El tiempo no siempre es movimiento, también es pausa. El tiempo puede detenerse y quedar suspendido en un limbo indefinido. No moverse y estar alejados los unos de los otros, crea un tiempo letárgico donde nada cambia y todo queda. Nada sabes del espacio colindante y todo se eterniza. En una época donde pocas cosas cambiaban, cuando te podías pasar la vida entera sin saber nada del mundo, desinformado, atrapado en un presente inmutable.
Hubo un tiempo cuando las noticias se desplazaban a la velocidad de un caballo. Una época donde la información llegaba en cuenta gotas. De manera silenciosa y a menudo incomprensible. Sólo de vez en cuando, alguien que sabía leer compartía las novedades que sacudían el presente. Todo era en pasado, cosas que ya habían sucedido, días o meses antes, pero poco importaba, la vida seguía igual. Información e inmediatez eran dos conceptos antagónicos. Una distopía del pasado, incomprensible ahora e inconcebible.
Noticias del Gran Mundo ha llegado a las salas de cine y a Netflix para situar el espectador en una dimensión diferente, en una época donde todo se ralentiza y donde no existe la velocidad. Sorprende la cadencia de la película viniendo de un director acostumbrado a ritmos frenéticos en sus películas, como la saga Bourne o United 93. Aquí Paul Greengrass se toma su tiempo para explicar la historia del Capitán Jefferson KyleKidd (Tom Hanks) que se gana la vida viajando de ciudad en ciudad en pleno salvaje oeste, leyendo las noticias del periódico a los locales de cada comunidad, en su mayoría analfabetos. La historia transcurre en Estados Unidos, a finales de la década de 1860, durante los días posteriores a la Guerra Civil. La película es un western diferente, ahora conocidos como neo-westerns, una mutación entre los clásicos (Ford, Walsh, Vidor, Mann o Hathaway) y las nuevas tendencias (Eastwood, Tarantino, Cohen, Thomas Anderson o Ang Lee).
Aquí Greengrass sincretiza las dos visiones en una historia de valores universales, como lo han hecho los western de siempre. Mal considerados por muchos, por culpa de las sesiones de tarde de TV1 en los años 60 y la muerte incontenible de miles de indios sin nombre, las películas del oeste no son un género menor del cine. Inicialmente se reducían a luchas entre buenos y malos, pero en la época dorada de los 50 empezó a adquirir un carácter más psicológico. De hecho, estas películas se usaron a menudo para crear un relato sobre la épica de la fundación de los Estados Unidos, en un intento de legitimar la colonización de los vastos territorios del oeste provocando el genocidio de las poblaciones autóctonas, Apache, Sioux, Navajos o Cheroquis entre otras.
El contexto de Noticias del Gran Mundo importa, y mucho. La película no es ninguna casualidad. No vive al margen del presente. Tiene en su intención artística un profundo mensaje político que pone de manifiesto las profundas divisiones que vive el país en la actualidad:
A finales de 1860 a pocos meses del final de la guerra civil, el país está fragmentado, dividido en dos, los ganadores y los vencidos, el norte liberal y el sur esclavista, dos mundos que viven confrontados por sus ideas y por le dolor infinito de la muerte.
A principios del 2021, Estados Unidos no ha despertado todavía de la pesadilla de las elecciones que han llevado al poder a Biden y defenestrado a Trump. La consecuencia de esta contienda electoral ha dejado el país dividido en dos, los ganadores y los vencidos, la periferia liberal y el centro-sur reaccionario, dos mundos que viven confrontados por sus ideas y por el dolor infinito de las desigualdades, el Covid, la incertidumbre y el miedo. La película construye una analogía perfecta entre el pasado y el presente. Cuesta creer que 150 años más tarde la violencia, aunque se vista de seda, siga existiendo.
En el Siglo XIX la miseria agredía a la gente y el analfabetismo violentaba las clases populares. En la actualidad la pobreza condiciona la vida de millones de personas, multiplica la desigualdad y alimenta el populismo. Dos mundos separados pero dos realidades paralelas. El Capitán Jefferson Kyle Kidd, persona ilustrada, quiere transmitir a través de las noticias los valores del humanismo y de la lucha de clases. Es antiesclavista y quiere liberar a la gente de la opresión, a todos, sin distinción de color, que viven bajo la tiranía de las ideas y de la dominación de los grandes terratenientes del sur. Kidd rescata a Johanna (interpretada por Helena Zengel), una niña huérfana de 10 años secuestrada y posteriormente criada por la tribu india Kiowa. Su misión es llevarla de vuelta a casa con sus familiares. Juntos, hacen un viaje iniciático, él conociendo la realidad indígena y ella comprendiendo los usos y costumbres occidentales.
Greengrass se posiciona de una manera clara. Apuesta decididamente por la visión humanista de aceptar el otro, de respetar la diferencia, de optar por los valores morales y éticos de la cultura, combatiendo la intolerancia, el racismo y la ignorancia. Nada será posible si eliminamos al otro y no hay futuro si no aceptamos la alteridad. Kidd lo entiende así, y sabe que, si no escucha a Johanna, no podrá salvarla, si da la espalda a sus orígenes indios siempre será una extranjera en su tierra. El capitán no puede desentenderse de sus principios, sólo así podrá defender los valores republicanos de la nación norteamericana.
Noticias del Gran Mundo nos transporta a una época de profunda fragilidad, donde todo está por hacer. Los paisajes infinitos, todavía vírgenes, nos relajan y nos hacen reflexionar sobre nuestro mundo y cómo lo queremos proteger. Las amenazas son diversas, ya existían en el siglo XIX y siguen existiendo en la actualidad. La pareja protagonista de la película, Kiddy Johanna, en su antagonismo, nos proponen respuestas, abren puertas y el espectador interpelado, sacudido en sus convicciones continúa preguntándose:
¿Porqué lo hacemos tan mal?