En el nombre de María

María Eugenia García Nemocón

La  figura de María Lejárraga, nacida un 28 de diciembre, es una de las máximas representantes del feminismo español.

María Lejárraga

María Lejárraga es el personaje principal de la obra de teatro En el nombre de María (https://www.delfoteatro.com/en-el-nombre-de-maria), que fue representada dentro de la celebración del Marzo Feminista en Chamberí en El Espacio de Igualdad María Zambrano.

La obra habla de la maestra, escritora, editora, traductora y activista política María de la O Lejárarraga García, que aunque tuvo una dilatada producción literaria, no llegó a firmar con su nombre ninguna de sus obras, apareciendo su marido Gregorio Martínez Sierra, como autor. Por razones, que, podríamos decir, son propias de los roles de género, –asignados e impuestos cultural y socialmente para la mujer y para el hombre–, donde la inferioridad intelectual de la mujer se da por descontada, ya que a hombres y mujeres se les atribuye socialmente tareas diferentes: la mujer en tareas de cuidados y labores domésticas y el hombre en un papel público e intelectual; Martínez Sierra era quien firmaba sus libros, desde los inicios de María Lejárraga como escritora.

Su paso por algunos países europeos, a raíz de una beca, le puso en contacto con ideas y luchas por el socialismo; así conoció algunos espacios propicios para la charla y el debate, que contrastaban con la realidad establecida para las mujeres en España y sus espacios totalmente limitados a los terrenos privados y domésticos.

Más que narrar aquí el contenido de la obra de teatro, quisiera dejar patente que reúne en poco más de una hora, no sólo la historia de María, sino un contexto, el español al inicio del siglo XX, en el que las mujeres tenían interiorizado (esto aún, no ha desaparecido) su papel de subalternidad al hombre, tanto en la vida pública, como en su actividad intelectual de escritoras. En María este papel fue evolucionando, hasta hacer un discurso y una práctica activista destinada a crear una conciencia en las mujeres, llegando a actuar y a comprometerse públicamente para lograr objetivos feministas, a pesar de que se había mantenido en la penumbra, sin duda por la relación amorosa con su marido.

Su figura como una de las máximas representantes del feminismo español, es indiscutible; así como es destacable su participación en algunos de los grandes ejes de los combates de las feministas del siglo XX: el derecho al voto, por la plena igualdad legal entre hombres y mujeres, por tener un papel público de incidencia social y política.

Es relevante el papel tanto de María, como de otras mujeres, durante el periodo de la II República, cuando llegó a ser diputada socialista y participó creando espacios donde las mujeres defendían valores feministas y republicanos, espacios también utilizados para actividades culturales.

En la obra, la música de piano en vivo no sólo ha servido como ambientación para las diferentes etapas personales e históricas de la vida de María, sino para reivindicar también, a otra de las mujeres olvidadas de nuestra historia de la música: María Rodrigo Bellido (coetánea de María Lejárarraga y con quien colaboró), pianista y compositora, importante del cambio de siglo XIX-XX, a quién se le atribuye la primera ópera española hecha por una mujer. En este contexto es de anotar que María Lejárarraga, escribió el libreto que daba argumento a la partitura de El amor brujo de Manuel de Falla, con quien tuvo una relación de colaboración y amistad. Realizó varios libretos musicales con otros músicos destacados de la época.

María Rodrigo Bellido

Es importante, que dentro del ámbito teatral, se restablezca el papel de muchas mujeres, que por su condición de género, han sido invisibilizadas en la historia; este ha sido el caso de En el nombre de María, que con un buen trabajo de investigación, tanto de la vida personal, como de la actividad política y de la obra literaria de María de la O Lejárarraga, pone de relieve su figura, y nos acerca a su trascendencia intelectual y como activista para lograr derechos básicos de la época.

El teatro como el cine, puede sacarnos de la zona de confort, para romper las barreras que nos rodean y lograr, que salgamos con una visión mucho más amplia, para conquistar nuevos horizontes…