Algo más que propuestas socialdemócratas para salir de la austeridad

  • Francisco Javier Braña Pino

    Francisco Javier Braña Pino

    Investigador asociado en el Instituto Complutense de Estudios Internacionales (ICEI)

08.06.2016

Debate principal: ¿Hacia dónde nos conduce la austeridad?

Al leer las contribuciones a este debate lo primero que se me vino a la cabeza son las tres frases citadas de ‘Alicia a través del espejo’, de Lewis Carroll:

-“Cuando yo uso una palabra –insistió Humpty Dumpty con un tono de voz más bien desdeñoso– quiere decir lo que yo quiero que diga. Ni más ni menos.

-La cuestión –insistió Alicia– es si se puede hacer que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes.

-La cuestión –zanjó Humpty Dumpty– es saber quién es el que manda…, eso es todo.”

Y está claro quién manda y lo que significa hoy la palabra austeridad. ¿Alguien cree que los miembros del Eurogrupo, o los altos gerifaltes de la Comisión Europea han leído a Berlinguer? Incluso me cabe la duda de que hayan leído los informes del Club de Roma.

Por otra parte, en el debate sobre la llamada austeridad expansiva, conviene recordar la endeblez empírica de los cuentos que nos contaron primero Giavazzi y Pagano y luego los que se convirtieron en los reyes del cuentismo, Alesina y Ardagna, como bien resume Marc Blyth en su libro sobre el trabajo de estos dos académicos publicado en 1998: en el mejor de los casos, sólo dos de los diez países examinados permitían sostener que los recortes en el gasto público daban lugar al crecimiento económico (del Producto Interior Bruto), aparte de los problemas econométricos del trabajo, lleno de errores y afirmaciones espurias.

Y dejo a un lado la base teórica en la que se apoyan: la tesis de las expectativas racionales, sobre la que hace ya muchos, muchos años, nadie ha podido encontrar apoyo empírico, por no citar toda la batería de argumentos en contra, teóricos y empíricos, que proporciona la llamada economía del comportamiento o psicología de la economía sobre eso que llaman comportamiento racional.

En fin, aquí sólo de trata de ideología, hasta el punto de llegar a sostener, en el infausto trabajo que Alesina presenta en el Consejo Europeo de Asuntos Económicos y Financieros que tuvo lugar en Madrid en abril de 2010, donde todas las salvedades y precauciones de las afirmaciones recogidas en los trabajos académicos desaparecen, que los recortes que se propugnan en el Estado del Bienestar son de toda justicia, el coste social que van a provocar será retórica desproporcionada; total, el aumento de la desigualdad y de la pobreza no están en la agenda, de lo que se trataba era y es de desmantelar el Estado del Bienestar, aprovechando la derrota y la rendición moral del movimiento obrero organizado (como bien señala Paul Mason en su ensayo Postcapitalismo) y, añado, de la socialdemocracia casi al completo, en la que las opiniones y políticas recomendadas por la mayoría de sus economistas son indistinguibles, cuando no son fervientes partidarios, de las recetas económicas de eso que ha venido en llamarse ordoliberalismo.

Pero hablando de socialdemocracia, me llama poderosamente la atención que uno de los líderes de la coalición que pretende llegar al Gobierno tras las próximas elecciones pretenda recuperar u ocupar la ideología de la socialdemocracia, con la justificación de que Marx y Engels lo eran. No dejo de sorprenderme de cómo se hace política en España pues, hasta donde llegan mis conocimientos, ambos son los que propusieron el comunismo y, por ello, fieros críticos del partido socialdemócrata alemán, ahí están su Manifiesto Comunista y su crítica al programa de Gotha, me imagino que hoy se sentirían ofendidos de que les llamaran socialdemócratas.

Bien es cierto que me parece que el programa de esa coalición es de hecho un programa socialdemócrata, quizás de la socialdemocracia de los años 80, y como tal programa socialdemócrata no pone en cuestión el fondo de las políticas económicas y sociales que nos han llevado a donde estamos, que parten del Tratado de Maastricht, que es lo que a mi juicio hay que rechazar para construir otra Europa. No afrontar el no rotundo a esas políticas, aceptando el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, por mucho que se proponga lo que se califica de una reforma profunda, no nos sacará de la crisis del capitalismo, de la larga y fría noche neoliberal en la que todavía estamos.

No alcanzo a ver qué hay de nuevo en esa socialdemocracia si lo que se propone, por dar algunos ejemplos, es negociar la senda de cumplimiento del déficit, moderando y retrasando su reducción, sin poner en cuestión la ideología (ni los errores teóricos) que hay detrás; propuestas fiscales como el mantenimiento del impuesto sobre la renta dual, que favorece a las rentas del capital (lo que eufemísticamente se pasó a llamar el ahorro, aceptando así las trampas del lenguaje de la economía neoliberal) frente a las rentas del trabajo, proponiendo tan sólo una corrección de esa dualidad; una renta garantizada, siguiendo el fallido ejemplo del País Vasco (como ha puesto de relieve uno de los expertos en ese modelo de rentas mínimas, Iñaki Uribarri), si bien ahora rebajada respecto a la propuesta de las elecciones anteriores, a pesar de las altísimas y persistentes tasas de pobreza y exclusión social, en vez de proponer una renta básica de ciudadanía; etc.

Con lo que seguiremos anclados, de hecho, en el marco ideológico de las políticas de la austeridad y del retroceso de la democracia, que vemos cómo ha sido sustituida por un poder autocrático. Bien es cierto que, en muchas otras áreas, ese programa es un avance importante sobre las políticas sociales neoliberales que se han venido aplicando desde mediados de los años 90 del siglo pasado y, con mayor intensidad, desde la Gran Recesión.

En mi opinión, lo que necesitamos en un nuevo modelo que nos lleve al postcapitalismo, en el que se afronten cuando menos tres retos igualmente importantes: los cambios demográficos en los que estamos inmersos, por un lado la inmigración, por otro eso que los economistas llaman envejecimiento (que yo sepa las poblaciones no envejecen, lo hacen las personas) que exigirán aumentos de la productividad en un marco riguroso de sostenibilidad medioambiental; cómo afrontar la tercera revolución industrial, si efectivamente se cumple que la robotización y los cambios tecnológicos relacionados con la información, el llamado ‘Internet de las cosas’, lleven a que cada vez haya menos empleos y siga empeorando la distribución de la renta y la riqueza; y cómo abordar el cambio climático, más allá de la propuesta de un Plan Nacional de Transición Energética, sin duda un primer paso.

Abordar estos tres retos, junto con el rechazo del Tratado de Maastricht y sus secuelas, sólo se puede hacer, a mi juicio, desde las estructuras del Estado y supone por ello un cambio radical en las relaciones de poder, lo que a juzgar por la historia nunca ha hecho la socialdemocracia. Y tampoco me parece que vaya a bastar con las promesas de la economía colaborativa y del bien común, si negar sus valiosas contribuciones a un cambio de modelo. Seguro que conseguir ese cambio en las relaciones de poder no sea fácil y llevará su tiempo, pero me temo que las propuestas socialdemócratas, las viejas y las nuevas, no nos acercan. Citando de nuevo a Paul Mason: “De poco servirá que emprendamos una defensa inconstante de elementos sueltos del viejo sistema” (Postcapitalismo. Paidós. Barcelona, 2016; página 314).

Otras intervenciones en el debate

Intervenciones
  • Carlos Javier Bugallo Salomón

    Licenciado en Geografía e Historia. Diplomado en Estudios Avanzados en Economía.

    Marx distinguía (en sus ‘Teorías de la Plusvalía’) dos tipos de economistas: por un lado, las personas serias y rigurosas, es decir los buenos profesionales; por otro lado, «los retóricos de largos discursos» y «los vulgarizadores». Entre los primeros yo sitúo a Gabriel Flores, economista al que leo siempre con mucho interés; y entre los segundos, a Luis Garicano por hacer esa defensa a ultranza del liberalismo económico que ninguno de los economistas clásicos, empezando por Adam Smith, se atrevió nunca a realizar. Entrando en materia, me gustaría puntualizar y también ampliar algunas de las ideas vertidas por Gabriel Flores...
    - Seguir leyendo
  • Gabriel Flores

    Economista

    El debate que propone y acoge Espacio Público sobre la austeridad tiene componentes muy diferentes que no son fáciles de deslindar ni pueden ser abordados en todos sus aspectos en aportaciones que deben ser razonablemente breves. Creo, no obstante, que en aras de una mayor claridad en el debate convendría entrar en las diferencias que existen entre los que hemos planteado nuestra oposición al marco ideológico y a los contenidos de la estrategia de austeridad y devaluación salarial impuesta a partir de mayo de 2010 y que han sufrido con especial virulencia los países del sur de la Eurozona. Diferencias...
    - Seguir leyendo
  • Iván H. Ayala

    Investigador del ICEI y miembro de EconoNuestra

    La presente crisis ha tenido consecuencias económicas y sociales sin precedentes en Europa, con casos dramáticos como el de Grecia donde incluso el impacto ha sido peor que el de la Gran Depresión de 1929. En particular los efectos han sido en cada uno de los países netamente diferentes, con unas consecuencias sociales claramente diferenciadas entre el centro y las periferias. Por poner un ejemplo, el incremento del desempleo ha sido mucho más acusado en estas últimas regiones que en los países centrales –o que en la Eurozona-. La política económica de gestión de la crisis en la Eurozona ha...
    - Seguir leyendo
  • Jesús Pichel Martín

    Profesor de Filosofía

    La socialdemocracia fue el resultado de un pacto entre la burguesía capitalista industrial y el movimiento obrero tras la Gran Guerra y la Revolución de 1917. Los partidos y sindicatos obreros renunciaban a la revolución y aceptaban la propiedad privada de los medios de producción y la democracia liberal a cambio del reconocimiento de derechos sociales; la burguesía aceptaba contribuir al sostenimiento de la protección social a cambio de paz laboral. Fue en la Constitución de Weimar de 1919 donde por primera vez aparecen esos derechos como principios constitucionales. Esa fue la base teórica de la socialdemocracia. El neoliberalismo actual...
    - Seguir leyendo
  • Francisco Javier Braña Pino

    Investigador asociado en el Instituto Complutense de Estudios Internacionales (ICEI)

    Al leer las contribuciones a este debate lo primero que se me vino a la cabeza son las tres frases citadas de 'Alicia a través del espejo', de Lewis Carroll: -“Cuando yo uso una palabra –insistió Humpty Dumpty con un tono de voz más bien desdeñoso– quiere decir lo que yo quiero que diga. Ni más ni menos. -La cuestión –insistió Alicia– es si se puede hacer que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes. -La cuestión –zanjó Humpty Dumpty– es saber quién es el que manda…, eso es todo.” Y está claro quién manda y lo que significa hoy la palabra...
    - Seguir leyendo
  • Jorge Uxó

    Profesor de Economía

    Toda estrategia de política económica empieza por establecer un orden de prioridades en los objetivos que se quieren alcanzar, para después seleccionar aquellos instrumentos que mejor pueden contribuir a alcanzarlos. En un país con un 21% de desempleo y una elevada precariedad laboral, con un 28% de la población en situaciones de pobreza o de riesgo de exclusión social, y con un modelo productivo que no ha resuelto los problemas que le llevaron a la crisis (baja productividad, dependencia energética, especialización en sectores de bajo valor añadido), estas prioridades deberían estar claras. Si por algo debemos empezar es por reducir...
    - Seguir leyendo
  • Gabriel Flores

    Economista

    ¿Tendremos austeridad durante mucho más tiempo? ¿Predominarán las fuerzas que intentan mantenerla a toda costa o las que pretenden humanizarla? ¿Hacia dónde nos conduce? Debo reconocer que no sabría responder a esas preguntas, pero creo que tiene algún interés intentar respuestas precavidas y provisionales que contribuyan a señalar los complejos problemas que afronta la Unión Europea (UE) y lo que se juega la ciudadanía europea y española en este viaje. La austeridad imperante en la Eurozona desde 2010 está cargada de ideología. Y por ello resulta tan difícil para sus partidarios (y para algunos de sus detractores) confrontar lo que...
    - Seguir leyendo
  • Bruno Estrada

    Economista, adjunto al Secretario General de CCOO

    Creo que lo más interesante del debate que estamos teniendo en Espacio Público sobre las políticas de austeridad y devaluación salarial imperantes en la zona euro es analizar el horizonte político al que nos conducen. En este sentido, Joaquín Estefanía hace una oportuna cita a Mark Blyth: “la razón de su existencia (de la socialdemocracia) es hacer algo más que simplemente permitir un paraíso para el acreedor en Europa”. Los reiterados y contrastados errores de esta política económica están condenando a una parte importante de los ciudadanos europeos al desempleo, a un profundo deterioro de sus condiciones de trabajo o...
    - Seguir leyendo
  • José Molina Temboury

    Economista y miembro de Economistas Frente a la Crisis

    Un título chocante sabiendo del sufrimiento que la política de austeridad impuesta por la Troika viene causando en grandes porciones de la población de los países que la aplican, incluido España. Pero bajo un sistema que impulsa una desigualdad extrema, creciente y sin límite, caben argumentos tan desquiciados como el propio sistema. Y en este caso no lo es tanto. Basta con preguntarse: ¿un éxito para quién? A los economistas que hace largo tiempo pasamos por la facultad nos enseñaron que el debate debiera ser científico, en el sentido de que si a alguien se le ocurre que una política...
    - Seguir leyendo
  • mrisquez

    Miembro de EconoNuestra y de Economistas sin Fronteras

    La austeridad, entendida ésta como el proyecto político-económico que las élites han articulado como estrategia para la gestión de la crisis en Europa, ¿ha sido un fracaso? Y si es así, ¿para quién? Si partimos del hecho de que las políticas económicas implementadas a lo largo de los últimos años tenían como objetivo trazar un escenario de salida de la crisis basado en un crecimiento sostenido y en una corrección de los factores estructurales que se encuentran en el origen de la crisis, obviamente se trata de un fracaso. Sin embargo, más que de una errónea gestión de la crisis,...
    - Seguir leyendo
  • Jesús Pichel Martín

    Profesor de Filosofía

    Al menos desde las obras de Nietzsche, sabemos que el lenguaje no es neutral: esconde valores y prejuicios, ideología y estrategias de dominación, sentimientos y resentimientos. Cuando un lenguaje logra imponerse, configura la realidad de una determinada forma, de manera que bien puede decirse que el verbo -la palabra- se hace carne. Y el neoliberalismo ha ganado sin duda la partida del lenguaje construyendo términos y expresiones que han saltado de los manuales de economía a los medios y de los medios a la calle hasta ser interiorizados por todos, como si fueran mantras. La lista es interminable. Se habla...
    - Seguir leyendo
  • Mónica Melle Hernández

    Profesora de Economía Financiera, miembro de Economistas Frente a la Crisis y Secretaria General de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas

    A principios de mayo de 2010 se unieron varios factores económicos muy negativos: se había desencadenado la crisis de las deudas soberanas en la UE. Grecia estaba al borde de la quiebra y había peligro de contagio a otras naciones. Y ello se solapaba sobre la crisis financiera de las 'subprimes', afectando gravemente al sistema financiero global. Y coincidieron además factores políticos relevantes: la UE estaba gobernada por una mayoría conservadora, que aprovechaba la situación para imponer su ideología neoliberal. Bajo el argumento de la consolidación fiscal se imponía en los Estados miembros, como vía para prevenir situaciones de insolvencia, una...
    - Seguir leyendo
  • Ramon Gorriz y Manuel Lago

    Secretario de Acción Sindical y economista del Gabinete Técnico Confederal de CCOO

    El negacionismo también está presente en el análisis económico porque por difícil que resulte asimilarlo, hay quien niega los recortes en el gasto público en España. Utilizando torticeramente las dificultades para controlar el déficit y el imparable crecimiento de la deuda, los negacionistas niegan lo evidente: que en 2014 nos gastamos 31.000 millones menos que en 2009 pero, como se han destinado 25.000 millones más a pensiones, 18.000 millones más al pago de intereses de la deuda y 5.000 millones más en gasto energético, en el resto de partidas el gasto se ha reducido en 77.000 millones. Hace unas...
    - Seguir leyendo
  • Carles Manera

    Economistas Frente a la Crisis sobre las políticas de austeridad

    Las políticas de austeridad están fracasando. La afirmación, vehemente, viene avalada por múltiples datos, procedentes de entidades públicas y privadas, que conducen a una conclusión nítida: la situación económica y social ha empeorado, con la aplicación de los recetarios que emanan desde Bruselas y Berlín. Los sacrificios que se exigen a la ciudadanía europea del sur son ingentes. Y difíciles de cumplir, sin erosionar servicios públicos esenciales. La obstinación en mantener las mismas fórmulas que llevan al fracaso constituye la hoja de ruta de los gobernantes europeos. Las cifras del Reino Unido, Francia, Italia, España y la misma Alemania,...
    - Seguir leyendo
  • Nalonso

    Profesora en la URJC y miembro de EconoNuestra

    Sin duda, la ortodoxia liberal es, y ha sido, absolutamente eficaz en la creación de una terminología eufemística y aséptica para denominar medidas, situaciones o políticas que suponen de una u otra forma el empeoramiento de las condiciones de vida y empleo de muchas personas y el enriquecimiento de otras. Claros ejemplos los tenemos en los términos, ya de uso común, como flexibilización, desregulación, liberalización, consolidación fiscal, moderación salarial, reformas estructurales y, por supuesto, austeridad y austeridad expansiva… En el caso concreto del término austeridad, las connotaciones positivas de rigor y moderación frente al despilfarro han enmascarado reducciones del gasto...
    - Seguir leyendo
  • Carlos Javier Bugallo Salomón

    Licenciado en Geografía e Historia. Diplomado en Estudios Avanzados en Economía.

    En el pasado Debate sobre las Migraciones, varios intervinientes apuntaron que las últimas decisiones de las autoridades europeas con respecto a los refugiados políticos en particular, y los inmigrantes en general, permiten fechar con precisión la muerte de Europa en el 20 de marzo del corriente año. Sin ánimo de polemizar, me gustaría decir algunas cosas sobre cuándo creo yo que la idea de una Europa solidaria y humanista se fue al traste - si la izquierda no le pone remedio. En mi opinión ello ocurrió unos pocos años atrás, cuando estalló la crisis de la deuda soberana en Europa....
    - Seguir leyendo

¿Quiéres participar en este debate?

Ve al apartado 'Cómo participar' y revisa los pasos necesarios para poder intervenir en los debates abiertos.