Un sistema de garantía de rentas desde la perspectiva de la ciudadanía

  • Guilermo Fernández Maíllo

    Guilermo Fernández Maíllo

    Sociólogo y trabajador social del Equipo de Estudios de Cáritas Española y del Comité Técnico de la Fundación FOESSA .

Siete años de crisis. Millones de personas que han visto trastocados sus proyectos vitales y sus formas de responder a las necesidades cotidianas. En muchos casos, por suerte, solo ha sido un ajuste, pero en otros muchos ha sido un cambio radical.

El grupo de personas que se encuentran en el espacio de total integración se ha convertido en una estricta minoría. Aquellas que se encuentran en el espacio de la exclusión han aumentado un 45por ciento. Pero más grave aún, aquellos que se encuentran en la exclusión más severa, ya suponen 5 millones de conciudadanos.

Los Servicios Sociales públicos han incrementado en un 64por ciento entre 2008 y 2013 el número de personas que han acudido solicitando sus prestaciones básicas. El último año del que tenemos datos, más de ocho millones de personas. Organizaciones como Cruz Roja o Cáritas cuentan por millones las personas que acuden a sus programas de atención.

Quiero aportar a la reflexión una mirada que pone su centro en las personas que acuden al sistema de protección pidiendo ayuda, pidiendo soluciones. Nuestro papel como organización de acción social nos permite construir una mirada complementaria a la que se desarrolla desde el ámbito de la ciencia o del ámbito del desarrollo de las políticas públicas. Sin renunciar a poner sobre la mesa nuestras propias propuestas.

Uno de los grandes cambios que se han producido con esta crisis, desde el punto de vista de los dispositivos de atención social, ha sido la llegada de un gran número de personas que nunca había tenido contacto con estos servicios.

Se han sumado, en un período muy corto de tiempo, los que ya acudían con aquellos que, por sus circunstancias, ya los conocían pero que la época de bonanza les había permitido mantenerse dentro de una situación de “estable precariedad». Ahora hay que añadir también aquellas personas que nunca habían necesitado pedir ayuda a la estructura de atención social. Hoy ya somos capaces de sacar algunas conclusiones de esto.

Solo por citar algunas:
– La fragilidad de muchos colectivos sociales que han puesto en entredicho su situación de integración precaria y los programas de atención específica

– La falta de adecuación del sistema de protección para amparar a la familia con el aumento exponencial de la pobreza en las familias jóvenes y en sus hijos.

– La rigidez de los sistemas de prestaciones condicionadas para responder a las necesidades de supervivencia.

– La falta de articulación entre la lógica de los derechos y la lógica de las obligaciones y su concepción vinculada a un juicio contable.

– La inexistencia de unas políticas de atención que tengan en cuenta la necesidad de cubrir unos mínimos vitales antes de “pedir algo a cambio”; la desarticulación de los sistemas de atención de las necesidades…

Tener en cuenta estos cambios exige nuevos planteamientos que no pasan todos, evidentemente, por temas de renta. Y vamos con años de retraso.

Otra de las sorpresas que se han encontrado todas esas personas que acudían pidiendo ayuda es que las cantidades que se les ofrecían, una vez superados los requisitos para poder acceder, no superaban en muchos casos los umbrales de la pobreza a pesar que estos no han hecho más que bajar desde el comienzo de la crisis.

Ante esta situación muchos se han visto obligados a tomar decisiones que no solamente han cambiado sus vidas sino que les hará difícil volver al punto de origen (por poner solo uno de los miles de ejemplos, los cambios de residencia por no decir desahucios). No podemos seguir pretendiendo que el problema sea “solo” de incremento de las ayudas económicas, sino que debemos construir un sistema más flexible y más justo con el reparto, que se adecue a la situación de las personas y familias y no a la inversa.

También hemos descubierto, y aunque es evidente hay que decirlo, que las políticas activas de empleo clásicas no sirven en una situación de bloqueo de mercado o como mal menor, de creación de puestos precarios sin resultado real de empleo neto. Si ser trabajador no garantiza superar la pobreza en un número creciente de casos ¿qué le pedimos a la gente cuando se acerca a los dispositivos de atención? ¿Es definitiva para ellos la pérdida de poder integrador del empleo?

Si esto es así, tenemos mucho que cambiar en la atención directa a las personas. Las propuestas de compatibilidad de ingresos de mercado y protección social son más que evidentes. Algunos llevan años practicando este tipo de políticas y les va bastante mejor.

Además tenemos una obligación imprescindible. En un contexto de opinión, donde los españoles apoyan mayoritariamente que es el Estado el que debe tener la responsabilidad principal a la hora de asegurar que todos los ciudadanos puedan gozar de un nivel de vida digno… cada vez tenemos más una cultura fiscal alejada de criterios de protección mutua.

Y este es uno de los problemas previos que tenemos que resolver antes de plantear una propuesta de renta básica incondicionada. La discusión sobre esta última debe sumar y es necesaria, pero si la hacemos como único objeto de discusión y propuesta, probablemente seamos ignorados por gran parte de la sociedad. Y además, después de siete años necesitamos medidas urgentes y “aceptables” por una gran mayoría. Nuestra posición en este sentido es más posibilista.

También hay otras ideas contra las que debemos luchar en ese imaginario colectivo de los ciudadanos, y aunque se encuentran menos presentes que la anterior no podemos dejarlas de lado. Como, por ejemplo, el crecimiento en algunos lugares del discurso que sostiene que los inmigrantes se llevan las ayudas sociales. O el que plantea que las ayudas sociales desalientan el acceso al empleo. Discursos llenos de mitos y que no responden a la realidad de los datos ni al más mínimo escrutinio técnico. No todo es el tema de las rentas.

Dicho esto, pasemos a las propuestas.

En el año 2007, cuando la crisis era todavía algo ajeno a la mayoría de los ciudadanos, la Encuesta sobre Integración y necesidades sociales de la Fundación FOESSA estimaba en más de 2,7 millones las personas en España en exclusión social.

Dos años después la actualización de dicha encuesta mostraba el primer impacto de la crisis cifrando en más de 3,4 millones las personas en esa situación. Ante ese contexto Cáritas y FOESSA plantearon una revisión del sistema de garantía de rentas mínimas en España que fundamentalmente se basaba en una actuación a tres niveles y con tres ritmos distintos.

El primer nivel era la revisión y articulación del conjunto de dispositivos del Sistema de Garantía de Ingresos Mínimos. Un trabajo a largo plazo que parte de un diagnóstico que explica las disfuncionalidades del sistema.

Básicamente se plantea intervenir sobre:

– La garantía de unos ingresos mínimos para todos los ciudadanos.

– Los problemas de la cohesión territorial y la articulación entre los niveles de las tres administraciones.

– El establecimiento de escalas de equivalencia y homogeneización de ciertos aspectos de acceso y cuantías.

– El aumento de los niveles de protección

– La mejora de la articulación con el mercado de trabajo.

En esta visión del largo plazo se encuentra ahora la discusión sobre la renta básica.

El segundo nivel de actuaciones se planteaba la refundación de las rentas mínimas a partir del liderazgo de la Administración Central del Estado. Desde la perspectiva que nos da el largo plazo, se constataba que aquellas iniciativas de coordinación entre CC.AA, que surgieron en los años 90, habían resultado un rotundo fracaso como mecanismo de reducción de las diferencias entre unos y otros territorios, tanto desde el punto de vista de la cobertura de esta prestación como de los derechos de los ciudadanos más excluidos.

Se proponían tres opciones de desarrollo a medio plazo:

– La asunción por parte de la Seguridad Social de esta nueva “contingencia”, en la línea de lo expresado en la actual ILP presentada por los sindicatos.

– La aprobación de una ley de mínimos de carácter estatal.

– El lanzamiento de un nuevo “plan concertado” para las rentas mínimas. Estos tres caminos necesitaban de la colaboración de las CC.AA y para ello era necesario un compromiso financiero previo en los Presupuestos Generales del Estado.

El tercer nivel de actuaciones se centraba, en el corto plazo, en la reforma inmediata de la Renta Activa de Inserción. El objetivo era intervenir lo antes posible a través de una medida, relativamente sencilla, para responder de forma urgente al aumento de las necesidades de los ciudadanos.

Para ello se planteaban dos opciones de reforma, bien modificando una serie de aspectos de sus requerimientos generales (eliminado requisitos de edad, tiempo de inscripción en las oficinas de empleo, revisión de ingresos computables…), bien introduciendo un nuevo colectivo (vinculado a los umbrales de pobreza) con derecho a participar en un programa de estas características. En ambas opciones se planteaba la limitación de un máximo de perceptores por hogar.

El desarrollo de las anteriores propuestas se puede consultar en http://www.foessa.es/publicaciones_download.aspx?Id=3952

¿En qué punto nos encontramos en el 2015 en relación a este planteamiento del año 2009?

Tristemente, después de seis años no hemos avanzado demasiado en términos de cambios de políticas concretas. Desde un punto de vista del sistema general de protección, las prestaciones a los mayores y a los trabajadores (estos cada vez menos) continúan siendo la parte fuerte del sistema.

Seguimos teniendo un sistema excesivamente asimétrico. Un sistema que los jóvenes entienden claramente injusto hacia ellos. El volumen económico de nuestro sistema de prestaciones asistenciales, aún siendo cuantitativamente importante, es muy ineficaz en términos de reducción de la pobreza comparativamente con los países de nuestro entorno. Necesitamos con urgencia acometer el incremento de la renta por diversas vías.

Estamos consolidando una fractura social que no nos imaginamos las consecuencias que tendrá en el largo plazo. En el corto no se puede permitir que las discusiones de este espacio de reflexión se anulen entre sí. Todas deben sumar, desde distintas experiencias y formas de ver la realidad. Los ciudadanos llevan mucho tiempo esperando.

Otras intervenciones en el debate

Intervenciones
  • […] o preocupaciones sobre la renta básica tal como la planteamos y a modo de respuesta de algunas entradas anteriores. La sensación es que se buscan problemas allí donde no hay mientras que se ocultan las […]
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  • Lluís Torrens

    Economista. Public-Private Sector Research Center del IESE

    Valga esta segunda entrada para aclarar algunas dudas o preocupaciones sobre la renta básica tal como la planteamos y a modo de respuesta de algunas entradas anteriores. La sensación es que se buscan problemas allí donde no hay mientras que se ocultan las prevenciones reales (tipo “no es posible que los vagos la cobren”) y se evita responder a los problemas de las alternativas. De todas formas nuestra propuesta no es una propuesta estática y agradecemos todas las críticas que permiten mejorarla. a) Financiada con IRPF a tipo único no es progresivo: pues si lo juntas con una renta...
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  • […] aquí mi intervención en el Foro de Debate organizado por Espacio Público (el tema eran las Rentas Mínimas, pero el debate […]
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  • Carlos Bravo Fernández

    Secretario de Protección Social y Políticas Públicas. Confederación Sindical de Comisiones Obreras

    Quiero empezar señalando que, en mi opinión, el problema real, de fondo y relevante de este debate, es la falta de cobertura de necesidades básicas de una parte de la población. Mucho más relevante, en términos de personas afectadas, en una situación de crisis prolongada como la actual en la que las redes de protección social existentes, siendo importantes, son claramente insuficientes. Ese problema central puede ser abordado de distintas formas, en este debate se ha partido de la propuesta sindical de crear una renta mínima garantizada, y han aparecido otras alternativas (trabajo garantizado, impuesto negativo sobre la renta, renta...
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  • Confusión

    24/06/2015

    María Pazos Morán

    Instituto de Estudios Fiscales. Autora de “Desiguales Por ley”

    En la actualidad nos encontramos con sistemas de rentas mínimas desiguales por CCAA y en general muy insuficientes (como destaca Miguel Laparra aquí, es encomiable el caso de El País Vasco). Por ello, tal como señala la ponencia de Carlos Bravo, el establecimiento de la Renta Mínima Garantizada como un derecho general es urgente, y más en la situación de emergencia social en la que nos encontramos. Cabe destacar que, afortunadamente, esta no es ninguna idea nueva sino un mecanismo de último recurso que ya funciona en muchos países, en consonancia con los demás elementos de los sistemas de impuestos,...
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  • Carlos Javier Bugallo Salomón

    Licenciado en Geografía e Historia. Diplomado en Estudios Avanzados en Economía.

    Me parece bien el balance crítico que acaba de aportar Daniel Raventós, aunque no así el tono ácido de ésta y de su anterior intervención, que en nada contribuyen a levantar puentes de diálogo y de comunicación. Pues ¿qué nos importa más, concitar las alianzas necesarias para hacer avanzar nuestras propuestas, o dar satisfacción a nuestro orgullo herido... aunque se tenga razones para la queja? Si de algo le sirve a Daniel Raventós, le diré que las personas que yo más admiro en política son aquellas que anteponen los intereses a largo plazo que los particulares, a corto plazo....
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  • Daniel Raventós

    Editor de Sin Permiso, presidente de la Red Renta Básica y profesor de la Universidad de Barcelona. Es miembro del comité científico de ATTAC

    En la distintas intervenciones editadas en este “espacio público”, una docena, han aparecido muchas cuestiones relacionadas con la renta básica (RB), la renta mínima de inserción (RMI) y el trabajo garantizado (TG). Resultaría largo y poco útil tratar de responder a todas las cuestiones que han ido escribiéndose a partir de las preocupaciones e intereses respectivos de las distintas personas que han participado. Me limitaré a unas cuantas que, por repetidas en otros foros o por más o menos extendidas socialmente, creo que son merecedoras de alguna atención especial. Hay quien ha escrito que la RB no es la mejor...
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  • Guilermo Fernández Maíllo

    Sociólogo y trabajador social del Equipo de Estudios de Cáritas Española y del Comité Técnico de la Fundación FOESSA .

    Siete años de crisis. Millones de personas que han visto trastocados sus proyectos vitales y sus formas de responder a las necesidades cotidianas. En muchos casos, por suerte, solo ha sido un ajuste, pero en otros muchos ha sido un cambio radical. El grupo de personas que se encuentran en el espacio de total integración se ha convertido en una estricta minoría. Aquellas que se encuentran en el espacio de la exclusión han aumentado un 45por ciento. Pero más grave aún, aquellos que se encuentran en la exclusión más severa, ya suponen 5 millones de conciudadanos. Los Servicios Sociales públicos...
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  • Diosdado Toledano

    Representante Comisión Promotora ILP Renta de Garantía Ciudadana (RGC)

    Este derecho fundamental para superar la pobreza en Catalunya y garantizar la dignidad de las personas se encuentra en una etapa decisiva para su aprobación como Ley. La propuesta de ley de la Renta Garantizada de Ciudadanía (RGC), tras superar una larga carrera de obstáculos a lo largo de dos años y medio, desde la aceptación de esta Iniciativa Legislatura Popular (ILP) por la Mesa del Parlament a principios de 2013, acaba de entrar en la fase de ponencia, debate de enmiendas y votación. Si una mayoría de grupos parlamentarios cumplen con su deber y respetan las “líneas rojas”...
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  • José Antonio Herce

    Profesor de Economía en la U. Complutense de Madrid. Director Asociado de Afi

    No creo que haya nadie que no esté de acuerdo con una afirmación del tipo “la pobreza es abominable y hay que luchar para eliminarla o, al menos, reducirla en la medida de lo posible”. De hecho, todas las sociedades mínimamente avanzadas disponen de esquemas fiscales y sociales que de una u otra manera contienen la pobreza dentro de ciertos límites. Pero la pobreza entre los individuos y los hogares es un problema dinámico y relativo. La pobreza tiene muchas raíces que la nutren y, a la vez, la arraigan. La pobreza, lo cual es aún más terrible, se reproduce,...
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  • Lluís Torrens

    Economista. Gerente del Public-Private Sector Research Center del IESE

    No deja de sorprenderme que en el año 2015, después de siete años de profunda crisis, con ocho millones de parados entre oficiales y desalentados surja una propuesta tan poco ambiciosa o movilizadora como dar una renta de 426 euros a todos los parados sin ingresos. Tras 4 años de las movilizaciones del 15-M,la sociedad aplastada por la crisis se ha organizado y ha dado un vuelco impredecible hace quince meses a la situación municipal en España. Mientras, a los sindicatos mayoritarios y algunos partidos de izquierda se les ocurre que hay que proponer medidas que encajen dentro de lo...
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  • Falsas disyuntivas

    15/06/2015

    Carlos Javier Bugallo Salomón

    Licenciado en Geografía e Historia. Diplomado en Estudios Avanzados en Economía.

    Me ha gustado mucho la intervención inteligente y minuciosa de María Eugenia R. Palop. Sin embargo discrepo del enfoque que le ha dado, pues no creo que las propuestas de la Renta Básica y el Trabajo Garantizado sean en sí mismas radicalmente opuestas, sino por el contrario, complementarias. Además, si hubiera que establecer un orden de prelación me inclinaría por la Renta Básica, porque es la que más ha calado en la población y ha sido asumida ya por las estupendas Marchas por la Dignidad. Y ello a pesar de que, intelectualmente, prefiero la propuesta del Trabajo Garantizado, que está...
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  • María Eugenia Rodríguez Palop

    Eurodiputada de Unidas Podemos. Titular de filosofía del Derecho en la Universidad Carlos III de Madrid.

    El trabajo (remunerado, se entiende) nace con la persona, nos define como seres en sociedad, pero no parece posible desligarlo de la explotación y la opresión. Estas dos sentencias unidas en la misma frase, deberían sumirnos en la más profunda de las perplejidades. Podría decirse que los defensores del Empleo Garantizado (DEG) asumen la primera, pero no la segunda, y que los de la Renta Básica (DRB) asumirían la segunda, pero no la primera. ¿Es esto así? Está claro que tanto los DEG como los DRB otorgan un amplio margen de maniobra al asalariado a la hora de negociar sus...
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  • José Antonio Noguera

    Sociólogo y miembro del Consejo Ciudadano de Podem-Catalunya

    Vivimos una situación de emergencia social. La última oleada de la Encuesta de Condiciones de Vida, publicada hace unos días, confirma que la tasa de pobreza sube a pesar de que el umbral de pobreza baje. Los datos de pobreza anclada, de pobreza severa, y de carencia material son sencillamente espeluznantes. Atender esta situación es una prioridad absoluta que no debe perderse en un brindis al sol ni en debates estériles. Se requiere una acción realista pero decidida, un programa de garantía de rentas ambicioso pero viable aquí y ahora. Aunque se trata de un indudable avance respecto de la situación...
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  • Carolina del Olmo

    Directora de Cultura del Círculo de Bellas Artes de Madrid y ensayista

    La primera vez que oí hablar de una renta básica universal incondicionada (en adelante RB) no daba crédito a lo estúpida que me pareció la idea. ¿Universal e incondicionada? O sea, ¿una renta para todo el mundo, con independencia de si necesitas dinero o nadas en la abundancia? ¿No es mucho más razonable dar dinero solo a los pobres? ¿Reformar o dotar mejor las rentas mínimas de inserción existentes? Afortunadamente, antes de lanzarme a ridiculizar la propuesta, me informé un poco mejor. La RB no es un dinerillo extra para gastar en lo que uno quiera, la RB es una...
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  • Carlos Susias

    Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN)

    Porque tras casi una década anclada en el 20%, entre las más altas de la UE, la tasa de pobreza relativa —personas con menos del 60% de la mediana de la renta de la población— escaló en 2013 al 22%, lo que suponen más de 10 millones de personas. La tasa de personas en riesgo de pobreza y exclusión, que mide también la privación material y la baja intensidad del empleo, llega casi al 30% (29,2%), siendo peor la situación de la infancia. Estos datos de la ECV del INE, de mayo de 2015, por todos conocidos, indican que es...
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  • cperez

    Miembro del Observatorio de Renta Básica de Ciudadanía de Attac Madrid

    Tras las primeras Leyes de Pobres (Poor Laws) promulgadas a comienzos del siglo XVII con el propósito facilitar auxilio a los pobres de Inglaterra, en 1795 entró en vigor la denominada ley de Speenhamland, reguladora de un sistema de socorros que vino a reforzar poderosamente el sistema paternalista de la organización del trabajo legado por los Tudor y los Estuardo. En un episodio que se ha hecho célebre en la historia de la protección social, los magistrados de Berkshire, reunidos el 6 de mayo de 1795, época de gran escasez, en la posada del Pelícano, en Speenhamland, cerca de Newbury,...
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  • Miguel Laparra

    Director de la Cátedra de Investigación Para la Igualdad y la Exclusión Social (CIPARAIIS) Universidad Pública de Navarra

    La crisis ha sido especialmente injusta y cruel en España con los más pobres, algo que es más una excepción que un tendencia general en la Europa más desarrollada. El 10% más rico ha visto reducidos sus ingresos en un 1,29% mientras que el 10% más pobre han experimentado una bajada de un 42,16% en sus rentas en términos reales entre 2007 y 2012. Los ingresos de las personas en situaciones de pobreza extrema se encuentran cada vez más lejos de los de la media de la población. Si vamos más allá de los indicadores relativos de pobreza y establecemos...
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  • antonioantonm

    Profesor honorario de Sociología - Universidad Autónoma de Madrid

    Considero que hay que abandonar el modelo ‘ortodoxo’ de RB, sus principios centrales, y crear otro enfoque, reformulando las características de una renta social, igualitaria y solidaria, tal como detallo en el texto adjunto. Parto de un modelo social con una perspectiva transformadora con la ampliación de los derechos sociales, con el objetivo de avanzar en la igualdad y promoviendo los valores de la solidaridad y la cultura de la reciprocidad, para garantizar la libertad y el acceso a la ciudadanía de todas las personas. Eso me lleva a tratar y formular de otra manera los criterios de universalidad e...
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  • […] Alejar a la economía de la recesión no es lo mismo que sacar a las personas de la crisis. A pesar de los datos de crecimiento económico de los últimos trimestres, la cifra de demandantes de empleo supera con creces los 5,5 millones de personas, de ellos más de la mitad son mujeres, y el número de desempleados de larga duración se sitúa cerca de los 3 millones de personas.  […]
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  • José María Herreros

    Observatorio de Renta Básica de Attac Madrid

    La propuesta de los sindicatos CCOO y UGT de una Prestación de Ingresos Mínimos viene a ser una variante de las Rentas Mínimas de Inserción que vienen aplicándose bajo diferentes condiciones y con diversas cuantías a nivel autonómico y no supone diferencias conceptuales con respecto a algunas propuestas que desde diferentes organizaciones políticas hemos escuchado en periodo electoral. Viniendo además del mundo sindical pudieran parecer lógicas algunas de las características que se recogen en la propuesta, como su temporalidad hasta que se concrete la recuperación del empleo y que este sea de calidad, pero sorprende que...
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  • Carlos Javier Bugallo Salomón

    Licenciado en Geografía e Historia. Diplomado en Estudios Avanzados en Economía.

    Deseo participar en este Debate incorporando al mismo un documento que ya aporté hace unos meses, cuando en Público.es se discutió el tema de la Unión Europea. Es un documento sobre la Renta Básica. La Renta Mínima de Inserción, la Renta Básica y el Trabajo Garantizado son las tres propuestas que hoy están sobre la mesa para abordar los problemas del desempleo y de la pobreza masiva que hoy aquejan a nuestro país; y que no sólo no preocupan en absoluto a nuestro Gobierno conservador, sino tampoco, como evidencia el caso de Grecia, a las autoridades de la Unión Europea....
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  • Daniel Raventós

    Editor de Sin Permiso, presidente de la Red Renta Básica y profesor de la Universidad de Barcelona. Es miembro del comité científico de ATTAC

    Me invitan a participar en este “espacio público”. Ineludiblemente, tendré que repetir, quizás con palabras algo distintas, lo que con otros colegas o en solitario he escrito y defendido en distintos foros académicos, o en debates dentro de movimientos sociales o de algunos partidos políticos. Empecemos por la conclusión: la renta mínima garantizada (RMI) que proponen CCOO y UGT es un desastre.Entiéndase bien de entrada antes de despertar suspiros y reacciones más o menos hostiles: respecto a la situación que tenemos actualmente, la RMI algo ayudaría a algunas personas, sin duda, pero respecto a lo que se sería necesario...
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