Tres propuestas para la economía de Otra Europa

  • José Antonio Nieto Solís

    José Antonio Nieto Solís

    Profesor titular de Economía Europea en la UCM y miembro de eN

17.03.2014

Debate principal: Otra Europa

El término Otra Europa alude a una forma de entender la realidad europea distinta a como la presentan las instituciones de la UE y sugiere también un modo diferente de construir Europa. Esa idea ayuda a definir un escenario para encajar propuestas específicas, aunque a algunos no les parezcan realistas. Después habrá que valorarlas, concretarlas e intentar aplicarlas, si existe un respaldo sólido que motive un cambio radical en la acción política. El reto no es fácil, como tampoco lo es el diseño de escenarios alternativos. Pero se necesitan propuestas tendentes a reducir las desigualdades y evitar que los ciudadanos se alejen aún más de la construcción europea.

En la situación actual, las instituciones comunitarias no proporcionan una base suficiente para avanzar en la integración, porque su apoyo y credibilidad se han reducido, y porque están colaborando en una distribución no equitativa de los costes y beneficios de la integración. Si Europa necesita soluciones estructurales será necesario también un “cambio radical en las instituciones”, o buscar caminos alternativos, o conformarse (quien quiera) con lo que ya hay. Desde esta perspectiva, a continuación se plantean tres aspectos que han de ser abordados de manera prioritaria para avanzar hacia Otra Europa. Son “batallas” interrelacionadas y cruciales para el futuro.

Sin embargo, estas tres propuestas preliminares solo adquieren sentido si el Parlamento Europeo va a disponer de capacidad para transformar la situación de la UE y sus instituciones. En pocos meses sabremos si la nueva Eurocámara ayudará a evitar que los beneficiarios fundamentales de la integración sigan siendo las grandes empresas y el poder financiero. Si los cambios no empiezan a ser visibles en el Parlamento, será difícil avanzar hacia Otra Europa desde los fundamentos que ofrece la actual UE, y habrá que buscar otras vías o dejarse llevar por el lento devenir comunitario.

1) Primera batalla: cambiar el funcionamiento del BCE. Si buscamos Otra Europa, el BCE no puede funcionar con el objetivo explícito de controlar la inflación y con el objetivo implícito de ayudar al sector financiero privado. El Tratado de la UE recuerda que el BCE tiene que contribuir al cumplimiento de los objetivos generales de la UE, entre ellos la mejora de los niveles generales de empleo y bienestar, además de la estabilidad fiscal y financiera de los países. Si es difícil cambiar los estatutos, el Parlamento Europeo tendrá que buscar medios para lograr con urgencia que el BCE modifique sus procedimientos e instrumentos de intervención en los mercados y pueda contribuir a los objetivos de política económica (no solo controlar la inflación y regular la estabilidad del sector financiero, sin reparar en costes ni alternativas). No se trata de cuestionar la “independencia” del BCE ni de quitarle importancia a los objetivos de la política monetaria actual. Tampoco se trata de ignorar el peso de Alemania: el euro nació de un pacto político entre los Estados miembros, con Alemania a la cabeza. Se trata de actuar de otro modo y con objetivos públicos más amplios y equitativos, establecidos y controlados con mayor legitimidad democrática, y orientados a apoyar a los gobiernos para mejorar el bienestar general (y no el de una minoría).

Para ello se requiere un Parlamento con capacidad de participar en la gobernanza económica de la UE. El objetivo no es interferir en decisiones técnicas de carácter monetario, cuando estén justificadas y el BCE responda de ellas ante la Eurocámara. Se trata de que el Parlamento apruebe las prioridades y estrategias para la unión económica y monetaria, incluyendo entre ellas instrumentos comunes para sanear las finanzas públicas (déficits y deuda pública). Una mayor integración tiene sentido si los beneficios se reparten equitativamente, y eso no sucede ahora: lamentablemente, el BCE y el euro no se identifican con la defensa de los intereses de la mayoría.

Involucrar al Parlamento en la unión económica y monetaria no será fácil: los intereses creados son muchos, algunos países se muestran contrarios a cambiar la situación actual, y las instituciones prefieren la continuidad, con pequeños cambios funcionales y estéticos. Pero esa transformación es necesaria porque muchos europeos ven el BCE y el euro como instrumentos al servicio de las desigualdades y de unas instituciones que han contribuido a agravar el endeudamiento público en muchos países, forzando la estabilidad fiscal solo por la vía de la reducción del gasto público (ver epígrafe siguiente). Si el Parlamento aspira a mejorar sus niveles de credibilidad debe encontrar, lo antes posible, fórmulas para que el BCE modifique de facto sus pautas de actuación, mientras se busca el modo de cambiar también sus fundamentos jurídicos. El Parlamento no puede seguir quedando relegado de la definición y gestión de los objetivos y medios de acción tanto del BCE como de la unión económica y monetaria.

2) Segunda batalla: la convergencia fiscal en la UE. Se ha hablado mucho de aproximación, armonización, e incluso convergencia de los sistemas fiscales europeos, pero los avances son mínimos. La exigencia de unanimidad bloquea casi todas las iniciativas. En la UE sigue habiendo paraísos fiscales. Las estructuras impositivas apenas convergen, y si lo hacen es en el aumento de la presión fiscal indirecta. Ni siquiera existe consenso para poner en funcionamiento el Impuesto sobre Transacciones Financieras. Para colmo, la mayor aproximación se ha producido por la vía del gasto público, forzando a los países, especialmente a los más débiles, a recortar gastos en aras de una austeridad mal entendida, que en lugar de corregir los problemas de Europa está agravando y ampliando la crisis. Y también está agravando la situación de endeudamiento de muchos países, lo que obliga a plantear una auditoría sobre la deuda, como paso necesario para no introducir aún más desequilibrios estructurales en la UE. En España la deuda exterior se ha disparado tras las ayudas al sector financiero y la insistencia en corregir el déficit público recortando solo gastos, sin buscar nuevas fuentes de ingresos públicos, basadas en una profunda reforma fiscal que evite el fraude y corrija las inequidades actuales, además de crear empleo, lo que ayudaría a resolver los problemas reales de los ciudadanos. Sin duda, una reforma fiscal distinta a la que promueve el gobierno español.

Es cierto que Europa no puede existir al margen de la globalización, y que la actual fase de globalización financiera se ha consolidado (hasta ahora) sobre la hegemonía del neoliberalismo, lo que conlleva privatizaciones, como si no existieran alternativas, y las encubre de forzadas desregulaciones y falsas liberalizaciones. Aunque esos procesos van acompañados de supuestas mejoras de eficiencia y reducción de costes, solo ayudan a una minoría, a costa de recortar políticas públicas que, paradójicamente, sí han demostrado tener efectos positivos en el bienestar colectivo. Pero no es una paradoja, sino una decisión funcional a un modo de entender las políticas públicas como instrumentos al servicio de la acumulación de capital, en lugar de cómo instrumentos para mejorar los niveles de legitimidad de quienes intervienen en las decisiones políticas, incluidas las de ámbito europeo.

La cuestión, de nuevo, es si el Parlamento Europeo tendrá capacidad de actuar sobre la fiscalidad en Europa, más allá de los compromisos actuales, y más allá del temor de los Estados a perder parcialmente “una parcela más” de su soberanía nacional. La pregunta clave es si el nuevo Parlamento contribuirá a una organización federal de Europa, que se pueda fundamentar sobre la base del federalismo fiscal, lo que permitiría ejercer la soberanía compartida según los principios de subsidiariedad y articulación de acciones comunes, reforzando también los criterios de eficacia, equidad y estabilidad. La mayoría de los gobiernos argumentarán que la fiscalidad es una cuestión nacional y no de la UE, pero si el nuevo Parlamento se deja llevar por los compromisos vigentes será imposible hablar de Otra Europa.

Si el Parlamento Europeo es incapaz de abordar los temas fiscales se habrá perdido una batalla decisiva para su credibilidad y para el futuro. En ese caso, tal vez haya que buscar opciones al margen de la actual UE, porque si no se avanza hacia una fiscalidad común en Europa seguirán aumentando las desigualdades, los recelos entre países, la competencia desleal entre gobiernos y empresas de distintos países, los desequilibrios estructurales, la fractura entre sociedad y gobiernos, incluido el comunitario, y la debilidad financiera de la UE (ver epígrafe siguiente). Al Parlamento le corresponde decidir por dónde empezar y con qué ritmo de cambios, porque la idea de la integración no será creíble mientras haya privilegios fiscales y el grueso de la carga impositiva siga recayendo sobre las rentas del trabajo. El Parlamento no lo tiene fácil en estos temas tan alejados de la mecánica comunitaria, pero si las políticas fiscales solo convergen hacia la reducción del gasto público se perderá algo más que una batalla en el ámbito europeo.

3) Tercera batalla: transformar el Presupuesto europeo. Si se habla del presupuesto de la UE parece que se desea abrir la caja de los truenos. Sabemos lo difícil que resulta lograr compromisos presupuestarios, lidiando con países que quieren contribuir menos, otros que aspiran a recibir más, y muchos que hacen demagogia con los temas de financiación y fiscalidad en la UE. Entre otras razones porque prefieren ignorar los reducidos efectos del presupuesto europeo frente al enorme impacto que genera la creación de un espacio común cada vez más abierto, aunque ese proceso no beneficie por igual a todos los sectores económicos y sociales ni a todos los territorios. Pero ningún presupuesto puede eludir su misión redistributiva, y esa es una de las funciones que ahora apenas cumple el presupuesto de la UE.

Una vez más, conviene precisar los términos del debate y las propuestas. No se trata solo de aumentar el presupuesto común, aunque eso sea necesario, ni de corregir algunos de sus gastos, sino de modificar sustancialmente la forma de elaborar el presupuesto, su mecánica de ingresos y gastos, y su incidencia sobre la economía europea. Si el Parlamento asume como inamovible el actual marco presupuestario plurianual habrá que esperar muchos años para transformar la principal herramienta financiera de la UE. El nuevo Parlamento no puede aceptar que el presupuesto se elabore para un horizonte de siete años y a continuación otros siete más, porque en ese caso serán necesarias varias legislaturas para cambiar lo que ahora existe. Y lo que ahora hay es un compromiso contrario a la idea de una UE próxima a sus ciudadanos. Lo que ahora hay no sirve ni para esta ni para Otra Europa.

Tampoco en este caso la batalla es sencilla, porque están presentes los fantasmas de modificar el derecho primario de la UE y cambiar numerosos procedimientos enraizados en la burocracia institucional, tanto en materia de recursos propios como en la estructura de los gastos. La cuestión es si el presupuesto puede considerarse un tema vital para el futuro de la UE, la supervivencia de sus instituciones y la posibilidad de avanzar hacia de Otra Europa. Pero esta es una pregunta que, a su vez, se puede descomponer en varias: ¿Es creíble para los ciudadanos hablar de favorecer la igualdad de oportunidades, si no hay fondos consistentes que apoyen esos programas? ¿Se puede hablar de movilidad, sin un apoyo real a iniciativas que la hagan posible, como los programas Erasmus? ¿Por qué no reforzar proyectos comunes en I+D+i? ¿Es posible avanzar hacia la construcción de una ciudadanía europea y de una política de inmigración común, si cada país sigue estrategias distintas? ¿Tiene sentido hablar de cohesión, sin apoyarla con proyectos establecidos con criterios comunes y cofinanciados con el apoyo del presupuesto europeo? ¿Cómo mejorar la imagen de una política exterior común basada en ampliar mercados, en lugar de en profundizar la integración europea y colaborar en una gobernanza global más equitativa?

Pueden formularse muchas más cuestiones, pero si se desea avanzar en la construcción europea será necesario más y mejor apoyo presupuestario. Sin embargo, ni el presupuesto se ha diseñado pensando en los ciudadanos ni el Parlamento tiene margen real para intervenir, salvo en los procedimientos establecidos (que parecen decisivos pero dependen en la práctica del criterio de “justo retorno”, de los ajustes y “cheques”, y del limitadísimo alcance de los presupuestos rectificativos). Además, el presupuesto está condicionado por la escasez de recursos, y por techos de gasto y compromisos que solo permiten su revisión en el horizonte de varios años. No se trata de que el Parlamento pida un nuevo presupuesto cada año, pero sería muy mala señal que los nuevos eurodiputados se contentasen con el actual marco presupuestario y se conformaran con la idea de posponer al menos una década cualquier reforma financiera de la UE. Así no se puede construir Otra Europa. Así solo tendrá continuidad la triste e injusta situación actual.

Además de lo señalado en el documento de eN, y de las tres notas anteriores, hay muchos temas decisivos para avanzar en la construcción europea por la senda marcada por la actual UE o por un camino más solidario y democrático que inicie Otra Europa. Seguro que habrá más aportaciones para completar estas líneas: aunque algunos las consideren poco realistas, habrá que debatirlas, valorarlas, evaluarlas y quizá aplicarlas. La pregunta final es si con el nuevo Parlamento se podrá avanzar hacia Otra Europa o si los eurodiputados se perderán en la “lenta capacidad de acción de la UE”, justificándose en que “sus atribuciones son muy limitadas” frente a las demás instituciones y gobiernos.

Otras intervenciones en el debate

Intervenciones
  • Carlos Javier Bugallo Salomón

    Licenciado en Geografía e Historia. Diplomado en Estudios Avanzados en Economía.

    Como continuación de otros documentos míos anteriores, dedicados al tema de la desigualdad, ahora os adjunto otro donde expongo algunos datos estadísticos sobre el problema de la distribución de la renta (o riqueza), a la vez que analizo varias respuestas ofrecidas por el pensamiento económico. He reducido de forma deliberada la cantidad de datos estadísticos, para no agobiar a los lectores, centrándome más bien en los aspectos teóricos de la cuestión. Para quien quiera profundizar más en la primera cuestión, hay disponible un reciente artículo del economista Antonio Sanabria, que aconsejo por su claridad y rigor (en: http://colectivonovecento.org/2014/05/15/algunos-apuntes-sobre-la-situacion-y-evolucion-de-la-desigualdad-economica-en-el-mundo-2/). Finalmente, quiero felicitar...
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  • Carlos Javier Bugallo Salomón

    Licenciado en Geografía e Historia. Diplomado en Estudios Avanzados en Economía.

    Como viene siendo habitual, ha tenido que ser el profesor Vicenç Navarro el que llame a las cosas por su nombre y pronuncie, con respecto a los trágicos sucesos ocurridos en Ucrania, consentidos y bendecidos por la Unión Europea y Estados Unidos, la palabra maldita: imperialismo. Tanto en Venezuela hace poco, como ahora en Ucrania, hemos observamos casi la misma trágica situación, el mismo esperpento: dos superpotencias económicas -que se presentan a sí mismas como democráticas y cúspide de la civilización-, la norteamericana y la europea, se esfuerzan por imponer, ora por medios pacíficos ora violentos, tratados de libre comercio...
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  • Carlos Javier Bugallo Salomón

    Licenciado en Geografía e Historia. Diplomado en Estudios Avanzados en Economía.

    El pasado 12 de abril el filósofo y escritor Augusto Klappenbach escribió en Público.es un interesante y necesario artículo (‘La desigualdad y la teoría del derrame’), en el que criticaba la creciente desigualdad económica y las justificaciones que se le daba. Digo lo de necesario, porque la teoría económica está preñada de juicios de valor (como cualquier otra disciplina científica, como bien nos ha enseñado Mario Bunge) que deben ser objeto de escrutinio por parte de todo el mundo, y sobre todo por los filósofos. Sin embargo, Klappenbach reconocía que los estudios económicos excedían sus propias posibilidades, por lo...
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  • alterglobalizacion

    Editor del blog alterglobalizacion.com

    A pesar del ruido mediático del tsunami neoliberal que asola Europa, no hay fundamento ético, lógico ni económico para defender que la creciente desigualdad de la riqueza sea irrelevante. En primer lugar, porque un sistema de recursos limitados no puede sostener una escalada infinita de acumulación individual. Llevar una teoría absurda a la práctica es irracional, y resulta muy peligroso en economía. En segundo lugar, un sistema que premia con la acumulación ilimitada de bienes materiales potencia la concentración del poder económico en manos de una minoría que terminará por someter a los demás. A quien le parezca bien...
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  • Carlos Javier Bugallo Salomón

    Licenciado en Geografía e Historia. Diplomado en Estudios Avanzados en Economía.

    En el artículo de Fernando Luengo titulado ‘Es necesario distribuir’ (Público.es, 08/05/2014), llama el autor acertadamente la atención sobre el problema de la distribución económica y sus consecuencias. Esta cuestión, sin embargo, no es nueva para el pensamiento económico, ya que ha sido objeto de importantes debates en el pasado. Por ello he creído interesante aportar un documento donde expongo las líneas maestras de la teoría económica al respecto, en un lenguaje claro y asequible para todo el mundo. Este documento es parte de un estudio más general que estoy realizando sobre el grave problema de la desigualdad económica, y...
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  • Fernando Prieto

    Observatorio Sostenibilidad

    Es muy probable que de no haber estado entrado en la UE, el estado de los recursos naturales y las políticas ambientales en España hubiera sido mucho peor que el actual, situación- que dicho sea de paso- dista mucho de ser óptima. La política forestal desbocada de plantar miles de hectáreas de pinos y cultivos forestales, incluso sobre bosques ya existentes, de falta de depuración y de abandono de las aguas dulces a su suerte,de realización de infraestructuras y presas con fuertes impactos sociales y ambientales, por supuesto, sin ningún tipo de estudio de impacto ambiental, de construir...
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  • Ricardo Gomez Muñoz

    Miembro eN y del GT EconomíaSol 15-M

    Si bien estoy de acuerdo con los postulados generales que contiene el documento “Otra Europa”, quiero insistir en la importancia de un enfoque a medio y largo plazo, de carácter estratégico, que plantee una transformación a fondo del proyecto de construcción europea. La U.E. se encuentraen una clara situación de estancamiento económico mientras que, en lo político, se ha tensado tanto la cuerda que está al borde de su ruptura o posible fragmentación.Ello hace que desde una perspectiva ciudadana se estén desvaneciendo las expectativas que se crearon el proyecto original, y ello, entre otras razones, por no haber debatido desde...
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  • Carlos Javier Bugallo Salomón

    Licenciado en Geografía e Historia. Diplomado en Estudios Avanzados en Economía.

    He creído conveniente aportar al Debate un documento que escribí hace tiempo para los compañeros de la Plataforma pro Banca Pública, en el que examinaba el marco legal español y europeo relativo a las empresas públicas. Creo que será de interés no sólo para los que, como yo, piensan que la Banca Pública está llamada a desempeñar un papel fundamental en la salida de la crisis (así como impedir en prospectiva la especulación, las estafas financieras y la expulsión criminal de los hipotecados de sus casas), sino también para aquellos que apoyan una revitalización del sector público ‘sans phrase’. Por...
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  • darwiniano

    profesor universitario jubilado

    La sociobiología ha descubierto que el hombre al final de la adolescencia fija sus gustos socio-políticos en la forma de una "impronta" que se graba en su psiqué, de modo que, tal como confirman los estudios sociológicos, a partir de la primera votación, el voto del ciudadano suele variar poco dentro del arco parlamentario. Esta información nos deja entrever la dificultad que tiene la economía (los economistas) para llegar a ser una ciencia políticamente neutral.Pero, si no podemos librarnos de esa condición personal, al menos deberemos hacer un esfuerzo por construir nuestro discurso de modo coherente y fundamentado. En los foros...
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  • Carlos Javier Bugallo Salomón

    Doctorando en Comunicación e Interculturalidad en la Universidad de Valencia. Diplomado en Estudios Avanzados en Economía. Licenciado en Geografía e Historia.

    En esta Europa que el PP y el PSOE nos presentan como un nuevo El Dorado, el problema de las crecientes desigualdades sociales será, sin duda, un elemento clave de la Agenda política. Es por ello que he creído conveniente aportar un nuevo documento en el que analizo el contenido del concepto "igualdad de oportunidades"
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  • Carlos Javier Bugallo Salomón

    Doctorando en Comunicación e Interculturalidad en la Universidad de Valencia. Diplomado en Estudios Avanzados en Economía. Licenciado en Geografía e Historia.

    Últimamente está de moda la mixtificación histórica, asumiéndose la idea de que la historia avanza por sí misma e independientemente de la voluntad y de la participación de los seres humanos. Contra este tipo de fatalismo nos alertó hace ya tiempo Karl Marx,, quien dijo al respecto lo siguiente: “La historia no hace nada; no ‘posee inmensas riquezas’, no ‘libra combates’. Son los hombres reales y vivos los que hacen, poseen y luchan. La ‘historia’ no utiliza a los hombres como medios para conseguir –como si fuese una persona individual- sus propios fines. La historia no es nada más...
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  • José Antonio Nieto Solís

    Profesor titular de Economía Europea en la UCM y miembro de eN

    La Europa que tenemos se puede mirar desde muchos ángulos. Uno de ellos es el que proponen la mayoría de los partidos políticos que presentan candidatos a las elecciones del Parlamento Europeo. Otros puntos de vista alternativos pueden poner más énfasis en rechazar los avances de la integración o en proponer otra forma diferente de analizar y construir Europa. Pero es difícil conformarse con lo que tenemos. Europa es impotente en política exterior porque los intereses que defienden los países miembros son muy distintos: la tradición colonial o las estrategias económicas de Reino Unido, Francia, Alemania o España no coinciden....
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  • Eddy Sánchez

    Profesor de Ciencias Políticas de la UCM y Director de la Fundación de Investigaciones Marxistas

    1. La gran transición geopolítica y Europa como nueva periferia mundial El elemento central del escenario pos-crisis al que a nivel global nos dirigimos, se caracteriza por el desplazamiento definitivo del marco de acumulación capitalista del eje conocido como “eje atlántico”, al “eje pacífico”, lo que implica entre otras consecuencias el desplazamiento de Europa de la centralidad del capitalismo mundial hacia una posición más periférica, en la que España quedaría como una formación social dependiente y descentrada, insertada dentro de la gran perdedora de la crisis, la periferia europea. Dentro de este marco se consolida la realidad de una Europa alemana....
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  • Eddy Sánchez

    Profesor de Ciencias Políticas de la UCM y Director de la Fundación de Investigaciones Marxistas

    El elemento central del escenario pos-crisis al que a nivel global nos dirigimos, se caracteriza por el desplazamiento definitivo del marco de acumulación capitalista del eje conocido como “eje atlántico”, al “eje pacífico”, lo que implica entre otras consecuencias el desplazamiento de Europa de la centralidad del capitalismo mundial hacia una posición más periférica, en la que España quedaría como una formación social dependiente y descentrada, insertada dentro de la gran perdedora de la crisis, la periferia europea.
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  • Carlos Javier Bugallo Salomón

    Licenciado en Geografía e Historia. Diplomado en Estudios Avanzados en Economía.

    Me ha parecido muy positiva la última aportación de Fernando Luengo y Lucía Vicent; y coincido plenamente en el diagnóstico que realizan: la crisis actual es, a la vez, sistémica e institucional. Centrándome en el aspecto de las soluciones, yo ya he planteado dos de gran calado: la salida de la Unión Monetaria y la nacionalización del sistema bancario. No como un fin en sí mismas, sino como medios para apoyar y sostener en el tiempo una intervención masiva del sector público en la economía española. Como ya he aportado varios documentos sobre estas cuestiones, quisiera abrir ahora un debate...
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  • Fernando Luengo y Lucía Vicent

    Prof. Economía Aplicada UCM y Miembro de FUHEM Ecosocial respectivamente. Miembros de econoNuestra.

    El debate sobre “Otra Europa” al que se nos invita desde Espacio Público está, lógicamente, centrado en la formulación de alternativas. Quienes pensamos que vivimos una situación de emergencia entendemos esta orientación. No debemos descuidar, sin embargo, la reflexión sobre las causas de la crisis, en absoluto cerrada, pues los diagnósticos condicionan crucialmente los caminos de salida de la crisis. Es, precisamente, en este punto donde queremos situar los comentarios que siguen. La crisis económica es plural, en cuanto a su origen, global, por cuanto que ha afectado al conjunto del mundo capitalista, especialmente a las economías más avanzadas, y...
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  • david.trillo

    Profesor Titular URJC y miembro de eN

    Coincido plenamente en que la economía debe ser una disciplina que analice cómo mejorar el bienestar colectivo y no el del capital financiero. El texto anima el debate señalando la necesidad de un entramado institucional que conduzca a una mejora en las condiciones sociales y de empleo en la zona que delimita la Unión Europea. En ese sentido se señalan posibles acciones como “reforzar los mecanismos de cohesión, incrementar el presupuesto comunitario o cambiar el modus operandi del BCE, subordinando la política monetaria a objetivos de equidad, pleno empleo y protección social”. Es un enfoque basado en instrumentos...
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  • Carlos Javier Bugallo Salomón

    Licenciado en Geografía e Historia. Diplomado en Estudios Avanzados en Economía.

    Totalmente de acuerdo con lo que afirmas. Aunque yo llevaría la crítica aún más lejos. La política monetaria del Eurosistema no sólo ha sido un desastre, sino que también se ha utilizado como un instrumento de CHANTAJE contra los gobiernos nacionales para imponer medidas antisociales y antipopulares, como denunció en su momento Ernesto Ekaizer en su libro ‘Indecentes’, y que los hechos posteriores han venido a confirmar. Nótese además que hablo del Eurosistema y no del BCE: esto no es por capricho, pues no es sólo el BCE el que decide la política monetaria. Efectivamente, como ya expuse en el documento...
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  • Bruno Estrada

    Economista, adjunto al Secretario General de CCOO

    El comportamiento de los Bancos Centrales de EEUU (Reserva Federal) y la UE (BCE) tras la crisis financiera de 2007 ha sido muy diferente en relación con las políticas de expansión fiscal imprescindibles para salir de la recesión. En el periodo 2007-2012 la Reserva Federal destinó 979 mil millones de $ a financiar a bajo coste la política fiscal expansiva del gobierno de EEUU, comprando directamente bonos del Tesoro. El BCE lo hizo en proporciones muy inferiores, tan solo destinó 201 mil millones de $ a comprar deuda pública de países del euro con problemas de financiación exterior y, al...
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  • Carlos Javier Bugallo Salomón

    Licenciado en Geografía e Historia. Diplomado en Estudios Avanzados en Economía.

    Quiero mostrar mi desacuerdo con Iván Ayala cuando manifiesta lo siguiente: “No se trata de crear un sector financiero público, sino configurar un sector con una fuerte regulación marcada por objetivos sociales.” Después de haber estudiado durante algún tiempo las crisis bancarias, he llegado a la conclusión que una regulación más estricta no es un remedio eficaz contra las mismas. Las razones son las siguientes: 1. La esencia del negocio bancario reside en el apalancamiento, que proporciona rentabilidades superiores al del resto de sectores económicos pero también es la fuente de la fragilidad del sistema bancario. 2. Los bancos evitan la regulación constantemente mediante...
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  • Iván H. Ayala

    Investigador asociado al ICEI y miembro de econoNuestra

    Este texto es un intento de responder al debate con una propuesta centrada exclusivamente en el sector financiero. Aun así, es claro que éste no se puede entender por aislado, sino que está enclavado en el resto de la economía –aunque con gran protagonismo. Por tanto esta separación explícita de la reforma financiera solo se entiende en términos espacio (no podemos hablar de todo) y exposición (centrarse en un sector permite incrementar el detalle). Propuestas sobre la mesa Las propuestas del texto de econoNuestra llevan implícitas la aceptación de una “salida europea”. Esta visión tiene en cuenta que una ruptura que...
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  • Carlos Javier Bugallo Salomón

    Doctorando en Comunicación e Interculturalidad en la Universidad de Valencia. Diplomado en Estudios Avanzados en Economía. Licenciado en Geografía e Historia.

    En la lengua inglesa se denomina ‘juggernaut’ a una fuerza grande y destructiva que es objeto de devoción y de sacrificios humanos. De acuerdo con la Wikipedia, ‘juggernaut’ es una palabra que procede de la anglificación del término sánscrito Yaganatha, que es uno de los nombres por los que se conoce al dios Krisná (avatar del dios Visnú) en la religión hinduista. Según los relatos de los ingleses en el período en que dominaron la India, los adoradores del dios Yaganatha se lanzaban bajo las ruedas del enorme carro de dieciséis ruedas sobre el cual el ídolo de Krisná era...
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  • Ramón Baeza

    Director Gerente de la Fundación Primero de Mayo

    La desafección hacia el proyecto europeo es tangible y cuantificable. Según la agencia estadística de la Comisión Europea (Eurostat), la desconfianza de los ciudadanos hacia la Unión ha pasado del 32% en 2007 al 60% en 2012. Esta tendencia es generalizada y más acentuada en los países y segmentos sociales tradicionalmente más europeístas y, con toda certeza, se manifestará en los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo que se celebrarán durante la última semana de mayo. Esta indiscutible desafección no es producto de la crisis –como tendenciosamente pretende transmitirse- sino de las respuestas políticas adoptadas frente a la crisis,...
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  • Ignacio Muro Benayas

    Director Fundación Espacio Público

    Es evidente que estamos en un periodo en el que los ciudadanos están especialmente indefensos ante los poderes económicos. Aunque pertenecieran a un “Estado aislado”, sin pertenencia a ninguna organización regional, se encontrarían sometidos a una maraña de intereses que hacen imposible la soberanía en asuntos económicos o financieros. Y es que el capital (mercantil, industrial, financiero) disfruta de una libertad que le permite saltarse fronteras y reglas nacionales y está amparado por una legalidad supranacional construida a partir de acuerdos y convenios interestatales de obligado cumplimiento que privilegian los derechos del inversor sobre los del ciudadano. Parecía...
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  • José Antonio Nieto Solís

    Profesor titular de Economía Europea en la UCM y miembro de eN

    El término Otra Europa alude a una forma de entender la realidad europea distinta a como la presentan las instituciones de la UE y sugiere también un modo diferente de construir Europa. Esa idea ayuda a definir un escenario para encajar propuestas específicas, aunque a algunos no les parezcan realistas. Después habrá que valorarlas, concretarlas e intentar aplicarlas, si existe un respaldo sólido que motive un cambio radical en la acción política. El reto no es fácil, como tampoco lo es el diseño de escenarios alternativos. Pero se necesitan propuestas tendentes a reducir las desigualdades y evitar que los...
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  • fluengoe

    Profesor de la UCM

    Entraré en esta primera contribución en un asunto al que se hace referencia en el texto, aunque de una manera periférica. Se afirma que las medidas tomadas por los responsables comunitarios son coyunturales; los autores nos proponen una reflexión de más calado, "estructural". En mi opinión hay bastante confusión en esa distinción, pues las políticas europeas (y las del gobierno español; no es de recibo cargar toda la responsabilidad sobre la existencia de una restricción externa) son verdaderamente estructurales. Es cierto que estas políticas se defienden invocando la coyuntura -el déficit público o el deterioro en la competitividad,...
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