Plankton Press es una nueva y recién nacida editorial española. “Una editorial sin rumbo […], de no ficción e independiente, que publica libros para conectarse con el mundo”, se autodefine. Una forma de entender lo que nos rodea a partir de la escritura, que debe servir también para cambiar el mundo.
Y en esta definición encaja perfectamente uno de los primeros títulos que han publicado: Modas y otras neurosis de Katja Eichinger, escritora, fotógrafa y cineasta alemana que escribe de temas sociales, cultura y moda.
El texto, traducido por Núria Ventosa, va acompañado de fotografías realizadas por el fotógrafo alemán Christian Werner.
En los 10 capítulos que componen el libro, Katja recorre con agudeza, inteligencia y humor temas tan variados como el streetwear y la libertad. Un encuentro casual con el filósofo Habermas que llevaba unas deportivas blancas, le da pie para hablar de cómo las grandes marcas se apropiaron de la moda callejera y la convirtieron en producto de lujo, como hizo por ejemplo Balenciaga, disparando su facturación al poner su logotipo en las bolsas de plástico utilizadas en las lavanderías. “El auge de la moda urbana demuestra que la libertad se ha convertido más que nunca en un bien de consumo, […] Sí, somos libres de tomar decisiones de consumo: podemos elegir ente contratos de móviles, seguros de vida, destinos de vacaciones, entre Nike y Adidas, entre Puma y Reebok. Pero todo eso no es en realidad la libertad. Y lo sabemos.”, afirma la autora.
El bolso de diseño es otro de los temas que aborda la autora, que nos cuenta la anécdota de cómo una gran (y barata) bolsa de paja donde llevaba una inmensidad de cosas la cantante Jane Birkin se convirtió en el bolso más codiciado y caro del mundo, fabricado por Hermès, un producto exclusivo al alcance de muy pocos bolsillos, que como todas las mercancías caras se ha convertido también en una inversión. Y además en un símbolo del estatus social de las mujeres que lo pueden llevar. Y entre citas en las que no faltan las de pensadores como Freud o Walter Benjamin, nos enteramos de que los bolsos pueden ser también una metáfora de la vagina femenina.
El selfie, una de las últimas modas más extendidas, es también analizado por Katja Eichinger como lo que en un principio puede parecer una de las representaciones más claras del narcisismo, pero que también significa la necesidad de autoafirmación. Y con estas reflexiones en las que entran Lacan, Marx, Roland Barthes o Rousseau, entre otros pensadores (todos hombres, por cierto), la autora nos habla de que también son un negocio para quienes han abrazado la nueva profesión de influencer: “Una persona que publica fotos suyas en las redes sociales a cambio de dinero y lo aprovecha para promocionar productos”.
La cirugía estética, sobre todo en las mujeres, es otro de los asuntos que no olvida Katja Eichinger. Interesante conocer las cifras de cómo está creciendo esta moda/negocio en todo el mundo, especialmente el aumento de labios y pechos, así como retoques de nariz y de pómulos. El miedo a envejecer es el motor que lleva a muchas mujeres a pasar por el quirófano antes de cumplir los 50 años. No es casual que el ensayo dedicado a este tema comience con una cita de Simone de Beauvoir: “Envejecer es definirse.”
La barba, símbolo de masculinidad, que ha conocido varios booms; o los tatuajes que han ido ganando en popularidad durante las últimas décadas, y han pasado de ser llevados por bandas juveniles o presidiarios a ser exhibidos por millones de personas como un algo mágico en lo que se trasforma el cuerpo, son también algunas de las “neurosis de la moda” en las que entra la autora.
Especialmente crítica es Katja Eichinger con la moda rápida, “de usar y tirar” (fast fashion), cuya cabeza más visible es Zara (Inditex), y de la que también se benefician empresas como Primark, H&M, Mango… “La moda rápida exige que desechemos prendas rápidamente y en cantidad para que podamos consumir otra vez rápidamente”. Y ello provoca un coste medioambiental y social que no podemos pagar.
No olvida la autora el traje de caballero, indispensable en el atuendo de los hombres para el trabajo o las ocasiones especiales, casi único hasta épocas muy recientes cuando ha sido sustituido por el jersey negro de cuello vuelto o el chaleco polar, que junto a los mocasines Gucci ha conseguido su propio hastagh: #Patagucci (chaleco Patagonia arriba y mocasines Gucci abajo).
La ropa también delimita quiénes forman parte de un club. Y apoyándose en Virginia Woolf, nos dice que “la ropa, y con ella también la moda, es siempre un ritual colectivo”. Y así se van creando clubes de personas que visten de forma similar. Y los más exclusivos son quienes pueden costearse los productos de lujo, definidos fundamentalmente por su exclusividad: solo muy poca gente tiene acceso a ellos. Productos cuyo valor no es de uso, no reside en la utilidad que se les pueda dar, sino en su exclusividad. Porello, muchas firmas de lujo queman al final de año los stocks no vendidos para garantizar que son exclusivos de la élite millonaria.
Finalizan estos breves ensayos con algunas reflexiones sobre la moda y la política, su evolución en el tiempo y su importancia en la época actual en la que la visibilidad se ha convertido más que nunca en un tema político.
Una mirada rápida, que no superficial, sobre el mundo de la moda y la moda en el mundo, realizada por una mujer muy despierta y aguda, que sigue y ama la moda. Moda y otras neurosis, además de muy interesante es también un libro muy divertido.
Modas y otras neurosis Katja Eichinger Fotografías de Christian Werner Traducción de Nuria Ventosa Plankton Press, 2023