Después del 8-M, ¿hacia dónde va el movimiento feminista?

  • Laura Aznar y Laia Soldevila

    Laura Aznar y Laia Soldevila

17.05.2018

Debate principal: ¿Una nueva ola feminista?

(Reproducimos el artículo publicado en el diario Crític por su interés para este debate)

Se cumplen dos meses del 8 de marzo, una huelga feminista histórica que situó las reivindicaciones de las mujeres en el foco mediático. Miles de personas de edades, procedencias y trayectorias diversas ocuparon las calles aquel día. Lo volvieron a hacer semanas después, el 26 de abril, cuando se hizo pública la sentencia del caso de ‘la Manada’. El movimiento feminista está en plena ebullición y ahora tiene el reto de conseguir que la visibilidad que han logrado sus reivindicaciones no sea flor de un solo día. Crític analiza los retos principales hablando con Marta Mariñas, de la Comisión 8 de Marzo; Montse Benito, de Ca la Dona; Laura Pelay, vicesecretaria general y portavoz de UGT; Alba Garcia, secretaria de mujeres, diversidades y políticas LGTBI de CCOO; Núria Segura, del colectivo “Les periodistes parem”, y Antoinette Torres, directora de la entidad Afroféminas.

Por qué el 8-M de 2018 ha sido un punto de inflexión

El 8 de marzo de 2018 marcó un antes y un después en la historia del feminismo reciente. A pesar de que existen precedentes en el ámbito internacional, en Catalunya nunca antes un paro general de mujeres había sido secundado de forma tan masiva. Incluso la convocatoria del día anterior en Barcelona, la manifestación nocturna convocada tradicionalmente por espacios feministas autónomos, contó con mucha más participación que la prevista por las organizadoras. Tampoco se había planteado antes una huelga de trabajo, educativa, de cuidados y de consumo, es decir, que abarcara todos los campos en los que las mujeres sufren discriminaciones.

Tanto la organización como el formato de la jornada fueron rompedores y se gestaron desde los diferentes colectivos feministas. Marta Mariñas, activista feminista y miembro de la Comisión 8 de Marzo, explica que “una de las innovaciones de esta huelga es que no se generó en las mesas de negociación de ningún despacho. Fue una huelga popular, social y de calle, una huelga feminista radical”. Según esta activista, el 8-M permanecerá en el imaginario colectivo como “una jornada histórica” en la cual el movimiento feminista “se plantó”. “Dimos un golpe sobre la mesa pero desde una posición muy apoderada y alegre, diciendo que ya hemos salido, que estamos juntas y que no nos pararán”.

Aun así, la organización de la jornada no surgió como una seta. Años de lucha precedieron la huelga y las movilizaciones posteriores. Seguramente, la experiencia previa más reciente ha sido la Vaga de Totes, una iniciativa surgida en 2014 desde diferentes espacios feministas y que se organizó de manera descentralizada, con acciones en varios barrios y pueblos. Pero el movimiento feminista organizado en Catalunya tiene un recorrido de más de 40 años. Sin esta base previa no se explica el éxito de este 8 de marzo.

Montse Benito, miembro de Ca la Dona y activista con una larga trayectoria de lucha feminista a sus espaldas, explica que “en torno al 8-M siempre hubo comisiones que hicieron llamamientos a la manifestación, intentando incorporar las temáticas de cada momento: la sexualidad, las violencias, las discriminaciones en el ámbito laboral… y esto genera una memoria colectiva”.

Desde los sindicatos mayoritarios, el Día de la Mujer de este año también ha supuesto un punto de inflexión. Para Laura Pelay, vicesecretaria general y portavoz de UGT de Catalunya, la jornada sirvió para situar las políticas de igualdad “en el corazón de la agenda social, política y mediática”. En línea similar, la secretaria de mujeres, diversidad y políticas LGTBI de CCOO, Alba Garcia, remarca que muchas organizaciones contribuyeron “mucho más que otros años” a que las movilizaciones fueran multitudinarias, lo cual indica que “ya no nadamos contra la corriente; ahora situamos todos los objetivos de políticas de mujeres en el centro”.

El contexto en el que se produjo la huelga este año también es un elemento a tener en cuenta. Marta Mariñas explica que “la crisis social, económica y la precariedad que se deriva afectan con especial virulencia a las mujeres, lesbianas y ‘trans’, las migradas o las de clase baja”, y esto, a su juicio, ha supuesto “un impulso para salir a las calles”. Aún así, Mariñas considera que el éxito del 8-M pasado se explica por una conjunción de factores, entre los cuales destacan la existencia de una juventud “que ha crecido con la cultura de la organización y la movilización en las calles”, y el hecho que, después de años de lucha feminista, “tenemos más herramientas para identificar las violencias cotidianas y más rabia cuando vemos que las estructuras sociales, políticas o judiciales que deberían pararlas no han cambiado”.

¿Qué lecciones podemos extraer de la huelga feminista?

El movimiento feminista demostró su fuerza el 8-M y, de nuevo, pocas semanas después, a principios de mayo, con la sentencia de ‘la Manada’. Estos dos ejemplos son una evidencia de su renovada capacidad de convocatoria y del poder de movilización que están tomando las consignas feministas.

Aprovechando este momento central del feminismo, ¿qué lecciones se pueden aprender de las últimas movilizaciones para futuras ocasiones? Uno de los retos alcanzados el 8-M, y que las diferentes organizaciones valoraron, fue la transversalidad. El manifiesto de la huelga ya fue un ejemplo de ello. Montse Benito explica que se plantearon “contenidos muy amplios que interpelaban a gente organizada y a mujeres a título individual, que en su cotidianidad han vivido en primera persona las discriminaciones de las cuales hablábamos”. Además, esta voluntad aglutinadora también se hizo patente a escala intergeneracional. Benito considera que en el 8-M confluyeron “mujeres de diferentes generaciones, de procedencias diversas o de un mismo ámbito familiar que encontraron intereses comunes”.

Precisamente la multiplicidad de reivindicaciones fue uno de los elementos clave para la aparición de nuevos actores. En el primer caso, pocos días antes del 8-M, casi 3.000 periodistas de todo el Estado español se encontraron en un grupo de Telegram dispuestas a organizarse para ir a la huelga bajo el lema “Las periodistas paramos”. Núria Segura, una de las portavoces de este movimiento, explica que “el hecho de que se organizara la huelga mundial de mujeres hizo que las de nuestro sector también dijéramos: aquí también sufrimos discriminaciones”. Sólo en Barcelona, este espacio agrupa a más de 400 periodistas. El mismo día 8 por la mañana, el grupo de Barcelona organizó un acto en los jardines Montserrat Roig con más de 300 asistentes y, en Twitter, serían las impulsoras del ‘hashtag’ #prouperiodismesexista.

¿Qué ocurrirá en este movimiento durante los próximos meses? “De momento nos hemos reunido una vez después de la huelga en Barcelona y ya tenemos algunos proyectos en la cabeza: queremos intentar hacer ‘lobby’ de las reivindicaciones, monitorizar el tratamiento de la violencia machista y preparar herramientas de formación para los medios y para las universidades”, explica Segura. A escala estatal, las periodistas se encontrarán en Madrid el 2 de junio con la voluntad de dar forma a este nuevo espacio.

Pero también ha habido colectivos que decidieron no tomar parte en las movilizaciones del 8 de marzo porque no se sentían representadas. Este es el caso del colectivo de mujeres negras Afroféminas. La fundadora y directora de la entidad, AntoinetteTorres, critica que el “discurso feminista hegemónico” en el Estado español “no reconoce la diversidad”. Según su criterio, “falta mucha educación todavía en cuanto a la intersección entre el feminismo y la racialidad” y en como esta condición afecta a las mujeres negras, “que se encuentran doblemente oprimidas”. “Yo respeto a todas las personas que fueron a la huelga, tienen derecho, pero yo también tengo el derecho de no ir y de luchar por otras vías”, afirma Torres. Sobre este posicionamiento, la activista Marta Mariñas considera que, si bien el feminismo “tiene como objetivo luchar señalando las desigualdades”, y que en los últimos años “se han dado muchas confluencias”, admite también que queda camino para recorrer: “Hace falta que el feminismo blanco y occidental deconstruya las desigualdades y las exclusiones allí donde se reproducen”.

Cómo que la huelga no se circunscribió sólo al ámbito laboral, la capacidad de movilización no recayó sólo en los sindicatos, sino que muchas organizaciones trabajaron de forma autoorganizada y descentralizada. Laura Pelay, de UGT, destaca el “respeto” de las diferentes organizaciones de la comisión a la hora de definir su actuación durante la jornada: “Cada cual puso su granito de arena, desde su óptica, entendiendo lo que podía y quería hacer”. En este sentido, los sindicatos mayoritarios convocaron una huelga de dos horas en los centros de trabajo y después hicieron un llamamiento a la manifestación de la tarde. Esta opción, sin embargo, fue criticada por una parte del movimiento feminista, que consideró que limitar la huelga a dos horas “podía obstaculizar la decisión de las trabajadoras de hacer o no hacer huelga”, como explica Marta Mariñas. De hecho, la activista critica a los sindicatos mayoritarios que “intentaran tomar el protagonismo de una huelga autoorganizada por el movimiento feminista”.

¿Cómo serán las movilizaciones feministas de los próximos tiempos?

Mantener vivas las fuerzas acumuladas el 8-M, dar cuerpo a los nuevos agentes y trabajar por la diversidad son tres de los retos clave que el movimiento feminista tendrá que abordar en los próximos meses. ¿Pero con qué horizonte? ¿Hay que apostar por movilizaciones concretas o buscar la agitación permanente?

Por otro lado, Montse Benito opina que el movimiento feminista tiene que ser capaz de combinar acciones estructuradas con acciones espontáneas “como las que se impulsaron después de la sentencia de ‘la Manada’ y que tuvieron una respuesta masiva”. Aun así, apuesta por la prudencia: “Esto está sustentado por el activismo y yo soy partidaria de ser realista a la hora de plantear determinadas dinámicas. Estamos en alerta feminista, pero quizás las alertas se tienen que dosificar y tenemos que ser más reflexivas sobre el lugar en el que ponemos las fuerzas”, comenta Benito.

Y entre una perspectiva y otra se sitúa Alba Garcia, de CCOO, que considera que el empoderamiento colectivo que se visibilizó el Día de la Mujer hay que saberlo gestionar y mantener en estado latente. “No tenemos que guardar la ropa lila hasta el próximo 25 de noviembre, sino que la agenda feminista tiene que estar muy activa durante todo el año”, comenta.

¿Qué traducción política y social puede tener el 8-M?

Más allá de la organización de movilizaciones específicas, el movimiento feminista se plantea conseguir cambios reales en los ámbitos en los cuales batalla. Socialmente, Marta Mariñas explica que “la situación se está tensando mucho porque hay un cambio de mentalidad y menos tolerancia, y esto choca radicalmente con unas estructuras obsoletas”. La activista destaca la responsabilidad de la clase política: “No se trata de ponerse un lacito lila, sino de transformar los organismos de arriba a abajo: organizar el tiempo en función de los cuidados, reorganizar los horarios laborales, cambiar el sistema socioeconómico, romper radicalmente con las desigualdades de clase, de género y de etnia…”.

¿Pero tiene incidencia el movimiento? Después de las manifestaciones masivas en contra de la sentencia del juicio de ‘la Manada’, el Gobierno español decidió impulsar una comisión para revisar los delitos sexuales del Código penal, inicialmente formada por 20 hombres… y ninguna mujer. Después de que se hiciera pública esta información, el Ministerio modificó el planteamiento y finalmente la comisión sí que contará con la participación de mujeres juristas y catedráticas.

En el ámbito del trabajo, también empieza a haber cambios. Laura Pelay, de UGT, explica que “antes, las cuestiones de género eran los temas que se negociaban a última hora, pero ahora las políticas de igualdad se encuentran en el corazón de las negociaciones”. Con esta perspectiva también coincide Alba Garcia, de CCOO, que añade que actualmente “a nadie le sale a cuenta ir en contra de estas proclamas”. De hecho, los cambios que comentan las representantes sindicales se han empezado a notar dentro de las propias estructuras de estas organizaciones. Garcia considera que dentro del sindicato cada vez hay más gente que tiene claro que la defensa de los “planes de igualdad” se tiene que poner en el centro, y Pelay explica que, después de años de defender políticas de género de forma transversal, ahora hay que “situar el foco aquí para que no se nos diluya”.

Dentro del mismo movimiento feminista, el reto es continuar aportando discurso y dotando de contenido a las movilizaciones. Lo explica Montse Benito, de Ca la Dona: “Existen bases organizativas que han ido funcionando a lo largo del tiempo. Por ejemplo, con el caso de ‘la Manada’, todo el mundo hablaba de que se tenía que reformar el Código penal, y nosotros ya teníamos un discurso estructurado sobre esto”. Desde su punto de vista, al movimiento también le toca apoyar a los nuevos agentes que se han articulado alrededor del 8-M “para que se consoliden”, así como organizar “encuentros asamblearios para hacer trabajo conjunto”. A estos deberes, hay que sumar las reivindicaciones de las mujeres radicalizadas. Para Antoinette Torres, directora de Afroféminas, el reto también es incorporar la interseccionalitat de manera transversal al discurso feminista, y, en esto, este colectivo propone hacer “activismo pedagógico”: “Debatir; en los debates es cuando surge el conocimiento y cuando se entienden las cosas”, dice.

Otras intervenciones en el debate

Intervenciones
  • María Rubio

    Periodista de Públic

    Que la violencia machista esté en la primera plana de todos los medios sólo se puede explicar gracias a la fuerza de las movilizaciones feministas de los últimos meses. 'La Manada' como punta de lanza, pero también Palamós, Canarias, Molins de Rei, las temporeras del campo de Huelva, y otros que llegarán. Porque de violencia contra las mujeres ha habido siempre, pero ahora el músculo feminista está presente en las calles de nuestro país como hacía tiempo que no lo estaba. ¿Qué se puede esperar de este movimiento? "Ahora Europa tiene la mirada puesta en el movimiento feminista español",...
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  • Cynthia Duque Ordóñez

    Analista de geopolítica, especialista en Oriente Medio y feminista abolicionista. Estudiante de último curso de Derecho y ADE.

    Se suele decir que después de la tormenta viene la calma, en la sociedad patriarcal dicha teoría no es cierta, pues tras un duro golpe a nuestra libertad e integridad sexuales las víctimas son revictimizadas una y otra vez, ya que como he dicho en millones de ocasiones cuando una mujer o niña es violada la sociedad misógina la juzga a ella, analiza su duelo, analiza si evitó su violación, pero no analiza por qué unos tipos aparentemente normales disfrutan vejando en grupo a mujeres mucho más jóvenes que ellos. No se analiza donde han aprendido a disfrutar de...
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  • Confusión

    20/06/2018

    Gulliver Aristos (Jesús Casado López)

    Filósofo, pensador, investigador

    Para las feministas resulta muy recurrente mencionar el supuesto desconcierto de los hombres por el cambio repentino de comportamiento del conjunto de las mujeres, que, en algunos casos, como es el de las feministas, viene acompañado de un frente con una primera línea de agresiones verbales hacia los varones. Lo que parece cierto, es que en los hombres se ha despertado un grado de perplejidad por el enorme despiste y desorden lógico que padecen las feministas, que ha llegado a convertirse en muchas de ellas en ofuscación, y que, lejos de ayudar a la mayoría de las mujeres a aclarar...
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  • Cynthia Duque Ordóñez

    Analista de geopolítica, especialista en Oriente Medio y feminista abolicionista. Estudiante de último curso de Derecho y ADE.

    Estamos en un momento de gran auge de la influencia del movimiento feminista, pero hasta qué punto es esto posible en una sociedad, en la cual el principal modelo productivo parte de la desigualdad social y sexual, llegando incluso a generar la propia segregación sexual con la finalidad de maximizar los beneficios económicos de unos pocos privilegiados. De qué nos sirven líneas de ropa diseñadas en homenaje a ilustres mujeres como Frida Kahlo si esas mismas firmas de ropa fabrican en países extremadamente pobres y se aprovechan de la precariedad y vulnerabilidad extrema de las mujeres y las niñas, es...
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  • Sara Díaz Chapado

    Responsable de participación y asociacionismo del PCM

    Hablar del auge del movimiento feminista hoy queda resumido en la frase que miles y millones de mujeres hemos coreado en los últimos días. Si algo sabemos es que no estamos solas, que los espacios compartidos de mujeres donde hemos sido capaces de hablar de lo más profundo de nuestras opresiones hoy son ya una realidad. Que la vergüenza, las dudas y las culpabilidades que nos amedrentan van diluyéndose, en pro de una sociedad donde cada vez sea más fácil poner sobre la mesa lo que llevamos dentro. El primer mensaje es sin duda: hoy, hay esperanza para más...
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  • Jesús Pichel Martín

    Profesor de Filosofía

    Jean Paul Sartre, pareja libre de la muy libre Simone de Beauvoir que con El Segundo Sexo abrió la puerta a la segunda ola del feminismo e inició un camino hasta hoy ininterrumpido, nos advertía y se advertía a sí mismo que, pese a su militancia y su activismo de izquierdas, era un burgués. Y, salvando las distancias, así me siento yo: feminista convencido no puedo negar ni evitar mi condición de varón —ni los tics androcéntricos grabados en mi conciencia y que no he sido capaz de detectar. Simone de Beauvoir entendió con perspicacia que la tesis fundamental...
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  • Concha Torralba

    Filósofa

    Asistir a las enormes movilizaciones de estos días, después de la sentencia de Pamplona, me invita a revolver entre la transversalidad y, con toda la lógica posible, extraer un hilo necesario que conecte este hecho con tres hitos imprescindibles en la historia del feminismo: Mayo del 68, del que ahora se cumplen cincuenta años, y el 15M. Tres movilizaciones que tienen en común la salida a las calles de una juventud que no consiente, que no calla porque es rebelde al silencio, al silencio que se impone desde el poder de las instituciones, el silencio hacia el movimiento político...
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  • Antoni Aguiló

    Filósofo político del Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coímbra

    La sentencia de la Audiencia Provincial de Navarra que absuelve a los miembros de La Manada de violación, tipificando el acto delictivo como un abuso sexual, constituye un indulto repugnante revelador de la íntima relación entre patriarcado e (in)justicia. Varias de las injusticias contra las que luchan las mujeres se derivan de un patriarcalismo que permea el sistema jurídico, directamente implicado en la reproducción de la dominación masculina y la cultura patriarcal. ¿No es violación que cinco hombres penetren forzadamente a una joven? ¿Qué tipo de mentalidad es la de un juez que solo aprecia en el vídeo...
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  • Javier Segura

    Profesor de Historia

    Las movilizaciones masivas y la huelga internacional de mujeres del pasado 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, convocadas en más de 150 países, ha entrado a formar parte, por su éxito incuestionable, en la memoria colectiva del feminismo y del conjunto de los movimientos sociales en favor de la realización plena y efectiva de los derechos humanos. En efecto, en la medida en que el feminismo propugna, como idea base sobre la que se cimienta todo su desarrollo posterior, la igualdad entre mujeres y hombres en derechos y libertades y, por consiguiente, la erradicación de todas las...
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  • Patricia Merino

    Autora de Maternidad, Igualdad y Fraternidad

    El pasado 8 de marzo millones de mujeres de todas las edades y ámbitos sociales marcharon por las calles para pedir igualdad. Pero ¿cuál es exactamente la demanda de igualdad que ha sacado a todas esas mujeres a la calle? Sin duda es una demanda variada y plural, pero lo que es seguro es que no es el proyecto feminista burgués liberal lo que de la noche a la mañana ha convertido al feminismo en un movimiento de masas. Es la vertiente más crítica con el sistema la que ha desencadenado esta explosión de protesta que expresa el hartazgo...
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  • Ana Barba

    Edafóloga, activista social y política por la democracia participativa, el feminismo y la ecología.

    Durante las semanas previas a la #HuelgaFeminista8M pudimos asistir a un sinfín de entrevistas, tertulias, actos, declaraciones, publicaciones diversas, artículos, reportajes y millones de tuits y post de FB. La mayoría con su interés y sus aportaciones, pero algunos demasiado superficiales o desinformados e incluso unos cuantos con muy mala baba o abiertamente anti feministas. No se puede negar que hay tantos matices sobre el feminismo como experiencias vitales, pero hay que advertir que no todo vale y que por mucho que se autodenominen feministas, hay muchas personas que no lo son, que ni se aproximan con sus ideas a...
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