Una idea feliz

  • Alfonso Ruiz Miguel

    Alfonso Ruiz Miguel

    Catedrático de Filosofía del Derecho de la UAM

24.03.2015

Debate principal: La Justicia: hay que reinventarla

La propuesta de Manuela Carmena de reinventar la Justicia tiene la virtud de poner la mirada más allá de una mera reforma de nuestra Administración de Justicia. Ante las reformas de nuestro sistema judicial, incluido el Consejo General del Poder Judicial, casi siempre resulta pertinente el comentario de Lord Astbury ante la presentación de otra reforma del inglés: «Realmente, me pregunto por qué. Me sorprende que no se considere ya lo bastante malo».

Cierto que se puede apostillar que no toda reforma es por fuerza mala. Sin ir más lejos, si en una legislatura se comienza introduciendo un severo desincentivo a la litigación a través de las tasas y se concluye revisando a fondo tal provisión, una de las dos reformas al menos debe ser mejor que la otra (confiemos en que lo sea la última).

A la tarea de reformar la justicia se han aplicado sin descanso todas las legislaturas desde que se aprobó nuestra Constitución y no parece que tengamos razones para estar ni medianamente satisfechos del estado de nuestro sistema.

La idea de reinventar la justicia me parece feliz no tanto porque sugiera la posibilidad de lograr una impensable renovación radical y total, que en todo caso deberíamos tomar a modo de ideal regulativo, sino porque apela a un cambio de método, a un nuevo modo de proceder que nos permita volver a reflexionar desde el principio y globalmente sobre los problemas que aquejan a nuestro sistema judicial, que lo son también del mismo sistema jurídico español.

Entiendo la propuesta de reinvención, así, como una doble apelación: ante todo, a reconocer el fuerte deterioro y la grave ineptitud de nuestro sistema jurídico, pero también a deliberar, esto es, a reflexionar a fondo y colectivamente, sobre las posibles vías de enmienda. De todo ello, aquí me voy a limitar a un conciso recuento de algunos de los principales problemas, dejando para el final una modesta propuesta de método para el abordaje de sus soluciones en un, espero, próximo futuro.

El primer problema de nuestro sistema judicial no está en la Administración de Justicia, sino antes, porque afecta sistémicamente al sistema jurídico en conjunto. Carmena acierta al apuntar a la necesidad de nuevas leyes y hechas de otra manera. Nosotros, hoy, no estamos ya solo en la época de la descodificación diagnosticada por el civilista Natalino Irti. Afrontamos una tempestad de legiferación desmesurada, dispersa, incierta, oscura, voluble, manifiestamente mejorable. La buena técnica legislativa, tanto en el Parlamento como en la Administración reglamentadora, brilla aquí por su clamorosa ausencia. En veinte años, el código penal de 1995 ha sufrido una media de una reforma y media por año, sin contar los despropósitos sustantivos, como el proyecto pendiente que incorpora la prisión perpetua revisable, que enriquecerá ese museo de figuras ya nutrido con becas y contratos a autónomos dependientes, fijos discontinuos y otros prodigios jurídicos similares.

Pero no es solo la legislación. La actuación administrativa, amén de los déficits de control que han degenerado en la corrupción que nos asuela, sigue siendo enormemente obtusa a la transparencia y hostil al ciudadano en múltiples niveles. Entre otras razones porque se aprovecha de la acendrada tardanza de los tribunales ante las reclamaciones de los administrados y porque no siempre una condena judicial sirve para enderezar el entuerto, sin hablar de su consabida falta de generalización para entuertos similares. Frente a una Administración que tantas veces actúa como dios olímpico solo a duras penas contenido por ese otro dios del poder judicial, que todavía es más olímpico por tener siempre la última palabra, el administrado tiende a sufrir la condena de Sísifo y a subir siempre de nuevo la misma piedra.

Y llegamos a los problemas del llamado poder judicial, sobre el que, aun sin dejar de reconocer su buen papel en los últimos tiempos, y por ahora, en la persecución de buena parte de la corrupción aflorada, el diagnóstico ha de ser en general inevitablemente crítico por su lentitud, su carencia de controles, su falta de agilidad, su alta desconexión con la sociedad… En rápida síntesis, las principales áreas y temas en las que suelen y pueden centrarse las críticas a nuestra Administración de justicia, y donde deben buscarse alternativas, son las siguientes:

1) La formación: ha de revisarse el modo general de acceso a la judicatura mediante la preparación memorística de un temario, dando un mayor protagonismo decisorio a la escuela judicial, y reflexionar sobre la naturaleza de la carrera judicial (valorando quizá, por ejemplo, la posibilidad de crear un nutrido cuerpo de jueces de primer grado en asuntos civiles, laborales y, quizá administrativos).

2) La organización: siguen siendo retos pendientes el aumento de las dotaciones de plantilla, la actualización de los medios materiales, la mejora de la gestión judicial y de la atención al público, la modernización de las citaciones, la reflexión sobre la necesidad de los procuradores, etc.

3) Los procedimientos: ha de intentarse un mejor equilibrio entre las garantías y la agilidad de las respuestas judiciales racionalizando los trámites y plazos, pero además, y sobre todo —en aras de la seguridad jurídica, la igualdad ante la ley, la imparcialidad, todo ello con efectos en reducir la sobrecarga judicial— sería necesario seguir girando hacia un sistema de precedentes, tanto verticales, con la posibilidad flexibilizadora de presentar cuestiones prejudiciales, como horizontales, estableciendo mecanismos operativos para la unificación de doctrina; junto a ello, y en los contenidos, debería regularse un amparo adecuado frente a violaciones de derechos fundamentales, hoy deplorablemente resuelto, frente a violaciones judiciales, por un incidente de nulidad ante el mismo órgano que tiende a ser inútil, y un recurso de amparo que no se admite más que en casos excepcionalísimos y no protege debidamente.

4) El control: la promoción y la selección de los magistrados de los tribunales más importantes, siempre bajo criterios de calidad objetivos y razonados, ha de recaer en un Consejo General del Poder Judicial mucho más legitimado ante la sociedad, y no solo, aunque también, ante los propios jueces (una deficiencia objetiva es ese pobre 14 por ciento de mujeres en el Tribunal Supremo, cuando hay un 50 por ciento de magistradas); a su vez, no hay soluciones fáciles para el buen nombramiento y ordenación del CGPJ, porque se han experimentado varias formas y ninguna buena (por de pronto, mientras el Presidente del órgano, y del Tribunal Supremo, lo elija de hecho el Presidente del Gobierno, nada habrá cambiado); junto a ello, sería imprescindible introducir el jurado para la admisión y enjuiciamiento de los delitos cometidos por los jueces.

5) La cultura: un objetivo prominente e indeclinable de la revisión del sistema judicial debe ser incrementar la calidad y el rigor de las resoluciones, para superar el actual modelo de mera respuesta burocrática a la sobrecarga de asuntos; la propuesta de Carmena de sentenciar oralmente merece debatirse, al menos para los juicios de primera instancia, pero también debería extremarse la formación y el control para un uso decente del lenguaje escrito, lo que incluye una argumentación clara y ordenada; en último término, solo un juez riguroso y de calidad puede producir una efectiva tutela judicial para todos y servir de contrapeso a la grave desigualdad en ella entre pobres y ricos.

Los anteriores no son más que indicaciones de problemas y posibles remedios que deberían debatirse de manera amplia y profunda. Tan importante como buscar y tener la voluntad de encontrar soluciones es comenzar siendo conscientes de la naturaleza y la magnitud de los problemas. La tarea al final ha de ser necesariamente obra de la política, de la representación de todos, pero en su camino hace falta un debate que dé participación no sólo a juristas, téoricos y prácticos, sino también a sociólogos, politólogos, científicos de la administración, estadísticos, etc.. Hacen falta estudios jurídicos, también de Derecho comparado, pero no solo jurídicos.

Por concluir con una propuesta metodológica concreta, un próximo nuevo gobierno —¡por favor, un gobierno nuevo!— podría abrir un proceso de debate plural a modo de un macroproyecto de investigación con el objetivo de producir un gran libro blanco sobre la justicia. No es, ni mucho menos, la única tarea de renovación que la salud de la democracia española está pidiendo a gritos. También necesitamos una nueva ordenación, y sobre todo una nueva cultura, que, en aras de una sana división de los poderes, aleje lo más posible de los partidos a los organismos de control y reguladores, en primer lugar el Tribunal Constitucional. Por eso, y para eso, necesitamos algo más que reformas legales.
—-
Suscriben el contenido del presente texto Alicia González, Ana de Marcos, Andrés García, Andrés Recalde, Antonio Arroyo, Antonio Cidoncha, Blanca Mendoza, Borja Suárez, Clara Álvarez, Elena García, Esther Gómez, Fernando Martínez, Fernando Molina, Gregorio Tudela, Ignacio Tirado, Maria Luisa Aparicio, Mario Maraver, José Luis López, José Ramón Montero, Juan Antonio Lascuraín, Juan Carlos Bayón, Julián Sauquillo, Luis Rodriguez Abascal, Manuel Cancio, Marta Lorente, Soledad Torrecuadrada, Susana Sánchez, Susanne Gratius, Yolanda Valdeolivas, profesores de la Facultad de Derecho de la UAM y miembros del Colectivo DeLiberación.

Otras intervenciones en el debate

Intervenciones
  • Carlos Javier Bugallo Salomón

    Licenciado en Geografía e Historia. Diplomado en Estudios Avanzados en Economía.

    Bien está que se critique a los jueces cuando su comportamiento no responde a las exigencias de la moral o de la ley pública; o por la acumulación, en algunas instancias, de privilegios abusivos que los separan de la ciudadanía y los convierte, como decía Marx, en un poder hostil a la misma ciudadanía. Pero la crítica debe ser, al menos tal y como yo la entiendo, constructiva y no sesgada. Digo esto a raíz de la intervención de Jaume Asens. Dejando de lado los indudables méritos del documento –valiente y directo, como debe ser-, encuentro en él cierto estilo...
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  • La casta judicial

    08/04/2015

    Jaume Asens

    Abogado

    La administración de justicia, hegemonizada por sectores conservadores, se enfrenta hoy en día a una gran encrucijada. Con la sacudida del 15-M arrancó un ciclo de movilizaciones que desbordó los marcos establecidos. Las hegemonías, los relatos sistémicos, saltaron por los aires y se abrió paso un nuevo ciclo de impugnación a lo viejo. Desde entonces el régimen de los últimos 30 años se tambalea y su capacidad de regeneración es cada vez más baja. Los recortes en derechos, la degradación democrática y la metástasis de la corrupción alimentan la desafección ciudadana. En ese contexto, no resulta extraño que normas o...
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  • Mariano Casado

    Secretario General de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME)

    Hace tiempo que vengo diciendo que en el debate general sobre la Justicia, sobre su evolución, sobre cómo ha de organizarse, con qué medios y a través de qué procedimientos, siempre se olvida analizar cómo se otorga el derecho fundamental a la obtención de tutela judicial efectiva a los ciudadanos de uniforme. Es decir, a los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil. Parece que este ámbito de la Justicia es desconocido para todos los que, de una u otra manera, juegan algún papel en esta transcendental cuestión. Lo cierto es que lo que se puede...
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  • Margarita Robles

    Magistrada del Tribunal Supremo

    El análisis de cualquier planteamiento sobre la Administración de Justicia en España debe hacerse no solo desde el punto de vista utópico, sino mirando la realidad del país, que atraviesa un complicado momento de crisis económica, y que hace unos años no existía. ¿Qué Justicia queremos en ese contexto actual de crisis económica, y de clara restricción de los derechos y libertades de la ciudadanía? La obligación de los juristas es ser realistas. Los jueces tienen que ser el punto esencial y básico de la protección de los derechos de los ciudadanos. El Poder Judicial debe de tener un compromiso...
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  • Joaquim Bosch

    Magistrado y portavoz de Jueces para la Democracia

    En nuestro país hay áreas de gestión, servicios públicos o prestaciones sociales que no funcionan adecuadamente. Y se discute con toda la razón sobre sus niveles de eficacia y los grados de implicación de los poderes públicos. Sin embargo, es probable que no haya ningún ámbito como el de la Justicia en el que exista una coincidencia tan generalizada en la percepción de un patente abandono institucional. Esta perspectiva es muy visible tanto por parte de los profesionales como por parte de la ciudadanía, a la vista de los estudios de opinión que han sido publicados. Intentaría aportar cinco claves...
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  • Antonio Segura Hernández

    Abogado miembro de ALA y vicepresidente del Foro de abogados de izquierdas

    A nadie se le escapa que los poderes de un estado y sus estructuras están construidos con y por la ideología dominante. A nadie debería pues sorprender que cada régimen diseña sus estructuras en relación con la correlación de fuerzas dominantes en el momento de su constitución. Los poderes actuales en nuestro estado, se constituyeron hace 36 años, en el año 78, y todos ellos nacieron, no de una ruptura con la dictadura, sus instituciones y poderes, sino con un encaje de las viejas estructuras en la nueva democracia. El paso del tiempo y la necesidad de más democracia y...
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  • Ignacio González Vega

    Magistrado

    Un reciente artículo publicado en The New York Times (“Why Judges tilt to the Right”) se preguntaba cómo es posible que, siendo los abogados norteamericanos mucho más progresistas que la población en general, los jueces, que se extraen de aquel colectivo, sean más conservadores. La respuesta se encuentra, evidentemente, en el procedimiento de selección. Fuera de esas latitudes, entre nosotros, José Luis Requero, antiguo vocal del Consejo General del Poder Judicial y hoy magistrado del Tribunal Supremo, escribió en su día que “la izquierda sigue teniendo a la Justicia como objetivo político e ideológico. Sabe que, según como se seleccione,...
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  • Carlos Javier Bugallo Salomón

    Licenciado en Geografía e Historia. Diplomado en Estudios Avanzados en Economía.

    Como es bien sabido, ‘De los delitos y las penas’ es el título de un libro publicado por el filósofo ilustrado Cesare Beccaria (1738-1794). Según la Wikipedia, este libro fue uno de los primeros alegatos contra la pena de muerte, e inspiró reformas en los códigos penales de muchos países europeos. En él se dice cosas tan importantes como la siguiente: «Toda pena (dice el gran Montesquieu) que no se deriva de la absoluta necesidad, es tiránica: proposición que puede hacerse más general de esta manera. Todo acto de autoridad de hombre a hombre, que no se derive de la...
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  • Una idea feliz

    24/03/2015

    Alfonso Ruiz Miguel

    Catedrático de Filosofía del Derecho de la UAM

    La propuesta de Manuela Carmena de reinventar la Justicia tiene la virtud de poner la mirada más allá de una mera reforma de nuestra Administración de Justicia. Ante las reformas de nuestro sistema judicial, incluido el Consejo General del Poder Judicial, casi siempre resulta pertinente el comentario de Lord Astbury ante la presentación de otra reforma del inglés: "Realmente, me pregunto por qué. Me sorprende que no se considere ya lo bastante malo". Cierto que se puede apostillar que no toda reforma es por fuerza mala. Sin ir más lejos, si en una legislatura se comienza introduciendo un severo desincentivo...
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  • Gloria Elizo

    Vicepresidenta Tercera del Congreso y Secretaria Anticorrupción de Podemos

    O de cómo –y por qué- el Régimen del 78 acabó con de la Separación de Poderes. La Ley Orgánica del Consejo General del Poder Judicial, de 10 de enero de 1980 desarrollaba sin más la interpretación literal del artículo, ocho miembros del CGPJ eran elegidos por el Parlamento y doce por los componentes del Poder Judicial. "Partidismo: 1. m. Adhesión o sometimiento a las opiniones de un partido con preferencia a los intereses generales 2. m. Inclinación hacia algo o alguien en un asunto en el que se debería ser imparcial.” - Diccionario RAE “Un político divide a la humanidad en dos...
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  • Rafael Lafuente

    Portavoz del Sindicato de Secretarios Judiciales @rafalafuentese

    En el antiguo Restaurante Nostromo de Barcelona, un grupo de personas decidimos impulsar en 2012 el Manifiesto de la Plataforma Ciudadana Justicia de Todos. Los objetivos de esta iniciativa eran contribuir al cambio definitivo en la justicia, su mayor democratización, la superación del corporativismo y su conquista por parte de la ciudadanía. Al hilo de esta declaración, dicho cambio debe producirse desde una doble vertiente, la transformación democrática del poder judicial y la modernización organizativa de la administración de justicia. Para ello debemos de partir de una premisa: los protagonistas del cambio no son jueces, secretarios judiciales, fiscales, abogados o demás...
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  • Carlos Javier Bugallo Salomón

    Licenciado en Geografía e Historia. Diplomado en Estudios Avanzados en Economía.

    A estas alturas del siglo XXI se ve claro que la legitimidad social de la Justicia va a depender de muchos factores: del carácter democrático del régimen político en el que se inserta, de sus reglas de funcionamiento también democráticas y transparentes, de sus medios de funcionamiento materiales y humanos, y del propio contenido del ‘corpus’ normativo cuyo cumplimiento trata de asegurar. Como bien han señalado varios intervinientes en el Debate con relación al contenido de las Leyes, es necesario que la formulación e implementación de las mismas responda a una estricta racionalidad, y sean sometidas a una evaluación continua....
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  • Piter

    Parado

    Una de las grandes conquistas del derecho (que ya se han apuntado por otros comentaristas) fue el paso de la presunción de culpabilidad a la presunción de inocencia, constituyendo ésta última una de las garantías judiciales (y derechos) fundamentales del Estado de Derecho Democrático. Pero la realidad nos demuestra, nuevamente, que existen dos tipos de “derechos” y, en consecuencia, dos tipos de justicia, o lo que es lo mismo, la inexistencia de la justicia como derecho universal. Nuevamente lxs robagallinas frente a lxs ciudadanxs de pleno Derecho, las élites. Todxs recordamos el revuelo que recientemente se formó a raíz del...
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  • Héctor Maravall

    Abogado de CCOO

    Como es habitual en ella, Manuela Carmena en sus reflexiones sobre la Justicia, que vienen de muy lejos, siempre aporta una perfecta combinación de experiencia, de imaginación y frescura, de capacidad de alternativa y de ambición política. Comparto lo esencial de sus análisis y propuestas y por ello me voy a limitar a algunas reflexiones en unos casos quizás más ideológicas y en otros más periféricas. Siempre me ha llamado la atención que siendo los derechos ciudadanos una cuestión importante para la vida de la gente, la inmensa mayoría de las personas se encuentran desvalidos, perdidos, angustiados, cuando de una...
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  • Piter

    Parado

    Todos conocemos el drama de los desahucios, e incluso trascendiendo el aspecto humano (el fundamental, con mucho), en el daño que ha causado a la economía del país y a la credibilidad del sistema financiero, político y jurídico. Este es un claro ejemplo de cómo no sólo las leyes son para los “robagallinas” -la ciudadanía en general que no está englobada en los pequeños grupos de poder- sino que también la justicia forma parte (colaborando activamente unas veces, con su silencio otras) de un sistema de explotación y expolio planificado por los grandes poderes económicos y políticos. La justicia,...
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  • Lorena Ruiz-Huerta

    Área de Justicia Podemos Madrid

    La Justicia Gratuita (JG), un servicio público imprescindible en un Estado de Derecho, se encuentra amenazada por graves problemas, desde que la Comunidad de Madrid asumió las competencias sobre esta materia, en el año 2003: 1º.- El primero de esos problemas, es que la Consejería de Justicia retrasa el pago de las cantidades destinadas a sufragar el Turno de Oficio (TO), retraso que viene produciéndose de manera sistemática desde el año 2008. 2º.-El segundo, más grave aún, es que el Gobierno de la Comunidad de Madrid no sólo no paga a los letrados y letradas del TO, sino que procura desprestigiar...
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  • Matías Nso

    CEO y co-fundador de Kuorum.org

    "No es país para innovadores". Desde que nuestra organización ha trasladado su sede a las instalaciones de la incubadora del Instituto de Empresa, no dejo de escuchar esta frase. Sin embargo, cuando compartes tu día a día con algunos de los emprendedores más brillantes del momento resulta difícil pensar que la innovación sea algo que se le pueda negar así como así a todo un país. Incluso cuando se intenta con ahínco, como parece que ocurre en España. La innovación se abre camino de las formas más insospechadas; con el ímpetu de Marte, con la velocidad de Hermes. Y...
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  • Carlos Javier Bugallo Salomón

    Licenciado en Geografía e Historia. Diplomado en Estudios Avanzados en Economía.

    En mis anteriores intervenciones me he posicionado claramente a favor de que la Justicia siga siendo un contrapoder del Ejecutivo. Pero lo he hecho aduciendo la lucha contra la ‘razón de Estado’ que eventualmente esgrimen los Ejecutivos, o sea: que el fin justifica los medios, y que para lograr el interés general en ocasiones hay que utilizar medios inmorales o ilegales. Eso debió pensar José Barrionuevo, Ministro de Interior del Gobierno de Felipe González, cuando participó en la trama de los GAL... Esta inclinación autoritaria y antidemocrática no es una enfermedad que haya aquejado solamente a miembros del Partido...
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  • Manuel Ruíz de Lara

    Magistrado

    Una joven jurista que sueña con un país distinto, me decía que la actual situación de la Justicia se asemeja mucho a un drama teatral escrito por Mario Benedetti y cuyos protagonistas eran Pedro y El Capitán. A Pedro le ponía el nombre de Justicia y a El Capitán, el nombre de todo lo que ha atentado contra ella, es decir la política. Y así Berta imaginaba al enemigo delante del dolor del torturado (la Justicia), desconcertado ante el talante del protagonista, el guerrero que a pesar del ataque defiende lo que cree hasta el final. Porque esta es la...
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  • Piter

    Parado

    ¿REINVENTAR LA JUSTICIA? NO, CONSTRUIRLA Con todos mis respetos hacia la ponente (de quien tengo alto concepto) y hacia el resto de comentaristas, aunque pueda estar de acuerdo con bastantes cosas de las que se dicen, no estoy de acuerdo con la cuestión fundamental que se plantea. Ello es debido a que, al menos desde mi punto de vista, se están entremezclando dos cuestiones: El concepto en sí de Justicia, y su puesta en práctica. Probablemente tendré que hacer varios comentarios y, aviso, voy a ser especialmente duro con “la justicia”. Todo ello puntualizando que no tengo ningún tipo de...
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  • José María Fernández Seijo

    Juez

    La crisis de la justicia, escrita con o sin mayúsculas, es una de las cuestiones más debatidas en los mentideros políticos, sociales, culturales y judiciales; se afirma que la justicia es ineficaz, poco garantista, cara, lenta, ineficiente, lejana, politizada, manipulable, voluble, caótica, anticuada, inhumana… Los adjetivos son kilométricos. La discusión sobre la justicia, sus males y sus remedios ha terminado por ser aburrido tanto desde la perspectiva de quienes defienden que no está tan mal y que sólo hacen falta algunos ajustes, como de quienes abogan por una transformación radical partiendo del incremento de medios materiales, la creación de...
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  • María Victoria Cinto Lapuente

    Vocal del Consejo General del Poder Judicial, magistrada

    Hay que reinventar la Justicia. Hay que reinventarla y cambiarla, pero hay que cambiarla a mejor. Y para ello hay que trabajar en dos planos: por una parte se debe conocer lo que no funciona, lo que crea insatisfacción, identificar los problemas que es preciso solucionar y las deficiencias estructurales que requieren un cambio, y por otra, se deben definir los horizontes, las metas y los objetivos concretos que se persiguen. En definitiva, la reinvención de la Justicia precisa una hoja de ruta innovadora sustentada en un amplio análisis de la situación que quiere modificarse a fin de alcanzar...
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  • Carlos Javier Bugallo Salomón

    Licenciado en Geografía e Historia. Diplomado en Estudios Avanzados en Economía.

    Me ha gustado mucho la intervención de María Victoria Cinto, Vocal del Consejo General del Poder Judicial: es valiente y dice las cosas claras. Sin embargo ha introducido una propuesta que, modestamente, deseo discutir para perfilarla y mejorarla. Dice en efecto en su intervención que hay que diseñar la Justicia para que funcione «como servicio público y no como poder». Adviértase del riesgo que ello supone: una Justicia convertida en un órgano administrativo sin más, como los servicios sanitarios o educativos, no sería otra cosa que un apéndice del Gabinete, que dispondría de él a su antojo. ¡Sería el sueño...
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  • Sobre la justicia

    24/02/2015

    Mercedes García Arán

    Catedrática de Derecho Penal de la UAB

    Tomo el punto de partida de las muchas y –como siempre- lúcidas propuestas de Manuela Carmena sobre el servicio público de la Justicia, para aportar algunas reflexiones personales que no siempre consiguen superar el nivel de la duda. Me refiero a la sugerente y, a mi juicio, indiscutible idea de que la justicia debe ser útil en la resolución de conflictos y, para ello, constituirse en instrumento de intercomunicación social. En efecto, es posible propiciar una transformación de la Justicia con mecanismos de actuación más horizontal, con participación de agentes sociales y alejada de los ritos que hoy la...
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  • Carlos Carnicer

    Presidente del Consejo General de la Abogacía Española

    Se ha dicho en demasiadas ocasiones que nuestra Justicia quedó desenganchada del último vagón de la transición hacia la democracia; que ni siquiera tiene ya abogados que la defiendan. Desenganchada y, también, olvidada porque durante mucho tiempo, los políticos han pensado que la Justicia ni daba ni quitaba votos. Existen tensiones entre los poderes concurrentes en la Administración de Justicia que generan, como poco, posiciones encontradas cuya falta de acuerdos paraliza o, al menos, retrasa las decisiones necesarias para acceder a un servicio público eficiente que además, como todos los esenciales, debería ser gratuito en su esencia porque persigue...
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  • Carlos Javier Bugallo Salomón

    Licenciado en Geografía e Historia. Diplomado en Estudios Avanzados en Economía.

    Adjunto remito un pequeño texto que por razones de espacio debo enviar como archivo aparte. Sin ser yo mismo jurista, e interesado desde hace tiempo como ciudadano y como científico social por los temas relacionados con el Derecho, hago unas reflexiones para incitar la discusión y abrir las perspectivas del Debate.
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  • Joan Baucells Lladós

    Profesor titular de derecho penal en la Universitat Autònoma de Barcelona y miembro de la Junta del Grupo de Estudios de Política Criminal.

    Coincido en la oportunidad y la necesidad de “reinventar la justicia”, si la utilizamos en los términos que lo hace Manuela Carmena. Es decir, como “el servicio público que precisa la gran mayoría de ciudadanos para resolver sus litigios, basados en los derechos y obligaciones, tanto entre sí como entre ellos y el Estado”. Sobre todo, si tenemos en cuenta que la actual crisis económica y política ha agudizado más el debate sobre este servicio público –piénsese, por ejemplo, en la introducción de tasas judiciales- y si consideramos que se trata de un ámbito, el judicial, profundamente conservador, sin...
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