Interregno global y derechas reaccionarias

  • Jaime Pastor

    Jaime Pastor

    Politólogo y editor de Viento Sur

26.06.2019

Debate principal: El Trumpismo, la nueva barbarie

No es difícil compartir el diagnóstico que nos proponía Pedro Chaves en su introducción a este debate propiciado por Espacio Público, según el cual nos encontramos desde hace al menos 10 años en un periodo de interregno global.

En efecto, en pocos años hemos pasado de la perplejidad ante el estallido de la mayor crisis sistémica conocida por el capitalismo desde la vivida en los años 30 del pasado siglo -que hizo pronto famosa la falsa promesa de “refundación del capitalismo”- a una nueva y radical vuelta de tuerca austeritaria y desdemocratizadora, frente a la cual una ola de movilizaciones y de populismos de izquierda –especialmente potente en América latina- no llegó a ser suficientemente fuerte a escala internacional para frenarlo.

Por eso luego, en medio de la crisis de una globalización neoliberal que, confrontada a un estancamiento secular, agudiza la competencia entre viejas y nuevas grandes potencias, hemos entrado en un ciclo reaccionario que no deja de generar “monstruos” por muchos lugares del planeta. Su propósito es desviar la frustración popular frente al cierre de filas de un establishment “cosmopolita” y corrupto hacia el resentimiento ante los sectores más vulnerables de la sociedad, así como frente a movimientos que –como el feminista- desafían tanto al neoliberalismo como al neoconservadurismo. Su objetivo también es expuesto sin ambigüedad alguna: poner en pie proyectos de reconstrucción de etnonacionalismos de Estado que devuelvan la “identidad” y la “seguridad” perdidas.

Es el trumpismo el que parece haberse convertido en referencia principal y por eso es importante reconocer con Daniel Tanuro (Frankenstein en la Casa Blanca, Sylone-Viento Sur, 2018) que se trata de un fenómeno que “no entra en las categorías clásicas. Es un proyecto autoritario nuevo, específico y compuesto, inestable, típico de la época neoliberal (…), combina aspectos fascistas y plutocráticos”. Cabría destacar entre sus rasgos ideológicos el nacionalismo autoritario de gran potencia, la xenofobia, la islamofobia, el machismo y el negacionismo climático. Una combinación que busca dirigirse tanto a una fracción del capital estadounidense como a sectores de la pequeña burguesía y de la clase trabajadora blanca para ir conformando un nuevo bloque histórico capaz de “keep America great” frente a sus enemigos internos y externos (China, Irán, “terrorismo”). Es cierto que sería un error considerar el trumpismo como fascismo o neofascismo, pero sí parece evidente que nos encontramos ante una derecha reaccionaria, neoconservadora y neoliberal que busca echar atrás conquistas sociales y democráticas logradas en décadas pasadas para conformar un nuevo régimen cuyas fronteras con una dictadura en el trato a la disidencia política serían muy permeables.

La victoria electoral de Trump ha sido sin duda un estímulo para el ascenso de la derecha radical y/o la extrema derecha en muchos países europeos, pero también latinoamericanos y asiáticos, viniendo así a confirmar la crisis de gobernanza global y de los sistemas políticos que, mal que bien, habían asegurado cierta estabilidad política en el centro y en las semiperiferias de la economía-mundo. Nos hallamos, por tanto, ante nuevas formas de dominación política, basadas en nuevos bloques históricos interclasistas subordinados la necesidad de que la creciente fusión de intereses entre Estado y capital permita competir por un lugar mejor en el marco de la transición geoeconómica y geopolítica global. Un proyecto que, a su vez, ayude a neutralizar el malestar de una clase media y trabajadora autóctona en declive mediante la garantía, aunque sea a través del endeudamiento, de seguir satisfaciendo sus “deseos” como sujetos consumidores…a costa de las grandes mayorías del Sur global y de la agravación cambio climático.

Es obvio que esa conciliación de intereses les obliga a un equilibrio difícilmente estable que genera contradicciones en el seno de ese bloque y en el que el papel de los hiperliderazgos como aglutinadores del “pueblo” es clave. Con todo, su gran ventaja sigue estando en la debilidad de sus enemigos en el terreno político y electoral, ya que es innegable el desgaste que éstos han sufrido en los últimos años.

Ése es el caso, por ejemplo, del extremo centro en Francia. Allí hemos visto irrumpir un movimiento singular y heterogéneo ideológicamente como el de los chalecos amarillos, con una composición social basada en sectores de clase media y trabajadora de la periferia, que cuestiona las políticas austeritarias de Macron y apuesta por una redemocratización de la política; un movimiento que ha tropezado con una brutal represión por parte del gobierno que ha hecho recordar los peores momentos de su historia contemporánea. No puede sorprender por tanto que, mientras retrocede la France Insoumise de Mélanchon, víctima de sus propias contradicciones, aparezca el populismo de extrema derecha de Marine Le Pen -junto con, no lo olvidemos, la abstención- como una vía de expresión de su protesta para una parte al menos de ese movimiento y de las clases populares.

Tampoco podemos olvidar la derrota sufrida en Grecia en julio de 2015 cuando, pese al No en el referéndum al Memorandum de la troika, el gobierno presidido por Tsipras cedió al chantaje de la troika. Una derrota que tuvo un grave impacto en la Unión Europa y que sirvió a las elites europeas para reforzar su ya viejo discurso del TINA, como también pudimos comprobar con el giro hacia la moderación en el que ha ido entrando Podemos desde entonces.

En un periodo en el que los viejos partidos sistémicos pierden centralidad y en el que desde la izquierda no se ha llegado a recomponer las bases de un bloque social y político capaz de ofrecer un horizonte alternativo al de un neoliberalismo convertido, según los términos de Dardot y Laval, en un sistema de “razón política única”, no es difícil comprender tanto el creciente abstencionismo electoral entre las capas populares más vulnerables como la atracción que en ellas pueden llegar a tener con su demagógico discurso anti-establishment las distintas variantes de derecha radical, cada una con sus particularidades respectivas en función de los contextos nacional-estatales.

Ante ese panorama, convendría tomar nota de la observación crítica de Corey Robin cuando sostiene que “una de las grandes virtudes de la izquierda consistía en que era la única capaz de entender la naturaleza de suma cero de la política, donde las ganancias de una clase implican por necesidad las pérdidas de otra. Pero, a medida que esa idea de conflicto ha ido disminuyendo en la izquierda, la derecha se ha dedicado a recordar a los votantes que existen verdaderos perdedores en la política, y que son ellos –y solo ellos- quienes hablan por esas personas” (La mente reaccionaria, Capitán Swing, 2019, p. 81).

Otras intervenciones en el debate

Intervenciones
  • Gabriela Pinheiro Machado Brochner

    Activista y Doctora en Ciencias Políticas

    Ya es sabido que en Brasil la situación política es compleja, no del todo democrática, y no del todo legal. Sabemos por todo lo que hemos visto hasta el momento que de cierta forma, desde el año 85, la democracia se encuentra en una situación inusitada para el país, y aunque el impeachment de Dilma Roussef no fuese el primero en el período de la redemocratización, post dictadura, es el primero que ahora podemos afirmar con seguridad se ha tratado de un golpe de Estado, en una nueva forma. Nuevos golpes, desde los mecanismos institucionales. En este sentido, y sin...
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  • Irene Bassanezi Tosi

    Doctoranda en Estudios Avanzados en Derechos Humanos en UC3M

    Diálogos Feministas Europa/América Latina (Nota de la redacción: Publicamos por el interés que tiene para este este debate sobre el “trumpismo” una crónica-resumen del coloquio en el que participaron este mes de septiembre en Madrid la expresidenta de Brasil Dilma Rousseff y nuestra compañera del grupo promotor de Espacio Público, María Eugenia Rodríguez Palop.) “La ultraderecha ha conseguido protagonismo en muchas democracias y la más corrosiva es la de Brasil”. “Existe una hermandad entre el neoliberalismo y el neofascismo. No existe lo uno sin lo otro”. Así se pronunció el miércoles 25 de septiembre en Madrid la expresidenta de...
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  • Vicenç Navarro

    Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra

    Se están produciendo grandes cambios en EEUU que apenas han sido dados a conocer en España por parte de los mayores medios de información que, en su intento de informar a los españoles sobre la situación política en aquel país, se centran en presentar (y predominantemente ridiculizar) la figura del presidente Trump, comentando sus extravagancias y falsedades. Tal atención a la figura de Trump crea una percepción errónea de que el mayor problema que tiene EEUU es su presidente, ignorando que el problema real, apenas citado por los medios, es que la mayoría de la clase trabajadora de raza...
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  • Jaime Pastor

    Politólogo y editor de Viento Sur

    No es difícil compartir el diagnóstico que nos proponía Pedro Chaves en su introducción a este debate propiciado por Espacio Público, según el cual nos encontramos desde hace al menos 10 años en un periodo de interregno global. En efecto, en pocos años hemos pasado de la perplejidad ante el estallido de la mayor crisis sistémica conocida por el capitalismo desde la vivida en los años 30 del pasado siglo -que hizo pronto famosa la falsa promesa de “refundación del capitalismo”- a una nueva y radical vuelta de tuerca austeritaria y desdemocratizadora, frente a la cual una ola de movilizaciones...
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  • Lorena Fréitez Mendoza

    Psicóloga Social y Analista Política. Doctoranda en Ciencias Políticas y de la Administración (UCM). Activista de movimientos sociales en Venezuela.

    Trump lidera una estrategia que, siendo revolucionaria, funciona para afrontar el problema de la regeneración de las élites conservadoras. Las ideas de igualdad política y libertad de elección de todos los individuos que traducían democracia, han quedado vaciadas de eficacia para un liberalismo que ya no es capaz de gestionar políticamente su conflicto estructural: la desigualdad económica. La legitimidad del dominio capitalista está seriamente cuestionada y estas élites lo saben. Trump lidera una cruzada ideológica para producir un nuevo campo político que legitime estas brutales formas de dominio económico a nivel global. No solo se trata de preservar a Estados...
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  • Julián Castro Rea

    Profesor titular de Ciencia Política en la Universidad de Alberta, Canadá

    La victoria electoral de Donald J. Trump en noviembre de 2016 tomó por sorpresa a la vasta mayoría de politólogos y científicos sociales, que reaccionaron con sorpresa e incredulidad cuando los resultados electorales fueron anunciados. Quienes supimos que esa victoria era una posibilidad real habíamos observado las tendencias recientes de la política estadounidense, y los motores que la mueven. El trumpismo es el resultado de la convergencia de por lo menos tres factores: ciertos rasgos inherentes a la cultura política estadounidense, la actividad de la derecha, y una estrategia novedosa para hacer campaña política. La cultura política estadounidense se define por...
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  • Carlos Fernández Barbudo

    Doctor en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales. Colaborador Honorífico en la Universidad Complutense de Madrid.

    El éxito del trumpismo político difícilmente puede entenderse sin atender a lo que ha sido una de sus señas de identidad más características, a saber, un estilo de comunicación política que ha sabido entender y explotar con éxito la configuración actual del espacio público digital. No me estoy refiriendo, al menos no exclusivamente, al más que comentado fenómeno de las fake news, sino a la peculiar confluencia de fenómenos sociotécnicos que ha permitido movilizar los afectos y la propaganda política a una escala nunca antes ensayada. El escándalo de Cambridge Analytica no sólo puso en cuestión las políticas de Facebook...
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  • Bolsonarismo

    13/06/2019

    Esther Solano

    Profesora de la Universidad Federal de São Paulo

    El tsunami bolsonarista atropelló la política brasileña con una fuerza inesperada. El llamado “Trump de los trópicos” tiene su propia versión del Trumpismo, el Bolsonarismo. Veamos algunos de sus elementos. Neoliberalismo-neoconservadurismo La autora estadounidense Wendy Brown (2006[1]) explica cómo en las últimas décadas asistimos a la confluencia del neoliberalismo y el neoconservadurismo, dos racionalidades diferentes pero que se unifican de modo que el neoconservadurismo se convierte en una justificación moral del neoliberalismo. Brown afirma que el neoliberalismo, transformado en la forma de ordenar la vida social, fuerza reguladora de las subjetividades y la vida colectiva, necesita un conjunto de valores y...
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  • Anibal Garzón

    Sociólogo, docente y analista internacional

    Mucho se ha escrito sobre el fenómeno Donald Trump desde diferentes enfoques políticos y desde diversos objetos de estudio, como podemos ver en este interesante debate de Espacio Público. Sobre los diferentes enfoques políticos desde si Trump rompe con la globalización neoliberal o es un producto más del statu quo de este sistema; desde si Trump es populista de extrema derecha o un republicano reaganista; si Trump es perfil de la élite política o más de la élite empresarial; o incluso si Trump es un loco compulsivo o un estratega de la nueva política comunicativa. Y sobre los objetos...
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  • Leo Moscoso

    Sociólogo y politólogo

    “All governments rest on opinion” (James Madison). Cuenta Jenofonte que —espetado por Sócrates, que le recriminaba no atender adecuadamente a sus obligaciones ciudadanas— Cármides respondió alegando que en la asamblea generalmente prevalecía el argumento del más necio. La verdad es que sí; y esta vez nos hemos superado. Contra todo pronóstico, e igual que habíamos visto venir —sólo cuando ya era inminente— el Brexit de finales de junio, a Trump lo vimos venir el 8 de noviembre de 2016. No antes. Too bad, too late! Yes, we Trumped! Habíamos subestimado la desafección del votante demócrata con respecto a la...
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  • Ignasi Gozalo-Salellas

    Profesor de Estudios Hispánicos y Estudios Cinematográficos en Ohio State University (EEUU)

    Vivimos con estupor, en mi caso desde la misma Nueva York, las elecciones del 2016 en que el outsider Trump se imponía, contra pronóstico, a todas las encuestas y cálculos de las élites políticas y mediáticas: una derrota clara ante la candidata del sistema, Hillary Clinton. Hoy, superado el ecuador de su primera legislatura, nadie se atreve a afirmar que el fenómeno Trump sea simplemente un error del sistema. Porque es, y de hecho lo fue siempre, parte del mismo. Para entender el personaje y su performance política y mediática, hay que mirar a la sociología. En 1965 Norbert...
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  • Juan Manuel Vera

    Economista, Consejo editorial de Trasversales

    “El fruto está ciego. Es el árbol quien ve” (René Char). Los rostros del poder son desagradables, pero en los últimos tiempos se están afeando cada día más. La podredumbre se agranda. Hay cambios políticos amenazantes en muchas zonas del mundo. El crecimiento global de la nueva extrema derecha debe ser explicado. Se alimenta del miedo, del odio al diferente y de una pulsión extrema hacia el dominio. Me gustaría pensar en estas líneas sobre las condiciones que lo hacen posible, desarrollando brevemente algunas intuiciones y reflexiones, esbozando unas explicaciones provisionales. El vendaval derechista El capitán retirado Jairo Bolsonaro acaba de asumir la...
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  • Francisco Javier Braña Pino

    Investigador asociado en el Instituto Complutense de Estudios Internacionales (ICEI)

    Retomando uno de los temas con los que comencé mi carrera académica, el papel de la industria en sociedades y economías que, como la española, están en algún punto de la periferia del capitalismo, el debate se está centrando ahora en si estamos ante una nueva revolución industrial, que sería la cuarta, iniciada a finales del siglo pasado, o estamos en una nueva onda larga del capitalismo, iniciada en el último cuarto del siglo pasado con el declinar del paradigma tecno-económico conocido como fordismo y la crisis de los años 90. Si bien me inclino por esta segunda interpretación,...
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  • Federico Mayor Zaragoza

    Escritor y diplomático

    El nombramiento y primeras decisiones del Presidente Norteamericano Donald Trump, insólito en tantos aspectos, hubiera debido tener inmediata respuesta de desaprobación por muchas razones y muchos sectores… La adopción por las Naciones Unidas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) “para transformar el mundo”, y de las medidas sobre el cambio climático decididas acto seguido en el mes de noviembre de 2015 en París, aparecieron como un destello de esperanza y como una manera adecuada y oportuna para, por fin, controlar la situación y evitar un deterioro mayor e irreversible de la habitabilidad de la Tierra. Pero el neoliberalismo que...
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  • Aram Aharonian

    Periodista y comunicólogo uruguayo. Creador y fundador de Telesur.

    De la mano de gobiernos de ultraderecha y coincidiendo con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, resurgieron en América latina el neofascismo, la xenofobia, la misoginia, la homofobia y el racismo, tras dos décadas de experiencias progresistas en varios países, que colaboraron para este retorno con su reticencia a realizar cambios estructurales y aferrarse a los preceptos de la democracia burguesa. En las últimas siete décadas nunca Argentina, Chile y Brasil estuvieron gobernados por la derecha al mismo tiempo. Hoy, en cambio, una derecha elegida por los votos se ha asentado en el poder no solo en...
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  • Emilio Muñoz

    Profesor de Investigación "ad honorem" del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)

    Quienes me siguen no se extrañarán de que aborde esta contribución bajo la perspectiva de una visión particular de la filosofía de la política científica, en un momento crítico asimismo para la ciencia. Trump ha sido una catástrofe para la ciencia y las políticas que promueven su fomento y gestión desde lo público. Trascribo de un texto previo[1]: “… en Estados Unidos la responsabilidad de la política científica reside en el Presidente de la nación con el apoyo de un asesor (Director of the Office of Science and Technology), una personalidad generalmente de altura científica y/o tecnológica, mientras que los...
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  • Mónica Melle Hernández

    Profesora de Economía Financiera, miembro de Economistas Frente a la Crisis y Secretaria General de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas

    Es difícil que el capitalismo salvaje de mercado nos sorprenda con sus actuaciones a estas alturas de la historia. Pero hay que reconocer que Donald Trump y el “trumpismo” están consiguiendo dar una, o mejor muchas, vueltas de tuerca adicionales a los principios del dios dinero y del todo vale si el resultado es rentable. Ya no es solo la falta de ética y de humanismo la que inspira las decisiones políticas del “imperio”, sino una verdadera ley de la selva, basada en la carencia de escrúpulos, de civilidad y de respeto hacia “los otros”, instaurando un capitalismo de...
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  • Eugenio García Gascón

    Periodista

    Este mes de abril el humorista Volodymyr Zelensky se convirtió en el presidente de Ucrania con más del 73 por ciento de los votos. Un resultado avasallador que vuelve a cuestionar los parámetros habituales de la política en Europa. De hecho, los parámetros habituales de la política en Europa, y en el resto del mundo, hace tiempo que se cuestionan, y la victoria del humorista ucraniano simplemente aporta un nuevo dato en esa dirección. Naturalmente, se puede criticar a Zelensky como un arribista o como un intruso, aunque creo que su elección simplemente refleja uno de los desafíos cruciales a...
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