Noventa años ha cumplido el grupo editorial Fondo de Cultura Económica. Y ha querido celebrarlo en España con un encuentro en la librería Juan Rulfo de Madrid en el que han participado representantes de clubes de lectura, librerías y editoriales, porque su objetivo fundamental es fomentar la lectura considerada como un bien social.
El escritor y activista cultural y político Paco Ignacio Taibo II, actual director del FCE, ha sido el encargado de explicar la actividad que esta empresa desarrolla especialmente en México, donde se ubica su sede central.
En un país de algo más de 127 millones de habitantes y con una de las mayores diversidades lingüísticas del mundo (68 lenguas indígenas que habla un 6,5% de la población según datos del Gobierno mexicano), el FCE se ha propuesto llegar en México a todos los rincones por recónditos que sean y a todos los públicos por alejados que puedan estar de los libros, en una labor que a algunas de las personas que han participado en este encuentro les ha recordado otras experiencias culturales como pudieron ser en España La Barraca o las Misiones Pedagógicas.
Con pasión y mucho humor, Paco Ignacio Taibo II ha explicado cómo el FCE tiene como uno de sus principales objetivos que la gente lea, pero que lea no por imposición sino por decisión propia. Gente de todas las edades y condición. Ante la sorpresa y cuasi envidia del público asistente, ha relatado múltiples y divertidas anécdotas de la labor que desarrollan tanto con adolescentes como con personas mayores, “viejitas”. “La provocación y el humor resultan ser herramientas muy eficaces con la gente joven”, ha manifestado. Mientras que muchas personas mayores, que apenas saben leer, se han acercado a los encuentros organizados por el FCE atraídas por las narraciones, leyendas populares o cuentos infantiles que les recuerdan su historia y les empujan a leer y a participar en lecturas colectivas. El “club de los viejitos” es una muestra de la importancia de los clubes de lectura, de los que en la actualidad hay más de 17.000 en todo el país.
Las bibliotecas no quedan atrás. Y en los últimos años han creado más de 200 bibliotecas comunitarias en barriadas populares.
“Una editorial tiene que existir para que la gente lea”, afirma Taibo. Por ello tratan también de publicar colecciones muy económicas, especialmente en los títulos de autores/as menores de 25 años.
“No tenemos best sellers, tenemos long sellers”, ha señalado Taibo, para explicar que los libros no desaparecen, que no todo son las novedades y el interés del FCE por mantener vivos los títulos a lo largo del tiempo. Además de la viabilidad empresarial, el FCE, que cuenta con el apoyo del Gobierno de México, “es una editorial con sentido social”.
La poesía, las novelas policiacas, el ensayo, la narrativa en general, forman parte de su catálogo, en el que no falta la publicación en las lenguas indígenas. Y además del libro impreso en papel, los nuevos formatos de edición: libro electrónico, audiolibros les permiten acercar la lectura a nuevos públicos.
Por último, la importancia de las nuevas tecnologías en la difusión de la lectura: las redes sociales, los booktubers, programas interactivos de televisión, ha sido otro de los factores a tener en cuenta hoy si se quiere hacer una política realmente eficaz para fomentar la lectura.
La celebración en España de este 90 aniversario se cerró con la donación a la caja de las letras del Instituto Cervantes de un legado del FCE en España y un coloquio sobre “La influencia de Fondo de Cultura Económica en Iberoamérica” en la que participaron Paco Ignacio Taibo II y Luis García Montero, director del Instituto Cervantes.