Hace ya casi 8 meses que se incrementa la represión en esta olla a presión que es actualmente Alemania. Con una extrema derecha desacomplejada en crecimiento, y a la puerta de unas elecciones europeas, a los políticos, los medios, la policía y una buena parte de la sociedad alemana, les parece ofender más la gente que grita “Free Palestine” en medio de un genocidio televisado, que gente de fiesta en una isla de turismo de alto standing cante “Extranjeros fuera, Alemania para los alemanes” mientras hacen con una mano el saludo nazi, y con la otra el ridículo bigotito de Hitler. Incidente que subieron a las redes los propios participantes, y que, aunque se ha creado polémica en torno a él, también han surgido más videos antiguos e imitadores que cantan lo mismo por todo el país, sintiéndose impunes para decir consignas claramente racistas y subirlo a sus redes.

La estrategia del gobierno y de los medios de comunicación tanto públicos como privados, no solo es informar mal, poco o nada, sino señalar cada vez con más frecuencia a activistas, relacionando el movimiento pro-Palestina con el antisemitismo violento, y el terrorismo yihadista. Se multiplican los reportajes en prensa escrita y televisión en los que se señala a los activistas con nombres y apellidos, y si pueden, con las cuentas de RR.SS. y lugares de trabajo.

De hecho, no solo atacan a los activistas, sino a todo aquel que muestre solidaridad con la solidaridad con Palestina.

Hace unas semanas los estudiantes de la mal llamada Universidad Libre de Berlín quisieron acampar en la misma siguiendo la estela de estudiantes en el mundo, y el ejemplo de la acampada, en la que muchos de ellos habían participado frente al Parlamento alemán. La presidencia de la universidad mandó inmediatamente a la policía. Camiones de policía antidisturbios cerraron el acceso a esa parte del campus, separando a los estudiantes acampados de la gente que fue a apoyar, incluido los muchos estudiantes y profesores que salían de la primera hora de clase. Cerraron la cafetería, desde la que se podía ver la actuación policial, y mandaron a los profesores o a su casa o a su despacho. A continuación, la policía desalojó y detuvo con extrema violencia y sin provocación previa a los estudiantes, a los que la presidencia quiere abrir expediente y ex-matricular. Que esto se dé en la misma universidad, que aunque ahora honra a Rudi Dutschke, en su momento lo demonizó, usando muchos de los mismos argumentos que usa ahora para atacar a sus estudiantes, solo demuestra que la historia se repite para desesperación de muchos.

La misma noche del desalojo de la acampada, horrorizados por el ataque a los estudiantes más de mil de docentes de varias universidades firmaron una carta de apoyo a los mismos, no en sí por su causa, detener el genocidio y todo vínculo económico y académico de la universidad con Israel, así como reconocer el pasado colonialista de este país, sino preocupados por la deriva represiva ya que dentro de su labor está proteger a sus alumnos. Los firmantes fueron condenados públicamente por la ministra federal de Educación e Investigación, Bettina Stark-Watzinger, del Partido Democrático Libre, que calificó la declaración de «chocante» y les acusó de «trivializar la violencia».  Un par de días después Bild, el periódico más vendido en Alemania, un diario de derechas racista y amarillista publicó el nombre y lugar de trabajo de todos los docentes y la foto de algunos en su portada, entre ellas la de una profesora palestina que ha perdido familiares en Gaza.

Frente a esta brutalidad policial el sindicato de estudiantes se posicionó a favor de la actuación de la policía, pidiendo algunas “restricciones”. Según informa Der Spiegel «Las reivindicaciones pro-palestinas se complementan una y otra vez con desinformación propagandística. Prevalece una actitud activamente antiisraelí, caracterizada por una retórica antisemita generalizada», afirma Debora Eller, experta de fzs en antifascismo, antirracismo y emancipación. Por ejemplo, el sufrimiento de la población de la Franja de Gaza también está siendo instrumentalizado para la «incitación antisemita» durante las protestas universitarias. Lo que demuestra que ni la gente joven de este país es inmune al pensamiento único impuesto por las instituciones.

El resto de la sociedad de nuevo se dividió, la clase política en general quiere seguir llevando a cabo las ex-matriculaciones por motivos políticos, lo que pone en peligro el permiso de residencia de miles de estudiantes en este país. Pero desde entonces las acampadas se están repitiendo en decenas de campus alemanes entre los que se encuentran los de las universidades de Frankfurt, Colonia, Bonn, y Múnich entre otras, algunas ya desalojadas, otras siguen, aunque ninguna ha conseguido que su universidad deje de colaborar con Israel.

En una rueda de prensa convocada por el gobierno el pasado martes 21 de mayo para tratar el tema de las protestas estudiantiles, Michael Wildt, un reputado erudito del Holocausto que aparecía como uno de los firmantes de la carta abierta en el reportaje de Bild, quien pide debate en vez de policía, afirmó: «Cualquiera que ahora exija principalmente medidas represivas está allanando el camino para una concepción autoritaria del Estado». Clemens Arzt, profesor de la Escuela de Economía y Derecho de Berlín, advirtió contra la restricción del derecho a la libertad de reunión, y dijo que no veía justificación legal para el desalojo del campamento de la Universidad Libre.

Los estudiantes de Berlín, sin perder el ritmo, ocuparon la semana pasada un edificio de la Universidad Humbold, que se pasó a llamar Instituto Javalia. La dirección se prestó a negociaciones, y tras 30 horas ocupando, le prometió a la gente que se encontraba en el edificio que no habría repercusiones si salían.  Ante esta falta de “contundencia” por parte de la presidenta de la universidad, Julia von Blumenthal, la senadora socialdemócrata (SPD) por Berlín, Ina Czyborra, y el alcalde de la Unión Cristianodemócrata (CDU), Kai Wegner exigieron que la policía desalojara el edificio. «Nuestras universidades son lugares de conocimiento y discurso crítico, y no espacios sin ley para antisemitas y simpatizantes del terror», tuiteó Wegner. Con efectivos antidisturbios enviados de otros estados federales, la presencia policial por las 150 personas que se encontraban dentro del edificio, y las otras 150 que estábamos fuera era cómicamente excesiva. Manzanas del centro de Berlín fueron cortadas por hileras de camiones de la policía. Avisados de que dentro del edificio se encontraba al menos un periodista acreditado, un abogado y personal sanitario para atender a los heridos, se ve claramente en los videos, que, al más puro estilo de Israel, la policía empezó a ir a por la prensa, la sanidad y la legalidad, siendo estas personas de las primeras detenidas.

Ese día hubo sangre, incluida la del periodista Ignacio Rosaslanda del Berliner Zeitung, que un video grabado por él mismo, se puede ver como la policía le ataca, Rosaslanda afirma que la policía le denegó atención médica durante horas. Hay que decir, que contamos solo con los testimonios de los estudiantes detenidos, ya que la policía convenientemente apagó sus cámaras durante el desalojo.

Las autoridades de Berlín también han cerrado centros de día Alia y Phantalisa, dirigidos especialmente a chicas adolescentes migrantes y lgtbia+, dejando a todas las trabajadoras en la calle, porque algunas de ellas han mostrado solidaridad con palestina en manifestaciones y en las redes. En las cartas de despido se menciona darles likes a posts solidarios con Palestina y compartir en las historias de Instagram con la frase “From the river to the sea”. Y todo apunta a que tienen a más centros y sus trabajadoras en sus puntos de mira.

La demonización de estudiantes, trabajadoras sociales, profesoras y todo aquel que se salga de la línea establecida de Israel como razón de estado es constante y cada vez más violenta. La policía rara vez deja a una manifestación llegar al final de su recorrido sin arrestos y últimamente sangre. Lo que retroalimenta a la prensa que clasifica las manifestaciones como desquiciados antisemitas violentos.

Esto está creando un monstruo de dos cabezas: Una la liberación de la culpa por el holocausto del pueblo alemán, porque ahora los nuevos genocidas nazis son los palestinos, y el problema del antisemitismo es importado, algo extremadamente peligroso en un país donde un político de Alternativa por Alemania, Maximilian Krah, recientemente afirmó que no todos en las SS eran culpables. Y otra la xenofobia en general, islamofobia en concreto, y especialmente contra los palestinos están siendo no solo toleradas por el estado, sino alentadas, con una mayor parte de alemanes que ahora mismo encuentran el islam una de las principales amenazas de este país. Es por ello por lo que la violencia en las calles contra personas judías y árabes está en peligroso aumento, pero al contrario de lo que azuzan los medios de comunicación, los perpetradores son alemanes blancos, tanto civiles como policías, y no los extranjeros.

El 5 de Abril de 2024, la misma mañana en la que Alemania votó No en la resolución de la ONU para el cese del envío de armas a Israel, un grupo de asociaciones de abogados de Berlín presentaron una acción legal de urgencia interpuesta contra el estado alemán por su complicidad con el genocidio en Gaza al haber seguido mandando armas a Israel tras las medidas preventivas ordenadas por el Tribunal Internacional de Justicia de la Haya. Las entidades y asociaciones  European Legal Support Center (ELSC), Palestine Institute for Public Diplomacy (PIPD), Law for Palestine, que se han unido bajo la iniciativa Justice and Accountability for Palestine y en colaboración con Forensis quieren con esta acción lograr que el gobierno alemán pare de inmediato el envió de armas a Israel.

Como se muestra en el informe presentado ayer por Forensis, Alemania en los últimos 20 años ha mandado armas a Israel por valor de miles de millones y en los últimos dos años facilitó a Israel el 47% de las armas convencionales, lo que sitúa a Alemania como el segundo país proveedor de armas del estado sionista, tras EE.UU.

Durante la rueda de prensa de presentación de la querella en Berlín, se encontraban presentes varios medios internacionales, pero sólo uno alemán, Junge Welt, uno de los pocos periódicos críticos con Israel y con la actuación de su gobierno. Durante la ronda de entrevistas, a través de una video llamada, una periodista de la cadena pública ZDF entrevistó a la abogada Nadija Samour con preguntas como: “¿Qué pasa con Hamas y el derecho internacional?”, “¿Tiene Israel derecho a defenderse?” “¿Usted se considera abogada o activista?”. Tras 6 meses de genocidio y crímenes de guerra, la prensa alemana, pública y privada, sigue las directrices marcadas por Israel y centra la atención en Hamas y el 7 de octubre, y por tanto en la supuesta legitimidad de Israel a la autodefensa, y no encuentra importante acudir a la presentación de una acción legal contra su gobierno por su complicidad en el presente genocidio.

Alemania se enfrenta esta semana también en la Corte Internacional de Justicia de la Haya a una demanda interpuesta por Nicaragua por haber seguido exportando armas a Israel y haber cesado la financiación de UNRWA, tras la medidas provisionales dictadas por este mismo tribunal en el caso de Sudáfrica contra Israel por posible genocidio. Nicaragua argumenta que Alemania, con estas acciones, está fallando en la prevención del genocidio, tal y como está obligada a hacer al ser firmante de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio. Esta demanda tampoco ha tenido demasiada repercusión en los medios del país.

Al mismo tiempo asociaciones que luchan por el pueblo palestino en este país, como Comité Palestino Unido Nacional (Vereinigtes Palästinensisches Nationalkomitee), Voces Judías por la Paz en Oriente Medio (Judische Stimme), Fuerza de los/las trabajadores/as (Arbeiter:innenmacht), Izquierda Revolucionaria (Revolutionäre Linke), Diem 25 y BDS están organizando para el fin de semana del 12 al 14 de Abril el Congreso de Palestina en Berlín, donde acusarán al gobierno alemán por su complicidad en el exterminio y apartheid cometidos contra el pueblo palestino.  Entre los ponentes están activistas de la causa palestina tan destacados como Ghassan Abu Sittah, Noura Erakat o Yanis Varoufakis.

Este congreso en este país está siendo atacado por la clase política y la mayoría de los medios de comunicación, al que califican como “Antisemitas del mundo quieren reunirse en Berlín”. Mientras la clase política busca como efectuar su prohibición, la prensa alemana publica los nombres, direcciones y puestos de trabajo de algunos de los ponentes, que ahora están recibiendo amenazas y la policía criminal efectúa registros y confiscaciones de aparatos electrónicos en las casas de dichos ponentes. En una actuación no ocurrida en 75 años, la caja de ahorros Sparkasse, donde tiene su cuenta Judische Stimme, organización que recogía el dinero de las entradas al congreso, ha bloqueado la cuenta de la ONG judía y solicitado una lista de los nombres y la dirección de todos los miembros. En vez de un clamor popular de todas las personas y medios que supuestamente luchan contra el antisemitismo en este país, ha habido silencio y por tanto aceptación.

Tras la congelación de los fondos, se planeó para el viernes 5 de abril un evento en Berlín para recaudar dinero para el congreso con un panel de discusión sobre la represión en el estado alemán de la solidaridad con Palestina, el lugar donde se iba a celebrar, donde a menudo se dan encuentros políticos y artísticos, recibió una llamada de la policía, que alegado “problemas de seguridad”, sugirió enfáticamente que no se celebrara el evento. No vieron apropiado quizás hacer su trabajo y proteger el evento, optaron por presionar para cancelarlo, ante esta situación los organizadores y trabajadores del lugar se vieron obligados a suspenderlo.  Este evento se va a celebrar ahora el domingo en un centro completamente privado y por tanto inmune a la represión (económica) estatal.

Los organizadores/as del Congreso de Palestina ante esta terrible situación han hecho un llamamiento internacional de apoyo y piden a todos los grupos y personas del movimiento de solidaridad con palestina que se manifiesten el día 14 de abril frente embajadas y consulados alemanes para mostrar a este país que se está quedando solo en su apoyo al régimen sionista. Más información aquí. También hacen saber que el congreso será retrasmitido. Puede buscarse información en esa misma web.

El gobierno y la mayoría de la sociedad alemana están quedando en evidencia en su defensa sin fisuras de Israel. Cada vez más voces críticas mundiales están prestando atención a los graves sucesos que están pasando en Alemania. El próximo viernes 14 de abril habrá concentraciones en diversos lugares frente a sedes diplomáticas alemanas. Es el momento de que la sociedad española, que ha mostrado un alto grado de solidaridad con Palestina y que de nuevo saldrá a la calle el domingo 21 contra el genocidio en Gaza, se una a esas voces.

 

Las asociaciones Justice and Accountability for Palestine, PIPD (Palestine Institute for Public Diplomacy) y ELSC (European Legal Support Center) han anunciado en Berlín el pasado 23 de febrero que han formalizado una denuncia contra el gobierno alemán por permitir y ayudar el genocidio en Gaza. Las asociaciones alemanas que por la causa Palestina están adoptando acciones legales contra el gobierno federal por su justificación, apoyo e incluso, en ciertos casos, incitación a los crímenes de guerra que está llevando a cabo el gobierno sionista de Israel y su ejército. Los políticos denunciados como cómplices de Israel incluyen al canciller socialdemócrata Olaf Schloz del SPD y la ministra de exteriores Annalena Baerbock y el ministro de economía Robert Habeck, ambos de Die Grünen (Los Verdes). Este hecho es muy importante pues en el principal estado de la Unión Europea se ha estado silenciando, reprimiendo y criminalizando la solidaridad con el pueblo palestino conculcando libertades y derechos básicos en una democracia.

Partiendo de la sentencia preliminar de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en el juicio promovido por Sudáfrica contra Israel del 26 de enero 2024 en la que se afirma que Israel puede estar cometiendo un genocidio contra el pueblo palestino en Gaza, y en la que se ordenaba parar todas las acciones que pudiesen llevar al exterminio de la población civil, juicio en el que el único país que se posicionó a favor de Israel fue Alemania, estas asociaciones denuncian que:

  1. Alemania sigue autorizando la exportación de armas a Israel. Afirman que “las armas exportadas por Alemania representan el 28 por ciento de las importaciones militares de Israel”. De hecho, el apoyo monetario/armamentístico a Israel se ha multiplicado en Alemania por 10 desde el 7 de octubre 2023.
  2. El apoyo político a las actuaciones de Israel se plasma tanto en declaraciones como acciones por parte de altos cargos políticos.
  3. El cese del pago de las ayudas a UNRWA, se traduce en un apoyo implícito al uso de la hambruna como arma de guerra.

Las asociaciones presentan la denuncia en nombre de una ciudadana palestina-alemana que ha relatado el asesinato a tiros por las Fuerzas Armadas israelíes de sus familiares mientras protegían con las manos en alto su casa en Gaza. También han anunciado que este es el principio de una serie de denuncias y llaman los familiares de asesinados en Gaza que residan en Alemania a unirse a estas denuncias.

Por otro lado, la asociación Palestina Spricht está llevando a cabo otras acciones legales paralelas, denunciando a personas públicas por incitar al genocidio en Alemania, entre ellos Tobias Huch, un expolítico alemán de bajo nivel reconvertido en periodista y “activista”, que escribió para el Judische Allgemeine el ahora cambiado y recortado artículo “Las personas en Gaza (antes titulado “Los civiles en Gaza no son inocentes”) donde afirmaba entre otras cosas “Si hay algo así como responsabilidad colectiva de un delito, esto se puede aplicar a la población de Gaza. Esta es la cruda realidad”. Esta asociación también ha anunciado que esta es la primera de las múltiples denuncias que se van a llevar a cabo, y hace un llamamiento público a otras personas para que se unan y denuncien a todo aquel que haya incitado al genocidio.

Teniendo en cuenta la historia que Alemania tiene, podríamos preguntarnos ¿por qué los políticos y periodistas alemanes incitan de nuevo al genocidio públicamente? En síntesis, la respuesta la podemos encontrar en que uno de los mitos fundacionales de República Federal de Alemania (RFA) -desde sus inicios tras la guerra, reforzado después tras la reunificación con la extinta República Democrática de Alemania- es que la existencia misma del estado de Israel es una “Razón de Estado”. Ello implica que la supervivencia del estado sionista está inexorablemente conectada con la de la propia Alemania.

En un intento de expurgar lo que nunca podrá ser ni perdonado ni olvidado -el Holocausto cometido por el régimen nazi y sus aliados contra el pueblo judío- Alemania defiende y protege a Israel nacional e internacionalmente hasta sus últimas consecuencias alegando el derecho del pueblo judío a tener un “etno-estado” cueste lo que cueste. Premisa sionista que una importante parte de la comunidad judía internacional y alemana no comparte. Es por ello por lo que en estos últimos meses el estado alemán y la mayor parte de los medios de comunicación actúan como el agente proxi de Israel en Europa, ilegalizando y reprimiendo a la comunidad Palestina y toda forma de solidaridad con el pueblo palestino dentro de Alemania, repitiendo y amplificando todas y cada una de las excusas, mentiras y propaganda que Israel usa para justificar su continuado y persistente expolio, ocupación y colonización de Palestina, dónde el sionismo lleva a cabo una política militarista de tierra quemada, apartheid y genocidio contra el pueblo palestino.