El ejercicio efectivo del derecho a la información exige una mirada a la periferia y la concurrencia de voluntades diversas

  • Marià de Delàs

    Marià de Delàs

    Periodista

Hubo un tiempo en el que se generalizó la idea según la cual Internet vino para democratizar la comunicación de masas. Supuestamente, los medios tradicionales entraban en crisis porque perdían la capacidad de decidir lo que se conocía y lo que no. “Quien no publica es porque no quiere”, dijeron algunos ingenuos “descubridores” de la red, porque en ella cabía todo. Es verdad. Hace ya mucho tiempo que cualquiera que disponga de un dispositivo con acceso a internet puede publicar. Otro problema es que lo publicado no quede automáticamente apagado en el fondo de la red y solo resulte visible para el propio autor y para un recortado círculo de “amigos” o “fans”.

Lo que se presentó como un proceso de liberalización de la información, a favor de millones de personas potencialmente interesadas en dar a conocer fragmentos significativos de la realidad, que los grandes medios silencian, trajo consigo, en la práctica, una concentración mucho mayor de poder mediático, que quedaba en manos de los ‘buscadores’ y de unas pocas redes sociales, condicionadas por el mundo de las finanzas, y absolutamente ajenas a cualquier mecanismo de control democrático.

Víctor Sampedro nos invita a reflexionar colectivamente sobre las oportunidades que tiene hoy en día el periodismo independiente para conseguir información útil, seleccionarla, procesarla profesionalmente y difundirla. Es una invitación al debate sobre la posibilidad de construir algo parecido a un “contrapoder mediático”, alternativo al mundo de la “pseudoinformación”.

Tarea nada fácil propone Sampedro, si se tiene en cuenta que el cultivo del periodismo se realiza en gran parte en régimen de minifundismo. Equipos pequeños trabajan sometidos a condiciones impuestas por un puñado de redes sociales y bajo los designios de un ente omnipotente, omnipresente y pretendidamente omnisciente, que no es el Dios del catecismo, sino una empresa privada que, tal como denunció Julian Assange(1) y evidenció Edward Snowden, trabaja en colaboración con el Departamento de Estado norteamericano, y nos vigila a todos, salvo a los ciudadanos chinos, aparentemente.

Julian Assange, Ignacio Ramonet (2) y otros intelectuales advierten desde hace tiempo sobre el poder de cuatro compañías tecnológicas, que cuentan con mayor influencia económica y política que potentes estados nación. “Somos ciudadanos del final de una sociedad industrial y del inicio de una sociedad digital”, en la cual se libran y se librarán batallas “para ver quién controla la información y de quién serán los datos”, explica Genís Roca en una entrevista publicada recientemente en el diario Públic. Topamos también aquí, como nunca hemos dejado de topar, con el “derecho a la propiedad”, que con tanta frecuencia esgrimen los enemigos de la democracia.

En el ámbito privado, siempre cuesta entrever de qué manera se puede exigir a los medios que sostiene el poder financiero que se comporten con respeto a los valores democráticos. Se diría que todo depende de las convicciones éticas que puedan tener sus propietarios o sus representantes y del nivel de autonomía que consigan los profesionales que trabajan en ellos, siempre y cuando se sientan comprometidos colectiva e individualmente con la obligación de proporcionar información fiable y contenidos respetuosos con toda la población.

La propiedad pública de los medios, por otra parte, no garantiza su independencia del poder económico ni su compromiso con la defensa de los intereses de la población frente a estructuras corruptas del Estado, pero su existencia permite eventualmente que algunas cadenas difundan contenidos de calidad, alejados de la basura que tan a menudo se suministra desde el sector privado. Alimentan además la esperanza de que un día u otro pueden empezar a tener que escuchar sistemáticamente a la población antes de “pretender representarla”.

Actualmente las radios, televisiones y webs de titularidad pública, si atendieran a criterios periodísticos y de servicio público, deberían, por ejemplo, dejar constancia de los “vientos de cambio” que soplan en contra de la institución monárquica a los que alude Sampedro en el arranque de este debate. Lejos de hacer tal cosa, RTVE no se cortaba ni se corta en la difusión de imágenes y palabras edulcoradas sobre la actividad del rey. Pocos indicios hay de que la renovación de su Consejo de Administración vaya a corregir esa enfermiza tendencia a deformar la realidad.

Habrá que poner más voluntad política de impugnación y, sobre todo, persistencia, porque la resignación no es una buena receta para soportar el progresivo deterioro del panorama mediático. Convendría que quienes aspiran a un cambio social favorable a la mayoría trabajaran sobre un escenario de garantías de ejercicio efectivo del derecho a difundir y obtener información útil y fiable.

La encuesta publicada por 16 medios independientes, agrupados en una plataforma, la PMI, el pasado 12 de octubre, reveló que gran parte de la población entiende que la monarquía no tiene sentido en una democracia. Fueron muchos los que intentaron ocultar la información que aportaba esa encuesta. Si significativo fue su silencio mucho más lo fue la vergonzosa campaña de exaltación de la corona que organizaron para contrarrestar la difusión de los datos que no pudieron impedir.

Ya más recientemente, el pasado 25 de febrero, los partidos nacionalistas españoles, unos ultras y otros liberal conservadores, impidieron que prosperara una iniciativa republicana destinada a poner punto final a la inviolabilidad de la figura del rey.

Dos días antes, solo partidos republicanos e independentistas, prácticamente todos ellos de la periferia, declinaron la invitación a acompañar al rey en el acto de conmemoración del 40 aniversario del golpe militar de 1981. Exigieron “luz y taquígrafos” sobre lo que ocurrió aquel 23 de febrero y sobre la operación de Estado organizada para reforzar y blindar los pilares del régimen del 78. No quisieron ser cómplices del maquillaje de una institución monárquica corrupta, dedicada a proteger a los privilegiados y que pasa sin pudor por encima de los derechos de la ciudadanía.

La defensa de uno de esos derechos elementales, el de la información, exigirá en el futuro la concurrencia de muchas voluntades y un esfuerzo descomunal, porque el problema al que hay que hacer frente es mucho mayor que el que representa la jefatura de un Estado. La crisis de los medios es internacional.

En el Estado español, la Plataforma de Medios Independientes (PMI) insinuó tan solo el inicio de uno de los posibles recorridos, que necesariamente serán largos. Con la publicación de la mencionada encuesta esos medios consiguieron dar un paso que asustó a los desinformadores. Luego se propusieron compartir más iniciativas. Para que la difusión de aquel estudio no quede tan solo como el recuerdo de una experiencia puntual ejemplar convendría que esas y otras cabeceras, de raíz y audiencia diversas, estabilizaran el trabajo en plataforma y miraran hacia la periferia, para crecer fuera de Madrid. Podrían además ponerse de nuevo en campaña para exigir conjuntamente algo que necesita la ciudadanía y que nos ahorraría el gesto hipócrita de los defensores de la corona cada vez que se publica una noticia escandalosa: la desclasificación de los secretos que guarda el Estado relacionados con las actividades de la casa real. Esa información, esos datos, nos pertenecen a todos.

Notas:
(1) Julian Assange. Cuando Google encontró a Wikileaks. Clave intelectual, 2014
(2) Ignacio Ramonet. El imperio de la vigilancia. Clave intelectual, 2015

Otras intervenciones en el debate

Intervenciones
  • Víctor Sampedro Blanco

    Catedrático de Comunicación Política

    La encuesta sobre la monarquía de la Plataforma de Medios Independientes [PMI] manifestó la potencia del periodismo que practica la colaboración con el público y entre distintos medios. Como señalaba en la ponencia inaugural y en el primer resumen que hice de este debate, la PMI ofrece información como bien común; es decir, que se elabora y sostiene de forma mancomunada. La PMI sería un germen del Cuarto Poder en Red que quisiera promover este debate, abierto hace más de dos meses y que ha contado con 26 intervenciones. Nuestro agradecimiento a los autores y una primera conclusión: sigue...
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  • Esther Rebollo

    Directora adjunta de Público

    Una violación en Ibiza, una cacería en África, venta masiva de armas a Arabia Saudí y el descuartizamiento del periodista Jamal Khashoggi. La herencia que recibe Felipe VI del emérito con los ‘hermanos’ árabes. Soraya H. tenía 20 años cuando viajó a Ibiza para disfrutar de unas vacaciones. Esta joven modelo hispanoalemana no se imaginaba que aquello iba a cambiar su vida para siempre. La noche del 12 de agosto de 2008, Soraya salió con unas chicas árabes que había conocido el día anterior, fueron a una discoteca de Ibiza y allí empezó a sentirse mal, habían diluido una droga...
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  • Esther Rebollo

    Directora adjunta de Público

    Opacidad, censura, negocios turbios y secretos inimaginables, así se sustentan las amistades del emérito Juan Carlos con los reyes y jeques saudíes. El maquiavélico príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, es ahora el interlocutor de Felipe VI. La historia de la Casa de Saud se remonta al siglo XVIII, cuando la península arábiga, tierra de palmerales y oasis, estaba habitada por pueblos nómadas dedicados a la ganadería y al comercio.. Eran tiempos de grandes caravanas, también de asaltos y guerras entre tribus nómadas. Fue entonces cuando el patriarca Mohammed acogió en su seno a quien iba a definir el futuro...
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  • Manuel Chaparro

    Catedrático de periodismo, Universidad de Málaga

    En 1868, durante la revolución de La Gloriosa que dio origen a la Primera República, los hermanos Bécquer, Valeriano y Gustavo, hicieron 89 acuarelas satíricopolíticas con fuertes tintes eróticos -alguien diría que pornográficas- ridiculizando a la reina Isabel II y su corte de amantes: ministros, obispos, militares, todos personajes reales de la época. Firmaron con el seudónimo SEM. La revista satírica de la época Gil de Blas que acogió algunos de los trabajos de los hermanos, reconoció la autoría, rindiéndoles homenaje. La mayor parte de las acuarelas permanecieron como fondo de una colección privada. En 1986, el libreto completo...
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  • David G. Marcos

    Militante anticapitalista, consultor tecnológico y director del programa Contratiempos.

    "No ver el mundo con los ojos del adversario era la primera condición para poder desarrollar un espacio político y social de contestación al orden existente". Josep María Antentas escribía esto sobre la apuesta del periodista y militante revolucionario Miguel Romero 'Moro', fundador de la revista Viento Sur, por construir comunicación emancipadora frente a la desinformación de los medios convencionales. Hacer propia esta hipótesis requiere de dos premisas. La primera es intencional, esto es, la propia voluntad de subvertir un (des)orden actual por ser considerado absolutamente cruel e irracional para con los valores de justicia social, igualdad y libertad. En...
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  • Jose Luis F. del Corral

    Periodista

    Hablar en España de periodismo veraz, plural, independiente y al servicio de los ciudadanos es una quimera. Se trata de un debate con multitud de matices, pero hay cuestiones tan evidentes en el sector más tradicional de los medios de comunicación que acreditan una crisis del buen periodismo, del periodismo democrático, entendido éste como el altar de la investigación independiente, como la obligación de dar la voz a los olvidados y evitar que la orientación informativa y editorial las impongan los intereses mercantiles de una minoría en el escaparate (portadas) de sus medios. Hay diferencias en el periodismo nacional, autonómico...
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  • Carlos Javier Bugallo Salomón

    Licenciado en Geografía e Historia. Diplomado en Estudios Avanzados en Economía.

    La generación actual está asistiendo a un choque colosal entre dos formas de ejercer el periodismo: por un lado tenemos a la prensa de papel, mayoritariamente conservadora y sin credibilidad en sus líneas editoriales; por otro lado tenemos la nueva prensa digital, mayoritariamente progresista y que se esfuerza, con mayor o menor éxito, en ganarse una reputación. ¿Quién ganará la partida? No tengo las claves para responder a la pregunta planteada, pero deseo apuntar algunas ideas filosóficas que creo servirán para enfocar el problema adecuadamente y que deben ponerse al servicio de una posterior indagación, de naturaleza empírica, que estudie...
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  • Juan Tortosa

    Periodista

    Quien tenga estómago para ello, puede consultar en algunos de los libros escritos por Pedro J. Ramírez a lo largo de su vida cómo se jacta de haber sido mentor y tutor de Aznar antes que este llegara al poder. Luis María Anson, en cuya densa trayectoria profesional figuran la presidencia de la Agencia Efe o la dirección de ABC, poseía ya un amplio currículum de conspirador cuando encabezó con Pedro Jota y Camilo José Cela en Marbella el verano de 1994 la fundación de AEPI (Asociación de Periodistas Independientes), un grupo de comunicadores beligerante con la situación política...
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  • Carlos López-Keller

    Abogado

    Ofrezco unas notas cartográficas para navegar en coberturas periodísticas independientes sobre la Corona española. Lo hago sin mayor pretensión que aclarar términos y conceptos, en una labor que tal vez sea útil como brújula en los procelosos mares de lo real, lo regio, la realidad, la regularidad y la regularización. A. Sucesión y herencia. 1. Según la Constitución, “la Corona de España es hereditaria en los sucesores” de Juan Carlos de Borbón (art. 57.1). En consecuencia, la Corona española se adquiere por herencia. Según el Código Civil, los derechos a la sucesión de una persona se transmiten desde el momento de...
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  • Sato Díaz

    Periodista

    En Alcoi (Alacant), donde las fiestas de Moros y Cristianos animan buena parte de la vida social de la ciudad, no solo se celebran estas en abril, por Sant Jordi, sino que también se festeja el Mig Any (Medio Año) en octubre, cuando han pasado seis meses y faltan otros tantos para que la música y las bandas se vuelvan a adueñar de las calles. La pandemia ha parado todo esto, claro, pero quizás de mis raíces alcoyanas extraiga esta extraña superstición de que seis meses significan algo. No tengo yo muy claro el qué, pero allá voy. Me alegra...
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  • Paula Pof

    Periodista

    La figura de la periodista va construyéndose a lo largo de la historia hasta que se percibe su notable responsabilidad social. En ese momento se concretan las obligaciones y responsabilidades de esta profesión, pasando de las aulas informales de la redacción y las tertulias a las enseñanzas regladas y la expedición de títulos. Siguiendo su desarrollo es interesante cuestionar si esta formalización se supedita a intereses que escapan, incluso colisionan, con la labor social del periodismo. La profesionalización comienza con los primeros centros de enseñanza y la Ley de Prensa de 1938, que pusieron la información al servicio del Estado...
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  • La desaparición de Cuartopoder, uno de los 16 componentes de la Plataforma de Medios Independientes que preguntó a la ciudadanía sobre la monarquía española, es una cruda metáfora de la realidad política y económica, y también de los medios de comunicación. El cierre resalta la pertinencia del debate en torno al binomio independencia periodística - contrapoder mancomunado. Debate en el que, dado que no soy experto en comunicación, mi opinión es la de un usuario que pretende discernir en los mensajes que circulan entre episteme y doxa. O sea, diferenciar la verdad asociada a los hechos de los que...
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  • El día que muere Franco, ante el vacío de medios comprometidos con la democracia, -salvo pocas revistas como Triunfo, Cambio 16, Cuadernos para el Diálogo, y las humorísticas Hermano Lobo y Por Favor-, la única fuente de información que tuvo la población fue la prensa extranjera. En 1975 todavía faltaba un año para que saliese El País y Diario 16, 19 años para la llegada de El Mundo, y 15 años para que emitiesen los primeros canales privados, Tele Cinco y Canal +. Lo que hoy es el universo de los tertulianos, columnistas y activistas digitales con dedicación...
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  • ¿Tiene el periodismo una misión especial para consolidar la institución monárquica? No debería. ¿Y para erosionar su credibilidad? En mi opinión, tampoco. El compromiso del periodismo es en primer lugar con los lectores, pero se extiende inmediatamente al conjunto de la ciudadanía y a la democracia, porque el periodismo ofrece bienes públicos esenciales, al permitir que fluyan la libertad de expresión y el derecho a una información veraz. Incluso constitucionalmente (art. 20 CE), la faena esencial del periodismo es elaborar y proporcionar información veraz, contrastada y contextualizada para que sea interpretable y sirva a la ciudadanía para dotarse de...
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  • Josep Lluís Fecé

    Periodista y profesor titular en la Universidad de Girona

    Las corporaciones digitales no solventarán el sistema de desinformación que han creado. Y la solución no vendrá de manos de la tecnología. Las promesas democratizadoras de Internet dependen de la existencia de un periodismo mancomunado que, en el debate que nos concierne, sea capaz de desmontar el relato oficial que identifica la Corona con el sistema democrático y la República con el desorden. No hace mucho, durante uno de los confinamientos, asistí a un webinar sobre desinformación. Lo organizaba una universidad española en el marco de su oferta formativa oficial, en este caso, periodismo. Resultó ser un taller sobre...
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  • La confianza que sienten los ciudadanos y la credibilidad que ofrecen las instituciones son las dos caras de una misma moneda que viene devaluándose de manera progresiva. La gran recesión de 2008 y la pandemia de COVID-19 han actuado de catalizadores de un fenómeno que, por sus dimensiones y consecuencias, se ha convertido en uno de los principales rasgos distintivos del primer cuarto del siglo XXI. Tal proceso de desconfianza y deterioro institucional daña gravemente la arquitectura y el funcionamiento de los regímenes democráticos y, por consiguiente, dificulta la consecución del fin último de la acción política: el cuidado de lo común y el de los miembros de la comunidad. No puede darse una sociedad sin confianza ni un universo sin gravedad. La confianza es la interacción fundamental que conforma todo proyecto de vida en común. Su quiebra menoscaba la convivencia, genera desconcierto y multiplica los conflictos. ¿Cómo enderezar el rumbo de esta tendencia? Y, en particular, ¿cómo pueden la monarquía y los medios de comunicación españoles recuperar la reputación que han perdido? Para responder a esta cuestión, partimos del siguiente postulado: los recursos tradicionalmente utilizados para ganarse la confianza de los diferentes grupos de interés se...
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  • Vicente J. Benet

    Director del Instituto de Desarrollo Social y Paz-UJI

    Si el cine revela algo del funcionamiento profundo de las ideas y las mentalidades que definen a una sociedad, podemos plantearnos tres fases de la gestión de la memoria de la guerra civil y la dictadura franquista en España. Fases que llegan hasta la actualidad y que implican una reflexión que parte de las producciones de la cultura de masas y se pueden proyectar hacia la legitimación simbólica y el devenir de nuestras instituciones políticas. El primer momento correspondería a la Transición. A pesar de lo que se afirma en ocasiones, se habló mucho de la guerra y de...
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  • Manuel Palacio

    Catedrático en la Universidad Carlos III

    El cine, la televisión están al margen de la disyuntiva entre la realidad y los discursos falsos o verdaderos que pretenden dar razón de esa realidad. Un film o una serie son artefactos compleja y artificialmente construidos, en los que interviene un actor que da una impronta, una puesta en escena que remarca aspectos del relato, una música que refuerza las emociones del espectador... Y además, cuando se trata de personas del siglo XX, los públicos contrastan esas imágenes de las ficciones con otras que han ido adquiriendo de la ‘realidad’ las tomas documentales. En suma, el audiovisual crea...
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  • Cristina Flesher Fominaya

    Reader in Social Politics and Media en la Universidad de Loughborough

    Las manifestaciones provocadas por la condena de cárcel de Pablo Hasél por injurias a la corona (y enaltecimiento del terrorismo) ponen de relieve la brecha creciente en España entre ciudadanía y monarquía reflejada por la encuesta Plataforma de 16 Medios Independientes (PMI). Y es otro ejemplo de una iniciativa mancomunada al debate sobre la monarquía. Como suele suceder con tantos buenos relatos mediáticos, la complejidad del asunto se reduce con gran claridad narrativa a una contienda entre dos personajes: por un lado, el Rey Emérito millonario, de quien sus mejores amigos no pueden justificar muy bien su repentina desaparición...
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  • Ignacio Sánchez-Cuenca

    Profesor de Ciencias Políticas de la Carlos III y consejero editorial de CTXT

    Esta colaboración me pilla intentando reflexionar y escribir sobre lo que entiendo que es el signo característico de nuestro tiempo, la crisis generalizada de las estructuras de mediación que, durante décadas, organizaron y articularon la vida política y cultural de los países. Fenómenos tan distintos como la polarización y fragmentación política, la pérdida de credibilidad de los medios de comunicación, el auge de las tesis conspirativas y el cuestionamiento de los expertos son, a mi juicio, resultado de esta crisis de la mediación. Las estructuras de mediación sirven (o servían) para introducir algo de orden en las opiniones...
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  • Víctor Sampedro Blanco

    Catedrático de Comunicación Política

    COMENTARIOS DE LA MODERACIÓN I. 16 medios publicaron el pasado 12 de octubre una encuesta sobre la Corona ante el silencio de cinco años del CIS. El micro-mecenazgo que la hizo posible y su publicación conjunta suponen un hito del periodismo español. Hace hablar a la sociedad, antes de dirigirse a ella en su nombre. Y desborda el bloqueo oficial del debate público sobre un tema tan crucial para el futuro de la democracia española, su modelo constitucional y territorial. Ya sea por el frenético ritmo de trabajo, la auto-explotación y la precariedad, frutos del “minifundismo” que señalaba Marià de Delàs,...
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  • Alfons Cervera

    Escritor y periodista

    ¿Por dónde empezar? Miras afuera, por la ventana o por donde sea, y si no apartas enseguida la nariz se te mete el virus como un suspiro. No es el Covid, para nada es el Covid. Es otro. Intentas cerrar la ventana, como hacía la gente en Los pájaros, la película de Alfred Hitchcock que nos sigue llenando, después de tantos años, de una inquietud insoportable. Así y todo, hay que revisar los posibles agujeros de la casa. Quien la tenga. El techo antiguo. La puerta que da a la terraza, donde la lavadora y la caldera. El hueco...
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  • Carolina Bescansa

    socióloga y profesora de la Universidad Complutense de Madrid

    En España el rey es jurídicamente inviolable. Así lo impuso la dictadura, primero, y el artículo 56.3 de la Constitución, después. Sin embargo, a lo largo de muchas décadas, el rey Juan Carlos y su familia han demostrado ser inviolables no sólo desde el punto de vista jurídico, también política y mediáticamente. No cabe otra conclusión revisando los ominosos silencios de los medios de comunicación y el Congreso ante las muchas actividades empresariales del rey y su familia, dudosamente compatibles con la Constitución y con el ordenamiento fiscal y tributario. Desde el Ferrari recibido de las manos de Javier...
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  • Marià de Delàs

    Periodista

    Hubo un tiempo en el que se generalizó la idea según la cual Internet vino para democratizar la comunicación de masas. Supuestamente, los medios tradicionales entraban en crisis porque perdían la capacidad de decidir lo que se conocía y lo que no. “Quien no publica es porque no quiere”, dijeron algunos ingenuos “descubridores” de la red, porque en ella cabía todo. Es verdad. Hace ya mucho tiempo que cualquiera que disponga de un dispositivo con acceso a internet puede publicar. Otro problema es que lo publicado no quede automáticamente apagado en el fondo de la red y solo resulte...
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  • Miren Gutiérrez Almazor

    Investigadora de la Universidad de Deusto

    Los miembros de las familias reales están entre las personas que más atención mediática despiertan en todo el mundo. Los paparazzi compiten por ilustrar los hechos más triviales sobre la monarquía, símbolo de glamour y poder. A pesar de eso, y de depender el erario, las familias reales están también entre los grupos de personas más protegidas del escrutinio público incluso en países con monarquías constitucionales que ofrecen limitados poderes discrecionales a sus monarcas, como Reino Unido, Holanda o España. Por ejemplo, poco sabemos de la fortuna de la reina Isabel de Inglaterra, excepto que está entre las mujeres más...
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  • Sara Martín Alegre

    Profesora titular de la Universitat Autònoma de Barcelona

    Para comprender mejor cuáles deberían ser los límites de la crítica al poder, del tipo que sea, desde un entorno ciudadano y mediático nacional habría que tener en cuenta cómo funcionan otros entornos parecidos. Me referiré aquí al llamativo caso de la monarquía británica desde ángulos diferentes: por un lado la legalidad, por el otro la representación en los medios. Defino su caso como llamativo porque, como comentaré, esta longeva monarquía sobrevive sin miedo a la crítica pese a que ésta es constante. Como trasfondo histórico, hay que mencionar que los británicos ejecutaron al Rey Charles I en 1649, tras...
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