Finaliza agosto y las complicidades de mujeres migrantas en luchas se juntan en Madrid para tener un encuentro-taller con la antropóloga feminista Rita Segato. El impás político no es motivo para dejar de pensar e imaginar en común aquello que la invitada viene debatiendo en distintos foros: hacia un pensar interpelado. Este encuentro ha sido una iniciativa conjunta entre el Seminario Permanente sobre América Latina (SEMPAL)[1] en su línea de trabajo “Conversatorios situados” y el Frente Migrante en Madrid.
El encuentro tuvo lugar en el Centro de Residencia Artísticas del Matadero (Madrid), la temática que reunió a distintas voces versó sobre «Hacia un pensar interpelado y disponible: Pensamientos situados, gramáticas subversivas y pedagogías del atreverse». Dicha actividad es resultado del dialogo que el SEMPAL y el Frente Migrante vienen construyendo con la perspectiva teórico práctica de Rita Segato. Estuvieron presentes una coralidad de orígenes, colores, historias, palabras, forma de lucha y esperanzas. Aproximadamente nos miramos y reconocimos 45 mujeres (mujerzazas) migrantes de distintas geografías: Paraguay, Brasil, Bolivia, Ecuador, Argentina Venezuela, Perú, Kurdistán, Marruecos, también estuvieron presentes aquellas que han nacido en España de padres o madres migrantas.
Digamos que un arco de generaciones e historias de vida muy heterogéneas, con diferentes miradas, experiencias, culturas, religiones se atrevió a pensar y reflexionar sobre las gramáticas subversivas y las pedagogías del atreverse en el marco de la lucha de las mujeres migrantes en España, en Madrid. La intensidad y amplitud del debate en una especie de sazón ante los planteamientos de la ponente, hace de la labor de síntesis un trabajo nada fácil, y menos neutral. El ambiente fue de una complicidad y coincidencia, pero también la diferencia de posturas epistemológicas, respecto de los varios campos de lucha en juego hizo ver las posibilidades del horizonte por construir.
Captando los pensamientos expresados en el taller recogemos aquellas ideas que tenían la magia de formar nidos de saber. La autora, en primer lugar, nos contó su experiencia como migrante y afirmó que ser migrante es como “tener un paisaje que se desprendió de su origen, pero sigue siendo parte de nuestros cuerpos”. Además, Segato afirmó que los cuerpos son los nuevos territorios, que transitan y son objeto de conquista”.
Siguiendo este hilo, Rita indicó que entiende la raza como la marca en el cuerpo que representa una posición geopolítica en la historia y, por lo tanto, establece una relación de poder en la sociedad. Este concepto de raza ha sido creado por el mundo blanco, que ha racializado las relaciones. Como explica, por ejemplo, Chimamanda Ngozi Adichie, en su libro Americanah, en el que la protagonista se da cuenta de que es negra cuando se muda a Estados Unidos, ya que en Nigeria nunca había sentido el rechazo de la sociedad y la discriminación que sufrió en los EUA.
El eco de estas primeras palabras de saber invitaba inesperadamente a dialogar a los microespacios artísticos de proyectos racializados que habitan en el Centro de Residencias Artísticas. Rita habló con mucha elocuencia y con una mirada subversiva, sobre muchos temas importantes que afectan nuestras sociedades actuales. Entre los diversos temas mencionados, destacamos el patriarcado, las religiones, la pedagogía de la crueldad, etc. Uno de sus análisis que llamó la atención es cuando afirma “que estamos al principio de la vuelta de página del patriarcado en la humanidad”. Creo que esta frase nos deja un poco de esperanza en el contexto actual en el que vemos un grande retroceso al conservadurismo.
De hecho, también hablamos detenidamente sobre la religión y su politización en la última década. Segato afirmó que vivimos un secuestro fundamentalista de la religión cristiana, musulmana y judaica, que tiene como principal enemigo a la mujer, y por lo tanto el patriarcado es la consigna más importante de la religión. Dicho secuestro es realizado por sectores del poder, que tienen como principal objetivo la “dueñidad”, el señorío de la sociedad. En otras palabras, son los grandes propietarios de la riqueza y quieren también ser dueños de los cuerpos de las mujeres.
Además, la autora señaló que tenemos que huir del fanatismo del monoteísmo, porque la verdad única es lo que ha hecho posible el genocidio, ya que el monoteísmo tiende a utilizar estrategias fascistas del enemigo. De hecho, para vivir en una sociedad democrática hay que respetar las diferentes religiones y espiritualidades, pero no debemos caer en el fanatismo religioso, porque entonces se tiende a pensar que el otro no es posible, creando el monopolio de la verdad y la justicia.
Durante la charla de Rita Segato hubo varias intervenciones de las compañeras que estaban asistiendo al taller. Algunas de ellas compartieron su preocupación acerca de las compañeras migrantes de lucha que han sido captadas por los fundamentalismos religiosos. Dicho fenómeno, por lo tanto, no está sucediendo solamente en Latinoamérica, sino que también en España, donde el secuestro de la religión actúa donde existe un vacío del Estado, donde la política pierde su capacidad pedagógica y selecciona aquellas personas que han sido afectadas por la crisis y se encuentran en una situación de vulnerabilidad social.
A la pregunta de una de las compañeras “qué hacemos para resistir contra la estrategia fascista de la religión y al ataque a nuestros derechos”, la autora contestó que tenemos que pensar detenidamente para generar las «palabras», los «pensamientos» adecuadas para la denuncia de dichos sectores. Solamente con la elaboración de las palabras, podremos crear un lenguaje contrastante al poder patriarcal y racista. De allí su interés por las gramáticas subversivas y las pedagogías del atreverse.
El tema del papel del Estado también ha sido debatido, y Rita dijo que, aunque tenemos que estar dentro del Estado para impulsar políticas sociales y feminista, hay que estar también contra él, porque el Estado nos traiciona siempre a las mujeres. Y añadió que la única forma que tenemos para combatir el patriarcado, el capitalismo y racismo, es retejer la sociedad, hacer comunidad entre nosotras, defender nuestros derechos y crear nuestras sociedades feministas, cuidándonos, apoyándonos y luchando.
Hasta ahora se ha destacada los temas que se han tratado en el taller, pero es importante señalar que especialmente en la segunda parte del taller hubo muchas intervenciones de las compañeras migrantes, que contaron sus historias, experiencias de militancia, de lucha, de vida, poniendo en evidencia los obstáculos y logros que habían vivido. Este compartir de los saberes, experiencias y luchas ha sido muy enriquecedor para todas, siendo un espacio también de sanación, de conocernos y de identificarnos con las experiencias de las demás.
Para concluir, ha sido un primer taller de una riqueza impresionante a nivel de ideas, de conceptos, de compartir experiencias y de reconocernos como mujeres migrantes. El colectivo migrante que estaba presente señaló la importancia de destacar nuestras diferencias, pero también de identificar nuestras similitudes.
Dentro de muy poco los conversatorios situados seguirán generando saberes e historias debida.
[1] El Seminario es un espacio de análisis y reflexión del Observatorio de Derechos Humanos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid.