¡Más libros, es la guerra!
Todas las guerras son guerras entre ladrones demasiado cobardes para luchar, que inducen a los jóvenes varones de todo el mundo a hacer la lucha por ellos.
Emma Goldman
Durante tres años y medio esquivé la guerra tanto como pude. (…) Usé todos los medios posibles para que no me pegaran un tiro y no pegarlo, no usé los peores de los medios. Pero yo habría usado todos los medios, todos sin excepción, si me hubieran forzado a hacer algo así.
Kurt Tucholsky
Con este lema, ¡Más libros, es la guerra!, comienza hoy 4 de mayo, una campaña autogestionada contra la guerra, que ha sido lanzada por varias librerías y editoriales; entre ellas, Katakrak, Traficantes de sueños, Enclave de Libros, La Pantera Rossa y Ediciones del Oriente y el Mediterráneo. Hasta el momento la apoyan unas cuarenta entidades relacionadas con el mundo del libro, y está abierto un enlace en la web para que se puedan adherir tanto entidades como personas físicas.
PRIMERAS LIBRERÍAS Y EDITORIALES ADHERIDAS A LA CAMPAÑA LIBROS CONTRA LA GUERRA Katakrak -- Enclave de libros -- Traficantes de sueños -- La Pantera Rossa -- Ediciones del Oriente y del Mediterráneo -- El corral de San Antón -- Zambra/Baladre -- Delirio, Diógene–Dyskolo -- La habitación propia -- Irrecuperables/Dado -- Louise Michel Liburuak -- Pepitas de Calabaza -- Verso/Manifest -- La Vorágine–Zapateneo -- Librería Ícaro -- La oveja roja -- Pol.len -- La imprenta -- El local -- Urrike liburudenda -- Documenta -- Anònims -- Fundación Anselmo Lorenzo -- La buena vida -- Drac Màgic -- Cambalache -- Librería Lentejo y Castañuela -- Librería La Hora Azul -- La fuga -- Sputnik librería café -- La revoltosa -- Librería suburbia -- La llocura -- Noski liburudenda -- Libros en Acción/Ecologistas en Acción -- La Figaflor–Zuloa -- Anti liburudenda
Con el lema “Libros contra la guerra”, “hemos querido transformar nuestro dolor e impotencia en acción: queremos ser parte responsable de un cambio cultural que contribuya a la eliminación de las causas que provocan las guerras. No queremos apoyar el patriotismo nacional ni el supremacismo imperialista de uno u otro bando, nos negamos a cualquier forma de colaboración con esta injusticia y nos declaramos insumisas a todas las guerras y a la militarización social”, dicen.
Aitor Balbás de Katatkark nos dice que ya son 50 las entidades que se han adherido a la campaña y que la idea surgió en el Congreso que se celebró en Madrid en el pasado mes de febrero Ecosistema crítico del libro en el que analizaron que vivimos en un “espacio comunicativo y político polarizado por dos posiciones que no compartíamos, y formaron un grupo de trabajo sobre la necesidad de difundir las ideas pacifistas y antimilitaristas entre todas las entidades que integran el mundo del libro: editoriales, librerías, distribuidoras, imprentas, bibliotecas…
Para ello se pondrán en marcha actividades culturales de todo tipo. Mesas redondas, charlas, conferencias, itinerarios de libros… recorrerán diferentes ciudades del territorio de todo el Estado español contra la cultura de la guerra y por la eliminación de todos los conflictos armados.
En el Manifiesto que han publicado afirman: “La guerra nos atraviesa y determina nuestro presente. La invasión rusa de Ucrania y la guerra civilizadora «occidental» que se ha desencadenado como respuesta han hecho más fuerte al capitalismo y han provocado una nueva crisis a nivel planetario. Una amenaza letal se cierne sobre los derechos humanos, las conquistas sociales y los ecosistemas en los cinco continentes. Nada de esto es accidental, responde a una lógica clásica de partición del mundo entre potencias militares que avanza en un río revuelto de élites corruptas, mercaderes de armas, extractivistas, oligarcas y etnonacionalistas. Es la guerra del capitalismo global.
De cada 10 euros que va a invertir el Reino de España en 2023, tres serán para pistolas, tanques, bombas y cazas de combate. A más guerra más sacrificios salariales, en las pensiones, en la educación o la sanidad públicas”.
Añaden que la disyuntiva militarista de matar o morir se resuelve llamando a la vida, que no puede ser que se hable de paz mientas se aviva la escalada bélica y se militariza nuestra economía, haciendo de la guerra y la muerte un negocio para las grandes corporaciones, fondos de inversión y conglomerados bancarios.
Por último, llaman a apoyar a la deserción y la objeción de conciencia en Ucrania, Rusia y Bielorrusia, y a participar en los movimientos de resistencia a la guerra a través de la campaña internacional #ObjectWarCampaign. Exigen que se paralice el envío de armamento a Ucrania. Y que el gasto militar español asignado al conflicto ucraniano se dirija a las organizaciones independientes que trabajan sobre el terreno, atendiendo a víctimas de esta y otras guerras .Que se potencien políticas europeas de negociación, conciliación y convivencia entre las poblaciones enfrentadas, y que el presupuesto militar europeo se destine a la reconstrucción de Ucrania sin coste para la sociedad ucraniana ni negocio para las multinacionales occidentales.