Es urgente rehabilitar

  • Ramón Górriz

    Ramón Górriz

    Presidente Fundación 1 de Mayo

17.04.2015

Debate principal: ¿A quién enriquece la pobreza energética?

Las cifras que se han puesto de manifiesto en este debate muestran con claridad la gravedad y extensión de esta pobreza energética en nuestro país, así como la urgencia de las medidas para hacer frente a la misma, lo que exige una mayor presencia de este problema en el debate político y social.

Si bien coincidimos con lo ya señalado en el sentido de que la pobreza energética es sólo una de las caras del empobrecimiento que afecta de forma creciente a amplios colectivos, como consecuencia de las políticas aplicadas para hacer frente a la crisis por los dos últimos Gobiernos, no por ello hay que dejar de plantear las medidas específicas para hacerle frente

Siendo conscientes, por supuesto, de que este fenómeno, junto con el resto de los derivados de la pobreza, sólo se reducirá de forma apreciable cuando se produzca una recuperación de la renta de las familias, esto resulta compatible con la puesta en marcha de diferentes medidas, aunque muchas de ellas sean de tipo paliativo.

En este sentido y con carácter previo, hay que señalar que CCOO considera que este fenómeno sólo se puede resolver realmente estableciendo la consideración del mínimo vital de energía como suministro esencial al que tiene derecho toda la población, para desarrollar a continuación las medidas que garanticen este derecho.

En cuanto al primer elemento de los que se han señalado acertadamente como causantes de la pobreza energética, la drástica reducción de la renta de millones de familias como consecuencia del desempleo y la devaluación salarial, constituye la principal preocupación de CCOO, aunque no me voy a extender en las medidas que venimos demandando para hacer frente a estos asuntos (políticas de reactivación económica, impulso de la industria y del empleo de calidad, recuperación del poder adquisitivo de los salarios, renta mínima de ciudadanía, gravar la electricidad, el gas y la calefacción al IVA reducido del 10% -actualmente tributan al 21%-, ..).

En cuanto al segundo elemento, el relacionado con la rehabilitación energética de las viviendas, habría que encuadrarlo en las políticas de eficiencia energética en el ámbito residencial, imprescindibles por muchos motivos, uno de los cuales sería el cumplimiento de nuestros compromisos ambientales en el marco de la Unión Europea.

Con carácter general, hay que señalar que estas políticas de rehabilitación, en sentido amplio, además de reducir las emisiones tendrían un impacto muy positivo sobre la actividad económica y el empleo en un sector tan castigado como el de la construcción. Llevaría también aparejada una mejora de la calidad de vida de las personas que residan en las viviendas rehabilitadas, por lo que el sindicato al que represento las apoya y realiza propuestas para su desarrollo.

De acuerdo con esto, se trata de un círculo virtuoso con el que se puede conseguir una sustancial reducción de emisiones; la creación de empleo especializado y distribuido por todo el territorio; la recuperación de la actividad del sector de la construcción y de las industrias que lo complementan por su capacidad de arrastre de otros subsectores y lo no menos importante: una importante reducción de la factura energética y, por lo tanto, de la pobreza energética. Todo ello acompañado del impulso de las tecnologías renovables aplicadas a la edificación (solar térmica, biomasa y geotermia)

Si esto es así, no puede caber duda acerca de la necesidad y urgencia de poner en marcha unos ambiciosos planes de rehabilitación que permitan que, en unos plazos razonables, se haya actuado sobre una parte significativa del parque residencial, industrial, de oficinas y de las áreas urbanas. Rehabilitación en la que habría que dar prioridad a las viviendas peor aisladas que son precisamente las ocupadas por las personas con menos ingresos, y por lo tanto, más afectadas por la pobreza energética.

Con el objetivo de impulsar esta rehabilitación, el Gobierno aprobó en 2013 un Plan Estatal de Rehabilitación, que valoramos positivamente en su momento, pero cuyo desarrollo efectivo sigue pendiente en estos momentos por insuficiencia de financiación y falta de impulso político.

Con independencia de este injustificable retraso en la aplicación del Plan, hay que señalar que la principal deficiencia que se aprecia en él y que denunciamos en su momento, es la ausencia de mecanismos de financiación pública específicos para hacer viables las actuaciones en las viviendas con más deficiencias, las prioritarias en la lucha contra la pobreza energética.

No hay duda de que, según lo señalado en este debate, el sistema de ayudas públicas establecido en el Plan de Rehabilitación no se adapta a la capacidad económica de la mayoría de las personas que habitan dichas viviendas, en las que le resulta imposible acometer cualquier tipo de inversión.

Planteamos por ello la necesidad de establecer mecanismos específicos de financiación pública para las familias con menos ingresos, única vía que puede garantizar la rehabilitación con criterios energéticos de estas viviendas. Y si para el conjunto de las actuaciones de rehabilitación ya venimos planteando la necesidad de contar con financiación europea, y en concreto que una parte del Fondo de Inversiones Estratégicas de la UE recientemente aprobado, se dedique a estas políticas de rehabilitación, el destino prioritario de dichos fondos deberían ser aquellas actuaciones de mayor contenido social.

Y por lo que se refiere al elemento del coste de la energía, nos encontramos con una escalada en los últimos años de los precios de la energía, fundamentalmente de la eléctrica, a la que se ha venido a sumar unos cambios en la estructura tarifaria que han supuesto que la parte fija de la factura, la que se paga con independencia del consumo, suponga el 40% del total. Todo ello incrementado con diferentes impuestos y un IVA del 21%. Así, por mucho que se intente reducir el consumo, que sólo supone el 38% de esta factura, el ahorro en el coste para los usuarios es muy limitado.

Ante un problema de esta magnitud, la actuación de los poderes públicos se ha limitado a la puesta en marcha de un denominado “bono social”, establecido para el suministro de electricidad, que no resuelve estos problemas al suponer únicamente una rebaja parcial del apartado correspondiente al consumo (la menor según lo ya indicado), estar limitado a una potencia contratada muy baja y exigir unos requisitos económicos y sociales exagerados a los beneficiarios. Inoperancia que queda de manifiesto con el hecho de que, a pesar del aumento de los hogares afectados por esta pobreza energética, no se utilizan todos los fondos destinados a dicho bono social y se va reduciendo el número de sus beneficiarios.

Por ello, exigimos el establecimiento de un auténtico bono social para la electricidad, financiado por las empresas eléctricas en proporción a su cuota de mercado, al considerar que estas empresas están disfrutando de un monopolio del mercado y de la explotación de concesiones de bienes públicos o con impacto en lo público, por lo que deberían contribuir de forma especial a paliar estas situaciones de riesgo social.

Bono social que garantice el suministro básico de todos los hogares e impida los cortes por impago. Que tenga en cuenta los miembros de la unidad familiar, el nivel de renta y adecuando el término de potencia a la realidad actual. Bonos sociales que podrían tener varios tramos de bonificación en función de la situación económica de las personas y que deberían cubrir como mínimo, pero no solo, a todas las unidades familiares cuyos ingresos se sitúen por debajo del umbral de la pobreza, eliminando o reduciendo significativamente las cargas fiscales de dichas facturas. Esto debería ir acompañado de otro bono social para el gas, en las mismas condiciones ya indicadas para el suministro eléctrico, en cuya financiación también deberían participar las empresas distribuidoras de este combustible.

Se debe garantizar la efectividad de la aplicación de estos bonos con su concesión automática en aquellos casos en los que no haya ninguna duda acerca del cumplimiento de los requisitos económicos establecidos (perceptores de las rentas sociales autonómicas, pensiones mínimas con derecho a complementos, ayudas a los parados de larga duración,…).

En tanto no se consiga esta garantía universal de suministro básico de electricidad y gas, sería necesario extender al conjunto del país las iniciativas de tipo paliativo puestas en marcha en diferentes territorios, que en algunos casos impiden los cortes de suministro en invierno y permiten aplazar el pago de los recibos pendientes, mientras que en otros, se ha incluido esta pobreza energética dentro de las necesidades a cubrir por los servicios sociales.

Otras intervenciones en el debate

Intervenciones
  • Héctor Alonsio

    Periodista y editor de actualidadhumanitaria.com

    Pobreza energética es un concepto hasta hace poco desconocido en nuestro país. Los años de bonanza trajeron a nuestros hogares bombas de calor y aparatos de aire acondicionado para producir aire caliente en invierno y frío en verano, cocinas vitrocerámicas, calefacción por gas natural... Eran años de bonanza y derroche. Sin embargo por culpa de la crisis económica que sufrimos ahora muchas familias en nuestro país -el 10 por ciento- no puedan hacer frente al coste de energía para calentar sus hogares, ducharse con agua caliente o incluso cocinar. Son diez millones de pobres energéticos. Desde 2007 la factura del suministro...
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  • Ramón Górriz

    Presidente Fundación 1 de Mayo

    Las cifras que se han puesto de manifiesto en este debate muestran con claridad la gravedad y extensión de esta pobreza energética en nuestro país, así como la urgencia de las medidas para hacer frente a la misma, lo que exige una mayor presencia de este problema en el debate político y social. Si bien coincidimos con lo ya señalado en el sentido de que la pobreza energética es sólo una de las caras del empobrecimiento que afecta de forma creciente a amplios colectivos, como consecuencia de las políticas aplicadas para hacer frente a la crisis por los dos últimos...
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  • Laia Ortiz

    Portavoz de ICV y candidata de Barcelona en Comú

    Hemos entrado en primavera y seguro que esto también es un motivo de alivio para el Gobierno, ya que le facilita pasar página y continuar ignorando un problema social que afecta a la salud y a las condiciones de vida de millones de personas como es la pobreza energética. Por eso es oportuno que desde los medios de comunicación y movimientos sociales no pasemos página. El debate debe continuar para evitar que el próximo invierno nada haya cambiado. De hecho, la pobreza energética es la expresión del fracaso absoluto de la regulación eléctrica y gasística en nuestro país. El claro...
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  • Carlos Javier Bugallo Salomón

    Licenciado en Geografía e Historia. Diplomado en Estudios Avanzados en Economía.

    En mi primera aportación al Debate saqué a colación la vinculación existente entre los recursos humanos y la libertad efectiva de las personas. Es por ello me ha causado gran satisfacción leer, en el escrito de Victoria Pellicer, la propuesta de situar «en el centro de la definición [de pobreza energética] las personas y la falta de libertad a la que se enfrentan para poder llevar a cabo la vida que valoran». Très bien!, como dicen los franceses. Así pues hemos pasado del problema de la pobreza energética a esa otra cuestión, filosófica y abstracta, de la libertad humana. Pero...
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  • Victoria Pellicer

    Activista de Ingeniería Sin Fronteras, Plataforma por un Nuevo Modelo Energético y cooperativa de energía verde Som Energia

    La pobreza energética es un término que recientemente hemos empezado a introducir en nuestro léxico, aunque se trate, como dice el informe de la Asociación de Ciencias Ambientales, de una “nueva etiqueta para una vieja realidad”. La pobreza energética es un término que recientemente hemos empezado a introducir en nuestro léxico, aunque se trate, como dice el informe de la Asociación de Ciencias Ambientales, de una “nueva etiqueta para una vieja realidad”. La urgencia por visibilizar la problemática de la pobreza energética en la coyuntura de la actual crisis española hizo que, en la mayoría de los casos, los discursos...
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  • Cecilia Aguilar

    Miembro de ECOoo

    Me gustaría comenzar esta aportación recordando que el sistema energético, entendido como la cadena energética, es un sistema injusto a lo largo de todas sus fases, desde la producción, la transformación y la distribución, hasta el consumo y los residuos que se generan. El modelo energético actual está demostrando ser causa de grandes problemas a escala global, tanto como sustento de un modelo económico que nos está abocando a una grave crisis ecológica, como elemento que provoca conflictos geoestratégicos, abusos de derechos humanos y aplastamiento de resistencias ciudadanas. La pobreza energética es una más de las consecuencias que evidencia este...
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  • Guilermo Fernández Maíllo

    Sociólogo y trabajador social del Equipo de Estudios de Cáritas Española y del Comité Técnico de la Fundación FOESSA .

    Desde hace tiempo escuchamos voces de personas y organizaciones que ponen sobre la mesa las consecuencias de la pobreza desde diferentes puntos de vista. Bien focalizando la atención sobre alguna de las consecuencias de la misma, bien sobre características que la definen en un espacio de tiempo. Se ponen sobre la mesa datos de “pobreza infantil”, “trabajadores pobres”, “la pobreza de los mayores”… expresiones que enfatizan la pobreza en función de un colectivo; “feminización de la pobreza”, “el factor étnico de la pobreza”…, por ejemplo, dan peso en su descripción a algún componente sociodemográfico; otras se relacionan con...
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  • Marta García París

    Coordinadora de Proyectos de Ecoserveis

    Un debate interesante que permite poner encima de la mesa la realidad de esta nueva prioridad social. En un año de campañas y elecciones, los ciudadanos, los candidatos y partidos tenemos el reto de reivindicar, definir y defender una realidad más justa. Mucho hablamos y teorizamos sobre la pobreza energética, un problema que afecta, cada día, a más familias y para el que debemos exigir, exigirnos encontrar cuanto antes, la forma de dar respuesta a los millones de hogares que no pueden mantener su casa a una temperatura de confort. Argumentando la primera de las preguntas que plantea Rodrigo como...
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  • Carlos Javier Bugallo Salomón

    Licenciado en Geografía e Historia. Diplomado en Estudios Avanzados en Economía.

    La visión que tenemos de la realidad y la forma de actuar en ella dependen en gran medida de nuestros conceptos e instrumentos de medición, que por cierto no son neutrales al estar construidos sobre determinadas premisas morales y cognitivas. Y esto ocurre también con la forma que tenemos de medir el bienestar de las personas. Viene a cuento lo dicho porque si queremos introducir en el debate intelectual y en la agenda política las nuevas formas de pobreza, habremos de ser radicales –en el sentido de tomar las cosas por su raíz- y empezar por cuestionar la forma tradicional...
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  • Florent Marcellesi

    Coportavoz de Verdes Equo y ex-eurodiputado de Los Verdes/ALE

    Los datos ofrecidos en la ponencia de partida son demoledores, la realidad de la pobreza energética nos pesa por su dureza y, sobre todo, porque somos plenamente conscientes de que es evitable. La pobreza energética es el espejo de una sociedad donde la desigualdad y el paro se han disparado, y el modelo energético fósil nos lleva a un callejón sin salida a nivel social y ecológico. Mientras, impera la cultura del despilfarro, el analfabetismo energético y la política del gobierno sirve a los intereses de un oligopolio energético cuya ilimitada ambición nos empuja al colapso. El imparable aumento de...
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  • […] Sigue leyendo en Público.es. […]
  • José Luis Velasco

    Miembro del Observatorio Crítico de la Energía

    “La pobreza energética es posible que no sea la más acuciante” dijo en cierta ocasión el presidente de la patronal de las grandes empresas eléctricas. Es cierto, como indica la ponencia inicial, que la pobreza energética no es sino un síntoma de un problema más amplio: la pobreza creada por las políticas realizadas por los Gobiernos, en España y en otros países, sistemáticamente en beneficio de unos pocos y en perjuicio de los ciudadanos. ¿Cuál es entonces la utilidad de usar un término como “pobreza energética” para denotarlo? ¿Por qué centrarse en un síntoma y no en su origen?...
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  • Elias G.

    Profesor

    Hay una opción más ecológica que la de ayudar a la gente a consumir más energía: ayudarle a mejorar el aislamiento térmico de sus viviendas.
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  • Carlos Javier Bugallo Salomón

    Licenciado en Geografía e Historia. Diplomado en Estudios Avanzados en Economía.

    Cuando hablamos de la pobreza nos referimos a una situación de privación, de carencia de los recursos necesarios para satisfacer determinadas necesidades humanas. De ahí surgen varias preguntas: esta privación, ¿obedece a causas naturales (escasez) o sociales? es decir, ¿a una distribución desigual de los recursos?; estos recursos, ¿son sólo materiales o también humanos?, y ¿puede ser otro ser humano un recurso para mí?; por último, ¿de qué necesidades estamos hablando? En su estupenda Ponencia, Rodrigo Moretón ha contemplado a la energía como un recurso necesario para satisfacer ciertas necesidades humanas, consideradas como básicas. Ello nos remite a la...
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  • Cote Romero

    Coordinadora de la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético y Coordinadora de Ecooo

    Considero oportuno el momento de abrir un espacio de información, reflexión y debate “público” sobre la pobreza energética, cuestión ésta que, a pesar de ser objeto de estudio desde hace más de cuarenta años y tener carta de naturaleza propia, en nuestro país ha pasado prácticamente desapercibida tanto para las instituciones como para la sociedad en su conjunto. En un año pluri-electoral y antes de la celebración de la primera cita de comicios, es conveniente poner encima de la mesa la realidad de la pobreza energética, a fin de poder influir en los programas de los partidos políticos y que...
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  • José Vicente Barcia

    Periodista, Jefe de Gabinete de la Alcaldía de Cádiz y coautor del libro 'Voces del cambio'

    El hecho más esencial para que una persona sea constitutiva de derechos es su propia existencia. Por tanto, el grado máximo de violencia estructural sería aquel cuya trágica consecuencia diera al traste con vidas que podrían seguir su rumbo y desarrollo si las decisiones políticas fueran diferentes. Este es el caso de la pobreza energética en España. La verdad global de la pobreza energética vista desde la crueldad insoslayable de los datos, 7.500 personas mueren todos los años en el Estado español por esta razón, sólo es desbordada por el caleidoscopio vivencial y singular de cada uno de esos dramas....
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