Controlar la miseria o reducir la desigualdad

  • Luis Nogués Sáez

    Luis Nogués Sáez

    Trabajador Social, Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología, Doctor en Antropología Social, Profesor de la Facultad de Trabajo Social de la UCM, Director General de Integración Comunitaria y Emergencia Social en el gobierno de Manuela Carmena.

03.08.2020

Debate principal: Un debate cargado de presente y de futuro

Hoy muchos seguimos preguntándonos: ¿Cómo es posible que después de tantos años de duras y corruptas políticas neoliberales, privatizadoras de los servicios públicos, fiscalmente regresivas, jibarizadoras de la vivienda social, de raquíticas rentas mínimas de inserción y con unos niveles de exclusión social como los citados, no sólo no se ha producido una fuerte respuesta social, sino que por el contrario la derecha haya sido premiada revalidando sus gobiernos de la Comunidad y del Ayuntamiento de Madrid? ¿Qué factores actúan para que haya unos niveles saludables de cohesión social cuándo lo que cabría esperar de los actuales niveles de injusticia y desigualdad sería una fuerte explosión social?

Tal vez para encontrar la explicación hay que remontarse al principio, a los tiempos en que la derecha madrileña recuperó el poder político en la Comunidad de Madrid en el año 1995 con Alberto Ruiz Gallardón, lo hicieron agrupando en torno a una fuerza política a personajes procedentes de sectores sociales clasistas y corruptos de la sociedad madrileña. Una élite convencida de que las personas nacen desiguales por su origen familiar y que consideran que dicha desigualdad debe conservarse en él tiempo.

La Comunidad Autónoma de Madrid y la Comunidad Valenciana fueron durante un tiempo los principales laboratorios donde probar el modelo neoliberal en estado puro; territorios en los que someter a prueba diferentes técnicas de gestión de la desigualdad social; donde poder comprobar hasta qué punto en democracia se pueden tomar medidas favorables a unos pocos sin provocar fuertes reacciones sociales. En el Chile de Pinochet se lanzaron a tumba abierta a aplicar las recetas de desregulación del mercado de Milton Friedman, sabiendo que podían controlar la respuesta social utilizando la violencia de un Estado criminal, pero la derecha madrileña partía de una desventaja a la hora de aplicar dichos principios: se encontraban con una España en la que la democracia estaba consolidada y, ya se sabe, que en las democracias los métodos utilizados en Chile no están bien vistos, no son tolerables y que, por lo tanto, debían instrumentar otras formas para neutralizar la oposición.

La derecha en Madrid a lo largo de los últimos 25 años ha llevado a cabo una obra de ingeniería social, orientada a deconstruir la base social progresista y construir una nueva sociedad civil, adaptada a los valores neoliberales que parten de la idea de que la gestión de las vidas personales se debe adaptar al mercado. Su proyecto ideológico/cultural siempre ha consistido en arrinconar la igualdad como un valor básico de la organización social y sustituirlo por la desigualdad como el valor alrededor del que pivotar la organización social. Lo han hecho de una manera constante, con mayor o menor astucia, dependiendo de las luces de cada gobernante. De lo que no cabe duda es que, hasta el momento, han logrado que su concepción desigual de la sociedad sea hegemónica, penetrando con diferente intensidad en todas las capas sociales sin excepción. Como consecuencia, todo intento de articular un proyecto social y político contra-hegemónico, basado en el objetivo de reducir la desigualdad social con políticas de redistribución de la riqueza, no ha contado, por el momento, con apoyos suficientes.

Sin embargo, han dado sus frutos estas políticas. Así es como Madrid se ha convertido en la última década en la Región más segregada de Europa y en la segunda con mayor desigualdad social. Los datos del último informe FOESSA así lo certifican (a buen seguro la COVID 19 extremará los datos): en 2018 en la Comunidad de Madrid, el 33,7% de la población se encontraba en situación de integración precaria, el 8,7% en exclusión moderada y el 7,4% en exclusión severa, es decir, en torno a un millón de personas estaba en una situación de exclusión.

Diferentes han sido los protagonistas en esta revolución conservadora. Sin duda Gallardón fue una pieza clave por su astucia y ambición, contó además con los apoyos de Prisa para construir su imagen de político ilustrado, progresista y liberal, promoviendo una revolución de las élites capaz de construir nuevas hegemonías, superando la imagen rancia y caciquil de Álvarez del Manzano. A estas alturas no se podría entender el éxito de la operación si no hubiese contado con Esperanza Aguirre más radical y agresiva, pero que ha jugado un papel fundamental en captar y controlar nuevos talentos para el partido, ejerciendo el control con mano dura y repartiendo prebendas entre sus acólitos.

Llegados a este punto es necesario detenerse en una de las piezas clave de la estrategia, sin la que no se podría explicar su éxito a la hora de dulcificar la oposición social y política. Ponerla encima de la mesa resulta necesario para iniciar una estrategia que ponga fin a los 25 años de ataque a los derechos sociales. Se ha instalado una configuración político-ideológica favorable a un modelo de Servicios Sociales liberal neofilantrópico, denominado Estado Mixto de Bienestar, objetivo indiscutido e indiscutible, horizonte prometido que se presenta como modelo de todos los modelos. Han logrado que una gran mayoría de los actores implicados considere que estamos ante una realidad irremediable frente a la que no queda otra alternativa que la de subirse al carro, y se ha convertido en pensamiento único en el mundo de la acción social.

El modelo liberal neofilantrópico busca cumplir varios objetivos de manera simultánea: neutralizar a las víctimas más directas de sus políticas con un tipo de ayudas que produzcan una doble degradación, es decir, incapacitar a los usuarios para comprender la situación y dificultar la organización de una respuesta individual y social, dedicando para ello recursos escasos pero que permitan la supervivencia. En segundo lugar, canalizar la solidaridad, que la desdicha de los otros genera en el resto de la sociedad, hacia fórmulas compasivas; y por último impedir que se puedan articular proyectos políticos contrahegemónicos.

El elemento neurálgico de su estrategia, en torno al que gira toda la propuesta, es despojar de su dignidad a una parte de los seres humanos, considerar a los usuarios de servicios sociales como ciudadanos de segunda categoría, población sobrante. Su identidad se diseña como sumisión; recibir asistencia significa ser estigmatizado y ser apartado de la carrera ordinaria de los ciudadanos, significa una degradación de la persona. La identidad pública de quien recibe asistencia experimenta una transformación hacia una nueva forma considerada socialmente inferior; se le asigna un nuevo rol, -el de pobre- que tiene el rango de estatus principal, en el sentido de que, a partir de ese momento, cualquier actuación de esa persona se interpretará a través de ese rol.

Una prueba de esta afirmación la encontramos en la frecuente violación del derecho a la privacidad de quienes reciben asistencia social; a los pobres se les investiga in situ, el territorio del hogar que se considera inviolable puede invadirse en este caso. Otro símbolo de esa “minoría de edad sobrevenida” es el control que puede ejercerse sobre el dinero asignado a los pobres. La democratización de los servicios sociales pasa de manera ineludible por la recuperación de la dignidad de los usuarios y en que se conviertan en los actores principales del sistema, y no es posible con la visión armonicista del modelo centrado en la persona, sino que pasa por el empoderamiento de los sectores vulnerados, en definitiva, por la repolitización de la pobreza.

Hay otros cuatro actores presentes en los Servicios Sociales: un actor público, el Estado, y tres actores privados que conforman la sociedad civil (mercado, iniciativa social y familiar). Cada uno de ellos tiene una naturaleza o una lógica que le confiere una identidad propia: el Estado se caracteriza por la garantía de los derechos, la producción de servicios —no de mercancías— y es la expresión de la solidaridad indirecta; el Mercado, cuya característica esencial es el intercambio con beneficio económico, produce mercancías, y es la expresión del solidarismo. La Iniciativa Social, cuyas características son el altruismo, el asociacionismo, la denuncia y la reivindicación, es la expresión de la solidaridad directa y, por último, tenemos la esfera Familiar o particular, cuya característica es realizar los cuidados informales y dar expresión particular, concreta y afectiva a las relaciones de reciprocidad.

El problema, sin embargo, no es la difuminación coyuntural como consecuencia de la hibridación entre actores en presencia, ya que esta hibridación forma parte de la compleja vida social en democracia. La cuestión es que se está produciendo, bajo la dirección de un poder político y administración que favorece el despliegue y la penetración de las grandes empresas en el campo de lo social, la perversión de la identidad del resto de los actores presentes.

Pervierte la naturaleza del Estado Social; pervierte la naturaleza de la iniciativa social; pervierte la naturaleza del mundo familiar; y lo hace hasta tal punto, que muchas de las decisiones de estos actores no están marcadas por su naturaleza esencial. La difuminación acaba eliminando los perfiles propios de cada uno de los actores, a excepción del mercado.

Hoy en día, las multinacionales, las grandes empresas y corporaciones del sector no lucrativo se están quedando con todos los servicios sociales públicos o privados que les resultan rentables. Por un lado, los servicios mercantilizados que van dirigidos a aquellos los sectores de la población que puede adquirirlos en el mercado libre y, por el otro, todos aquellos servicios que el Estado pone en manos de estructuras privadas y que producen beneficios, dejando para la «beneficencia» pública y privada la atención de las personas con recursos insuficientes.

Si aquellos sectores progresistas que son elegidos para garantizar una serie de servicios a la ciudadanía, como ocurrió en el breve interludio del gobierno de MAS Madrid, lo hacen sin un modelo propio, diferente del que orienta a los gobiernos conservadores, «la mano invisible» del mercado seguirá creando las condiciones para que sus propuestas resulten inevitables, e irá estableciendo el lugar que deben ocupar el resto de los actores sociales, sean de la iniciativa social como de la propia Administración pública.

Uno de los factores que engrasan el modelo neoliberal es la existencia de una tupida trama de relaciones, en las que un número de personas reducido, representativas en sus respectivas esferas, ocupan de manera simultánea espacios y desempeñan papeles muy significativos en el resto de esferas —grandes ONG, fundaciones, partidos políticos, sindicatos, universidades, empresas— y, poco a poco, van tejiendo entre ellas una serie de relaciones amables en las que el conflicto da paso a la conciliación, y la elección de un lado a la equidistancia.

En esta dinámica ¿qué ocurre a diario en ese mundo complejo, rico y heterogéneo de las ONG? especialmente difícil es la situación que viven las pequeñas organizaciones territoriales, aquellas que vienen desarrollando intervenciones sociales complejas con un gran compromiso con su actividad, pero que por alguna razón no forman parte de esa elite que cuenta con apoyos importantes y seguros en los gobiernos, en el mundo de la empresa o en la iglesia. En este mundo de la iniciativa social el miedo a perder el trabajo, unas condiciones laborales precarias y la inseguridad financiera son permanentes. Tienen siempre encima de sus cabezas la espada de Damocles, situación a la que contribuye el tipo de regulación de las subvenciones públicas, el sistema de contrataciones e, incluso, el tipo de gestión de los sellos de calidad.

Y estas situaciones se agudizan ahora ya que en las actuales circunstancias, aprovechando la situación generada por la COVID 19, determinados sectores económicos y políticos pretenden dar una vuelta de tuerca en su afán de liquidar las bases del Estado de bienestar y dar paso a la “sociedad de bienestar” también conocida como “sistema mixto de bienestar”, que supuestamente estaría en condiciones de superar los defectos y excesos del primero. Todo ello dentro del espíritu neoliberal que llevó a algún autor a proclamar eufórico: «hagamos al Estado Social tan pequeño que podamos ahogarlo con nuestras propias manos en la bañera».

No es difícil observar que las actuaciones que se adoptan por parte de los gobiernos en contextos excepcionales suelen poner de manifiesto cuáles son sus verdaderos objetivos, mientras que en situaciones serializadas éstos no son tan fáciles de descubrir. Las crisis de emergencia son utilizadas por el poder para implementar sus proyectos en su estado puro, conscientes de que los ciudadanos están predispuestos a bajar la guardia y aceptar que se atente contra sus derechos básicos con tal de superar entre todos la grave situación y ello en el convencimiento de que serán medidas coyunturales. Aún conviene recordar las medidas adoptadas con ocasión de la crisis financiera de 2007.

La pandemia ha puesto en evidencia las debilidades de los sistemas públicos madrileños, en materia de sanidad, educación, garantía de ingresos, alimentación, vivienda, servicios sociales/dependencia, residencias de mayores o migraciones. Tantos años negando el pan y la sal a lo público para acabar descubriendo que hoy, cuando es más necesario, se encuentra a punto del colapso. Lo cierto es que una administración capaz de dar respuesta a situaciones como la actual no se improvisa; requiere leyes meditadas, acompañadas de sus correspondientes desarrollos reglamentarios; estructuras administrativas vivas y elásticas; cultura de servicio público y un conocimiento acumulado de forma sistemática.

Pero si nos detenemos en las medidas que se están adoptando, en la dramática situación generada por la COVID 19 por los gobiernos autonómico y municipal de Madrid, descubriremos las verdaderas intenciones de sus dirigentes cuando de manera continua se refieren a la colaboración público-privada. Se han dedicado a improvisar, poniendo en marcha medidas puntuales, ocurrencias de última hora guiadas por razones de márketing. Todas ellas orientadas a debilitar los servicios públicos esenciales: ¿se produce un repunte en los contagios? En vez de fortalecer la atención primaria de salud se reabren los pabellones del IFEMA; ¿se necesitan rastreadores para detectar la COVID 19? Se contrata con trámite de urgencia a unas empresas conocidas por su especialización en materia sanitaria, como son Telefónica e Indra; ¿hay que incrementar el número de PCR? Lo llevará a cabo el grupo empresarial Analiza; ¿se cierran los colegios a causa de la pandemia? Inmediatamente la Consejería de Educación organiza un dispositivo para que los alumnos cuyas familias tenían precio reducido de comedor por percibir la Renta Mínima de Inserción, recojan su comida en los locales de Telepizza, multinacional experta en alimentación saludable y sostenible.

Hay quien quiere ver en estas medidas meras ocurrencias, que lo son; pero por otro lado reflejan de manera nítida cual es el punto de fuga que guía a nuestros gobernantes. Merece especial atención, por su mezquindad la forma en que se ha abordado la situación de las Residencias de Mayores en las que, no olvidemos, se ha producido la muerte de 7.291 mayores, cuando lo cierto es que la única preocupación desde la Consejería de Políticas Sociales ha sido privatizar y reducir el coste de las plazas. Mención aparte merece la forma de implementar el Ingreso Mínimo Vital aprobado por el gobierno de la nación recientemente: la Consejería de Políticas Sociales, Familias, Igualdad y Natalidad ha enviado, en pleno verano y con una administración mermada, un requerimiento a las 22.493 familias perceptoras de la actual Renta Mínima de Inserción conminándolas a presentar por registro copia de la solicitud del nuevo Ingreso Mínimo Vital, en el plazo de 10 días, con la amenaza de que en caso contrario se procederá a la suspensión cautelar y posterior extinción definitiva del derecho. Esta decisión atemoriza y pone en riesgo vital a miles de familias cuyo único ingreso depende de esta prestación. Tal y como denuncia la organización ‘RMI Tu Derecho’ en vez de aprovechar la nueva prestación de la Seguridad Social para complementar el Ingreso Mínimo Vital, están aprovechando la ocasión para reducir el gasto social de la Comunidad de Madrid.
En resumen, la situación les está sirviendo para seguir avanzando en los procesos de mercantilización y privatización de servicios públicos esenciales, realizando asignaciones de contratos a dedo y con precios desorbitados y, simultáneamente, continuar impulsando nuevas formas de neofilantropía.

El afán diario de todos los políticos de la derecha en nuestra región es este: atacar al gobierno de la Moncloa y hacerse propaganda, abandonando clamorosamente su responsabilidad sobre la Administración Pública y dejando en manos de los técnicos la resolución de problemas que precisan decisiones políticas y, por supuesto, sin atender las propuestas técnicas que estos realizan cada día para poder dar las respuestas adecuadas a las nuevas necesidades.

Hemos tenido ocasión de comprobar los esfuerzos personales de miles de profesionales de los sistemas públicos, en especial del sistema sanitario, sin olvidar, educación, empleo, policía, limpieza, servicios sociales, transporte etc. Este compromiso ha permitido acometer con dignidad las situaciones surgidas. Hemos visto a unos empleados públicos exhaustos que han sido abandonados a su suerte. No es todo. Hemos visto la solidaridad vecinal que surgía de manera espontánea, intentando cubrir muchos de los huecos dejados por la Administración. Un ejemplo ha sido la respuesta vecinal a la necesidad de alimentos de miles de personas.

Para terminar, podemos añadir que en un contexto de pensamiento único, como el que acabamos de describir, en el que al parecer todos queremos unos Servicios Sociales justos y benéficos, obviando los intereses contrapuestos en presencia, es inexcusable promover una cultura alternativa, impulsar una acción ideológica y práctica que cuestione los dogmas conservadores favorables a la primacía de un mercado apoyado por la intervención estatal, manteniendo la defensa de las conquistas sociales encarnadas por los Estados de bienestar como organizadores de la solidaridad colectiva y como factores activos contra las desigualdades. Es primordial hacer valer el papel redistribuidor del Estado y sus sistemas de protección social.

Otras intervenciones en el debate

Intervenciones
  • Enrique del Olmo

    Sociólogo

    En medio de la primera ola de la pandemia y con todo el país en el shock de una crisis desconocida e inesperada, saltó a la opinión pública una idea: reconstrucción. Después de unos primeros tanteos, sobre si nuevos Pactos de la Moncloa, sí, que si Pactos de la Moncloa no, todo se encaminó hacia la apertura en sede parlamentaria de cuatro comisiones sobre la reconstrucción del país. Estos mismos conceptos de reconstrucción y unidad, abrieron en Espacio Público la necesidad de abordar un debate sobre el futuro del país, y también sobre la Unión Europea, durante la pandemia...
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  • El extraño 2020

    25/08/2020

    Ana Barba

    Edafóloga, activista social y política por la democracia participativa, el feminismo y la ecología.

    Este extraño 2020 empezó con una gran potencia del movimiento feminista, digno heredero de 2019, el año de este siglo que más movilizó a las mujeres contra el patriarcado. También mostraron nuevas fuerzas los movimientos ecologistas, muy apoyados desde el maistream, y por desgracia vimos también el auge de los partidos y grupos de extrema derecha, muy publicitados por los medios, demasiado publicitados, podríamos decir. En todos esos asuntos andábamos en el inicio de 2020 cuando la vida del mundo entero dio un vuelco inesperado en las primeras semanas del año con la aparición de la pandemia provocada por...
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  • Luis Nogués Sáez

    Trabajador Social, Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología, Doctor en Antropología Social, Profesor de la Facultad de Trabajo Social de la UCM, Director General de Integración Comunitaria y Emergencia Social en el gobierno de Manuela Carmena.

    Hoy muchos seguimos preguntándonos: ¿Cómo es posible que después de tantos años de duras y corruptas políticas neoliberales, privatizadoras de los servicios públicos, fiscalmente regresivas, jibarizadoras de la vivienda social, de raquíticas rentas mínimas de inserción y con unos niveles de exclusión social como los citados, no sólo no se ha producido una fuerte respuesta social, sino que por el contrario la derecha haya sido premiada revalidando sus gobiernos de la Comunidad y del Ayuntamiento de Madrid? ¿Qué factores actúan para que haya unos niveles saludables de cohesión social cuándo lo que cabría esperar de los actuales niveles de...
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  • José Luis Mateos

    Sociólogo, sindicalista, miembro de la Fundación Andreu Nin

    El estado de alarma queda lejos y también el obligado confinamiento. En ese tiempo pudimos ver como se modificaban nuestras percepciones, como las dudas y las preguntas corrían una suerte parecida, hemos distinguido la actividad económica socialmente necesaria y la parasitaria, la primacía de lo productivo y distributivo sobre lo especulativo. Percepciones, eso sí, repletas de subjetivismo pero instaladas en esa especie de apogeo de la ciudadanía solidaria (los aplausos de las 20 h. eran su expresión activa). Sin embargo, se empieza a promover una visión compensadora de los dramas que se están viviendo: "somos un gran país, de...
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  • Javier Doz

    Miembro del Comité Económico y Social Europeo por CCOO

    Los próximos días 17 y 18 de julio se va a celebrar una cumbre del Consejo Europeo muy importante para conocer el alcance de la implicación de la UE en la recuperación de las economías y las sociedades europeas de la peor crisis de su historia y, también, para calibrar el futuro de la propia Unión. La cumbre debería aprobar, ya con retaso, el Marco Financiero Plurianual (MFP) 2021-2027 e, insertado en el mismo, la propuesta de la Comisión Europea de Plan de Recuperación “Nueva Generación UE” (NGUE). En el momento de escribir estas líneas, no parece que las...
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  • Marga Ferré

    Presidenta de la FEC (Fundación Europa de los Ciudadanos) y miembro de la red europea de pensamiento crítico Transform!

    Intervenir en la economía y acabar con el Estado clientelar Este debate en Espacio Público comenzó en torno a la supuesta contradicción entre posibilismo y utopía. Mi postura está más cerca de la defensa de la capacidad de soñar de Marià de Delàs y lo está porque, en mi opinión, el capitalismo se ha vuelto tan absurdo que imaginar formas distintas de organizar el mundo se me antoja un ejercicio de racionalidad cartesiana. Un desastre global de las dimensiones de esta pandemia hace que una enorme mayoría reclame lo que es lógico, racional, un estado que proteja y redistribuya, unos servicios...
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  • Anibal Garzón

    Sociólogo, docente y analista internacional

    He podido tener el privilegio, o la desventaja, según como se mire, de participar placenteramente una vez más en los interesantes debates de Espacio Público tras la intervención de más de una decena de colaboradores y colaboradoras. Digo desventaja porque odio repetir ideas anunciadas que comparto, que hay muchas, y que ya han sido expuestas con amplios argumentos. Reiterar puede no ser productivo para el lector. Y digo privilegio porque tengo la posibilidad de hacer un análisis sociológico del discurso hegemónico en este debate para aproximarme qué es visible y qué invisible en la izquierda española del siglo XXI. Con...
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  • Roberto Tornamira Sánchez

    Portavoz y Responsable Institucional de la Asociación Trabajo y Democracia (ASTRADE)

    La pandemia de COVID-19 ha dejado un efecto colateral y transversal que, como si de una lupa se tratase, ha aumentado los problemas que ya teníamos. Ha puesto en evidencia algunos que se venían camuflando e hiperbolizado otros que eran evidentes. Esto afecta a todos los órdenes: las instituciones del Estado, la política, índices económicos, situación del Estado de Bienestar… Evidentemente los efectos más graves, gravísimos, de la pandemia han sido, por este orden: las casi treinta mil muertes y las secuelas económicas, consecuencia de parón obligado de la economía. Necesitamos reparar los daños, sin duda. Pero muchas de las...
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  • Gonzalo Fernández Ortiz de Zárate

    Investigador del Observatorio de Multinacionales en América Latina (Paz con Dignidad-OMAL)

    El pasado viernes 19 de junio se inició en el Consejo Europeo la negociación en torno a Next generation EU, el plan de reconstrucción de 750.00 millones de euros presentado por la Comisión como herramienta de lucha contra los efectos de la pandemia. Este plan, basado tanto en préstamos como en subvenciones a fondo perdido, pretende facilitar la implementación de las inversiones y las reformas estructurales que cada país considere estratégicas en este momento crítico –especialmente los más castigados por el covid-19–, siempre dentro de la dinámica del “semestre europeo”, esto es, del sistema comunitario de ajuste de políticas...
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  • Héctor Maravall

    Abogado de CCOO

    La pandemia en estos momentos parece ya controlada, tanto en nuestro país como en la mayor parte de la Unión Europea, aunque desconocemos qué puede suceder cuando se restablezca plenamente la libertad de movimientos, en el trabajo, la vida cotidiana o el turismo. Por otra parte, si bien tenemos ya bastante información sobre sus consecuencias económicas y sociales, es aún pronto para valorar la intensidad y duración de las mismas. Y en relación a las propuestas de ayuda y reconstrucción que se están diseñando, tanto en España como por parte de las instituciones políticas y económicas europeas, tampoco tenemos...
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  • Jaime Pastor

    Politólogo y editor de Viento Sur

    La búsqueda de una salida a una crisis que es “global y multidimensional”, como se recuerda en la apertura de este debate, es sin duda inaplazable. Afrontarla en el marco español obliga además a tener en cuenta las especificidades de nuestra historia común y del modelo de capitalismo y de democracia liberal que se ha ido conformando en las pasadas décadas. Partiendo de que un diagnóstico de esa crisis exige reconocer que es estructural y sistémica y, por tanto, que su superación exige un cambio radical de paradigma civilizatorio, lo lógico sería que nuestras propuestas contribuyan a acercarnos a ese...
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  • Federico Severino

    Mambí en prácticas

    Ahora que empieza la campaña de verano me viene el recuerdo de un capítulo de Elpidio Valdés, el famoso dibujo animado cubano creado por Juan Padrón, en el que los astutos mambises forzaban a las tropas españolas a una incesante persecución en las profundidades de la manigua. Sin apenas pegar un tiro, los rebeldes cubanos doblegaban la moral de los soldados españoles sometidos a un sinfín de inclemencias climáticas, al acoso implacable de los mosquitos y a susurros emboscados en la maleza. Al grito de “no es dejéis provocar” el General Resóplez intentaba sin éxito evitar el desquiciamiento de...
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  • José Martí Gómez

    Periodista

    El dramaturgo Buero Vallejo me dijo un día la frase que le repetía un viejo amigo: “Me tocaron, como a todos, malos tiempos que vivir”. Paseas. Sí. Nos tocaron, como a todos, malos tiempos que vivir. Rebobinas para recordar que el 2010 también paseaste por cinco centros asistenciales para ver de cerca las secuelas que había dejado la crisis del 2008 y el paseo entre las instituciones Arrels, Assis, Heura, Santa Lluisa Marillac y San Juan de Dios te dejó un regusto amargo. El balance de lo que viste entonces intuyes que será el balance de lo que a partir de...
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  • José Luis Carretero Miramar

    Abogado. Jefe del Departamento de Formación y Orientación Laboral del IES Escuela Superior de Hostelería y Turismo de Madrid.. Secretario General del sindicato Solidaridad Obrera.

    La crisis sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus se ha convertido con mucha rapidez en una enorme crisis económica. El Banco de España avisa de que, tras los tres meses de confinamiento transcurridos desde la declaración del Estado de Alarma, el PIB puede llegar a caer este año cerca de un 15%. Los datos que hacen explícita esta acelerada debacle son numerosos y reiterativos. Basta dar algunas cifras, disponibles entre muchas otras: más de la mitad de las empresas y proveedores del sector del retail consideran que tardarán como mínimo un año en volver a sus niveles de...
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  • Gabriel Flores

    Economista

    Nos reprocha nuestro amigo Marià de Delàs que no invitemos a imaginar un mundo nuevo en el artículo con el que arrancamos Enrique del Olmo y yo este debate en Espacio Público. Así expresa su crítica: Dicen claramente que no se trata de imaginar un “mundo nuevo”. No invitan a ello, a pesar de que los primeros párrafos de su ponencia los destinan a la constatación de la existencia de una “crisis global y multidimensional”. Pareciera como si el reconocimiento de que el mundo está inmerso en una crisis de gran envergadura llevara implícita la tarea de imaginar un mundo...
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  • Marta Higueras Garrobo

    Portavoz del grupo municipal Más Madrid en el Ayuntamiento de Madrid.

    Decía Manuela Carmena en su despedida de la Alcaldía de Madrid que “Debemos cuidar la democracia… Tenemos que saber que la democracia es un valor enorme que tenemos que cuidar. Igual que cuidamos los afectos, cuidamos las amistades, los amores, tenemos que cuidar las instituciones, porque son la estructura de paz que permite la vida social… Cuánto más vulnerables somos, cuándo más sectores vulnerables se dan en la sociedad, más necesitan de la sociedad, más necesitan de la democracia”. Hoy, un año después, una crisis sanitaria mundial ha coincidido con el auge de la derecha más extrema en gobiernos e...
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  • En su condición de pandemia global, el coronavirus ha puesto en evidencia al propio capitalismo de la globalización, incapaz de preservar la vida humana. Rotas las cadenas de producción y distribución globales, de pronto no había productos sanitarios, ni equipos de protección, ni gente suficiente para recoger las cosechas. Décadas de continua erosión del Estado y de políticas a favor del mercado y resulta que la única posibilidad de luchar contra la pandemia está en manos de lo público. Años y años de individualismo feroz y resulta que la garantía de superar la crisis sanitaria reside en el esfuerzo colectivo de las trabajadoras y los trabajadores mal pagados y precarizados de la sanidad, el transporte, la industria alimentaria, la agricultura o el comercio. Las políticas de austeridad a la medida del ordoliberalismo alemán, que en Europa han azotado particularmente a los países del sur, han dado lugar a recortes y privatizaciones de unos servicios públicos ya erosionados. Han originado la devaluación salarial y, en general, los bajos salarios que han provocado un incremento brutal de la desigualdad y de la pobreza entre la gente trabajadora. A ello debe sumarse la temporalidad en el empleo, que desde hace décadas forma parte...
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  • José Errejón Villacieros

    Economista. Administrador Civil del Estado

    Ante la invitación a participar en la discusión sobre la reconstrucción nacional, la primera pregunta que me asalta es ¿qué bienes se han destruido que merecerían el esfuerzo de tal reconstrucción?. Y no me refiero a si tal esfuerzo debiera concentrase en reconstruir el modelo y los sectores productivos que han sido motores de la actividad económica en los últimos lustros en nuestro país, con ser ello importante pues nos llevaría a cuestionar una vez más ese modelo. La pregunta apunta a un objetivo más ambicioso. Este periodo de confinamiento forzado nos debería haber permitido reflexionar acerca de la forma...
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  • Paco Cano

    Concejal de Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Cádiz

    Se suele decir que Descartes comenzó la Revolución Francesa siglo y medio antes de que estallara y que cuando esto ocurrió ya estaba ganada. Se había construido lentamente una nueva hegemonía de pensamiento popular. La Ilustración, además, había asentado otras maneras de definir la realidad, de cuestionar el Antiguo Régimen y de situar a los ciudadanos frente al estado. Los cambios actuales se producen más rápidos y si bien esta pandemia no va a provocar una revolución inmediata -nada apunta a que vaya a ser así- es posible que sí siembre conceptos que afloren con el tiempo. En esta...
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  • Antonio Palacián

    Economista y miembro de La Plataforma por la Democracia Económica

    Si antes de la pandemia afrontar los problemas económicos, sociales y medioambientales pasaba por compartir recursos y buscar el equilibrio de intereses dentro de la empresa, ahora en el entorno socioeconómico Post-Covid19, ya no hay discusión. La magnitud y complejidad de los problemas a los que nos enfrentamos es de tal calibre, que la solución debe pasar por construir espacios de colaboración y aprendizaje dentro de las empresas. Es la OPORTUNIDAD para avanzar en la participación y la democracia económica como un factor importante de cambio en la cultura empresarial y sindical. Puede suponer un punto de inflexión para...
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  • Carlos Javier Bugallo Salomón

    Doctorando en Comunicación e Interculturalidad en la Universidad de Valencia. Diplomado en Estudios Avanzados en Economía. Licenciado en Geografía e Historia.

    Las crisis económicas y sociales son propicias para el surgimiento de políticas tecnocráticas o autoritarias. Por ejemplo, en la crisis mundial que despuntó en el 2008 el gobierno italiano de Berlusconi fue sustituido por uno de gestores con el visto bueno de la Comisión Europea; y en España el Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero fue sustituido por otro, el de Rajoy, durante el cual se publicaron leyes “mordaza”, se juzgaron a cómicos y se defendieron políticas económicas desde el criterio de que, al igual que sucede con los remedios médicos, cuanto más dolorosas son más eficaces resultan (mostrando...
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  • Marià de Delàs

    Periodista

    “Volver atrás, al modelo de crecimiento y a las relaciones y estructuras productivas previas, no resolvería ninguno de los problemas que esta crisis sanitaria ha desvelado”, afirman taxativamente los autores de la ponencia de arranque de este debate. No son pocos los intelectuales y dirigentes políticos que se han expresado en tal sentido, a veces con la ingenuidad de quien ha confundido sus deseos con los pronósticos y ha alimentado la idea según la cual la covid-19 se llevará por delante el actual sistema. No es el caso de Enrique del Olmo y Gabriel Flores, que lejos de alinearse con quienes...
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  • REFUNDACIÓN DEL SISTEMA NACIONAL DE SALUD

    Presentamos el documento sobre la Refundación del Sistema Nacional de Salud, que han elaborado profesionales del sector de gran relevancia y experiencia. Dicho documento ha sido remitido al Presidente del gobierno, Pedro Sánchez y a la Comisión para la reconstrucción social y económica presidida por Patxi Lopez. Los primeros firmantes son Jesús Gutiérrez Morlote, Manuel García Encabo, Fernando Lamata, Pedro Sabando Suárez, Juan José Rodríguez Sendín, Roberto Sabrido y Ramón Gálvez Zaloña. Dicho documento motiva hacia nuevas aportaciones y visiones sobre una de las discusiones centrales del momento actual. Por su extensión e importancia pueden encontrar en su totalidad en...
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  • Leo Moscoso

    Sociólogo y politólogo

    ¿El ocio o el negocio? No hace falta estar bajo la influencia de Paul Lafargue para hacerse esa pregunta. En tiempos de peste se habla siempre mucho sobre el dilema de si debe preservarse la salud a base de otium o si debe preservarse la economía gracias al nec-otium. En ocasiones como las actuales, el otium preserva la vida y el nec-otium supone su negación, y en una sociedad que cuenta treinta mil muertos a causa de la pandemia, tendría que estar ya claro que las vidas de las personas deben interesar más que la preservación de unos cuantos...
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  • Francisco Vázquez García

    Filósofo e historiador, catedrático de la Universidad de Cádiz

    Mucho se está hablando en estos meses acerca de la crisis sanitaria encarnada por la pandemia de la covid19 y de la subsiguiente crisis económica. Poco se ha dicho sin embargo sobre la crisis civilizatoria que este proceso pandémico revela y contribuye a agravar. El Coronavirus es un signo más del colapso del orden político e ideológico que ha regido nuestras vidas desde la década de 1980. Este orden “neoliberal” o “neopropietarista”, como prefiere llamarlo Thomas Piketty, se ha puesto en evidencia en algunos de los episodios más trágicos de la debacle sanitaria que hemos vivido: las carencias y...
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