Ernst Toller en España

Lourdes Lucía

“Cuando las elecciones municipales que habrían de decidir el destino del Alfonso XII, un terrateniente de Castilla le ofreció diez pesetas a un labrador si votaba por la monarquía. El campesino lo rechazó, dijo que odiaba a la monarquía y votaría en su contra […]. En esta pequeña anécdota se muestra el carácter del trabajador español.
El orgullo, la dignidad española, el sentimiento de justicia, libertad y humanidad es imposible de encontrar en la aristocracia, una clase social inculta y mojigata, tampoco en la burguesía advenediza: en cualquier ciudad, en cualquier pueblo, en cualquier aldea, en Castilla como en Andalucía, en Extremadura y en Cataluña, en Galicia y en Aragón se encontrará en los trabajadores”.

Estas reflexiones son de Ernst Toller y corresponden a uno de los viajes que hizo a España durante la II República. Posiblemente muy pocas personas sepan quién fue Toller. Y sin embargo, la biografía de este revolucionario escritor, poeta y dramaturgo alemán es tan fascinante como dramática y apasionada.

Gracias a la editorial Comares, que ha contado con la colaboración del centro de Estudios Andaluces, tenemos ahora una buena oportunidad de acercarnos a la vida de este idealista personaje a través del libro Ernst Toller. Entre la II República y la Guerra Civil Española, con una excelente y cuidada edición de la profesora de la UCM Ana Pérez, que además ha traducido del alemán los textos de Toller, algunos de los cuales se presentan por primera vez en España.

Precedido por una (breve) Introducción de Dieter Distl, presidente de la Ernst Toller Gesellschaft, el libro se compone de dos partes.

La primera es un Estudio preliminar sobre la obra y vida de Toller, realizado por Ana Pérez. Lo primero que sabemos, nada más comenzar la lectura es el suicidio de Toller en 1939 cuando tenía 45 años en su apartamento de Nueva York. A su funeral asistieron, entre otras muchas personas, los escritores Sinclair Lewis, Oskar María Graf y Klaus Mann, que leyó un emotivo mensaje de su padre Thomas. No faltó Juan Negrín, último presidente del Gobierno de la República española.

Amigo de Thomas Mann e Ilya Ehrenburg, Toller fue un reconocido y afamado escritor traducido a veintiséis idiomas, que produjo con su suicidio una gran conmoción internacional, ya que era una de las figuras intelectuales antifascistas más representativas en el periodo de entreguerras, cosa que no es de extrañar si tenemos en cuenta que siempre hubo una total coherencia entre su vida y su obra. Fue uno de los dirigentes de la malograda República de Consejos de Baviera, el preso político más famoso de la República de Weimar y uno de los más célebres escritores (exiliado) durante el III Reich. Activista infatigable en todas las causas de defensa de la democracia, fue un entusiasta defensor de la II República española. Previno con antelación la llegada del nazismo en Alemania y luchó hasta el final contra la victoria del fascismo en Europa. La derrota de la República en España supuso para él un fuerte golpe emocional y político que le llevó a quitarse la vida.

Ana López traza en esta primera parte del libro una trayectoria vital de Ernst Toller, en la que destaca su defensa de la humanidad a lo largo de toda su vida. Su nacimiento dentro de una familia de comerciantes judíos, su primera juventud y su alistamiento voluntario en la I Guerra Mundial, su defensa de las causas del pacifismo y el socialismo, su participación en la fracasada revolución bávara de 1918, lo que le llevó a ser encarcelado. Toller escribe y se convierte en el preso más célebre de la Alemania de la época, tanto que se le ofrece el perdón. Clemencia que él rechazaría por no haberse hecho extensiva a todos los presos. La autora nos habla del activismo de Toller durante la República de Weimar, de su exilio y sus viajes a España durante la II República gracias a los cuales escribiría diversos artículos publicados en Die Weltbühne en los que Toller profundiza de forma muy realista en la sociedad española. Nos cuenta también su paso por España durante la Guerra Civil y el triunfo del alzamiento fascista con el final de la democracia en España, que influyó de forma decisiva en el deterioro de la salud física y emocional de Toller, que ya no se repuso de este duro golpe que le llevó como dijimos más arriba a quitarse la vida. Todo esto, acompañado de una importante documentación gráfica: reproducción de artículos publicados en los periódicos de la época, cartas, fotografías… ofrecen un retrato preciso y muy completo de la biografía de Ernst Toller.

La Segunda Parte reproduce textos de Ernst Toller sobre la II República y la Guerra Civil española. Comienza por los reportajes periodísticos de 1932: su interesantísimo encuentro con Alcalá-Zamora, su viaje a Sevilla y Córdoba. Deliciosas sus descripciones de las calles, de la gente, de la vida en estas ciudades. Madrid, Barcelona… Sorprendido por la situación de desigualdad de las mujeres escribe: “La situación de la mujer española está marcada por viejas tradiciones árabes, hasta la revolución no podía prestar juramento ante un tribunal, el matrimonio es cosa de los padres, no de los hijos. En familias antiguas los novios no pueden estar juntos a solas, nunca salen solos, impensable que se besen […]”.

Especial relevancia tiene su visita a Victoria Kent y su recorrido por varias cárceles españolas y su llamamiento al mundo desde una emisora madrileña en apoyo del Gobierno de la República: “Es digno de admiración el gran cuidado que el gobierno español pone en proteger las libertades civiles de los ciudadanos. El gobierno legítimo tenía el derecho internacionalmente garantizado de defenderse frente a la pandilla de rebeldes que hicieron venir al país a los fascistas italianos, a los nazis alemanes y a los musulmanes marroquíes para llevar a cabo su guerra contra el pueblo español”.

Una vida y una obra las de Ernst Toller que son en definitiva una lección de dignidad en cualquier época y en cualquier país: “No nos engañemos. En todos los países de Europa están actuando los enemigos de la libertad. Nosotros también amamos el silencio del despacho y el trabajo paciente y humilde en nuestra obra. Pero una época que traiciona la idea de la humanidad nos obliga a denunciar  la traición y a combatir allí donde la libertad está amenazada”.