El reto de la Sostenibilidad Democrática desde lo Rural

  • Pedro Arrojo

    Pedro Arrojo

    Diputado en el Grupo de Unidos Podemos

Transitar del paradigma de dominación de la naturaleza al de sostenibilidad

Con la emergencia renacentista del empirismo científico, el conocimiento racional se abrió camino frente al poder del mito y de la autoridad divina. Pero al tiempo que se puso en cuestión el poder de dioses y reyes, al amparo del paradigma de “dominación de la naturaleza”, se acabaría desechando la sabia humildad ancestral que se derivaba del paradigma de “madre naturaleza”, al considerarlo expresión de ignorancia más que de sabiduría.

Desde la urgencia por apropiar los recursos naturales, que el capitalismo potenció con poderosos incentivos económicos, ese paradigma de dominación acabaría primando la eficacia tecnológica sobre la duda y la prudencia del más genuino pensamiento científico.

Por otro lado, desde la visión del “socialismo real”, liderado por la Unión Soviética durante buena parte del siglo XX, el paradigma de dominación de la naturaleza mantendría igualmente su vigencia bajo el aliento del reparto de bienestar colectivo generado por el desarrollo socialista.

En este contexto, a lo largo del siglo XX, el conocimiento científico, como motor del desarrollo económico y social, se ha visto dominado y deformado por una mitificación de la tecnología, como expresión de la ciencia aplicada a esa dominación de la naturaleza y de sus recursos, hasta conformar una visión tecnocrática más que propiamente científica.

La emergencia del neoliberalismo, como expresión extrema de mercantilización de la vida, ha acelerado la depredación de recursos y valores ambientales, potenciando esa visión tecnocrática, con todos los incentivos imaginables del mercado, por encima de cualquier consideración ética. Incluso la ciencia, en sus consideraciones sobre las alarmantes perspectivas derivadas de los diversos frentes de insostenibilidad activos, ha acabado resultando incómoda para los poderes neoliberales imperantes.

Afrontamos así un reto de supervivencia de nuestro orden social y de los principios democráticos, sin precedentes en la historia de la humanidad: el reto de transitar del paradigma de dominación de la naturaleza hacia el nuevo paradigma emergente de sostenibilidad. Con el cambio climático en curso, ya casi nadie se atreve a cuestionar siquiera este reto; sin embargo, el abrumador poder de los intereses creados de corto plazo, desde la lógica neoliberal imperante, hace sumamente difícil transformar la urgente necesidad del cambio en realidad.

Mercantilización del territorio y degradación del medio rural

Desde la visión mercantilista imperante, que ha impuesto el neoliberalismo, sólo se reconoce el valor monetario de bienes y servicios que establecen los mercados, invisibilizando e ignorando, no sólo los valores sociales, culturales, éticos y ambientales más importantes, en los que se asientan las claves de la vida, la democracia, la dignidad y la felicidad de personas y comunidades, sino incluso las bases físicas y ecológicas que sustentan la supervivencia del sistema económico vigente. En este contexto, la intensificación urbana de las relaciones de mercado tienden a relegar y olvidar el valor y el papel del medio ambiente y del territorio del que depende esa vida urbana misma.

El territorio pasa a valorarse tan sólo como productor de inputs mercantilizables en una sociedad fundamentalmente urbana. Las capacidades de producción de alimentos, agua, energía, recursos minerales e incluso de determinadas funciones ambientales, tienden a considerarse como bienes mercantiles, crecientemente escasos, que deben privatizarse y administrarse de forma “eficiente” desde la lógica del mercado. El territorio es el simple soporte físico de esos valores mercantiles, mientras las personas en el medio rural sobran al dificultar el desarrollo de esta lógica.

Asistimos en este contexto, por un lado, a la aceleración de procesos de despoblación, que vienen de atrás. Territorios inadecuados para la producción agropecuaria industrializada, por su orografía y condiciones naturales, tienden a ser abandonados a su suerte, como espacios irremisiblemente condenados a la despoblación.

En otros territorios en los que pueden desarrollarse actividades extractivas, como la minería a cielo abierto, el fracking, la explotación maderera a gran escala o la producción hidroeléctrica, mediante grandes presas, la población sobra, por lo que su desplazamiento pasa a ser parte de la estrategia productiva a desarrollar, presentada desde el argumento del interés general o del interés de la nación.

Por otro lado, se multiplican los casos en los que el futuro de un territorio queda hipotecado por proyectos como instalaciones nucleares o de almacenamiento de residuos contaminantes peligrosos, que las grandes ciudades quieren alejar de sus entornos. El hecho de que tales instalaciones se promuevan en territorios depauperados y en despoblación suele aprovecharse para plantear el cínico y perverso argumento de que ofrecen una oportunidad a esas zonas desahuciadas.

En otros muchos lugares, el proceso de concentración de la propiedad de la tierra en manos de los agricultores más fuertes y de los grandes terratenientes, que acompañó al éxodo rural a las ciudades, transfiriendo mano de obra barata para la industria y los servicios, está girando hacia agresivos procesos de acaparamiento de tierras. Lo que en África, América Latina y Asia se presenta como un fenómeno global de compra masiva de tierras, desde China, India, EEUU o Europa, o como simple y brutal despojo de tierras de comunidades indígenas y campesinas, con la colaboración de los respectivos gobiernos, empieza a tener su expresión, sin duda más discreta, en nuestro país, centrada en tierras con derechos de riego. La tierra fértil y el agua, empiezan a considerarse como una oportunidad de negocio especulativo, ante la perspectiva de escasez de determinados recursos. Por otro lado, el libre mercado de derechos concesionales de agua, vigente actualmente en nuestro país, acelera este proceso de abandono de explotaciones vulnerables y venta de derechos, especialmente en los ciclos de sequía que agrava año a año el cambio climático en curso.

En este contexto, a la insensibilidad social y ética de la codicia, suele unirse la miopía del negocio, desde perspectivas de corto plazo, que nublan las consecuencias de medio y largo plazo derivadas de la gestión que se hace de patrimonios naturales y territorios: procesos de contaminación vigentes durante cientos o miles de años; destrucción o degradación de acuíferos; esquilme y degradación de la fertilidad de las tierras; abandono y pérdida de semillas y formas productivas tradicionales, en detrimento de la soberanía alimentaria de la gente y en beneficio de los mercados globales; procesos de deforestación y erosión que completan dinámicas de desertización; políticas forestales basadas en especies que aumentan el riesgo de incendios catastróficos; destrucción de la ganadería extensiva vinculada al territorio en beneficio de modelos intensivos, contaminantes y sumamente vulnerables; explotación de masas forestales desde perspectivas cortoplacistas, aún a costa de incrementar los riesgos …

Ruralidad y Sostenibilidad, claves del reto democrático del siglo XXI

Afrontar el reto de la sostenibilidad exige, entre otras cosas, asumir una estrategia de defensa del territorio; pero, por otro lado, sólo habrá futuro para la vida rural si somos capaces de construir un nuevo modelo de ruralidad vinculado al reto de sostenibilidad democrática que debe afrontar el conjunto de la sociedad.

Una idealización del medio rural, desde el principio de que cualquier tiempo pasado fue mejor, tendrá escaso recorrido. Ciertamente, no sólo en el medio rural, sino en la sociedad en su conjunto, saber reflexionar desde la experiencia histórica nos ayudará a encontrar y diseñar caminos de futuro, pero no idealizando el pasado sino aprendiendo de él para enfrentar el futuro. Por ello, desde el medio rural, responder a los retos de la sostenibilidad democrática que debe afrontar la sociedad en su conjunto, es una clave fundamental de la modernidad rural a promover.

Por otro lado, desde ciertas visiones, puede valorarse la despoblación del medio rural como una oportunidad para desarrollar estrategias de sostenibilidad, al recuperar espacios naturales, libres de la presencia humana. Desde mi punto de vista, esta perspectiva, que acentúa la polarización urbano-rural en el contexto de una creciente polarización socio-económica en el conjunto de la sociedad, entra en sintonía con esa visión neoliberal, de corte medioambientalista, que asume mercantilizar incluso los servicios que brindan los ecosistemas, en beneficio de los privilegiados.

Ciertamente un territorio puede despoblarse, con lo que pueden regenerarse espacios naturales silvestres que el ser humano modificó a lo largo de siglos e incluso miles de años. Sin embargo, en tales casos, desde la perspectiva neoliberal, ese territorio pasará a cumplir la función productiva que le sea asignada por quienes se acaben apropiando de él, ya sean empresas madereras, ganaderas, mineras, hidroeléctricas, o incluso de ocio … Cabría también la opción de que fuera el Estado quien asumiera el control de esos espacios desde perspectivas que fueran más allá de la miopía del mercado… Sin embargo, esa desvertebración social de territorios rurales, acentuando la polarización urbana, acaba sintonizando más con perspectivas autoritarias, vinculadas a los grandes poderes económicos, que no con perspectivas democráticas de sostenibilidad.

Es importante, a mi entender, vincular sostenibilidad y democracia, si no queremos dejar vía libre a esa posible expresión autoritaria del neoliberalismo que acaba reconociendo los valores ambientales como recursos naturales reservados para quienes puedan acceder a ellos a través del mercado.

Desde esa perspectiva democrática el papel de las comunidades rurales en la defensa del territorio toma una dimensión fundamental en la estrategia de sostenibilidad que debe asumir el conjunto de la sociedad.

Por un lado, desde una perspectiva democrática. ser minoría no puede justificar la merma de los derechos humanos y de ciudadanía, ni la degradación de la igualdad de oportunidades para todos y todas que debe garantizar de forma efectiva la democracia.

Pero más allá de ese argumento básico, revitalizar el medio rural forma parte del interés, no sólo que quienes viven en él, sino del conjunto de la sociedad, incluidos quienes vivimos en ciudades más o menos grandes.

Si entendemos que una clave del reto de la sostenibilidad ambiental está en fortalecer la democracia participativa, entenderemos mejor que defender la sostenibilidad de los ecosistemas debe estar vinculado al papel que tengan, sobre el terreno, las poblaciones que habitan sus entornos. Obviamente, si la humanidad desapareciera, la vida silvestre ocuparía su espacio. Pero en este mundo globalizado y superpoblado la desaparición de un tejido rural no supone, de facto, el desarrollo de una naturaleza pristina…

Revitalizar el medio rural no significa recuperar los niveles poblacionales, ni las actividades económicas y el orden social de antaño. Sin duda las condiciones socio-económicas y productivas han cambiado profundamente. La producción agroganadera, pudiéndose afrontar desde muy diversos modelos, requiere en cualquier caso muchos menos productores a tiempo completo; al tiempo que la movilidad y la comunicación, a todos los niveles, permiten actividades en el medio rural y modelos de desarrollo, integrados en el conjunto de la sociedad, inimaginables hace escasas décadas.

Defender el Territorio desde una nueva perspectiva del Desarrollo Rural

Como ya se ha explicado, el reto de la sostenibilidad ambiental no es un reto específicamente rural, sino del conjunto de la sociedad. Sin una estrategia que modifique, no sólo la producción de bienes y servicios, sino el modelo de consumo y de vida imperante en las ciudades, será imposible afrontar los retos de insostenibilidad vigentes. De hecho, los grandes problemas de insostenibilidad se generan y promueven desde el medio urbano; sin embargo, es en el medio rural, en territorios a veces muy alejados de las ciudades, donde se generan los grandes impactos que quiebran la estabilidad global de la vida, tal y como la conocemos hoy. El impacto climático global de las emisiones masivas de gases de efecto invernadero; la huella hídrica que degrada y arruina ríos y acuíferos; la producción de alimentos sobre la base de un modelo agro-ganadero que esquilma la fertilidad de la tierra y transforma los nutrientes en contaminantes; la extracción masiva de recursos madereros y la creciente fragilidad de las masas forestales desde estrategias productivistas; la creciente escasez de recursos no renovables que justifica la depredación y destrucción de territorios con la minería a cielo abierto o nuevas tecnologías de fracking; el desarrollo de grandes centros de producción energética (hidroeléctricas, nucleares, térmicas …); los masivos procesos de contaminación, difusa o no, o la instalación de vertederos y depósitos de residuos contaminantes peligrosos … , impactan y degradan sistemáticamente nuestros territorios. En suma, tanto en la provisión de recursos como en la gestión de residuos, es en el medio rural donde se hunden y crecen las raíces de la insostenibilidad.

Desgraciadamente, el propio sistema ofrece, a quienes sobreviven en el medio rural, estas estrategias insostenibles como oportunidades de desarrollo, aunque a la postre aceleren la degradación y despoblación de los territorios. Combatir esas estrategias envenenadas es fundamental, pero será insuficiente si, al tiempo, no impulsamos un nuevo modelo alternativo de desarrollo rural que dé respuestas avanzadas a los grandes problemas y retos del conjunto de la sociedad. Un nuevo modelo basado en la soberanía alimentaria y energética, en la gestión sostenible de los patrimonios ambientales que atesoran los diversos territorios y en una diversificación productiva en la que jóvenes y mujeres deben ser motores fundamentales. Un nuevo modelo productivo y de vida que puede y debe vitalizarse, poniendo en valor las claves identitarias, patrimoniales y culturales que atesoran nuestros pueblos, como señas de identidad de todos, incluidos quienes vivimos en ciudades cada vez más desarraigadas. Una revitalización emocional e identitaria que revitalice la autoestima colectiva de lo rural, pero desde nuevas perspectivas progresistas, superando mitos y tradiciones vinculadas al conservadurismo clasista y clientelar que suele dominar amplios espacios de la conciencia rural.

Recuperar la soberanía de la gente sobre las cuestiones esenciales de la vida forma parte del reto democrático y del reto de sostenibilidad de las sociedades del siglo XXI. Desde esa coherencia, es vital recuperar el pulso democrático de los territorios que, en definitiva, alimentan la vida de la sociedad en su conjunto. Para ello urge forjar una alianza entre el mundo rural y el urbano para afrontar ese reto de la sostenibilidad democrática, desde bases de equidad y de justicia social y ambiental.

Otras intervenciones en el debate

Intervenciones
  • Ariel Jerez

    Profesor de Ciencia Política (UCM)

    Pensar el futuro de nuestros pueblos, campos y territorios rurales es un ejercicio de responsabilidad intelectual y política también para los que habitan las ciudades. Tanto los ciudadanos urbanos como vecinos rurales estamos obligados a pensarlo en forma de proyecto común, a diseñar un futuro de una comunidad pluri-nacional que tiene que cuidar el conjunto de un territorio compartido. Y pocos son tan hermosos como el albergado en nuestra peculiar península ibérica que, cerrando el mediterráneo al océano atlántico conforma un rincón del mundo con singularísimas características orográficas y climáticas, donde se han desarrollado culturas campesinas con saberes ancestrales...
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  • Elías Trabada Crende

    Sociólogo y urbanista

    Nuestro hábitat rural continúa sufriendo un proceso de despoblación que es estructural y parece irreversible, precipitando a la sociedad rural a una grave crisis de supervivencia en España. En la última Revisión del Padrón Municipal de Habitantes de 1 de enero de 2017, el conjunto de los municipios de hasta 5.000 residentes sufrió un decremento de -0,8% con respecto a la población empadronada en el año anterior en ese mismo agregado municipal: en términos absolutos, sus residentes menguaron en 48.557 efectivos, desde 5.794.057 a 5.745.500. Si consideramos la evolución de la población entre 1 de enero de 2001 y 2017,...
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  • Jerónimo Llorente Hernández

    Activista sindical, social y político. Promotor de "Otra Guadalajara es Posible"

    El titular de este artículo, es la sucinta frase que utilizó un excelente amigo, para manifestarme que se había quedado con la esencia del mensaje que he querido transmitir en este librito -llamémosle así- que acabo de publicar, donde hago una propuesta de programa municipal motivada de 25 puntos, de cara a las elecciones municipales que fue entregada al CCE de Podemos en su reunión del 10-03-2018. La verdad, me siento satisfecho de esas páginas. ¿Las causas?: Que tengo bastante experiencia de cómo es el municipalismo por dentro; que le he echado muchas horas a reflexionar sobre la motivación...
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  • Raquel Ramirez

    Miembro de las asociaciones PANAL y El Colletero de Nalda. La Rioja. Entidades de REAS Rioja

    Me animo a compartir mis opiniones desde nuestro trabajo en un pueblo de mil habitantes desde la acción de la Comunidad. Hace muchos años que hemos estado preocupadas por la despoblación y por el abandono que sufría nuestro medio rural. En realidad salimos de la edad media, que en nuestro pueblo duró hasta hace pocos años y los planes de desarrollo rural, que recibimos con entusiasmo están siendo más de lo mismo: Estancamiento y abandono Vivimos en un pueblo agrícola, sobre todo de huerta, también frutales con algo de ganado y un monte que proveía de cereales,...
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  • Eva García Sempere y Rosana Pastor Muñoz

    Diputadas por Málaga y Valencia del Grupo Confederal Unidos Podemos – En Comu Podem- En Marea

    Este 2018 celebramos el Año Europeo del Patrimonio Cultural y, como su propio lema indica, se trata de “un año para la reivindicación, la puesta en valor, y la interpretación de todos los patrimonios culturales”. En este sentido, no es posible hablar de todos los patrimonios culturales sin contar con el mundo rural que representa el 80% del territorio del Estado Español, ocupa el 72% de la superficie total del territorio y donde encontramos el 100% de nuestro Patrimonio Natural. Porque hablar de territorios rurales también significa hablar de política cultural: el 80% del Patrimonio Cultural del conjunto del Estado se...
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  • Poblar el campo

    19/02/2018

    Juan Antonio Martín Díaz

    Ex agente del Servicio de Extensión Agraria. Trabajó en la aplicación de LAEDER en España.

    La despoblación del medio rural está de actualidad periodística y literaria, hay un aluvión de escritos sobre el tema: artículos en periódicos y revistas, ensayos y novelas, que de alguna manera tratan este tema considerado importante para el conjunto de la sociedad y no solamente para los pocos habitantes actuales del medio rural. Aun así creo que es necesario puntualizar e insistir, en algo que considero de interés, y que no se menciona o no se le da la importancia que tiene: el aprovechamiento de los recursos de la tierra por campesinos. El medio rural, o mundo...
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  • Fernando Fernández Such

    Experto en Políticas Agrarias y Desarrollo Rural

    “LAS VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LA VÍA OLONA O LA PROPUESTA ARAGONESA” El 13 de febrero se reunió el Consejo Consultivo de Agricultura, presidido por la Ministra García Tejerina y con la participación de los consejeros y consejeras del sector de las Comunidades Autónomas. El miércoles 14, Juncker hizo pública la comunicación que con el título “Un marco financiero plurianual nuevo y moderno para una Unión que cumpla de forma eficiente sus prioridades posteriores a 2020”, marca la senda complementaria al debate de la Reforma de la PAC. En este contexto, y como siempre Juncker juega a asustar, y dice...
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  • Miguel Ángel Soto Caba

    Responsable de la Campaña de Bosques de Greenpeace España

    Interesante debate. He leído tanto el artículo como las aportaciones y me ha llamado la atención que no hubiera ninguna mención a los bosques y al sector forestal. Se menciona el modelo agroindustrial, la PAC, la ganadería extensiva, la biodiversidad y la Red Natura...se llega hablar de la minería, de la política de aguas y del ferrocarril, pero ninguna mención al sector forestal. Aunque se cita que medio rural es el 80% del territorio, se olvida que los montes ocupan el 54% de ese territorio, y de esa superficie forestal 17 millones de hectáreas están cubiertas de árboles. En la...
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  • Uxío Otero Castro

    Profesor de Procesos de Producción Agraria en la Escuela de Selvicultura de Tineo

    Tras leer el texto marco del debate y las siguientes aportaciones, no puedo menos que manifestar mi acuerdo inicial con todas ellas. Lo que ocurre es que las propuestas no dejan de ser intenciones programáticas de las cuales no sabemos cómo podrían llevarse a la práctica (impulso al desarrollo sostenible, no a los acuerdos de libre comercio, etc, etc, sí, pero ¿cómo?) Por otro lado parece también claro, a la luz de las opiniones, que las soluciones no pueden ser planteadas a nivel estatal, y muchas veces ni siquiera autonómico. Efectivamente, las comarcas, como unidad de gestión, obedecen a realidades...
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  • Ramiro Palacios

    TREBOLAR, Red de Profesionales para el Agroemprendimiento

    La mayoría de las imágenes que aparecen en los medios sobre el pastoreo deganado en sistemas extensivos muestran la figura de un hombre mayor, a punto de jubilarse, soltero, sin afeitar y ataviado con esa manta de cuadros blancos y pardos que hemos visto en tantas fotografías. En realidad, hoy en día, son muy pocos los pastores que encajan en esta imagen, primero porque son pocos en total, porque la mayoría de estas personas mayores ya se han retirado y porque, los que quedan, utilizan más el goretex y las botas de monte que la manta de cuadros y...
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  • Pedro Arrojo

    Diputado en el Grupo de Unidos Podemos

    Transitar del paradigma de dominación de la naturaleza al de sostenibilidad Con la emergencia renacentista del empirismo científico, el conocimiento racional se abrió camino frente al poder del mito y de la autoridad divina. Pero al tiempo que se puso en cuestión el poder de dioses y reyes, al amparo del paradigma de “dominación de la naturaleza”, se acabaría desechando la sabia humildad ancestral que se derivaba del paradigma de “madre naturaleza”, al considerarlo expresión de ignorancia más que de sabiduría. Desde la urgencia por apropiar los recursos naturales, que el capitalismo potenció con poderosos incentivos económicos, ese paradigma de...
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  • Franco Llobera Serra

    Red Terrae Municipios Por La Agroecología

    En el ejecutivo y en el parlamento se está trabajando una Ley de Cambio Climático de muy incierto resultado. Incierto el contenido que finalmente pueda ser asimilado y aprobado por los partidos mayoritarios, pero incierto también porque en España la legislación es, con endémica frecuencia, una carta a los reyes magos que una parte de la sociedad sacraliza como logro, y cuya aplicación general y dotación real será siempre entorpecida por los otros. Respecto al reto del Cambio Climatico hay sin embargo varios frentes de esperanza: En la Francia liberal de Macron ya se ha creado un Ministerio...
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  • Fernando Fernández Such

    Experto en Políticas Agrarias y Desarrollo Rural

    ¿Cómo arreglar el problema de la España que se queda vacía? Este fue el título del programa de Radio Nacional de España emitido el día 19 de diciembre de 2017. “La España Vacía” es el título del libro de Sergio del Molino que logró colocar en las mentes de la mayoría ciudadana de nuestro país el problema de la despoblación. No se puede vivir en un pueblo en el que no puedes comprar un litro de leche, o en el que tan solo hay médico 2 horas a la semana. La actualización del Padrón vuelve a mostrar como Castilla...
    - Seguir leyendo
  • Francisco Maturana

    Estudiante de Ciencias Políticas y miembro de la asociación universitaria LaEcoaldeaUCM.

    Como adelantábamos en un artículo previo en Público, en el blog Mundo Rural Siglo XXI, los pasados días 14 y 15 de diciembre se llevó a cabo el primer #ForoDelClima convocado por el Grupo Confederal Unidos Podemos. En este marco, el día 15 se fue el momento para el trabajo de las mesas sectoriales que tocaron temas cruciales como la transición energética; fiscalidad, economía y modelo productivo; urbanismo y ciudad, entre otros, hasta llegar al mundo rural y la agricultura, eje de trascendental importancia para una transición hacia un modelo más sostenible para el planeta y las personas y...
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  • ¿Y ahora qué?

    04/01/2018

    josegomez

    Político y activista

    Ayer subí a mi página de Facebook una extensa documentación al respecto, y falta mucha más, a modo de concienciación del problema. El gran dilema es, hay alternativas viables para intentar solucionar el desastre que se avecina. La única solución plausible es conquistar el poder político, que nos diese la posibilidad de revertir, en principio en España, lo que ya se está llamando era "Antropoceno". Sinceramente, no creo ni lo más mínimo que el PP y sus adláteres tengan ningún interés en la solución, sus intereses económicos y de clase son contrarios a ello. ¿Entonces qué y ahora...
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