Unión Europea: ¿Más Europa u otra Europa?

  • Sabino Cuadra

    Sabino Cuadra

    Abogado y miembro de la izquierda abertzale.

Hace solo unos días una noticia apareció en todos los medios: “Bruselas pide expulsar a más de un millón de migrantes sin papeles”. No han pasado ni dos años desde que la UE aprobó una lista de cupos de refugiados a acoger por cada país –consciente y flagrantemente ignorados por todos ellos-, hasta plantear ahora una política de detención, internamiento y expulsión por cientos de miles. Es decir, “donde antes dije digo, ahora digo diego”. Se acabó lo que se daba. Las formaciones xenófobas europeas han aplaudido la medida. De la Europa que acogió a decenas de miles de refugiados y refugiadas chilenas, argentinos, uruguayas…que huían de sus dictaduras, solo quedan cenizas.

La Unión Europea (UE): un proyecto antidemocrático y antisocial.

Para quienes pasamos parte de la juventud escuchando “Radio París”, Europa fue durante un tiempo una referencia en materia de derechos sociales y democráticos. En cualquier caso, la lucha de liberación argelina, las revueltas de mayo-68, el otoño caliente italiano del 69.., nos mostraron que había también mucha fachada en todo aquello. Nuestros mayores nos hablaron también de la postura cómplice de las democracias europeas –Inglaterra Francia,..- para con la dictadura de Franco: “neutralidad” en la guerra 1936-39, reconocimiento diplomático posterior,… Aprendimos a distinguir así entre las reaccionarias clases políticas europeas (democracia cristiana alemana, italiana, gaullismo,..) y sus pueblos solidarios con nuestras luchas.

Las élites europeas hablaron claro desde el principio: “Comunidad Europea del Carbón y el Acero”, “Mercado Común”,… Ligaron directamente su proyecto al interés de los grandes industriales y finanzas europeas. Por eso, en la U.E., todo se diseñó a su manera: las élites por encima de la ciudadanía; la democracia secuestrada por los Gobiernos; un Parlamento florero; Comisiones ejecutivas omnipotentes, las finanzas por encima de los derechos sociales. La Europa de la ciudadanía, las naciones, la paz y la justicia social no estuvo entre los objetivos de los padres fundadores –¡ninguna madre!- del proyecto. Los derechos humanos fueron puro celofán, material para discursos y alguna que otra subvención. En los despachos ejecutivos el orden del día siempre fue otro. Por último, por si fuera poco, la consolidación del proyecto a lo largo del tiempo (Maastricht, Lisboa, euro,…) no ha hecho sino agravar lo anterior.

Y en esto llegó la crisis

Tras la II Guerra Mundial, mientras la economía crecía y hubo algo para repartir, la cosa funcionó. Pero todo cambió bajo los reinados de Thatcher y Reagan. El Estado del bienestar fue valorado como un lujo innecesario y un freno sin sentido al todopoderoso mercado. La economía-selva se adaptaba mejor al capitalismo salvaje ahora defendido. Luego, tras el derrumbe de los regímenes del Este europeo, un mundo-mercado nuevo se abrió a sus pies.

Pero aquello pronto demostró sus límites. La primacía lograda por las finanzas impulsó un desarrollo asentado en una espiral de endeudamiento público y privado que terminó pinchando por carecer de una economía real en la que asentarse. La burbuja estalló. Grandes bancos, entidades financieras y estados enteros se declararon en quiebra. Había que salir de aquella crisis.

Las tonterías afirmadas por gentes como Sarkozy (“Hay que refundar el capitalismo…”), pronto fueron arrojadas a la basura. Al revés que con la crisis de 1929, ningún banquero ni empresario se suicidó arrojándose de ningún rascacielos. En vez de suicidarse ellos, optaron por suicidar a los demás: desregulaciones laborales, fiscalidad regresiva, aumento de la precariedad, contención y recorte salarial, privatización de servicios públicos, debilitamiento de los servicios sociales,…. En resumen, un gigantesco transvase de fondos públicos hacia las finanzas responsables de la crisis, un incremento de las desigualdades sociales, un aumento de la tasa de explotación laboral y una acentuación de la brecha patriarcal existente entre hombres y mujeres.

No es cierto que estemos saliendo de la crisis, tal como dicen algunos. Son “ellos” tan solo quienes lo están haciendo, recuperando sus tasas de ganancia y conquistando más poder. Nosotros y nosotras, en vez de salir de ella nos estamos hundiendo cada vez más: bajan los salarios, se extienden las desigualdades, se debilitan los servicios sociales, se privatiza todo. La juventud carece de futuro; las mujeres, de presente; los inmigrantes, de país.

El desmorone del proyecto de la Unión Europea.

La crisis de la U.E. es global. Todos sus pilares están fallando: sociales económicos y políticos. La recetas neoliberales drásticas impuestas por la Troika, lejos de solucionar la crisis no han hecho sino cronificarla. Europa es hoy uno de los principales centros –por no decir el mayor- de la crisis mundial y las medidas tomadas han preparado el camino a una más que previsible nueva crisis financiera. Junto a ello, la pérdida creciente de peso de su economía ante el empuje de las economías emergentes acentúa todo lo anterior.

En el terreno político, la desafección ciudadana es creciente. Según el último eurobarómetro, solo un tercio de la población tiene confianza en las instituciones de la U.E. En esta medida, el Brexit se muestra como la punta del iceberg de una desconfianza extendida por toda Europa. A su vez, los procesos soberanistas e independentistas vividos especialmente en Escocia y Catalunya expresan la fragilidad de un proyecto construido de arriba abajo y asentado en unos Estados –que no en sus pueblos- que ahora entran en profundas crisis.

La consolidación de la Europa de las dos velocidades anunciada estos días por Hollande, Merkel, Gentiloni y Rajoy, expresa el fracaso de un proyecto que se dijo democrático e igualitario. Crecen las desigualdades en cada país (ricos-pobres, hombres-mujeres,..), entre los distintos Estados de la UE (países y ciudadanías con derechos de primera y segunda) y en relación con el resto del mundo. Tras el derribo del “muro de la vergüenza” berlinés se multiplican las murallas xenófobas y racistas por toda la periferia de la Europa fortaleza.

Mirando hacia adelante.

La crisis que vivimos es, sobre todo, una crisis de civilización. El modelo depredador, patriarcal y capitalista golpea y cuartea hoy los derechos humanos que dice defender y el medio físico sobre el cual se asienta nuestra existencia.

Decía Albert Einstein que “los problemas no se pueden solucionar utilizando los mismos criterios que fueron usados para crearlos”. Por ello, si no asentamos nuestra estrategia en valores civilizatorios diferentes, volveremos a caer en crisis idénticas o similares. Sorprende por ello leer en algunos textos de este debate (H. Maravall, J. Ariza) la defensa de la necesidad de buscar alianzas con la “derecha democrática” y el “centro derecha”, eso sí, “con vocación social”, tal como puntualiza el segundo. Yo pregunto, ¿cuáles son, en concreto, esas fuerzas en el Estado español, Francia, Alemania, Italia…?

Ante esta crisis de civilización es preciso enmarcar nuestras pequeñas, medianas y grandes luchas en unos parámetros económicos, sociales y medioambientales diferentes. El sacrosanto derecho a la propiedad privada, el patriarcado y la concepción de la naturaleza como botín de guerra, no pueden seguir siendo los pilares sobre los que asentar nuestro modelo de sociedad. Sigo con Einstein: “Locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener resultados diferentes”. Pues eso, el cambio ha de ser de raíz.

Un paréntesis sindical.

La izquierda europea suele ser unánime a la hora de afirmar que la socialdemocracia, sus partidos y gobiernos (Francia, Italia, Alemania, Gran Bretaña, Estado español…), han quedado engullidos por la ofensiva neoliberal, siendo hoy ya, no parte de la solución, sino del propio problema. La crisis profunda que viven hoy sus partidos no es sino consecuencia de ello.

No se habla apenas, sin embargo, del papel cómplice jugado a la vez por el sindicalismo europeo. Habiendo sido la clase trabajadora el principal objetivo del capital, sorprende la cuasi nula respuesta sindical dada ante esta agresión a nivel europeo. Ha habido, sí, importantes movilizaciones y huelgas en Francia, Grecia, Portugal, Italia, Estado español.., pero la Confederación Europea de Sindicatos –CES- ha renunciado a dar una respuesta coordinada ante la crisis (el artículo de Isidor Boix en este debate es claro a estos efectos) o de solidaridad para con el pueblo griego y su combativa clase trabajadora. El marco de respuesta estatal era insuficiente para hacer frente a esta agresión.

Pero es preciso realizar también una autocrítica dentro del sindicalismo de izquierda ya que, en general, tampoco éste ha estado (¡Grecia..!) a la altura de las circunstancias. Levantar alternativas ante la avalancha reaccionaria del capital no puede hacerse sin referirse al papel que debe jugar en esta tarea el sindicalismo de izquierdas. En esta Europa en manos del poder de las transnacionales y la Troika es del todo necesario reforzar mucho más los lazos de coordinación, trabajo conjunto y solidaridad de ese sindicalismo que rechaza la política de concertación de los grandes aparatos burocráticos sindicales.

Junto a ello, el sindicalismo de izquierda necesita a su vez una profunda renovación. La globalización económica y productiva ha modificado de forma importante el terreno de juego y pelea sindical. Por ello, sin abandonar el marco del centro de trabajo y la empresa, el sindicalismo debe ser cada vez más social, más abierto la sociedad de la que es parte. Profundizar en sus perfiles internacionalistas, ecosocialistas y feministas es hoy en día algo esencial.

1 No es objeto de este artículo comentar la política de concertación de CCOO y UGT y sus diferentes Acuerdos con la patronal –CEOE- y Gobiernos (desde los Pactos de la Moncloa -1977- hasta su último apoyo a la reforma de pensiones y alargamiento de la edad de jubilación -2011- y los últimos Acuerdos con CEOE y CEPYME por el Empleo y la Negociación colectiva de 2012 y 2015), pero sí señalar que esa política ha facilitado el fortalecimiento político, social y laboral de la patronal y el debilitamiento progresivo de la negociación colectiva y las relaciones laborales: contención y recortes salariales, contratación precaria, debilitamiento del sistema de pensiones, incremento de la movilidad,….


La otra Europa por la que luchamos.

La política xenófoba de la U.E. (muros, CIEs, expulsiones por millones…) no tiene solo que ver con la violación flagrante de los derechos humanos. Además de eso está el hecho de que la propia Europa tiene una deuda previa con el mundo. Su acumulación de capital y poder se ha asentado durante siglos en la esclavitud, la conquista y el expolio de todos esos pueblos que hoy rechaza. Por si fuera poco, las guerras y hambres de las que huyen hoy todos esos millones de personas, han sido fabricadas aquí, en Occidente.

En Europa resuenan de nuevo tambores de guerra. No contenta con sus ingerencias en Afganistán, Iraq, Libia o Siria, se habla ahora de incrementar los presupuestos militares y presencia armada en el mundo. La izquierda europea debe apostar por ello por una paz que implique la lucha contra el militarismo, los holding armamentistas, la OTAN (Euskal Herria dijo un claro ¡NO! a ésta en el referéndum de 1986) y la política exterior de agresión, ya que de lo contrario aquella paz venerada se convierte en pura hipocresía.

El pasado 8 de marzo, millones de mujeres han mostrado a nivel mundial la fortaleza del movimiento feminista. Ningún discurso, programa ni estrategia puede ser ya concebido al margen de sus reivindicaciones, sin encarar la crisis sistémica de este capitalismo financiarizado y sus modos de producción de valor y reproducción social. Los propios derechos humanos, sociales y democráticos deben ser reformulados. Mucho más aún las fórmulas organizativas, participativas y de movilización. Se trata, en definitiva, de ir bastante más allá de esos unánimes cánticos a la “igualdad” que a tan poco suelen comprometer en muchas ocasiones.

La lógica del capital está llevando cada vez más a un choque con las bases mismas de la vida. Cada vez son más alarmantes los datos relativos a la crisis energética, el cambio climático, la degradación de los sistemas naturales (selvas, acuíferos, casquetes polares,..), los efectos de la política de grandes infraestructuras… Asentar un modelo de producción, distribución y consumo diferente se vuelve cada vez más urgente. El mandato bíblico “dominar la tierra” debe arrojarse ya, y para siempre, al basurero de la historia.

Hay que partir desde abajo. La construcción de una Europa diferente debe asentarse en el empoderamiento de sus gentes y sus pueblos. Nada al margen de ese derecho soberano a decidir que nos ha sido hurtado. Decidir sobre lo político y lo social, lo grande y lo pequeño, el presente y el futuro. Frente a la Europa de los Estados y las élites, la de las naciones y las gentes. Ningún obstáculo, ni estatal ni unionista, al libre y democrático ejercicio del derecho a decidir por parte de Catalunya, Escocia, Flandres, Galiza, Faroe, Euskal Herria…

El camino.

La Unión Europea va a celebrar el próximo 25 de marzo el 60 aniversario del Tratado de Roma. Dice un refrán chino que cuando alguien se pierde por el camino no hay nada mejor que volver al punto de partida. Es un buen momento, pues, para desfacer todos los entuertos cometidos. La izquierda europea debe recuperar su relato del mundo, el que pone a la gente en el centro y construye a partir de ahí una alternativa basada en la democracia y la solidaridad. Una alternativa frente al capitalismo actual que ofrezca un futuro digno y justo para todos los hombres y mujeres que viven en ella. Nunca más el carro por delante de los bueyes, las finanzas por encima de las personas, los estados por encima de los pueblos.

Lo anterior supone apostar por una vía que no es ni fácil ni corta. Tejer los lazos políticos, sindicales, sociales, feministas, ecologistas… que todo ello precisa llevará tiempo y esfuerzo. Pero todo lo que se haga en esa dirección dará frutos positivos netos. Lo otro, lo de “más Europa” no es sino más de la locura a la que se refería Einstein.

Otras intervenciones en el debate

Intervenciones
  • camelias31

    Secretario de Comunicación de Alternativa Republicana

    Es hora de abrir los ojos: esta crisis no es sólo una crisis financiera. Es sobre todo una crisis económica y de gobernanza, que refleja la ausencia de una política económica a nivel de la UE y la falta de regulación del mercado. La verdadera respuesta a todos estos problemas será, ante todo, política: nuevo orden Económico Mundial y una Europa federal. Somos europeístas, pero no es aceptable la deriva neoliberal que impone injustas e insostenibles restricciones sociales a los Estados. No creemos en la existencia de una moneda única sin una política económica y fiscal única y avalada por...
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  • Nacho Alvarez

    Profesor de Economía, UAM, y Responsable de Economía de Podemos

    El debate político europeo está hoy marcado por dos preguntas ineludibles: ¿Qué significa terminar con el neoliberalismo en Europa? ¿Qué estrategia política permite caminar en esa dirección cuando uno forma parte de la Eurozona? Recordemos que Europa y los países occidentales ya terminaron una vez con el liberalismo. La primera globalización (1870s-1920s) entró en crisis con la I Guerra Mundial, y fue definitivamente desarmada con la Gran Depresión de 1929. Las políticas económicas keynesianas, vinculadas al ascenso de la socialdemocracia y a las conquistas del movimiento sindical, pusieron un punto y aparte en la tendencia a la mercantilización de las...
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  • Carlos Berzosa

    Catedrático emérito de la Universidad Complutense. Presidente de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).

    La Unión Europea (UE) ha puesto de manifiesto su incapacidad para afrontar las dos grandes crisis que han conmocionado a la economía y a la política: La Gran Recesión y la grave situación de los refugiados. Esto pone de manifiesto la debilidad institucional y los cimientos nada sólidos con los que se ha tratado de construir la unión monetaria. El fracaso tan evidente pone en cuestión el proyecto europeo de integración. La UE no hace honor a su nombre pues se encuentra desunida ante las respuestas que se han dado con los refugiados, al tiempo que se agranda la...
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  • Eddy Sánchez

    Profesor de Ciencias Políticas de la UCM y Director de la Fundación de Investigaciones Marxistas

    A seis décadas de la firma del Tratado de Roma y a pocas semanas del primer aniversario del Brexit, la sensación de implosión de la UE se generaliza. Todo hace pensar que el proyecto actual de la UE deriva hacia una especie de Europa bajo hegemonía alemana, debilitada por la crisis del euro e incapaz de reformarse desde dentro, donde las demandas de soberanía de los Estados miembros crecen. La hipótesis de la que parte el presente artículo se sitúa precisamente en el punto en el que la crisis de la UE parece irreversible, mientras el horizonte del regreso...
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  • Javier Doz

    Miembro del Comité Económico y Social Europeo por CCOO

    El segundo artículo de Francisco Louça, después del inicial que promovió este debate, lleva por título “Actuar en Europa con los pies en el suelo”. En él, su autor realiza una breves glosas de la mayoría de los artículos que lo precedieron para llegar a una inicial conclusión de que todas las personas que hemos participado en el debate compartimos que “la izquierda debe desarrollarse fuera de esas instituciones o de esa política”, en referencia a las instituciones de la UE y a la política que éstas han aplicado en los últimos tiempos (o desde su creación). Comparto la...
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  • Jesús Pichel Martín

    Profesor de Filosofía

    Durante los últimos cien años (más intensamente durante los últimos setenta y aún más en los últimos veinticinco años) Europa ha ido perdiendo su papel económico, cultural, tecno-científico y geo-estratégico; y, lo que es aún más grave, está perdiendo su propia identidad política y social, heredera de más de veinticinco siglos de historia. Parece que el mundo eurocéntrico ha dejado de existir definitivamente. Los Estados Unidos de América se convirtieron en la primera potencia económica mundial al terminar la Gran Guerra y, a pesar de la crisis de los años 30, consolidaron su poder al término de la Segunda Guerra Mundial....
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  • Isidor Boix

    Ex Secretario de Negociación Colectiva y Acción Sindical Internacional de FITEQA-CCOO.

    Me ha sorprendido la nueva aportación al debate de Francisco Louça respondiendo a las intervenciones producidas a partir de la suya inicial. Sorpresa y desacuerdo por el método, por el tono y por su contenido. Me parece un mal método referirse a las diversas aportaciones recogiendo de muchas de ellas sólo un párrafo, o una frase, y, a partir de ello, sin intentar entender su sentido, polemizar con adjetivos como “prueba de sectarismo”. En esta segunda entrega Louça desarrolla su planteamiento contrario a las diversas opciones de “más Europa” centrándolo en su apuesta por los “Estados nación”. Por mi parte...
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  • El desastre europeo

    04/04/2017

    Fernando Luengo

    Profesor de economía aplicada de la Universidad Complutense de Madrid y miembro del círculo de Podemos Chamberí

    “La Europa de dos o más velocidades”. Consigna de moda en la siempre opaca y confusa jerga empleada en los documentos comunitarios. Aunque la expresión no es nueva en la gramática de la Unión Europea (UE) –ha justificado, por ejemplo, la decisión de crear la Unión Económica y Monetaria (UEM)-, ha cobrado una renovada actualidad. Designa uno de los cinco escenarios contemplados en el Libro Blanco sobre el futuro de Europa; concretamente el tercero, denominado “Los que desean hacer más, hacen más”. La idea es, básicamente, la siguiente. Para sacar de su letargo el denominado “proyecto comunitario”, hay que...
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  • Daniel Albarracín Sánchez

    Consejero de la Cámara de Cuentas de Andalucía. Sociólogo y economista. Miembro de Anticapitalistas y del Consejo Asesor de Viento Sur.

    La Unión Europea lleva años en una fase de bloqueo para cualquier reforma de calado. Esta se mueve conjugando una tensión retórica tecnocrática y federalista, que procura de algún modo legitimar a la institución -sobre todo a la Comisión-, y una realidad palmaria intergubernamental que hace del revuelo ganancia de pescadores (Alemania), plasmada en la parálisis del Consejo. Al mismo tiempo, la Unión Europea, y el Eurogrupo en particular, juega el papel de espacio de concertación de las oligarquías europeas, que se amparan en sus orientaciones para justificar políticas de gobierno propicias a la austeridad social, el sostenimiento del...
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  • Leo Moscoso

    SPO-Consulting (director)

    1. La Crisis Política en Tiempos Duros. La lección de la crisis griega era ésta: o prevalecía la democracia a expensas de los intereses de la oligarquía financiera internacional, o bien, si eran esos intereses los que había que hacer respetar, entonces se hacía necesario el estado de excepción. De ahí el golpe propiciado por los Junker, Dijsselbloem, & Co. Puede que Syriza continúe al frente del ejecutivo en Grecia, pero no nos engañemos: Grecia está administrada desde el exterior y los extremistas que la tienen intervenida también tienen el poder y están en el gobierno de Europa. Los extremistas...
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  • Francisco Louça

    Político y economista

    El diario Público inició un debate sobre el tema ¿Se abren o se cierran oportunidades para el cambio en Europa?, al que fui invitado a participar, junto a sus lectores y lectoras. El debate, que ha sido abordado por varios ponentes desde diferentes puntos de vista, puede seguirse aquí, por lo que agradezco a todos los participantes las ideas o críticas que han planteado a partir de mi texto inicial. Se trata de un debate vivo, en el que se adivinan experiencias, trayectorias y conclusiones diferentes, pero que comparten una preocupación: ninguno de los textos aplaude la senda que ha...
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  • Juan Carlos Barba

    Economista

    A mi modo de ver Francisco Louça acierta en que está desapareciendo el espacio para las políticas de capitalismo con rostro humano en Europa. Sin embargo disiento de él en dos puntos: -No creo que Europa sea reformable. La UE es una superestructura creada por EEUU y se adaptó al cambio de rumbo surgido a raíz del Consenso de Washington y esa adaptación se manifiesta en las instituciones actuales y sobre todo en la Eurozona. Pretender que tales superestructuras se reformen con otras finalidades más sociales (entiendo que se sugiere algún tipo de socialdemocracia) no me parece plausible por cuanto...
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  • camelias31

    Secretario de Comunicación de Alternativa Republicana

    Frente a este desastre anunciado, nuestros líderes políticos sólo ofrecen soluciones tecnocráticas, sin darse cuenta de que lo que está en juego hoy no es tanto la salud financiera de cada país en concreto sino la capacidad política de Europa sobre el control de sus políticas fiscales y frente a la presión de los mercados financieros. Y soluciones aisladas tipo "brexit" no son la respuesta. Es hora de abrir los ojos: esta crisis no es sólo una crisis financiera. Es sobre todo una crisis económica y de gobierno, que refleja la ausencia de una política económica a nivel de...
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  • Gabriel Flores

    Economista

    El futuro de la Unión Europea y del euro está en duda. Y hay muchas razones para ello. La simple enumeración de los problemas a resolver muestra la importancia del desafío que afronta el proceso de unidad europea iniciado hace 60 años. Los excedentes de ahorro de los países con superávit en sus balanzas corrientes (Alemania y Holanda, fundamentalmente) no se prestan a los países del sur de la eurozona, cuya solvencia presupuestaria y bancaria está en entredicho. Mientras los países deficitarios han tenido que hacer tremendos esfuerzos de ajuste para equilibrar sus cuentas exteriores y corregir...
    - Seguir leyendo
  • Sabino Cuadra

    Abogado y miembro de la izquierda abertzale.

    Hace solo unos días una noticia apareció en todos los medios: “Bruselas pide expulsar a más de un millón de migrantes sin papeles”. No han pasado ni dos años desde que la UE aprobó una lista de cupos de refugiados a acoger por cada país –consciente y flagrantemente ignorados por todos ellos-, hasta plantear ahora una política de detención, internamiento y expulsión por cientos de miles. Es decir, “donde antes dije digo, ahora digo diego”. Se acabó lo que se daba. Las formaciones xenófobas europeas han aplaudido la medida. De la Europa que acogió a decenas de miles de...
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  • Javier Doz

    Miembro del Comité Económico y Social Europeo por CCOO

    ¿Tiene futuro la UE? ¿Tiene futuro la izquierda? Después de leer el texto de Francisco Louçā y, sobre todo, la principal de sus seis conclusiones mi respuesta a ambas preguntas sería “no”. Porque el artículo -con el que coincido, no obstante, en parte de sus diagnósticos y algunas de sus conclusiones- tiene un mensaje claro: la única solución frente al estado de cosas en la UE, agravado por las políticas de austeridad y devaluación interna, es salirse del euro y adentrarse en lo que sería una versión de izquierdas del nacionalismo económico (sustitución de importaciones para mejorar las balanzas...
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  • Jaime Pastor

    Politólogo y editor de Viento Sur

    El diagnóstico que nos ofrece Francisco Louça sobre el momento que atraviesa la Europa postBrexit es rotundo, pero no por ello menos realista: “la Unión Europea se destruye por dentro porque es divergencia y no es Unión”, “Europa está cambiando, sí, pero sus instituciones forman parte de esta deriva hacia la derecha”. Un panorama que amenaza con ir a peor porque “la pesadilla de una nueva crisis financiera está por llegar“ y la pregunta solo es “cuándo llegará” y cuánto contribuirá a la descomposición de la UE tras la salida del que era su segundo mayor Estado miembro y...
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  • Eppur si muove

    10/03/2017

    Ángel Requena

    Profesor de Matemáticas

    Ante la pregunta categórica que se me plantea en esta tribuna (“¿Se abren o se cierran las oportunidades de cambio en favor de mayor justicia social y mejores garantías democráticas?”) no queda menos que recurrir a la celebre frase que Galileo nunca pronunciara ante el Santo Oficio, porque pese a todo el movimiento es incesante. El pasado enero falleció Zygmunt Bauman, el filósofo político comprometido y lúcido analista que acuño el término de sociedad líquida. Bauman no generalizó la liquidez al propio análisis político pero, sin duda, la obsolescencia de las reflexiones de coyuntura es también una característica de...
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  • Joan Subirats

    Catedrático UAB y Coordinador de Doctorado en el Institut de Govern i Polítiques Públiques (IGOB-UAB)

    La integración europea generó, como sabemos, una notable asimetría entre las políticas que promovían la eficiencia del mercado (que siempre fueron el motor del proceso integrador) y las políticas que querían promover protección y equidad. A medida que el proceso de integración económica se aceleró y se quiso acompañar esa dinámica con mayores cuotas de integración social y política, surgieron graves inconvenientes. Por un lado, los estados de bienestar de cada estado miembro fueron sufriendo los efectos de los procesos de liberalización y de aumento de la competitividad, mientras que los esfuerzos para generalizar las políticas sociales chocaban con...
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  • El cambio en Europa

    10/03/2017

    Rosa Martínez

    Diputada de Unidos Podemos y coportavoz de EQUO

    Sin duda Europa está cambiando, lleva tiempo cambiando. Lo que hoy vivimos no es sino la aceleración y concreción de diferentes tendencias y fenómenos, que desde hace décadas (con diferencias cronológicas y de intensidad según los países) están transformando el orden y los elementos sobre los que se edificaron nuestras sociedades tras la Segunda Guerra Mundial: - Las altas tasas de crecimiento de económico de la posguerra que pusieron las bases del funcionamiento de nuestras economías y se tradujeron en una mejora sustancial del nivel de vida de las personas en Europa, ya no existen y posiblemente no volverán....
    - Seguir leyendo
  • José Luis Atienza

    Teniente alcalde de ICV de Viladecans

    José Luis Atienza y M.A Díaz La Unión Europea está en una crisis política sin precedentes. Es evidente que el Brexit ya ponía al proyecto europeo en inesperadas dificultades, pero sumado a la irrupción de Trump y al confuso panorama electoral de nuestros vecinos mediterráneos pone a Europa en una situación inédita desde el fin de la segunda guerra mundial. La Unión Europea está también en el centro del debate de la izquierda. Una parte de ella anuncia que ha llegado el momento de salir del euro y volver a las monedas nacionales, porque la moneda...
    - Seguir leyendo
  • Anibal Garzón

    Sociólogo, docente y analista internacional

    El 2016 ha sido un año que muchos analistas lo han calificado como el inicio del fin de la Unión Europea (UE) a causa de 3 importantes sucesos. El primero, la victoria electoral del BREXIT y la consecuencia de la dimisión del conservador europeísta, a la manera británica, David Cameron. El segundo evento, la derrota del Primer Ministro italiano Matteo Renzi en el referéndum constitucional y su posterior renuncia. Y el tercero, la cercana posible victoria de la ultraderecha euroescéptica del Partido de La Libertad (FPÖ) en la segunda vuelta de unas repetidas elecciones en Austria. Además, y como...
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  • Miguel Guillén

    Politólogo

    Se me pide desde Espacio Público que dedique unas líneas a reflexionar sobre una pregunta de muy difícil respuesta, pero que sin duda debemos formularnos: ¿se abren o se cierran las oportunidades de cambio en favor de mayor justicia social y mejores garantías democráticas? Se trata de una cuestión fundamental que necesariamente se tiene que abordar desde una perspectiva global, levantando la vista más allá de nuestras fronteras. Vivimos en un país situado en la periferia de Europa (a nivel geográfico y no solamente a este nivel), que forma parte de la Unión Europea y que en los últimos...
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  • Pere Vilanova

    Politólogo.

    Parece emerger una opinión difusa de que “estamos saliendo” de la crisis iniciada a finales de 2008. Incluso algunos expertos apuntan, a comienzos de 2017, que se ha salido de la crisis durante 2016. Habrá que ver si la tendencia se confirma. Pero algún hecho es de difícil refutación a escala europea e incluso transnacional. Admitiendo que se haya salido de la crisis, lo que es seguro es que ello no significa que “volveremos a estar como antes (de la crisis)”. En absoluto, pues con el tiempo veremos que hemos asistido a un reajuste estructural de proporciones históricas, a...
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  • Jesús Pichel Martín

    Profesor de Filosofía

    Durante los últimos cien años (más intensamente durante los últimos setenta y aún más en los últimos veinticinco años) Europa ha ido perdiendo su papel económico, cultural, tecno-científico y geo-estratégico; y, lo que es aún más grave, está perdiendo su propia identidad política y social, heredera de más de veinticinco siglos de historia. Parece que el mundo eurocéntrico ha dejado de existir definitivamente. Los Estados Unidos de América se convirtieron en la primera potencia económica mundial al terminar la Gran Guerra y, a pesar de la crisis de los años 30, consolidaron su poder al término de la Segunda Guerra Mundial. El desgaste de Europa durante...
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  • Andy Durgan

    Historiador

    Andy Durgan (historiador) y Mike González (escritor) El panorama mundial en las dos semanas posteriores a la inauguración de Trump, como señala Francisco Louçã, no se veía muy alentador. Pero precisamente por eso sería importante recordar que la historia no es un momento, sino un proceso. De no ser así, la sucesión de Brexit a Trump llevaría inexorablemente hacia una nueva edad de hierro bajo el dominio de un fascismo europeo renaciente. Nada es inevitable. La cuestión es cómo conseguir un cambio que responda a las esperanzas expresadas en las manifestaciones multitudinarias contra Trump a través del mundo. Por...
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  • Javier Madrazo Lavín

    Profesor. Ex Consejero Vivienda y Asuntos Sociales del Gobierno Vasco.

    Hablar de Europa en el año 2017 significa hablar de frustración, decepción e impotencia. Recuerdo la admiración que la izquierda española sentía en el franquismo y la transición por una Europa, que percibíamos como un espacio de libertad, igualdad, justicia social, derechos humanos y democracia. Cabría preguntarse ahora en qué nos equivocamos; qué hicimos mal entonces y cuál es el precio a pagar por los errores cometidos. Personalmente, lo tengo claro. Dejamos que el proceso de Unión Europea lo liderara la derecha más neoliberal y el socialiberalismo, doblegado por la presión de los poderes económicos y militares. Las élites tomaron...
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  • Maria Corrales Pons

    Periodista y miembro de Un País en Comú

    Para responder a la pregunta de si se está abriendo o cerrando la brecha histórica para la oportunidad de un cambio en sentido progresista, es fundamental, en primer lugar, situar, desde los enfoques teóricos de cada cuál, el porqué de su apertura. Desde mi perspectiva, una de las principales causas que hay que atender para comprender el desarrollo de la crisis y sus respuestas en nuestro contexto es el de la crisis orgánica del proyecto económico y político de la Unión Europea. Tal y como explica Gerardo Pisarello, a partir de la crisis económica de 2008 que pone...
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  • Julian Ariza

    Sindicalista

    Comparto la idea de que no hay motivos para el optimismo si nos asomamos al panorama político, económico y social que nos rodea, tanto a nivel internacional como dentro de nuestro país. Efectivamente, si pensamos, por ejemplo, en los dos acontecimientos más próximos y sobresalientes, el problema no sería sólo que los británicos apostaran por el Brexit y los estadounidenses le otorgaran el poder a un energúmeno. Lo peor es que la deriva por la que nos deslizamos hace años adquiere mayor gravedad con estos hechos. Me refiero a los retrocesos en materia de regulación frente a los desmanes...
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  • Rosa Cañadell

    Licenciada en Psicología. Profesora. Articulista. Co-fundadora del SIEC (Seminari Ítaca d’Educació Crítica).

    Las crisis son una oportunidad, se acostumbra a decir. La verdad es que las crisis (personales, psicológicas, políticas, económicas...), si se superan, acostumbran a abrir nuevas perspectivas, pero si no se superan, en vez de una oportunidad, pueden llevarnos a la ruina. España, Europa y, posiblemente, el mundo entero, está atravesando una de las mayores crisis después de la II guerra mundial. Crisis financiera, política, social y moral con todas sus consecuencias: aumento brutal de la desigualdad, del desempleo, de la explotación laboral, de la desprotección social, de la privatización de todos los servicios públicos, de la pobreza, de...
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  • Isidor Boix

    Ex Secretario de Negociación Colectiva y Acción Sindical Internacional de FITEQA-CCOO.

    Comparto prácticamente todas las consideraciones de Francisco Louça en su trabajo “Europa está cambiando” que encabeza este debate. También las de Rafael Poch en su “Adiós, Unión Europea” (http://blogs.lavanguardia.com/paris-poch/2017/02/01/adios-union-europea-42041). Ambos pueden parecer demasiado pesimistas, apocalípticos casi, pero probablemente aciertan en su mensaje de crítica y alerta. Menos comparto las líneas de avance apuntadas cuando Louça propone “abandonar el euro”, con lo que supone de deconstrucción europea, y Poch ya entona el “adiós” a Europa. En ambos me falta una mayor reflexión sobre la necesaria iniciativa social para responder a los presentes desafíos. Es fácil coincidir con Francisco Louça cuando...
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  • Héctor Maravall

    Abogado de CCOO

    Las alternativas progresistas se alejan, pero no desaparecen No es fácil responder a la pregunta de si hoy estamos o no en mejores condiciones para impulsar y conseguir un cambio político y socioeconómico en España e incluso en la Unión Europea. Hay muchas razones para responder negativamente y también algunas para hacerlo en positivo. Todo ello partiendo de una primera constatación, el tablero político estatal e internacional se mueve a gran velocidad, surgiendo novedades no previstas, que dificultan cualquier proyección a medio plazo mínimamente fiable. El triunfo de Trump, el Brexit, la caída de Renzi y de Dilma Rousseff, la...
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