El mítico disco de Marvin Gaye cumple hoy 50 años
Madre, madre,
hay demasiadas como tú llorando.
Hermano, hermano, hermano,
hay demasiados de vosotros muriendo.
Sabes que tenemos que encontrar la forma
de traer algo de amor aquí hoy, sí.
Escuchar la canción What’s going on, cinco décadas más tarde, continúa revelándose como una emotiva y estimulante experiencia iniciática. Su ritmo hipnótico, jazzy, va creciendo atravesando momentos melancólicos y entrando en espacios de luz estremecedores, cómo si Marvin Gaye nos invitara a reflexionar sobre el devenir de las cosas, sobre lo que está pasando. Hay lamentos, tristeza, pero también esperanza, la música como terapia antidepresiva de una época convulsa.
Así, con esta canción, comenzaba el LP What’s going on, valorado como una de las grabaciones fundamentales en la historia de la música pop y considerado uno de los discos más importantes de todos los tiempos. En 1999 una encuesta de críticos musicales publicada por el diario británico The Guardian lo nombró como «El álbum más grande del siglo XX».
Hermano, hermano, hermano, hay demasiados de vosotros muriendo. Así lo cantaba, en 1971, indignado y apesadumbrado, Marvin que sufría en aquellos años una profunda depresión sumado a su adicción a la cocaína, se unía a los miles norteamericanos que se oponían a la guerra del Vietnam. Su hermano pasó allí tres años y el disco refleja en todas su canciones un profundo humanismo, reflejo del final de la década de los 60, de los movimientos contraculturales que removían la mentalidad conservadora norteamericana de aquellos años. El disco tiene un discurso homogéneo, es como una obra conceptual, un ciclo de canciones que denuncian “lo que está pasando” en Estados Unidos, que en aquellos años vivían el escándalo Watergate, la guerra, con una juventud movilizada en contra del odio, la violencia, la pobreza y las injusticias del sistema. El sueño americano se tambaleaba.
Marvin Gaye, sobrevuela con su música el desaliento, y lo combate componiendo canciones llenas de amor, poesía y compromiso. El disco empieza con la majestuosa What’s going on, y lo que hoy parece una evidencia, no lo fue en su época. El propietario de la discográfica Motown, Berry Gordy no le gustaba la temática de la canción, temía ser censurado y por ello la despreció. Marvin amenazó a Gordy con abandonar la Motown si no publicaba la canción como sencillo. Afortunadamente, las dudas y los temores se esfumaron, y el single fue todo un éxito.
Luchar por la integridad artística como motor de cambio, así lo entendía Marvin. El disco fluye y las melodías soul no decrecen en su intensidad y se encadenan sin interrupción como un río, dulce y emocionante, crudo y etéreo, entre sonido mestizos, orgánicos y líquidos. La segunda pista, “What’s Happening Brother”, una canción que Gaye le dedicó a su hermano Frankie, la tercera “Flyin’high in a friendly sky” trata sobre la dependencia de la heroína: “Lo sé, estoy enganchado a mi amigo, al chico (la droga), que convierte a los hombres en esclavos”. El disco crece sin parar, Marvin Gaye vuela, se vuelve un chamán musical, capaz de convertir la voz en un harmonía litúrgica, en un canto lisérgico, susurros de una sensualidad que evocan una espiritualidad profunda y liberadora.
¿A quién le importa? ¿Quién está dispuesto a tratar de salvar un mundo ¿Eso está destinado a morir? Cuando miro el mundo, me llena de tristeza Los niños pequeños de hoy realmente van a sufrir mañana Salvemos los niños Si quieres amar, tienes que salvar a los bebés
El cuarto tema «Save the Children» se convierte en una súplica, en un canto a la salvación, en una advertencia. No podemos construir un futuro sin ellos, sin creer en el presente. Estamos escuchando el Marvin Gaye más místico, alegatos de redención para humanos descarriados, en una América que pierde sus valores, sumida en una crisis social insoportable. Luego “God is love” dice: “Él nos ama, lo sepamos o no, Solo nos ama, Y perdonará todos nuestros pecados”. Y llegamos al otro momento cumbre del disco con «Mercy Mercy Me (The Ecology)», un inicio suspendido en el tiempo, una cadencia sugestiva y entra la voz, implorando:
Piedad, ten piedad de mí Las cosas no son lo que solían ser, no, no Petróleo desperdiciado en el océano y nuestros peces llenos de mercurio.
Marvin Gaye como pionero de la lucha verde, hace suyos los preceptos fundacionales de los incipientes movimientos ecologistas que surgen en los países occidentales. En la vecina Canadá, aquel mismo 1971 nace Greenpeace y esta canción se convierte en una auténtico himno iniciático. Mercy Mercy Me cuenta con un solo de saxofón tenor memorable de la leyenda de la música de Detroit, Wild Bill Moore.
El disco sigue surcando espacios emocionales cambiantes, luminosos unos, sombríos otros, siempre manteniendo un sonido magnético y brillante. «Right On«, es una extensa jam de siete minutos influenciada por el funk rock y los ritmos del soul latino, «Wholy Holy» y finalmente, la última pieza del LP, el tercer diamante del disco: «Inner City Blues«. El bajo, percusión, unos riffs ambientales nos transportan con un ritmo modal, de raíces jazzísticas, un experimento minimalista de blues oscuro, de brujería musical que te envuelve, y te lleva como levitando, hacia el final del disco, con un reprise de What’s going on.
Así se cierra la obra maestra de Marvin Gaye, un disco donde el artista expresa sus demonios, iras y esperanzas como pocos lo han conseguido. Canciones que se suceden como un concepto lineal, que forman un todo, un ciclo de vida con reminiscencias psicodélicas, sonidos de un nuevo soul, convertido en una referencia para futuras generaciones.
Pero What’s going on no es el único disco que cumple los 50. Sin duda 1971 fue uno de los años más fantásticos que ha dado nunca la música popular. Entre los muchos discos irrepetibles editados destacan seis. Tras la disolución de The Beatles, John Lennon compone la que es para muchos la mejor canción de todos los tiempos, Imagine. The Rolling Stones editan en abril StickyFingers, número 1 del Billboard durante semanas y quizás el mejor disco de la banda británica. David Bowie publica Hunky Dory, su cuarto LP, el mejor de su carrera. Los Doors lanzan su último disco, L.A.Woman, tres meses antes de la muerte de su cantante Jim Morrison. La legendaria banda Led Zeppelin edita en noviembre su cuarto trabajo que cuenta con la antológica Stairway to heaven, en la que Jimmy Page interpreta el mejor solo de guitarra de toda la historia. Finalmente, Jethro Tull, la banda del flautista y cantante Ian Anderson crean su obra maestra, Aqualung.
Quién sabe, si con el tiempo alguno de estos discos irrepetibles formará parte del que es considerado el arte universal, obras que sin sonrojo se podrán codear con los cuadros de Cézanne, composiciones como El Réquiem de Mozart, libros como Cien años de soledad, películas como El Séptimo sello o series como Los Soprano.
El 21 de mayo de 1971 se publicaba What’s going on, un disco que ya es historia, que surgió así, de la nada, de una mente atormentada que buscaba vías de salida creativas para sublimar la depresión. Un artista en estado de gracia que encontró la libertad diciendo lo que pensaba, lo que tenía dentro. Inspiración y dolor, energía y fragilidad, furia y compasión, la combinación perfecta, imprescindible, para crear una obra eterna.
Hoy hace 50 años.
Domingo 1 de abril de 1984, esto es Lo que está pasando en Los Ángeles:
Marvin Gaye pasa el fin de semana en casa de sus padres, otra discusión fuerte, se oyen dos disparos… La policía lo encuentra sin vida y su padre con una arma en las manos, homicidio, en defensa propia, dijo. Su hijo le había agredido, las drogas, el problema de siempre. Era la víspera de su 45 cumpleaños. Así se apagaba la leyenda, con una paradoja inexplicable…
Padre, padre,
no necesitamos aumentar la tensión,
verás, la guerra no es la respuesta,
porque solo el amor puede conquistar el odio.
Sabes que tenemos que encontrar la forma
de traer algo de amor aquí hoy.