora?. Pienso que sería un juego divertido y que por otra parte nos haría cargar las pilas. Es una invitación….
No se evito la catastrofe, luego no se pudo. ¿Por qué?
05/12/2013
Cayetano
rojo indignao
Nada vamos a descubrir, pero quizás esta reflexión sirva para colocar en sus justos términos los análisis.
La Transición Democrática dejó inalterados muchos lobbys de poder institucional, entre ellos la estructura económica y su relación de poder.
Dicha estructura económica se basaba, ya entonces, fundamentalmente en turismo y construcción. Aunque el peso de la industria era mayor, antes de las eufemísticas reconversiones de González.
Dicha estructura que ha perdurado hasta nuestros días, casi medio siglo después, en el amanecer de un nuevo milenio. Tiene una característica que con la financiarización de la actividad de las grandes corporaciones y la supremacia del capitalismo financiero, ha vuelto a instalarse en la piel de toro. Ésta es el rentismo, si otrora tiempo de caciques y terranientes, éste fué un factor de atraso y desigualdad en todos las facetas de la vida de una comunidad. Hoy en día el rentismo financiero, dominante en la escena económica y política española, no sólo referido a las grandes entidades financieras (quedan 10, y de ellas 5 controlan el 95% del sector), sino también a las grandes corporaciones no financieras, que actuan e invierten en productos financieros (siendo común que obtengan más beneficios de inversiones financieras, que de sus actividades propiamente productivas, y que valores o principios de dirección financieros, sean los seguidos con la llamada financiarización de la economía).
Pues bien, dicho rentismo financiero que además tiene la mayor parte de sus inversiones y activos deslocalizados en el extranjero, ahora más aún con el gigantismo de las entidades gracias a la reestructuración.Es hoy un obstáculo,como lo fué ayer el rentismo caciquil para el desarrollo y la diversificación de una actividad económica de valor añadido.
Bien,dado que nuestra actividad económica motriz son el turismo y la construcciónEspaña es un país altamente dependiente del exterios, lo que la lleva a fases de crecimiento (incluido el empleo) superiores a la media en etapas expansivas del mundo desarrollado,pero también a una aceleración mayor de la recesión y sus consecuencias respecto a la fase expansiva anterior.
Con una economía dominada por estas dos actividades económicas productivas, y con un claro predominio del capital financiero.El único motor de crecimiento real, era utilizar la especulación legal o no, para alimentar el beneficio financiero y arrastrar del conjunto de la economí
La otra alternativa, al igual que ahora, era confrontar con los intereses del capitalismo financiero y corporativo, para intentar modernizar y diversificar la economía española dándole valor añadido.Pero los partidos gobernantes fueron coaptados por el capital financiero y corporativo, así como no pocos estamentos del estado y los mass media.
Hoy en día, sin embargo el cambio cultural que esta provocando la Crisis, permite cuestionar las estructuras y relaciones de poder del Estado , la economía y sociedad española.Democracia o Barbarie
Pero primero limpiemos la casa
03/12/2013
Rafael Timoteo
Gestor Cultural
Al hablar de déficit no sabemos bien a que nos referimos. Aquí computa como déficit todo pero no todos los partícipes en él cuentan la verdad. Sin saber exactamente la realidad económica de los distintos elementos que configuran nuestro Déficit público (cuanto del Estado, cuanto de las CCAA o de los Ayuntamientos, así como cuanto nos ha endosado de sus pérdidas el sistema financiero haciéndonos asumirlas como déficit común, etc.) no podemos intentar vislumbrar una salida de la trampa.
Aquí se aplican las soluciones sin conocer bien los problemas, cuando no se intenta poner la «tirita» antes de que se produzca la herida (reforma constitucional express para apacigüar a los inapacigüables).
Sólo conocemos lo que nos cuentan pero no tenemos certezas de que eso sea verdad. Estamos desmontando todos los niveles de controles e inspecciones de cada uno de los elementos que constituyen nuestra macroeconómica (producción, trabajo, impuestos, plusvalías,…). Cada vez es menor el control y más generalizada la desregularización.
Lo único regularizado que va quedando es el salario de los trabajadores no muy especializados. Por ejemplo, los sueldos y bonus de los directivos siguen siendo discrecionales en tanto los salarios básicos cada vez son menos una referencia y más puenteados.
Ahora vemos que aunque crezca el empleo este es de tan mala calidad laboral y salarial que difícilmente constituye un elemento de reequilibrio del déficit dado que ya hay unos cuantos millones de trabajadores que con su sueldo no llegan a mitad de mes (por más horas que trabajen) y necesitan recibir ayudas públicas para poder sobrevivir. Esas ayudas básicas se cubren con más Deuda por tanto con más déficit.
De ahí que yo plantée que para arreglar el Déficit primero tenemos que «limpiar la casa». La casa Social general en la que vivimos.
Tenemos que establecer unos nuevos pactos de convivencia y supervivencia para que esto no nos estalle en toda la cara. Los viejos pactos Sociales ya no valen. El siglo XX y su lucha de clases ha quedado lejos, muy lejos. Hoy la realidad es cibernética y ahí no caben las personas. Las decisiones muchas veces las toman sistemas operativos y no personas. El Déficit se ha convertido en una especie de arma arrojadiza de los ya privilegiados contra los desfavorecidos, osando a decir que los pobres hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. Si esto es así, que nos digan de una Santa Vez cuáles son nuestras posibilidades.
Pretendemos seguir viviendo en una Sociedad del Bienestar que quebró hace una década y que sentaba sus pies sobre un sistema productivo basado en explotar la mano de obra barata asiática para promover el consumo masivo y barato en Europa. Al final Europa no produce, por tanto no da trabajo por tanto los trabajadores no consumen… la casa se cae. Hay que limpiarla para así saber exactamente como actuar con un llamado «Déficit Público» que tanta cargas privadas contiene.
ELEMENTOS BÁSICOS DE LA POLÍTICA FISCAL
30/11/2013
Carlos Javier Bugallo Salomón
Licenciado en Geografía e Historia. Diplomado en Estudios Avanzados en Economía.
Escribir sobre temas económicos obliga en ocasiones a usar términos técnicos desconocidos por el ciudadano común. Esto es realmente un inconveniente si lo que se busca es promover un debate lo más amplio y participativo posible, no limitado a unas minorías especializadas o cultas.
Por ello me ha parecido conveniente acompañar mi anterior intervención sobre ‘El euro y la política fiscal’ con un nuevo documento, en el que explico los fundamentos básicos de las políticas fiscales, de cara a ofrecer a los lectores de Público.es unas nociones mínimas pero suficientes con las que poder entender las cuestiones económicas anteriormente planteadas. El documento será de interés también para los especialistas, pues en él amplio el abanico de aspectos relacionados con las políticas fiscales.
Este documento trata temas tan importantes pero a la vez tan variados, que me temo que el grado de subjetividad y de parcialidad en él contenidos susciten el disentimiento de algunos lectores. Bienvenida sea toda discusión si contribuye a encauzar y precisar el rigor de los debates.
EL EURO Y LA POLÍTICA FISCAL
27/11/2013
Carlos Javier Bugallo Salomón
Licenciado en Geografía e Historia. Diplomado en Estudios Avanzados en Economía.
El déficit público y la deuda pública no paran de crecer en España. A la vista de esta situación, nuestro país se encuentra atrapado entre Escila y Caribdis. Si no cumple las exigencias de reducción del déficit, se le impondrá una severa sanción desde Bruselas. Si, en cambio, cumple su compromiso de consolidación fiscal –equilibrar los gastos con los ingresos-, ello significará la obligación de recortar, a corto o medio plazo, otros 100.000 millones de euros.
En el documento que adjunto se explica cómo hemos llegado a esta situación, al tiempo que se exponen nuevos argumentos para salir de la Unión Monetaria Europea.
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