Las casas de Borbón y de Saud: una hermandad inaceptable (Capítulo I)

  • Esther Rebollo

    Esther Rebollo

    Directora adjunta de Público

Opacidad, censura, negocios turbios y secretos inimaginables, así se sustentan las amistades del emérito Juan Carlos con los reyes y jeques saudíes. El maquiavélico príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, es ahora el interlocutor de Felipe VI.

La historia de la Casa de Saud se remonta al siglo XVIII, cuando la península arábiga, tierra de palmerales y oasis, estaba habitada por pueblos nómadas dedicados a la ganadería y al comercio.. Eran tiempos de grandes caravanas, también de asaltos y guerras entre tribus nómadas. Fue entonces cuando el patriarca Mohammed acogió en su seno a quien iba a definir el futuro de Oriente Medio, Muhammad Ibn Abdul Wahad, el clérigo que acabaría con el rostro inocente del Islam, al idear y expandir la corriente musulmana más radical, el wahabismo. Un acuerdo matrimonial entre hija e hijo de ambos selló un plan tan ambicioso en lo político, en lo militar, en lo económico y en lo religioso, que pervive hasta hoy.

Dos siglos después, y tras largas disputas entre beduinos, Abdulaziz ibn Saud fundó en 1932 el reino de Arabia Saudí. Era un reformador si se le compara con sus antepasados, pero no se despegó de la doctrina wahabista. Este hábil estratega, educado en Kuwait y rodeado de consejeros británicos, había aprovechado la caída del Imperio Otomano y la Primera Guerra Mundial para tomar poder y afianzar territorio. No confiaba en los británicos, pero acertó al considerar que lo mejor era ser socios y amigos, según explica el arabista y periodista Javier Martín en su libro La casa de Saud (Catarata, 2013). Y de esta manera, gracias al boom petrolero de los años años setenta, el reino wahabí se convirtió en dueño y señor, levantando en el tórrido desierto el imperio del ‘petrodólar’ y pasando, de la noche a la mañana, a ser el mayor productor y exportador de oro negro en el mundo.

Estos detalles no son en vano, pues van a ayudar a entender lo que hoy es Arabia Saudí y, sobre todo, a conocer a quienes van a suceder en el trono al fundador del reino: desde el afamado rey Fahd al actual, Salmán bin Abdulaziz, sin dejar a un lado al heredero: el joven, temible y desalmado Mohamed bin Salmán. El Borbón emérito ha considerado a los dos primeros sus ‘hermanos”, mientras que Bin Salman es ahora el interlocutor de Felipe VI. Así es la herencia real.

Javier Martín recuerda que la Casa de Saud tiene unos 15.000 príncipes y princesas poseedores de grandes fortunas, una estirpe que se ha esmerado en mantener las tradiciones y sobre todo el silencio del pueblo: actualmente hay cientos de opositores y periodistas en prisiones donde la tortura y la muerte son el pan de cada día. El wahabismo ha hecho de Arabia Saudí uno de los países más ultraconservadores, más opresores con las mujeres y con los derechos humanos. Es, además, el régimen que expandió el islamismo radical por el mundo, que financió a Al Qaeda (Osama bin Laden era saudí) y que activó el odio no solo entre Oriente y Occidente, sino entre suníes y chiíes, de ahí buena parte de las disputas con Irán.

Pero el boom del petróleo, las intrigas, la Guerra Fría y el egoísmo occidental han favorecido que el régimen de Riad sea amigo y socio preferente de las grandes potencias —y no tan grandes (como España)—, a cambio de favores. Y Juan Carlos lo supo hacer hasta el punto de que es una de las pocas figuras internacionales que ha tenido el número de teléfono privado de los últimos reyes saudíes. No sólo han guardado grandes secretos entre monarcas, de Estado y privados, sino que se han ayudado hasta límites insospechados, incluso traspasando la legalidad.

La hermandad del emérito con la Casa de Saud venía de la época en la que el Borbón aún no era rey, todo comenzó durante la dictadura de Francisco Franco. De aquella época se sabe, según el relato de Rebeca Quintans en su libro Juan Carlos I: la biografía sin silencios (Akal, 2016), que durante la crisis energética de 1973 el dictador recurrió al entonces príncipe heredero (designado como tal por el propio Franco) para que solicitara a sus amigos saudíes suministro de petróleo. La respuesta no se hizo esperar y España tuvo el crudo que necesitaba bajo el pago de una comisión al Borbón. Pagos, a los que se sumaron créditos a interés cero, que se mantuvieron cuando llegó la democracia. La fortuna del rey de España debió de crecer por millones, sin contar los obsequios, como cacerías africanas, estancias en lujosos palacios y otros agasajos onerosos.

Y es que el emérito sabía engatusar a monarcas sátrapas para intercambiar favores, amistades y dádivas. Al Sha de Persia también le pidió diez millones de dólares, en este caso para financiar la UCD de Adolfo Suárez bajo el pretexto de evitar la llegada al Gobierno del socialista Felipe González y, en teoría, asegurar la democracia. Así se plasma en una carta enviada en 1979 al tirano persa y publicada por Nueva Tribuna. Pero lo que verdaderamente le preocupaba a Juan Carlos era que las primeras elecciones municipales que se iban a celebrar en la incipiente democracia española, ese mismo año, terminaran como las de 1931, que sepultaron la dictadura de Primo de Rivera que había apoyado su abuelo, el rey Alfonso XIII, y que dieron paso a la II República.

El frenesí marbellí

Pero volvamos a cómo se fraguó la hermandad entre el Borbón y los saudíes. Todo se resume en un lugar: Marbella. Y en un hombre: Adnan Khashoggi, nacido en La Meca e hijo de un médico de la Casa de Saud. Este traficante de armas y uno de los hombres más ricos del mundo se convirtió en un referente de la extravagante jet set marbellí durante los años ochenta y, por supuesto, en un amigo cercano del emérito.

Con el auge de la Costa del Sol, el rey Fadh, animado por Adnan Khashoggi, cambió en 1982 su residencia de verano y la trasladó desde Montecarlo a Marbella. Allí se levantó la famosa ‘Milla de Oro’, donde los jeques construyeron mansiones que dejan sin aliento, entre ellas, una réplica exacta en mármol de la Casa Blanca, a la que acudía cada verano el entonces rey Juan Carlos para disfrutar de días de amor y rosas junto a su ‘hermano’ Fahd. Mientras tanto, los medios de comunicación callaban los excesos y el pueblo se alimentaba con las frivolidades de las revistas del corazón, que presentaban esos hechos como un cuento de ‘las mil y una noches’. La sociedad española se adentraba en la democracia, empezaba a gozar de libertades y veía en estos personajes puro entretenimiento.

Este silencio no era casual, tenía sentido al calor del Decreto Ley del 1 de abril de 1977 sobre libertad de expresión, que contemplaba el secuestro administrativo de publicaciones y consideraba delito aquellos actos “que constituyan demérito o menoscabo de la Institución Monárquica o de las personas de la Familia Real”. Este decreto, junto a la imagen de “campechano” que se forjó el emérito y un cierre de filas de los medios de comunicación en defensa de la institución monárquica, sirvió para acallar a la prensa hasta límites insospechados. España se presentaba al mundo como una democracia recién nacida, pero prohibía hablar de lo fundamental: las fechorías, intimidades, negocios y amistades del jefe del Estado.

Un ejemplo del tipo de amigos de Juan Carlos está en los escándalos protagonizados por Khashoggi: desde su participación en el Irangate (venta ilegal de armas a Irán en su guerra contra Irak para financiar a la ‘contra’ nicaragüense) hasta su paso por una cárcel de Estados Unidos tras ayudar al dictador filipino Ferdinand Marcos y su esposa, Imelda, a esconder 100 millones de dólares cuando se marcharon a Hawai con una inmensa fortuna robada. Esa temporada en prisión le hizo perder glamour entre la beautiful people, pero no le alejó de los negocios ni de las conexiones con la alta alcurnia mundial. Murió en un hospital de Londres en 2017 a los 81 años de edad.

En busca de una fortuna sin fin

Y fueron pasando los años, las idas y venidas a Marbella, también a Mallorca, los viajes a Riad, las cacerías, el jolgorio y los gastos millonarios. Dicen que el rey Fahd sólo tuvo dos amigos verdaderos fuera de su país con línea directa: Juan Carlos de Borbón y George Bush. Fueron años en los que florecieron los negocios entre España y Arabia Saudí, siempre con comisiones e intercambio de favores. Esa relación de los saudíes con Marbella se alargó más allá de 2005, fecha en la que murió el rey Fadh y le sucedió Abdalá en el trono. Con el nuevo monarca saudí y su entonces heredero Salmán (hoy rey), el emérito cerró uno de los acuerdos más jugosos y también más polémicos: la concesión a un consorcio de empresas españolas para la construcción del tren de alta velocidad entre la Meca y Medina (450 kilómetros por 6.700 millones de euros), el mayor proyecto ferroviario de España en el exterior, según el Ministerio de Fomento.

A la inauguración, que llegó tras varios años de tensiones entre el consorcio y los saudíes, no asistió ningún alto cargo del Gobierno español, ni siquiera el propio emérito. La razón es que en esa fecha, junio de 2020, Juan Carlos ya estaba en la mira por los millones de euros que supuestamente se había embolsado, y así lo contó Público. El caso llegó a la fiscalía de Ginebra y al Tribunal Supremo de España por delitos de fraude fiscal y blanqueo, al confirmarse que el emérito recibió en 2008 una transferencia desde el Ministerio de Finanzas saudí de 100 millones de euros, de los cuales una parte entregó después a su entonces amante, Corinna Larsen. Un dinero que no declaró, ni se investigó; un dinero que involucró a su hijo, ahora Felipe VI, pues figuraba como segundo beneficiario de la fundación panameña Lucum, constituida para controlar la cuenta del banco suizo Mirabaud a la que fue a parar la millonaria comisión, tal y como reveló el periódico británico The Telegraph a unos españoles ciegos. [En la banca privada panameña, «foundation» es una figura mercantil para un tipo de empresa patrimonial].

Cuando saltó el escándalo, Felipe VI ya era Felipe VI, es decir, su padre había abdicado del trono seis años antes, en 2014, y optó por escenificar una renuncia a esa herencia y retirar la asignación oficial al emérito, una decisión aplaudida por quienes a toda costa solo desean la supervivencia de la monarquía. Pero ese acto tiene distintas lecturas teniendo en cuenta, por un lado, que renunció a esa herencia sólo cuando el escándalo se había hecho público, pese a que sabía anteriormente que era beneficiario; y, por otro, que no se puede renunciar a una herencia mientras el finado está vivo.

Entretanto, resurge un personaje clave, Corinna Larsen, la examante de Juan Carlos I, y quien se coloca en el epicentro del embrollo como receptora de parte del dinero saudí, también porque fue emisaria de Juan Carlos a la nación arábiga para hablar de negocios en su nombre y, para colmo, mantuvo controvertidas conversaciones (por supuesto grabadas) con el excomisario Villarejo, el rey de las cloacas del Estado.

Volvamos al pasado para entender los antecedentes. En 2007, Corinna viajó a Riad como “representante del rey de España”, tal y como informó en aquel momento la agencia oficial de noticias SPA en una nota publicada por el diario Al Riad, dirigido por Turki al Sudairi, primo del monarca saudí. Conocer estos parentescos ayuda a sacar la conclusión de que los medios oficiales de ese país sabían perfectamente cómo debían presentar a la amante del rey y cómo vender la noticia. No fue un error, ni calificar a Corinna como “representante del rey”, ni difundir la foto de la discordia.

La amante celebró una reunión con el príncipe Al-Waleed bin Talal bin Abdulaziz Al Saud, otro de los hombres más ricos del mundo y presidente de Kingdom Holding Company, a la que también asistió el embajador de España, Manuel Alabart. Ante el alboroto causado, Juan Carlos pidió que tanto la información como la imagen se retiraran de los medios saudíes, y el príncipe árabe le pidió a cambio que intercediera a su favor ante la justicia española por una denuncia contra él por violación, de la que hablaremos en el II capítulo de esta historia.

En aquella cita palaciega, siempre según el comunicado oficial, Corinna transmitió a su anfitrión saludos del rey de España, hablaron sobre las relaciones y la amistad entre los dos reinos, discutieron —como si de una embajadora de carrera se tratase— sobre la situación en Oriente Medio y del papel de Arabia Saudí en la región; y lo más importante: avanzaron en la implementación del Fondo de Infraestructura saudí-español, patrocinado por el emérito y Corinna para maquillar negocios. Un año antes, Corinna había acompañado a Juan Carlos a una visita oficial a Riad, donde había sido presentada como “asesora de asuntos estratégicos”.

El tercero que aparece en la foto es el embajador Manuel Alabart, quien tras una larga carrera diplomática y haber representado a España en países como Guinea Ecuatorial, Argentina o México, además de Arabia Saudí, terminó como vicepresidente de Técnicas Reunidas Internacional, una de las catorce empresas que formaron el famoso y desastroso Fondo de Infraestructura saudí-español, liquidado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en 2009.

“Ha habido consenso para que hagamos las cosas con firmeza pero con elegancia para que quede bien Su Majestad” o “Los gestores solo se dedican a cobrar, pero ni hay proyectos ni hay transparencia”. Estas son algunas de las frases que puso por escrito en un correo electrónico el director de Negocio de CajaMadrid, Matias Amat Roca, al informar a su jefe, el presidente de la entidad en esa época, Miguel Blesa, sobre la disolución del fondo.

Pese a todo, incluso al hecho de que Técnicas Reunidas perdió millones por los chanchullos del fondo saudí-español, Alabart ha seguido defendiendo los intereses de la Casa de Saud; un ejemplo es cómo se ha erigido en el defensor y presentador en España del plan conocido como Visión 2030, ideado por el príncipe heredero, ministro de Defensa e interlocutor de Felipe VI, Mohamed bin Salmán, con el que busca limpiar la imagen del reino arábigo mediante un supuesto proceso de modernización en uno de los países más retrógrados del mundo.

La conexión Zanganeh

Corinna Larsen es una de las dos mujeres que más cerca han estado de Juan Carlos en sus negocios sucios; la otra es la iraní Shahpari Zanganeh, tercera esposa del traficante de armas Adnan Khashoggi, personaje clave en los vínculos del emérito con los saudíes y con una gran habilidad para hacer negocios e influir en el poder. Corinna a su lado es un manso cordero.

En su libro Final de partida (La Esfera de la Libros, 2015), la periodista Ana Romero asegura que en la visita oficial de los reyes de España a Arabia Saudí en 2006, Corinna Larsen y Shahpari Zanganeh formaban parte de la delegación. En aquel viaje, en el que también estaba una callada reina Sofía, se gestó el Fondo de Infraestructuras saudí-español, que se terminó creando en 2007 y disolviendo dos años después. Para ese entonces, Juan Carlos había dejado claro a sus ‘hermanos’ saudíes que ambas mujeres eran de su confianza. Zanganeh ha sido intermediaria en distintos negocios entre saudíes y españoles, y una de las grandes comisionistas del AVE a la Meca.

El AVE se adjudicó al consorcio de empresas españolas en 2011 después de varios años de gestiones y pagos de comisiones a unos y a otras. En 2006, Zanganeh se entrevistó con el entonces ministro de Defensa saudí, el príncipe Bin Abdul Aziz, a quien entregó una carta firmada por el emérito, y a partir de entonces se abrió una interlocución clave para cerrar los acuerdos. En 2008, Juan Carlos recibió los famosos 100 millones del rey Abdulá a cambio de acoger en Madrid una conferencia interreligiosa en la que, una vez más, se buscó impulsar una imagen positiva del régimen arábigo. Y a inicios de 2011 Zaganeh firmó el contrato de consultoría con las empresas, entre ellas OHL, Indra, Talgo y Cobra.

Su misión era realizar el análisis de riesgos, de subcontratistas proveedores y de consultores, pero la realidad es que los integrantes del consorcio necesitaban asegurarse una interlocución con las autoridades de Riad, y nadie mejor que la amiga del entonces rey para ello. La cuantía pactada en un principio fue la escandalosa cifra del 2% de la obra, pero meses después se modificó el contrato para pasar a un monto cerrado de 95,78 millones de euros, según El Confidencial.

Cuando en 2018 sale a la luz el escándalo, a raíz de las filtraciones de unos audios en los que Corinna cuenta a Villarejo que el consorcio había recurrido a Zanganeh para amañar la licitación y que el emérito había cobrado parte de esa comisión, las dignas empresas dejan de pagar a Zaganeh. Hasta esa fecha —según El Confidencial—, la iraní había cobrado unos 11 millones de euros, muy por debajo de lo pactado; por eso hizo una solicitud de arbitraje ante la Corte Internacional de París para desde ese estrado defender lo que consideraba le correspondía: casi cien millones de euros.

Pero los acuerdos entre empresas y Zanganeh venían de atrás. Se sabe que al menos desde 2004 se ofrecía como project developer, el título que le gusta usar para definir su trabajo, a distintas compañías. Según reveló Público, la iraní trabajó en Iberdrola entre abril de 2004 y enero de 2005, su labor fue identificar oportunidades de negocio en la región MENA (acrónimo en inglés para Middle East and North Africa, es decir, Oriente Medio y Norte de África), y por ella cobró 18.000 euros. En 2007, la eléctrica española volvió a pedirle asesoría para una operación de exploración de gas en Egipto y Argelia; en este caso ganó 78.000 dólares. Ante tanto escándalo, Zanganeh emitió una nota en la que aseguró que nunca “ha tenido relación económica y financiera con don Juan Carlos I de España en relación con el proyecto del AVE”.

La Justicia dirá… (Continúa en el Capítulo II)

Otras intervenciones en el debate

Intervenciones
  • Víctor Sampedro Blanco

    Catedrático de Comunicación Política

    La encuesta sobre la monarquía de la Plataforma de Medios Independientes [PMI] manifestó la potencia del periodismo que practica la colaboración con el público y entre distintos medios. Como señalaba en la ponencia inaugural y en el primer resumen que hice de este debate, la PMI ofrece información como bien común; es decir, que se elabora y sostiene de forma mancomunada. La PMI sería un germen del Cuarto Poder en Red que quisiera promover este debate, abierto hace más de dos meses y que ha contado con 26 intervenciones. Nuestro agradecimiento a los autores y una primera conclusión: sigue...
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  • Esther Rebollo

    Directora adjunta de Público

    Una violación en Ibiza, una cacería en África, venta masiva de armas a Arabia Saudí y el descuartizamiento del periodista Jamal Khashoggi. La herencia que recibe Felipe VI del emérito con los ‘hermanos’ árabes. Soraya H. tenía 20 años cuando viajó a Ibiza para disfrutar de unas vacaciones. Esta joven modelo hispanoalemana no se imaginaba que aquello iba a cambiar su vida para siempre. La noche del 12 de agosto de 2008, Soraya salió con unas chicas árabes que había conocido el día anterior, fueron a una discoteca de Ibiza y allí empezó a sentirse mal, habían diluido una droga...
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  • Esther Rebollo

    Directora adjunta de Público

    Opacidad, censura, negocios turbios y secretos inimaginables, así se sustentan las amistades del emérito Juan Carlos con los reyes y jeques saudíes. El maquiavélico príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, es ahora el interlocutor de Felipe VI. La historia de la Casa de Saud se remonta al siglo XVIII, cuando la península arábiga, tierra de palmerales y oasis, estaba habitada por pueblos nómadas dedicados a la ganadería y al comercio.. Eran tiempos de grandes caravanas, también de asaltos y guerras entre tribus nómadas. Fue entonces cuando el patriarca Mohammed acogió en su seno a quien iba a definir el futuro...
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  • Manuel Chaparro

    Catedrático de periodismo, Universidad de Málaga

    En 1868, durante la revolución de La Gloriosa que dio origen a la Primera República, los hermanos Bécquer, Valeriano y Gustavo, hicieron 89 acuarelas satíricopolíticas con fuertes tintes eróticos -alguien diría que pornográficas- ridiculizando a la reina Isabel II y su corte de amantes: ministros, obispos, militares, todos personajes reales de la época. Firmaron con el seudónimo SEM. La revista satírica de la época Gil de Blas que acogió algunos de los trabajos de los hermanos, reconoció la autoría, rindiéndoles homenaje. La mayor parte de las acuarelas permanecieron como fondo de una colección privada. En 1986, el libreto completo...
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  • David G. Marcos

    Militante anticapitalista, consultor tecnológico y director del programa Contratiempos.

    "No ver el mundo con los ojos del adversario era la primera condición para poder desarrollar un espacio político y social de contestación al orden existente". Josep María Antentas escribía esto sobre la apuesta del periodista y militante revolucionario Miguel Romero 'Moro', fundador de la revista Viento Sur, por construir comunicación emancipadora frente a la desinformación de los medios convencionales. Hacer propia esta hipótesis requiere de dos premisas. La primera es intencional, esto es, la propia voluntad de subvertir un (des)orden actual por ser considerado absolutamente cruel e irracional para con los valores de justicia social, igualdad y libertad. En...
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  • Jose Luis F. del Corral

    Periodista

    Hablar en España de periodismo veraz, plural, independiente y al servicio de los ciudadanos es una quimera. Se trata de un debate con multitud de matices, pero hay cuestiones tan evidentes en el sector más tradicional de los medios de comunicación que acreditan una crisis del buen periodismo, del periodismo democrático, entendido éste como el altar de la investigación independiente, como la obligación de dar la voz a los olvidados y evitar que la orientación informativa y editorial las impongan los intereses mercantiles de una minoría en el escaparate (portadas) de sus medios. Hay diferencias en el periodismo nacional, autonómico...
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  • Carlos Javier Bugallo Salomón

    Licenciado en Geografía e Historia. Diplomado en Estudios Avanzados en Economía.

    La generación actual está asistiendo a un choque colosal entre dos formas de ejercer el periodismo: por un lado tenemos a la prensa de papel, mayoritariamente conservadora y sin credibilidad en sus líneas editoriales; por otro lado tenemos la nueva prensa digital, mayoritariamente progresista y que se esfuerza, con mayor o menor éxito, en ganarse una reputación. ¿Quién ganará la partida? No tengo las claves para responder a la pregunta planteada, pero deseo apuntar algunas ideas filosóficas que creo servirán para enfocar el problema adecuadamente y que deben ponerse al servicio de una posterior indagación, de naturaleza empírica, que estudie...
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  • Juan Tortosa

    Periodista

    Quien tenga estómago para ello, puede consultar en algunos de los libros escritos por Pedro J. Ramírez a lo largo de su vida cómo se jacta de haber sido mentor y tutor de Aznar antes que este llegara al poder. Luis María Anson, en cuya densa trayectoria profesional figuran la presidencia de la Agencia Efe o la dirección de ABC, poseía ya un amplio currículum de conspirador cuando encabezó con Pedro Jota y Camilo José Cela en Marbella el verano de 1994 la fundación de AEPI (Asociación de Periodistas Independientes), un grupo de comunicadores beligerante con la situación política...
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  • Carlos López-Keller

    Abogado

    Ofrezco unas notas cartográficas para navegar en coberturas periodísticas independientes sobre la Corona española. Lo hago sin mayor pretensión que aclarar términos y conceptos, en una labor que tal vez sea útil como brújula en los procelosos mares de lo real, lo regio, la realidad, la regularidad y la regularización. A. Sucesión y herencia. 1. Según la Constitución, “la Corona de España es hereditaria en los sucesores” de Juan Carlos de Borbón (art. 57.1). En consecuencia, la Corona española se adquiere por herencia. Según el Código Civil, los derechos a la sucesión de una persona se transmiten desde el momento de...
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  • Sato Díaz

    Periodista

    En Alcoi (Alacant), donde las fiestas de Moros y Cristianos animan buena parte de la vida social de la ciudad, no solo se celebran estas en abril, por Sant Jordi, sino que también se festeja el Mig Any (Medio Año) en octubre, cuando han pasado seis meses y faltan otros tantos para que la música y las bandas se vuelvan a adueñar de las calles. La pandemia ha parado todo esto, claro, pero quizás de mis raíces alcoyanas extraiga esta extraña superstición de que seis meses significan algo. No tengo yo muy claro el qué, pero allá voy. Me alegra...
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  • Paula Pof

    Periodista

    La figura de la periodista va construyéndose a lo largo de la historia hasta que se percibe su notable responsabilidad social. En ese momento se concretan las obligaciones y responsabilidades de esta profesión, pasando de las aulas informales de la redacción y las tertulias a las enseñanzas regladas y la expedición de títulos. Siguiendo su desarrollo es interesante cuestionar si esta formalización se supedita a intereses que escapan, incluso colisionan, con la labor social del periodismo. La profesionalización comienza con los primeros centros de enseñanza y la Ley de Prensa de 1938, que pusieron la información al servicio del Estado...
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  • La desaparición de Cuartopoder, uno de los 16 componentes de la Plataforma de Medios Independientes que preguntó a la ciudadanía sobre la monarquía española, es una cruda metáfora de la realidad política y económica, y también de los medios de comunicación. El cierre resalta la pertinencia del debate en torno al binomio independencia periodística - contrapoder mancomunado. Debate en el que, dado que no soy experto en comunicación, mi opinión es la de un usuario que pretende discernir en los mensajes que circulan entre episteme y doxa. O sea, diferenciar la verdad asociada a los hechos de los que...
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  • El día que muere Franco, ante el vacío de medios comprometidos con la democracia, -salvo pocas revistas como Triunfo, Cambio 16, Cuadernos para el Diálogo, y las humorísticas Hermano Lobo y Por Favor-, la única fuente de información que tuvo la población fue la prensa extranjera. En 1975 todavía faltaba un año para que saliese El País y Diario 16, 19 años para la llegada de El Mundo, y 15 años para que emitiesen los primeros canales privados, Tele Cinco y Canal +. Lo que hoy es el universo de los tertulianos, columnistas y activistas digitales con dedicación...
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  • ¿Tiene el periodismo una misión especial para consolidar la institución monárquica? No debería. ¿Y para erosionar su credibilidad? En mi opinión, tampoco. El compromiso del periodismo es en primer lugar con los lectores, pero se extiende inmediatamente al conjunto de la ciudadanía y a la democracia, porque el periodismo ofrece bienes públicos esenciales, al permitir que fluyan la libertad de expresión y el derecho a una información veraz. Incluso constitucionalmente (art. 20 CE), la faena esencial del periodismo es elaborar y proporcionar información veraz, contrastada y contextualizada para que sea interpretable y sirva a la ciudadanía para dotarse de...
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  • Josep Lluís Fecé

    Periodista y profesor titular en la Universidad de Girona

    Las corporaciones digitales no solventarán el sistema de desinformación que han creado. Y la solución no vendrá de manos de la tecnología. Las promesas democratizadoras de Internet dependen de la existencia de un periodismo mancomunado que, en el debate que nos concierne, sea capaz de desmontar el relato oficial que identifica la Corona con el sistema democrático y la República con el desorden. No hace mucho, durante uno de los confinamientos, asistí a un webinar sobre desinformación. Lo organizaba una universidad española en el marco de su oferta formativa oficial, en este caso, periodismo. Resultó ser un taller sobre...
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  • La confianza que sienten los ciudadanos y la credibilidad que ofrecen las instituciones son las dos caras de una misma moneda que viene devaluándose de manera progresiva. La gran recesión de 2008 y la pandemia de COVID-19 han actuado de catalizadores de un fenómeno que, por sus dimensiones y consecuencias, se ha convertido en uno de los principales rasgos distintivos del primer cuarto del siglo XXI. Tal proceso de desconfianza y deterioro institucional daña gravemente la arquitectura y el funcionamiento de los regímenes democráticos y, por consiguiente, dificulta la consecución del fin último de la acción política: el cuidado de lo común y el de los miembros de la comunidad. No puede darse una sociedad sin confianza ni un universo sin gravedad. La confianza es la interacción fundamental que conforma todo proyecto de vida en común. Su quiebra menoscaba la convivencia, genera desconcierto y multiplica los conflictos. ¿Cómo enderezar el rumbo de esta tendencia? Y, en particular, ¿cómo pueden la monarquía y los medios de comunicación españoles recuperar la reputación que han perdido? Para responder a esta cuestión, partimos del siguiente postulado: los recursos tradicionalmente utilizados para ganarse la confianza de los diferentes grupos de interés se...
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  • Vicente J. Benet

    Director del Instituto de Desarrollo Social y Paz-UJI

    Si el cine revela algo del funcionamiento profundo de las ideas y las mentalidades que definen a una sociedad, podemos plantearnos tres fases de la gestión de la memoria de la guerra civil y la dictadura franquista en España. Fases que llegan hasta la actualidad y que implican una reflexión que parte de las producciones de la cultura de masas y se pueden proyectar hacia la legitimación simbólica y el devenir de nuestras instituciones políticas. El primer momento correspondería a la Transición. A pesar de lo que se afirma en ocasiones, se habló mucho de la guerra y de...
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  • Manuel Palacio

    Catedrático en la Universidad Carlos III

    El cine, la televisión están al margen de la disyuntiva entre la realidad y los discursos falsos o verdaderos que pretenden dar razón de esa realidad. Un film o una serie son artefactos compleja y artificialmente construidos, en los que interviene un actor que da una impronta, una puesta en escena que remarca aspectos del relato, una música que refuerza las emociones del espectador... Y además, cuando se trata de personas del siglo XX, los públicos contrastan esas imágenes de las ficciones con otras que han ido adquiriendo de la ‘realidad’ las tomas documentales. En suma, el audiovisual crea...
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  • Cristina Flesher Fominaya

    Reader in Social Politics and Media en la Universidad de Loughborough

    Las manifestaciones provocadas por la condena de cárcel de Pablo Hasél por injurias a la corona (y enaltecimiento del terrorismo) ponen de relieve la brecha creciente en España entre ciudadanía y monarquía reflejada por la encuesta Plataforma de 16 Medios Independientes (PMI). Y es otro ejemplo de una iniciativa mancomunada al debate sobre la monarquía. Como suele suceder con tantos buenos relatos mediáticos, la complejidad del asunto se reduce con gran claridad narrativa a una contienda entre dos personajes: por un lado, el Rey Emérito millonario, de quien sus mejores amigos no pueden justificar muy bien su repentina desaparición...
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  • Ignacio Sánchez-Cuenca

    Profesor de Ciencias Políticas de la Carlos III y consejero editorial de CTXT

    Esta colaboración me pilla intentando reflexionar y escribir sobre lo que entiendo que es el signo característico de nuestro tiempo, la crisis generalizada de las estructuras de mediación que, durante décadas, organizaron y articularon la vida política y cultural de los países. Fenómenos tan distintos como la polarización y fragmentación política, la pérdida de credibilidad de los medios de comunicación, el auge de las tesis conspirativas y el cuestionamiento de los expertos son, a mi juicio, resultado de esta crisis de la mediación. Las estructuras de mediación sirven (o servían) para introducir algo de orden en las opiniones...
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  • Víctor Sampedro Blanco

    Catedrático de Comunicación Política

    COMENTARIOS DE LA MODERACIÓN I. 16 medios publicaron el pasado 12 de octubre una encuesta sobre la Corona ante el silencio de cinco años del CIS. El micro-mecenazgo que la hizo posible y su publicación conjunta suponen un hito del periodismo español. Hace hablar a la sociedad, antes de dirigirse a ella en su nombre. Y desborda el bloqueo oficial del debate público sobre un tema tan crucial para el futuro de la democracia española, su modelo constitucional y territorial. Ya sea por el frenético ritmo de trabajo, la auto-explotación y la precariedad, frutos del “minifundismo” que señalaba Marià de Delàs,...
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  • Alfons Cervera

    Escritor y periodista

    ¿Por dónde empezar? Miras afuera, por la ventana o por donde sea, y si no apartas enseguida la nariz se te mete el virus como un suspiro. No es el Covid, para nada es el Covid. Es otro. Intentas cerrar la ventana, como hacía la gente en Los pájaros, la película de Alfred Hitchcock que nos sigue llenando, después de tantos años, de una inquietud insoportable. Así y todo, hay que revisar los posibles agujeros de la casa. Quien la tenga. El techo antiguo. La puerta que da a la terraza, donde la lavadora y la caldera. El hueco...
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  • Carolina Bescansa

    socióloga y profesora de la Universidad Complutense de Madrid

    En España el rey es jurídicamente inviolable. Así lo impuso la dictadura, primero, y el artículo 56.3 de la Constitución, después. Sin embargo, a lo largo de muchas décadas, el rey Juan Carlos y su familia han demostrado ser inviolables no sólo desde el punto de vista jurídico, también política y mediáticamente. No cabe otra conclusión revisando los ominosos silencios de los medios de comunicación y el Congreso ante las muchas actividades empresariales del rey y su familia, dudosamente compatibles con la Constitución y con el ordenamiento fiscal y tributario. Desde el Ferrari recibido de las manos de Javier...
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  • Marià de Delàs

    Periodista

    Hubo un tiempo en el que se generalizó la idea según la cual Internet vino para democratizar la comunicación de masas. Supuestamente, los medios tradicionales entraban en crisis porque perdían la capacidad de decidir lo que se conocía y lo que no. “Quien no publica es porque no quiere”, dijeron algunos ingenuos “descubridores” de la red, porque en ella cabía todo. Es verdad. Hace ya mucho tiempo que cualquiera que disponga de un dispositivo con acceso a internet puede publicar. Otro problema es que lo publicado no quede automáticamente apagado en el fondo de la red y solo resulte...
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  • Miren Gutiérrez Almazor

    Investigadora de la Universidad de Deusto

    Los miembros de las familias reales están entre las personas que más atención mediática despiertan en todo el mundo. Los paparazzi compiten por ilustrar los hechos más triviales sobre la monarquía, símbolo de glamour y poder. A pesar de eso, y de depender el erario, las familias reales están también entre los grupos de personas más protegidas del escrutinio público incluso en países con monarquías constitucionales que ofrecen limitados poderes discrecionales a sus monarcas, como Reino Unido, Holanda o España. Por ejemplo, poco sabemos de la fortuna de la reina Isabel de Inglaterra, excepto que está entre las mujeres más...
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  • Sara Martín Alegre

    Profesora titular de la Universitat Autònoma de Barcelona

    Para comprender mejor cuáles deberían ser los límites de la crítica al poder, del tipo que sea, desde un entorno ciudadano y mediático nacional habría que tener en cuenta cómo funcionan otros entornos parecidos. Me referiré aquí al llamativo caso de la monarquía británica desde ángulos diferentes: por un lado la legalidad, por el otro la representación en los medios. Defino su caso como llamativo porque, como comentaré, esta longeva monarquía sobrevive sin miedo a la crítica pese a que ésta es constante. Como trasfondo histórico, hay que mencionar que los británicos ejecutaron al Rey Charles I en 1649, tras...
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