Una educación hacia fuera

  • Pedro Fernández de Castro

    Pedro Fernández de Castro

    Doctorando en Humanidades y Comunicación en la Universitat Oberta de Catalunya

En el arranque del texto de apertura de este debate se plantea, con acierto, que para hablar de política educativa es necesario entender por qué se producen tensiones en la educación, lo que lleva inmediatamente a pensar en torno a qué concepción de la educación tenemos. En esta intervención pretendo indagar en las tensiones epistemológicas que generan los modelos que enmarcan el desarrollo de las políticas educativas. Por tanto, más que una reflexión sobre la propia LOMLOE, se trata de criticar a los actuales modelos en pos de abrir el campo de elaboración de otros que puedan dar lugar, en última instancia, a leyes que orienten a la educación hacia propósitos emancipatorios. Esto supone entender la educación, en lugar de como adiestramiento y disciplina para encajar a los individuos en un rol productivo en la sociedad en la que se insertan, como el conjunto de teorías y prácticas que posibilitan transformar la realidad dada mediante pensamientos y acciones autónomos tanto de uno mismo como con los demás [1].

A partir de la Ilustración, el paradigma dominante en la educación ha sido el del “acceso al conocimiento” [1]. Para ser un ciudadano de pleno derecho y poder participar en la sociedad es condición necesaria contar con formación en una serie de materias. Así se originó la educación universal, obligatoria y pública, lo cual fue un enorme avance puesto que supuso un amplio proceso de democratización de la sociedad. Ahora bien, esta es solo una parte de esa historia. La contraparte es que esa promesa democratizadora no llegó a materializarse por completo.

Las enormes posibilidades abiertas entonces se cerraron a continuación puesto que los conocimientos considerados “válidos” no han sido objeto de deliberación. Es necesario preguntarse cuáles son esos conocimientos, quién los establece y con qué objetivo. Solo así es posible dilucidar si el acceso al conocimiento se vincula con la democratización de la sociedad o si meramente se trata de un adiestramiento y disciplina para insertar a la población en el sistema de producción. La decisión acerca de qué conocimientos son dignos de ser enseñados y cómo transmitirlos queda restringida a los que “ya saben”, élites expertas con intereses específicos.

Esto no hace más que reproducir el esquema platónico-idealista, dando mucha más importancia a conocimientos que se enfocan principalmente a disciplinas exclusivamente intelectuales (matemáticas, biología, lengua, etc) separadas de toda aplicación concreta; marginando conocimientos prácticos (cuyo ejemplo más claro es la situación de la Formación Profesional en el actual sistema educativo). El acceso al conocimiento se traduce en un marco de control en el que los sujetos (convertidos en objetos) son tratados como “menores de edad”: no saben nada, por lo que tienen que asimilar determinados conocimientos en una educación normativa que se enfoca en reproducir los valores socialmente aceptados [2], a riesgo de quedar excluidos de la sociedad si no cumplen con los requisitos.

Si bien el paradigma del acceso al conocimiento sigue condicionando la educación, en la actualidad encontramos otro paradigma, desarrollado en el marco de la Posmodernidad, que está ganando terreno, y que Marina Garcés denomina “aprender a aprender” [1]. Si bajo el acceso al conocimiento la cuestión clave es saber o no saber, con los derivados efectos de discriminación y opresión, ahora el centro se traslada a los aprendizajes y las competencias. A priori, este modelo desemboca en un marco de libertad, donde resuenan abundantemente palabras como “comprensión” y “empatía”, se anima a los educandos a construir sus propios conocimientos y se tiende a evitar la puesta de normas y reglas para respetar su autonomía [2].

Aunque este modelo supone una apertura en tanto que permite poner en cuestión los conocimientos legitimados y a quienes los legitiman puesto que pone el foco en las capacidades individuales y la situación personal de cada educando, precisamente por eso es perfectamente funcional a las dinámicas atomizadoras y competitivas que rigen la sociedad actual. La consecuencia es que se valora a los educandos según su “talento” y su “potencial” desde una lógica extractiva: hay que sacar todo el valor disponible para rentabilizarlo. De nuevo se produce automáticamente una marginación, aunque desde otra perspectiva: quienes no den el rendimiento necesario o, al menos, el que se espera de cada cual son etiquetados como residuales. Así, uno es libre en la medida que su comportamiento se adapte a los indicadores de eficacia y productividad.

Los debates en educación que, aplicando estos modelos de un modo u otro, contraponen conocimientos o aprendizajes, contenidos o competencias, además de encontrarse en un falso dilema, omiten los efectos de “cronificación del sujeto” [2], es decir, la reproducción, e incluso aumento, de las desigualdades entre quienes disponen del capital económico, social y cultural para aprovechar las oportunidades del sistema educativo actual y quienes se encuentran de partida en una posición subordinada en la estructura social.

Una educación social y digital para el siglo XXI

El punto de partida de lo que podría ser apenas un esbozo de un paradigma educativo radicalmente emancipatorio necesita dejar atrás tanto el modelo del acceso al conocimiento ordenado y legitimado desde arriba, como el del diseño y gestión de los comportamientos a través de unas determinadas competencias. Las posibilidades emancipatorias de ambos modelos han quedado constreñidas mediante la apropiación y el formateo de toda innovación educativa a la reproducción del orden establecido. Una educación subversiva, por contra, puede ser aquella que reelabore su relación con lo desconocido. Los paradigmas dominantes coinciden en asumir lo desconocido como un territorio a descubrir, conquistar y explotar, y la ignorancia como un enemigo al que combatir. Luz y oscuridad como una dicotomía enfrentada y el algoritmo como el brillo omnipresente que elimina cualquier rastro de sombra. La cuestión está en que un exceso de luz también ciega, ocultando tanto los sesgos y prejuicios sobre los que se construye el conocimiento legitimado, como otros conocimientos y formas de vida no codificados.

El reto de una educación del siglo XXI sería, entonces, una que aprendiese y enseñase a acoger y experimentar la desproporción entre lo que sabemos y lo que no sabemos [1]. Esta propuesta supone concebir la educación como un espacio abierto a la incertidumbre, donde el futuro no es perfectamente predecible y para el que, como dijo W. Benjamin, “el pasado guarda los recursos para la renovación del presente”. Una educación así no puede nacer de la obligación sino del deseo de explorar conjuntamente (educadores y educandos) una relación entre lo conocido y lo desconocido no conflictiva, sino generativa. Ante la educación como la asignación de futuros predeterminados, la educación como “antidestino” [2]. Para ello, es necesario elaborar un modelo educativo estructural que rehaga su relación con lo social y lo digital.

La reducción de la educación al aula/escuela como prácticamente la única institución educativa oficial y legítima es un sinsentido en la época actual, si no lo ha sido siempre. Al menos, si de lo que se trata es de que la educación sirva para algo más que para la inserción en un mercado laboral hipercompetitivo y precarizante. Si, en efecto, el propósito de la educación es formar a una ciudadanía crítica y participativa en los asuntos públicos no habrá más remedio que abrir los espacios educativos y tejer vínculos con lo que ocurre “fuera”. La educación abordada desde esta perspectiva ya tiene nombre – educación social – y se trata de un campo que, por estar encuadrado en las políticas sociales, suele estar ausente del debate en las políticas educativas. Pero, precisamente de lo que se trata es de que las políticas sociales y las políticas educativas dialoguen y se combinen. La educación social, entendida como el conjunto de prácticas educativas enfocadas en la inclusión social de las personas en la realidad de su época, tiene la potencia de ampliar la extensión y la intensidad de las instituciones educativas actuales. Desde la concepción de que las teorías y las prácticas educativas han de estar en movimiento, no solo adaptándose a la sociedad sino también transformándola, es necesario pasar de un aula con contenidos y metodologías atascados en un bucle y desconectados de la realidad, al aula como un nodo más de una red socioeducativa que habite en las bibliotecas, los museos, los centros sociales, culturales y juveniles, las calles y las plazas… y en el entorno digital.

Si se trata de conectar la educación con lo social es ineludible abordar el papel de las tecnologías y medios digitales. Es una obviedad que lo digital cada vez ocupa un lugar más central en todos los aspectos vitales, y la educación no es una excepción. También es obvio la pandemia ha supuesto un punto de inflexión en cuanto a la adaptación forzosa de las instituciones educativas al entorno digital para poder continuar con su actividad. La cuestión es cómo y en qué dirección. La aceleración de la digitalización en la educación tiende a la privatización (incluso en la educación pública) a causa de la contratación de servicios corporativos (Google, Microsoft, etc) en lugar del desarrollo de alternativas de hardware/software libre, públicas y soberanas. Estas empresas se benefician gracias a la datificación cada vez más extensiva e intensiva de la educación mediante la generación de perfiles del estudiantado, que contribuye a predeterminar los futuros de cada persona, etiquetando y categorizando según competencias y rendimiento, lo que luego, en conjunto con los datos extraídos en el resto de ámbitos, condiciona las posibilidades vitales (prestaciones sociales, créditos, oportunidades laborales, etc). Por tanto, ante la implantación irreflexiva de tecnologías digitales en las aulas, es urgente elaborar propuestas de educación digital que fomenten una comprensión crítica del entorno digital en combinación con una experimentación de sus posibilidades emancipatorias.

Quizás así, haciéndome eco de las luchas psicodélicas de los 60-70, la educación y las tecnologías digitales no sirvan para encontrar trabajo, sino para liberarnos de la necesidad de trabajar…

Notas:

Si este texto fuera una canción, sería un remix de dos libros. La base es [1] Escuela de Aprendices (Galaxia Gutenberg, 2020) de la filósofa Marina Garcés, concretamente el capítulo 6 “Atrévete a no saber”, cuya síntesis me ha servido de esquema. Le he añadido los ritmos que compuso la pedagoga Violeta Núñez en [2] Pedagogía Social: Cartas para navegar en el nuevo milenio (Santillana, 1999), en especial del capítulo 1 “La pedagogía social”. Por último, ha resonado mientras escribía el texto La educación según John Dewey (Los libros de fronterad, 2017) de la colección elaborada por la filósofa Maite Larrauri y el ilustrador Max “Filosofía para profanos”.

Otras intervenciones en el debate

Intervenciones
  • Ana Molina Rubio

    Profesora de Pedagogía jubilada

    “¿Y después de la Lomloe, qué?” Desde mi experiencia como formadora de docentes, me atrevo a aportar esta reflexión personal en respuesta a la pregunta con que se inició este debate. A mi entender, la incidencia de la nueva ley de educación dependerá de la voluntad de mejora de la enseñanza por parte de quienes tienen los medios y el poder de decisión en este campo. Y podría tomarse como uno de los indicadores de esa voluntad la atención que se preste, tanto en la legislación como en los presupuestos, a quienes ejercen la docencia en las instituciones escolares....
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  • Carlos Javier Bugallo Salomón

    Doctorando en Comunicación e Interculturalidad en la Universidad de Valencia. Diplomado en Estudios Avanzados en Economía. Licenciado en Geografía e Historia.

    Deseo exponer aquí un breve esbozo de lo que ha sido la aportación del marxismo a la teoría de la educación. Creo que esta cuestión tiene su importancia en base a las siguientes consideraciones. En primer lugar porque resulta difícil encontrar en los debates públicos referencias a la teoría educativa del marxismo, salvo que se consulten monografías o artículos sobre historia y teoría de la educación. En segundo lugar porque la teoría educativa del marxismo es importante y ocupa un lugar central dentro de su filosofía humanista, la cual ha sufrido graves intentos de erradicación tanto teóricos (Louis Althusser) como...
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  • Pedro Fernández de Castro

    Doctorando en Humanidades y Comunicación en la Universitat Oberta de Catalunya

    En el arranque del texto de apertura de este debate se plantea, con acierto, que para hablar de política educativa es necesario entender por qué se producen tensiones en la educación, lo que lleva inmediatamente a pensar en torno a qué concepción de la educación tenemos. En esta intervención pretendo indagar en las tensiones epistemológicas que generan los modelos que enmarcan el desarrollo de las políticas educativas. Por tanto, más que una reflexión sobre la propia LOMLOE, se trata de criticar a los actuales modelos en pos de abrir el campo de elaboración de otros que puedan dar lugar,...
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  • Begoña López

    Grupo ASPASIA

    La LOMLOE es la primera Ley educativa en España que señala como eje principal de la misma los Derechos de la Infancia, concretamente en su Preámbulo, que debe impregnar todo el desarrollo de la misma, señala: "la Ley incluye el enfoque de derechos de la infancia entre los principios rectores del sistema, según lo establecido en la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas (1989), reconociendo el interés superior del menor, su derecho a la educación y la obligación que tiene el Estado de asegurar el cumplimiento efectivo de sus derechos[1]". Son muchos los retos a los que se...
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  • Pedro Badía

    Secretaria de Política Educativa. Políticas de Infancia y Política Institucional. FECCOO.

    ¿Es medible el esfuerzo? ¿es mucho esfuerzo, poco esfuerzo, medio esfuerzo el que hacen a diario los más de 2000 niños y niñas de La Cañada, que sin luz eléctrica realizan sus tareas escolares, se asean para asistir a la escuela limpios, se abrigan con siete capas para poder aguantar el frío invierno de Madrid dentro de sus casas y seguir con sus vidas? Si esos fueran los indicadores de una ‘ambigua cultura del esfuerzo’ estos niños y niñas obtendrían los mejores resultados. Los niños y las niñas de la Cañada Real, Madrid, se esfuerzan, su situación vital, económica,...
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  • Libertad Benítez

    Orientadora educativa en el IES Federico García Lorca de La Puebla de Cazalla. En la actualidad, Portavoz y Secretaria de Servicios Públicos y Cuidados de Podemos Andalucía. Militante del SAT

    El pasado mes de octubre la presidenta de la Comunidad de Madrid, en una de sus intervenciones en la Asamblea, clavó un mensaje en los titulares y cabeceras de diferentes medios –No podemos regalarle a todo el mundo la educación porque el sistema no sería sostenible–. Cuando Díaz Ayuso equipara educación a regalo, lo que pretende es borrarnos como pueblo, porque la educación como derecho es una conquista social del pueblo en las calles. Cuando dice sistema, en realidad está hablando del lobby de la educación privada, y la educación como derecho es un peligro para sus negocios y sus...
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  • Agustín Moreno

    Profesor de instituto, miembro de Marea Verde y actualmente diputado de Unidas Podemos en la Asamblea de Madrid

    La educación no es neutra, cada tipo de educación tiene coherencia con un modelo social y político determinado. Paulo Freire contraponía una educación bancaria a una liberadora. Enseñar a pensar o enseñar a obedecer. De eso se trata: de ser súbditos y sumisos o ciudadanos libres y críticos en una sociedad a la medida del ser humano. Por ello, hay que seguir preguntándose sobre la finalidad de la educación y analizar las presiones que se ejercen sobre ella. 1.La finalidad de la educación es ayudar a cada ser humano a desarrollar capacidades y valores para transformar y mejorar la sociedad....
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  • Rosa Cañadell

    Licenciada en Psicología. Profesora. Articulista. Co-fundadora del SIEC (Seminari Ítaca d’Educació Crítica).

    Ya hace tiempo nos anunciaron que los estudiantes, con la nueva Ley LOMLOE tendrán que memorizar menos y “saber hacer más”. Es lo que se viene a llamar “enfoque competencial” y que se pretende imponer en todas las etapas educativas obligatorias y también en el Bachillerato. De hecho, tampoco es nada nuevo, ya en la LOE del 2006 se citaban las “competencias educativas”, lo que entraba en gran contradicción con una enumeración exhaustiva de los contenidos a impartir. Ya en el 2014, La Unión Europea en sus “Líneas programáticas de la Política educativa” alertaba de la necesidad de “cambiar el...
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  • Joan Mena Arca

    Licenciado en Filología Hispánica. Diputado por Barcelona.

    Los dos elementos que han centrado el debate educativo en España en los últimos meses han sido la nueva Ley de Educación (LOMLOE) y las partidas de los Presupuestos Generales del Estado, ahora en tramitación en el Congreso, destinadas a Educación. Ambos debates tienen en común que, finalmente y tras muchas movilizaciones en la calle y un gobierno de coalición que apuesta decididamente por la educación como elemento vertebrador de la corrección de las desigualdades, dejamos atrás la senda de la austeridad marcada por los gobiernos neoliberales en España y los años de utilización de la educación como arma...
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  • Álvaro Choi

    Profesor de Economía en la Universidad de Barcelona

    Diría que, por lo general, no nos gusta ser evaluados. Hacer exámenes. Pasar oposiciones. Que pongan la lupa sobre nosotros. Ver qué hacemos bien y bueno, qué no tanto. Y, sin embargo, bien diseñada, la evaluación es una de las mejores herramientas de las que disponemos para aprender y mejorar. El sistema educativo no es una excepción en este respecto. Ahora bien: ¿Qué papel debe jugar la evaluación en el sistema educativo? ¿Qué debe evaluarse? ¿Qué agentes –alumnado, profesorado, dirección, centros o, incluso, el sistema en su conjunto- deben ser evaluados y cómo? ¿Qué consecuencias debe llevar aparejada la...
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  • Ciro Melchor del Río

    Licenciado en CC. Políticas y Sociología por la UGR, profesor de secundaria de Geografía e Historia

    Para la mayoría de los profesores, las leyes educativas pasan sobre nuestras cabezas como un avión a punto de aterrizar en un aeropuerto cercano. Hacen mucho ruido y llaman la atención durante un momento. Al igual que sucede con los aviones no sabemos con exactitud ni de dónde vienen ni lo que llevan dentro. Lo que tenemos claro es que nuestra capacidad para alterar su curso es escasa y que en breve sus puertas se abrirán dejando ver su interior. Por fuera todos los aviones son parecidos, podemos distinguir alguna cualidad notable, como el número de motores, la compañía...
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  • Rosa India Herrera

    Licenciada en Psicología por la UGR (2002), trabaja como orientadora educativa en la Junta de Andalucía desde Septiembre de 2016 como funcionaria.

    La atención a la diversidad es un tema recurrente en la normativa y en las conversaciones que se escuchan en los centros educativos y entre las familias. Los diversos desarrollos normativos han supuesto una evolución en la atención que recibe el alumnado con necesidades, así hemos pasado de un modelo de escuela segregadora (en la que lo único importante es que el alumnado alcance un objetivo académico dejando de lado la socialización o la aceptación de la diversidad en la vida) a un modelo integrador (LOGSE-LOCE, en el que se intenta que la mayor parte del alumnado sea atendido en...
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  • Pedro González de Molina Soler

    Profesor de Geografía e Historia

    Hay suficiente evidencia empírica por la que sabemos que la situación económica de los padres y madres (situaciones de desempleo, pobreza, etc.) afecta al rendimiento escolar del alumnado. También el rendimiento es afectado por las expectativas que se puedan generar para el empleo y el futuro en el barrio donde vivan. El ecosistema donde esté radicado el centro escolar, al igual que el alumnado que asiste al mismo, se ve influido por dicho ecosistema y ambiente, y este influye en las desigualdades que hay entre el alumnado, que se dan mayoritariamente fuera de las aulas. En una situación donde...
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  • Xavier Martínez-Celorrio

    Profesor de Sociología en la Universidad de Barcelona y autor de Educación y movilidad social en España (2012) / @xaviermcelorrio

    En la sociedad española continúa predominando un fuerte igualitarismo que defiende el protagonismo del Estado en la provisión de la educación, aunque permitiendo también la financiación pública de la red concertada. En el fondo, la ciudadanía ratifica el marco que fue regulado por la LODE (1985) otorgando a la red pública su papel vertebrador y predominante. Al menos así se constataba en la última fuente disponible (CIS 2765, junio de 2008): • el 87% de la ciudadanía es favorable a que la educación sea pública y financiada mediante impuestos; • aunque no sea contradictorio a que otro 39% sea...
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  • Gloria Pilar Santiago Camacho

    Vicepresidenta del Parlament de les Illes Balears. Diputada por Ibiza. Responsable de Educación en el Grupo Parlamentario de Unidas Podemos.

    En el siglo pasado, dirigentes de toda índole comenzaron a nombrar en sus discursos el ideal de la igualdad de oportunidades. Especialmente, la izquierda asumió en todos sus programas electorales medidas educativas que garantizaban el derecho universal a la educación. Para la clase trabajadora, ir a la escuela era la única manera de mejorar sus condiciones de vida. Este ideal se corrompió con la ideología neoliberal que a partir de los 80 empezó a colonizar el pensamiento dominante occidental, un pensamiento que mide el éxito de las personas según un supuesto esfuerzo y las hace responsables de su destino sin...
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  • Aurora Ruiz González

    Coordinadora del Colectivo Lorenzo Luzuriaga. Profesora jubilada de Física y Química de Educación Secundaria. Directora General de Educación de la Comunidad de Madrid (1983-1995).

    La ley orgánica 3/2020 de 29 de diciembre (LOMLOE) manifiesta en su preámbulo que la finalidad de dicha ley es “aumentar las oportunidades educativas y formativas de toda la población, contribuir a la mejora de los resultados escolares del alumnado, y satisfacer la demanda generalizada en la sociedad española de una educación de calidad para todos”. Es una declaración de intenciones para lograr un Sistema Educativo equitativo, inclusivo y de calidad, lo que implica proponer dos importantes desafíos a la Educación española. El primero de ellos es el restablecimiento del equilibrio constitucional, gravemente dañado, entre el derecho a la...
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  • Marià de Delàs

    Periodista

    Existen diferentes formas de entender la educación. Así lo expone con claridad José Saturnino Martínez en el texto de apertura de este debate, en el que insiste en la importancia de considerar el estudio como un fin y no como un medio para alcanzar recompensas en forma de notas, de “pase hacia el ascensor social” o de posibilidades de llevar una vida digna. En su ponencia pone en cuestión la idea según la cual la educación solo tiene sentido en la medida en que representa “un bien de salvación”. En sentido contrario lo que plantea es que “el premio por...
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  • Rodrigo Plaza

    Profesor de secundaria y responsable de Formación Profesional de la Federación de Educación de CCOO Cataluña

    El curso 2021-22 muchas familias lo recordarán por el retorno a la normalidad en las aulas y en las actividades sociales y culturales, pero otras lo recordarán como el año en qué se quedaron sin la plaza de FP que deseaban cursar y tuvieron que elegir otra opción educativa, ajustar su economía para pagar por el ciclo deseado o abandonar el sistema educativo a la espera de conseguir plaza más adelante. Y es que el boom de la formación profesional que supuestamente ha pillado desprevenidas a las administraciones educativas pone de manifiesto la ineficacia de las políticas educativas en materia...
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  • Cynthia Martínez Garrido

    Profesora del área de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación de la Universidad Autónoma de Madrid

    Desde que en el año 2018 saliera a la luz un estudio[1] en el que se comparaba el nivel de segregación escolar en España con el resto de países de la Unión Europea, el debate acerca de la segregación de nuestras escuelas se ha puesto en boca de todos. Familias, docentes y políticos han opinado, argumentado y hasta puesto en marcha lo que pueden ser unos inicios interesantes para luchar contra la segregación escolar. Así lo ha sido, por ejemplo, la propuesta incorporada en la famosa Ley Celaá para acabar con la separación por sexo de los estudiantes en...
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  • Luis García Domínguez

    Director IES Puerta Bonita de Madrid. Presidente Asociación de Centros de FP FPempresa.

    La situación de la Formación Profesional del sistema educativo en España ha recorrido una trayectoria compleja desde el punto de vista del marco normativo arrancando desde la Ley de Formación Profesional Industrial de 1955, pasando por la Ley General de Educación de 1970 y la LOGSE de 1990 hasta la hoy vigente Ley de las Cualificaciones y de la Formación Profesional de 2002, llegando el actual Proyecto de Ley de FP aprobado hace unas semanas por el Consejo de Ministros y que actualmente se encuentra en su trámite parlamentario. Obviamente en estos 75 años el país ha cambiado radicalmente...
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  • Carmen Heredero

    Miembro del Consejo Escolar del Estado por la Federación de Enseñanza de CCOO

    Como nos dice la experiencia, la tarea más dificultosa de las que conlleva cada nueva ley no es su elaboración y aprobación, con serlo y mucho, en ocasiones, sino su puesta en práctica, su aplicación. No ha sido fácil el camino recorrido hasta la aprobación de la LOMLOE: van a cumplirse 8 años de ley Wert, tan rotundamente rechazada, y ha sido necesario mucho debate y la movilización de muchos sectores sociales progresistas, hasta conseguir una correlación de fuerzas suficiente para derogarla y aprobar una nueva ley. Pero aún queda lo más difícil, llevarla a efecto. Los pasos que vienen...
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  • Eduardo Sabina Blasco

    Profesor Enseñanza Secundaria y Representante sindical del profesorado por FETE-UGT. Jubilado.

    El Sistema Educativo de cualquier país debe tener como objetivo, además de los aspectos formativos del alumnado, la integración social de la ciudadanía en el marco de la igualdad de oportunidades. La Educación tiene que ser el instrumento que permita a cualquiera el acceso a los niveles sociales y profesionales acordes con sus capacidades e intereses, lo que se viene a denominar coloquialmente el ascensor social. Para ello la equidad en el sistema es fundamental, entendiendo que esta no es dar lo mismo a todo el alumnado, sino adecuar los recursos para que aquel que más necesite tenga más...
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