Para hablar del trabajo y objetivos del Instituto Universitario de la Danza Alicia Alonso, ubicado en Fuenlabrada Madrid y adscrito a la Universidad Rey Juan Carlos, conversamos con Alberto García Castaño, director de este Instituto, en un momento en que se encuentran en una difícil situación.

¿Qué es el Instituto Universitario de la Danza Alicia Alonso?

Para poner en contexto que es el Instituto, hay que comenzar hablando de su fundadora fallecida en noviembre de 2019 y de su trayectoria en el campo de la formación a través de la Escuela Cubana de Ballet.

Alicia Alonso, ostentó el título de Prima Ballerina Assoluta, por su triple condición de intérprete, coreógrafa y directora de compañía. Fue una de las grandes personalidades de la danza del siglo XX, famosa por sus versiones coreográficas de los grandes clásicos del ballet, especialmente por su versión interpretativa de Giselle, pues como dijo Maurice Béjar, “ella nació para que no muriera Giselle”. Estas versiones fueron adoptadas por los grandes teatros como el Ballet de la Opera de Paris, la Viena, Roma, el Teatro Bolshoi, etc, muchas de ellas incorporadas a la Compañía de Ballet de la Fundación de la Danza “Alicia Alonso” que es la unidad de prácticas escénicas de los profesionales que cursan estudios superiores.

Fue reconocida con las más altas distinciones en los cinco continentes, en España recibió la Encomienda de Isabel la Católica, y la Medalla al Mérito de las Bellas Artes, en Gran Bretaña la Orden de Elizabeth II, en Francia el Grado de Comendadora de las Artes y las Letras y el Grado de Oficial Mayor, ambas distinciones de la Legión de Honor de la República de Francia, donde recibió en dos ocasiones, además, el Grand Prix de la Ciudad de Paris junto a su compañía, un hecho insólito en Francia, además de innumerables reconocimientos en otros países europeos y del mundo.

Miembro de Honor del Senado de los Estados Unidos de Norteamérica, por el Estado de Washington, Miembro del Consejo Mundial de la Paz y Embajadora de Buena Voluntad de Naciones Unidas y Embajadora Mundial de la Danza/UNESCO.  Recibió innumerables reconocimientos académicos a través de varios Doctorados Honoris Causa. Su mayor logro en el campo de la enseñanza fue la creación de la Escuela Cubana de Ballet, reconocida como una inestimable aportación al Patrimonio Cultural de la Humanidad, según Resolución 59 de 10 de noviembre de 1997 del Consejo Ejecutivo de la Organización de Naciones Unidas para el Desarrollo de la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), por su grado de implantación a nivel nacional, regional e internacional. Una escuela no entendida como un centro formador de bailarines, sino una metodología que marca una forma de utilización de la técnica y una forma diferente de las puestas en escena, ligada al temperamento expresivo de los pueblos de Iberoamérica.

En 1992 a petición del destacado bailarín vasco Henry Brown, por entonces Presidente de la Asociación de Profesionales de la Danza de Madrid  y con el apoyo de varios sindicatos, consiguió con el concurso del entonces Rector de la Complutense Gustavo Villapalos Salas fundar la primera Cátedra de Danza en España que llevó su nombre en esta universidad,  y que posteriormente, se replicaría en las Universidades de Alicante y Castellón de la Plana (Jaume I), lo que entre otros méritos que culminaron con el nombramiento de Doctorada Honoris Causa por la Universidad Politécnica de Valencia.

Los estudios desarrollados a través de las cátedras constituyeron la base de la primera experimentación educativa que tuvo a su cargo por encargo de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid que culminó en 2004 con la implantación por primera vez en España de los primeros estudios de Grado en Danza con equivalencia plena a Grado Universitario, graduando ese año la primera promoción de estudiantes con un título oficial de grado en danza con validez en todo el territorio nacional.

Para alcanzar estos fines, creó la Fundación “Alicia Alonso”, una entidad sin ánimo de lucro, declarada de interés General y servicio público a través de la Orden 2030/1997 de 4/07/97 que no obtiene beneficios ni posee capital acumulado por los servicios que presta en el ámbito de la educación superior y por ende, nunca ha obtenido beneficios por la gestión académica que desarrolla, ya que sus alumnos abonan las tasas públicas. Esta fundación a través de su centro de denominación específica Instituto Superior de Danza del mismo nombre, con el fin de dar carácter universitario a estos estudios se adscribió a la Universidad Rey Juan Carlos el 16 de mayo de 2001 proceso que concluye mediante pacto firmado por el Consejero Educación y Cultura, tras el informe favorable de los servicios jurídicos, el 18 de septiembre de 2001, adquiriendo el rango de Instituto Universitario de la Danza de conformidad con la legislación vigente.

Con el nuevo marco jurídico el Instituto, pudo poner en marcha los primeros estudios de postgrado tales como el Máster Oficial de Artes Escénicas, del Diploma Europeo de Estudios Avanzados y el primer programa de doctorado en Artes Escénicas convirtiéndose así en un centro pionero de la Unión Europea.

Marta Graham, la gran bailarina y coreógrafa, decía que «La danza es el lenguaje oculto del alma”, ¿Qué asignaturas impartís para enseñar este lenguaje?

Creo que hay una frase de Marta Graham que lo dice todo: “si pudiera expresar lo que siento con palabras no necesitaría bailar”. Ella cambió el sentido de la danza, porque trasmitía un mensaje y esto hizo que se renovara el sentido de la danza clásica, era necesario hacer visible lo invisible, tal como propugnaron sus seguidores. Alicia Alonso, siempre decía que el mensaje estaba en los sentimientos que de nada valía el virtuosismo técnico y el conocimiento si en cada cosa que hacíamos no había una gota de humanidad.

Lo importante en el instituto es trabajar con el talento y que los alumnos aprendan de la historia el valor de cada gesto y de cada movimiento. La técnica es un medio no un fin, por ello son importante asignaturas como entrenamiento de la técnica de la danza contemporánea, o los talleres de puesta en escena o el conocimiento del repertorio y de su historia, para que cada uno pueda encontrar luego su propio lenguaje expresivo y puedan crear partiendo de un conocimiento del espacio y de la luz, hablamos de asignaturas como escenografía e iluminación porque nos van a permitir crear un espacio particular con una atmosfera que nos permita encontrar el medio ideal para trasmitir nuestras emociones.

Esencial es la música porque es la compañera ideal de la danza porque le sirve para dar sentido al movimiento y a la expresión. La danza no viaja sola en el tiempo. El instrumento es el cuerpo que crea la historia del arte nos muestra las maravillas del cuerpo y del mundo, por ello el bailarín tiene que observar para poder crear un cuadro, pero a diferencia de los pintores ha de hacerlo en una caja tridimensional, y eso sólo se aprende a través del quehacer diario que plantea el Instituto desde la visión multidisciplinar.

Foto cedida por el Instituto Universitario de Danza Alicia Alonso. Clase de flamenco

¿Cuándo y cómo empezó la relación entre el Instituto y la Universidad Rey Juan Carlos?

Aunque la relación se inicia en 2001, realmente cobra sentido en el momento que se produce la entrada de España en el Espacio denominado Bolonia. En 2010 es que se va a poner en marcha un proyecto de innovación educativa único en la universidad española, la URJC y el Instituto Superior de Danza “Alicia Alonso” deciden unir sus destinos para que las artes escénicas ocupen un espacio universitario del cual hasta ese momento estaban excluidas.

El ordenamiento jurídico de las enseñanzas artísticas superiores, abrió una puerta que hasta ese momento estaba cerrada al diseño y puesta en marcha de titulaciones conjuntas de Grado y Máster entre instituciones de educación superior, sobre la base de una única solicitud y la emisión de un único título de Graduado/a o de Máster, así se planteaba en la Disposición Adicional Quinta del Real Decreto 632/2010 que regulaba los contenidos básicos de los Grados de Danza.

El Instituto de danza que ya acumulaba una larga experiencia, diseñó el Grado en Artes Visuales y Danza con la participación de algunos profesores universitarios del ámbito de la teoría no de la práctica. Así pues, la Universidad Rey Juan Carlos y el Instituto Superior de Danza se anticipan y se convierten en pioneros de las enseñanzas de artes escénicas, tal es así que algunas de las cuestiones que se prevén en la nueva Ley de Enseñanzas Artísticas que se tramita en la actualidad, ya tienen una larga andadura en la universidad como es lo que se pretende plantear como novedad sobre la introducción en la enseñanza superior de los estudios de Circo que ya desde (2017) están implantados como estudios oficiales, a través de la Mención de Danzas Acrobáticas y Técnicas Circenses del Grado de Artes Visuales y Danza, además de las Menciones de Danza Teatro o Teatro Físico del Movimiento, Danza Clásica, Danza Contemporánea y Danza Española donde  el Instituto Superior de Danza “Alicia Alonso” tiene a su cargo el 87% de la carga horaria del total de la titulación.

Los acuerdos entre la URJC y el ISDAA tienen su base en la contraprestación ya que la práctica totalidad de los recursos didácticos relacionados con la práctica escénica y la interpretación son propiedad de la Fundación de la Danza “Alicia Alonso”, aportaciones que tienen su base entre otras en el Repositorio de Danza que aloja el Fondo documental y de Investigación “Alicia Alonso”, valorado en 3.300.000.-€. Se incluía además la colección de vestuario de obras de repertorio tanto clásicas como contemporáneas y escenografías que soportan los talleres de puesta en escena, cuya presentación en teatros, festivales y espacios culturales gestiona la Fundación ya que las presentaciones en público tienen lugar a través de la Compañía de Ballet de la Fundación, la Compañía de Teatro de Cámara y la compañía Le Cirque Dance.

Asimismo, el ISDAA imparte conjuntamente con la URJC y Coordina Académicamente, el Máster Universitario en Gestión y Liderazgo de Proyectos Culturales y el Máster Universitario en Artes Escénicas.

Este proyecto de innovación educativa se desarrolla entre dos instituciones análogas del espacio de educación superior. Ambas instituciones poseen autonomía pedagógica de organización, gestión y funcionamiento, cuyo Plan de Estudios recogido en la Memoria Verificada de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad aprobado por el Consejo de Universidades y la Comunidad de Madrid fue refrendado por acuerdo del Consejo de Ministros.

Foto cedida por el Instituto Universitario de Danza Alicia Alonso. Clase de ballet clásico

Según hemos sabido por noticias publicadas en prensa, desde hace unos años ha surgido un conflicto entre el Instituto y la URJC. ¿Cómo comenzó el conflicto y en qué punto os encontráis hoy?

Lo primero que hay que aclarar es cómo se financia el ISDAA.

La URJC y el ISDAA fijaron un precio a los Servicios Docentes que presta el ISDAA, es decir, no se trata de una subvención. Según los acuerdos en este punto la Universidad transferirá al ISDAA la totalidad de las matrículas que recauda del Grado en Artes Visuales y Danza y la totalidad de los ingresos provenientes de los Másteres de Artes Escénicas y Gestión y Liderazgo de Proyectos Culturales y de la subvenciones que recibe de los Presupuestos del Estado para compensar los precios públicos de la matrícula transferirá la cantidad necesaria hasta alcanzar la suma de 960.000.- de esta forma se estableció el precio de los servicios.

Así lo corrobora la Sentencia 328/2021 del Tribunal Superior de Justicia que condena a la universidad al pago de las costas que dice y sito literalmente (página 11):

no entenderse precisa ni incluso adecuada garantía alguna en este supuesto, en que en definitiva se viene a mantener el “status quo” entre las partes, prosiguiendo la Fundación (ISDAA) en la impartición de la enseñanza de grado que tenía asignada desde hace años, por lo que percibe la financiación correspondiente proveniente de la matrícula del alumnado, sin que de ello se deriven en principio concretos perjuicios para la Universidad que determine la necesidad de constituir garantía a tal efecto.”

Dicho esto, el conflicto comienza cuando el Rector de forma personal y unilateral prescindiendo de todo los trámites legales decide unilateralmente adjudicarse la docencia que en la Memoria Verificada del Plan de Estudios aprobada por acuerdo del Consejo de Ministros, pasando por alto la distribución competencial de cada una de las instituciones que en ella se establece, una norma que adquiere carácter jurídico y que es de obligado cumplimiento para todas las partes ya que de no haberse dictado medidas cautelarísimas el título perdía su carácter oficial y validez en todo el territorio nacional, violando los derechos fundamentales de los estudiantes y el estatuto del estudiante universitario.

El Rector tras el caso Máster decide cerrar todos los Instituto Universitarios, obviando que el ISDAA además de poseer la misma autonomía de la Universidad posee personalidad jurídica individualizada. Este acto se repite en 2020 y también es abortado por los tribunales, actualmente existen dos sentencias contradictorias que obligan a remitir el caso al Tribunal Superior de Justicia que se encuentra pendiente de resolución y fallo. No obstante, el Rector insiste en el curso 2024/2025 realizar la misma operación, adelantándose al fallo del TSJ pero para cuando esto se produzca los daños serán irreversibles si no se produce la intervención de la Consejería de Universidades, Ciencia y Educación.

Hasta entonces aunque la Universidad lo niega, los convenios permanecen vigentes tal y como se dice en la Sentencia 328/2021 que señala:

“En este sentido, al hilo de la apelación presentada, no cabe aquí pronunciarse  sobre lo relativo al carácter de la Fundación y del Instituto de Danza Alicia Alonso en relación con la URJC, así como tampoco en la aducida pérdida de vigencia de los conciertos suscritos entre ambas partes, cuestiones ambas en las que discrepan los contendientes”.

A esto hay que añadir que el Tribunal de Cuentas inició diligencias previas por nuestra denuncia contra el Gerente General Teodoro Conde Minaya por Mala Praxis en el Manejo de los Presupuestos, Falsedad Documental y Enriquecimiento Injusto y que terminadas las diligencias preliminares el Fiscal ha solicitado al Consejo de Gobierno que de acuerdo con el artículo 47 se designe al Fiscal Instructor.

¿Cómo os explicáis que después de 32 años de una enseñanza impartida con mucho éxito, dos grados y dos másteres especializados, haya surgido este problema?

Precisamente por el éxito del proyecto no se entiende el afán del Rector en hacer desaparecer el Centro de Enseñanzas Artísticas Superiores Instituto Superior de Danza “Alicia Alonso”, un centro que aloja la Delegación Española de la Organización Mundial de Artes Escénicas/UNESCO, que preside el Comité Internacional de la Danza/UNESCO, que es Miembro del Consejo Ejecutivo de la Cátedra UNITWIN/UNESCO de Universidades y Centros de Educación Superior de Artes Escénicas, Miembro del Consejo de Europa de ITI/UNESCO, que ha recibido el Premio Nacional Cultura Viva a la Mejor Institución de Enseñanzas Superiores de Danza, otorgado por el Consejo de Investigaciones Científicas y destacada personalidades de la Cultura, que recibió el Grand Prix Allassio 2014, Génova, Italia y el Grand Prix Ciudad de Barcelona en 2017 entre otros muchos reconocimiento, que ocupa la Presidencia de Honor del ITI/UNESCO y que varios de sus profesores incluido el director son Miembros de la Academia de Artes Escénicas. Sólo cabe preguntarse ¿racismo o xenofobia?

 ¿Qué medidas habéis tomado para afrontar la situación de precariedad que significa estar sin percibir los salarios durante ocho meses tanto el personal docente como el administrativo?

No es precariedad, es chantaje, el Rector lo que busca es que hagamos dejación de funciones, de esta forma no sólo no nos pagará sino que tendremos nosotros que indemnizar a la universidad. De esta forma provoca un daño irreversible y consigue lo que no ha logrado a través de los Tribunales, mientras tanto sobrevivimos como podemos con la ayuda de familiares y amigos, aunque esto no evita el endeudamiento, el no poder pagar la renta del alquiler, la hipoteca o la electricidad, subsistimos gracias a la caridad por la voluntad de un dictador al que nadie se atreve a levantar la voz. Hasta el Consejo Social que incurre en In Culpa in Vigilando mira hacia otro lado. Mañana sabremos si la Comunidad de Madrid, seguirá mirando en otra dirección o pondrá fin definitivamente a este atropello.

Dentro de las medidas que hemos tomado, cabe añadir la campaña de recogida de firmas en la conocida plataforma Change.org de la cual os dejamos el enlace para que toda aquella persona que esté interesada en manifestar su apoyo hacia nosotros pueda hacerlo aquí.

Y también emplazamos a la concentración en solidaridad con el Instituto organizada por la Fundación Democracia Activa para el domingo 28 de abril a las 12:00 horas, en la Plaza Juan Goytisolo de Madrid, junto al Museo Reina Sofía, en la que no solo queremos hacer visible nuestra protesta más enérgica, sino que invitamos a todos los artistas, educadores y personas sensibilizadas con el arte y la cultura que se sumen a nosotros.

¿Tenéis confianza en que el conflicto se pueda resolver a corto plazo?

La situación actual nos deja claro que el rector ha decidido seguir hacia adelante en su empeño por romper el convenio con el Instituto y al margen de lo que establece la ley, dejando claro que no le importan ni los profesores ni los alumnos de su propia universidad. Por lo que no tenemos muchas esperanzas en que, por parte del rector, se dé un paso atrás y vuelvan las aguas a su cauce, ya que parece tener un ensañamiento contra nuestra institución cuya naturaleza desconocemos.

Llegados a este punto, solo cabe esperar a que se pronuncie la justicia, que dicho sea de paso va bastante lenta, a través del TSJ del cual llevamos esperando sentencia firme desde el 2022, del Tribunal de cuentas, y en el caso más urgente, como es el que recibamos el pago de este curso para afrontar las ocho nóminas que tenemos pendientes treinta y dos trabajadores del instituto, el que se adopten las medidas cautelares que hemos solicitado para que sea la justicia, una vez más, la que le recuerde al rector que los derechos fundamentales de trabajadores y alumnos se han de respetar, cosa que en sus dos legislaturas se le ha olvidado con bastante frecuencia.

Esperamos y deseamos también, que después de Javier Ramos, actual rector de la Universidad Rey Juan Carlos, vuelva la cordura y el respeto por las artes y la educación pública de la mano de una persona que sepa estar a la altura del cargo que ocupa.