El extraño 2020

  • Ana Barba

    Ana Barba

    Edafóloga, activista social y política por la democracia participativa, el feminismo y la ecología.

25.08.2020

Debate principal: Un debate cargado de presente y de futuro

Este extraño 2020 empezó con una gran potencia del movimiento feminista, digno heredero de 2019, el año de este siglo que más movilizó a las mujeres contra el patriarcado. También mostraron nuevas fuerzas los movimientos ecologistas, muy apoyados desde el maistream, y por desgracia vimos también el auge de los partidos y grupos de extrema derecha, muy publicitados por los medios, demasiado publicitados, podríamos decir. En todos esos asuntos andábamos en el inicio de 2020 cuando la vida del mundo entero dio un vuelco inesperado en las primeras semanas del año con la aparición de la pandemia provocada por el virus SARS-CoV-2, llenando de muerte y desolación a todos los países y postergando los problemas ajenos a la simple supervivencia en la mayoría de las personas. La agenda social quedó en suspenso.

Sin embargo, los problemas de fondo siguen estando ahí, no los ha eliminado el Covid-19. Por eso, en cuanto se han relajado mínimamente las emergencias sanitarias han resurgido todos y cada uno de los problemas previos a la aparición del coronavirus. También se han identificado de forma masiva otros problemas que antes aparecían aletargados o relegados sólo a las luchas de sectores sociales muy concienciados.

Así, se ha asumido de forma abrumadoramente mayoritaria la necesidad de un servicio sanitario público de calidad, así como la defensa de las ayudas estatales directas a personas, autónomos y pymes. Las políticas monetarias de países y entidades supra estatales han dado mágicamente la vuelta a la tortilla, trocando la austeridad por gasto, comprando deuda de los países en la EU, apostando por políticas expansionistas, reforzando servicios públicos, nacionalizando empresas estratégicas para evitar su quiebra y toda una batería de medidas inusitadas para evitar el hundimiento total de ésta nuestra odiosa economía financiarizada.

En lo concreto que afecta a las personas, se han presentado como problemas acuciantes agravados por la pandemia el trabajo precario como forma de enriquecer a unos cuantos en todo el mundo, la dificultad de acceso a la vivienda por culpa de la especulación inmobiliara, la falta de inversión de los gobiernos liberales en sanidad y educación públicas, la existencia de una gran panoplia de herramientas de elusión fiscal para las grandes empresas y las grandes fortunas, el trabajo esclavo de los inmigrantes en los países más ricos y también de los trabajadores autóctonos de empresas deslocalizadas en países poco desarrollados, incluso de trabajadores autóctonos en países ricos, donde la pobreza aumenta tanto como las fortunas de los más ricos.

En cuanto a la causa feminista, aunque menoscabada por el confinamiento, ha podido remarcarse la brecha de género en los hogares confinados, con una sobrecarga para las madres en teletrabajo, o se han dado voz a colectivos de mujeres sin cobertura social durante estos meses, como las empleadas de hogar precarias, las temporeras de la fruta y otros colectivos vulnerables.

El Covid-19 se ha manifestado como un revelador de desigualdades: entre clases sociales, entre países, entre razas y entre géneros. De ese modo, pese a que los medios de comunicación afines al sistema capitalista, ésto es, la mayoría, tratan de pasarlo por alto, los datos de la pandemia señalan que las personas pobres, precarias, de países pobres y economías precarias son quienes más han sufrido la enfermedad y la muerte. Cuanto peores son los servicios sanitarios públicos, cuanto peores son las condiciones de las viviendas, del transporte y del trabajo, mayores son los contagios y los fallecimientos. Y siempre entre los más afectados destacan las personas no blancas y las mujeres.

No debemos hacernos ilusiones, pero buena parte de las personas más desfavorecidas han descubierto que los más ricos van a dejarles morir si es lo que les conviene para mantener su status privilegiado. Esto puede traducirse en unidad y lucha de las clases populares por sus derechos o puede desembocar, como ya ocurrió en las primeras décadas del siglo pasado, en un reforzamiento de los movimientos políticos populistas de corte fascista. En esta tesitura tan peligrosa nos ha colocado el CoVid-19.

Durante este mes de agosto de 2020 han aflorado por diversos países movimientos supuestamente populares que defienden la desobediencia frente a las medidas higiénicas y de control social para la contención de una segunda ola de la pandemia. Ellos creen a pies juntillas todo un abanico de teorías conspiranoicas sobre la falsedad de la enfermedad, el control de los estados sobre las libertades individuales con fines espurios y toda una serie de ideas a cual más loca y poco fundamentada.

Por contra, distintas lecturas y conversaciones con personas de mente analítica me han llevado a la conclusión de que la conspiración puede ser bien distinta: los poderes económicos quieren amortizar ya las medidas de control del virus, pues el sistema productivo capitalista no puede permitir más este impase. Hay que crear una duda razonable que haga que los controlados se rebelen y den por terminadas las medidas de excepción que tanto daño hacen a las plusvalías de los capitalistas. Por eso hay oleadas y oleadas de negacionistas rebelándose por todas partes, para terminar ya con toda esta monserga y volver al BAU. Esto es sólo una teoría, pero no me negarán que es plausible: ellos tienen todo el dinero y casi todos los medios y redes sociales a su servicio. Y como en las novelas de detectives, hay que preguntarse a quién favorece todo este movimiento conspiranoico.

Otra derivada interesante que ha visibilizado la pandemia es la importancia de los factores medioambientales en la aparición de esta zoonosis tan devastadora. La invasión de ecosistemas ajenos a la presencia humana, la destrucción de muchos de ellos y la pérdida de biodiversidad son elementos decisivos en la aparición de zoonosis, entre ellas las provocadas por los virus del grupo SARS. La deforestación, los cambios del clima, cada vez más evidentes, la destrucción de los ecosistemas marinos y las altas emisiones de CO2 son factores bien conocidos que influyen en la pérdida de biodiversidad y en el empeoramiento de las condiciones de salubridad general.

También los modos de cultivo y ganadería ultra intensivos facilitan la propagación de enfermedades, los medicamentos aplicados a los animales inciden negativamente en la salud de las personas y los fitosanitarios empleados en las cosechas contribuyen a la pérdida de biodiversidad y pueden causar graves enfermedades a los seres humanos. Cada especie que desaparece es un engranaje natural del funcionamiento del medio que se pierde y cuando el medio deja de funcionar como un reloj, todas las especies se ven amenazadas, incluida la especie humana.

En este punto cabe resaltar otra lucha social en auge que ha quedado congelada por el CoVid-19: el movimiento ecologista. Sin embargo, a diferencia del feminismo, que ha quedado en los márgenes, el ecologismo ha sido puesto en el centro, visibilizando la responsabilidad de los usos y modos capitalistas por cuanto facilitan la globalización y consiguiente dispersión de las epidemias, a la vez que conllevan la expropiación de recursos naturales y la destrucción del medio natural. Pero una evolución productiva hacia métodos respetuosos con la naturaleza y con los habitantes de los territorios no se va a lograr sin resistencia, una gran resistencia, diría yo. Veremos si en lo sucesivo se organiza un movimiento potente preparado para esa lucha que sin duda llegará.

En cualquier caso, todas las luchas se tendrán que imbricar si pretenden tener éxito. De igual modo, los cambios que puedan lograrse en los sistemas productivos locales no harán sino poner pequeños parches a un gran agujero: los problemas son globales y los cambios deben ser globales, lo que lleva a pensar en lo ingente y dificultoso de la tarea que se nos viene.

Por un lado se presume la ineficiencia del sistema productivo pre-Covid para afrontar la reconstrucción social y económica que se necesita. Ese modelo, basado en la globalización, la precarización del trabajo, el crecimiento constante y la financiarización de la economía por su propia naturaleza no podrá asumir un cambio en el que la movilidad de poblaciones y tal vez de mercancías va a perder fluidez y donde habrá que revertir muchas de las políticas sociales liberalizadoras de los últimos 50 años como único modo de garantizar la supervivencia de la mayor parte de la población. La idea de una RBU se extiende como una mancha de aceite, la extensión de servicios públicos esenciales, como la sanidad o la educación, la garantía del derecho a la vivienda y a un trabajo digno, todo aquello que puede constituir la mayor pesadilla de un liberal se plantean como salidas a la crisis. Y todo ello en un contexto de recesión económica global. Sin duda, todos los ojos van a volverse a los ultra ricos, cuyas fortunas han aumentado durante la pandemia. La existencia de paraísos fiscales donde refugian sus capitales al abrigo de los impuestos que pagamos los demás mortales va a ser el principal escollo que los dirigentes de las economías mundiales tendrán que sortear. Veremos qué ocurre con ello.

En España no sólo vamos a tener que lidiar con los mismos problemas que en el resto de Europa. No en vano nuestro sistema productivo se basa en gran medida en el sector de la construcción y en los servicios dedicados a un turismo de masas que no se prevé igual de robusto a corto, a medio o tal vez ni a largo plazo. No es sólo que tengamos que cambiar nuestro modelo productivo, es también que nuestros trabajadores carecen en su mayoría de formación adecuada para otros empleos, por no hablar de que buena parte de la clase empresarial española está anticuada, no invierte en I+D+I, se beneficia alegremente de una legislación fiscal muy regresiva, difícil de mantener en el futuro, y de una legislación laboral muy lesiva para los intereses de la clase trabajadora, algo insostenible en los tiempos que se avecinan si se quiere paz social.

Hay otras características poco favorables de algunos de los empresarios más señalados del panorama hispano, que son las siguientes: en primer lugar su relación con los entramados de corrupción política destapados en la última década, incluidos sus manejos con el franquismo sociológico y la monarquía, tan salpicada por casos de corrupción; en segundo lugar su gran dependencia de los contratos firmados con las administraciones públicas, en un contexto de amiguismo y corruptelas; en tercer lugar su dependencia del turismo de masas, de las externalizaciones escandalosas de los servicios públicos y de las privatizaciones a dedo susceptibles de ser calificadas como prevaricaciones.

A todo lo anterior hay que sumar un sector agropecuario empobrecido por políticas nefastas, que han primado tradicionalmente la ineficiencia, el mantenimiento de los grandes tenedores de tierras y de las oligarquías agrarias, sin invertir los fondos europeos en modernizar el sector, limitándose a repartirlos entre los agricultores y ganaderos como una ayuda a la pervivencia de un modelo obsoleto. Toda esta miopía ha llevado a la agonía del sector ahora que los fondos europeos se acaban. Hay una parte de productores agrarios que sí se han modernizado en cuanto a sistemas productivos, si bien siguen basando sus plusvalías en la utilización de mano de obra cada vez más precaria, como ha quedado de manifiesto durante la pandemia.

Resumiendo: el panorama productivo español tiene un futuro muy complicado. Las propuestas para mejorar todos esos problemas dan para un texto aparte y exceden a mis escasas fuerzas propositivas. Sería interesante que diversas gentes hicieran, una vez más, lluvia de ideas, a ver si esta vez hay alguien al otro lado.

En este mes de agosto, superado ya el respiro que nos ha dado el coronavirus, los contagios aumentan en España y en otros países europeos, aunque en menor medida que aquí. Este otoño próximo veremos cuánto hemos aprendido y qué estamos dispuestos a hacer para defender nuestros derechos, porque el CoVid-19 se va a quedar una larga temporada entre nosotros, previsiblemente, y el sistema capitalista va a sacar sus dientes afilados y sus garras poderosas para lograr mantener su poder intacto.

Otras intervenciones en el debate

Intervenciones
  • Enrique del Olmo

    Sociólogo

    En medio de la primera ola de la pandemia y con todo el país en el shock de una crisis desconocida e inesperada, saltó a la opinión pública una idea: reconstrucción. Después de unos primeros tanteos, sobre si nuevos Pactos de la Moncloa, sí, que si Pactos de la Moncloa no, todo se encaminó hacia la apertura en sede parlamentaria de cuatro comisiones sobre la reconstrucción del país. Estos mismos conceptos de reconstrucción y unidad, abrieron en Espacio Público la necesidad de abordar un debate sobre el futuro del país, y también sobre la Unión Europea, durante la pandemia...
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  • El extraño 2020

    25/08/2020

    Ana Barba

    Edafóloga, activista social y política por la democracia participativa, el feminismo y la ecología.

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  • Luis Nogués Sáez

    Trabajador Social, Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología, Doctor en Antropología Social, Profesor de la Facultad de Trabajo Social de la UCM, Director General de Integración Comunitaria y Emergencia Social en el gobierno de Manuela Carmena.

    Hoy muchos seguimos preguntándonos: ¿Cómo es posible que después de tantos años de duras y corruptas políticas neoliberales, privatizadoras de los servicios públicos, fiscalmente regresivas, jibarizadoras de la vivienda social, de raquíticas rentas mínimas de inserción y con unos niveles de exclusión social como los citados, no sólo no se ha producido una fuerte respuesta social, sino que por el contrario la derecha haya sido premiada revalidando sus gobiernos de la Comunidad y del Ayuntamiento de Madrid? ¿Qué factores actúan para que haya unos niveles saludables de cohesión social cuándo lo que cabría esperar de los actuales niveles de...
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  • José Luis Mateos

    Sociólogo, sindicalista, miembro de la Fundación Andreu Nin

    El estado de alarma queda lejos y también el obligado confinamiento. En ese tiempo pudimos ver como se modificaban nuestras percepciones, como las dudas y las preguntas corrían una suerte parecida, hemos distinguido la actividad económica socialmente necesaria y la parasitaria, la primacía de lo productivo y distributivo sobre lo especulativo. Percepciones, eso sí, repletas de subjetivismo pero instaladas en esa especie de apogeo de la ciudadanía solidaria (los aplausos de las 20 h. eran su expresión activa). Sin embargo, se empieza a promover una visión compensadora de los dramas que se están viviendo: "somos un gran país, de...
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  • Javier Doz

    Miembro del Comité Económico y Social Europeo por CCOO

    Los próximos días 17 y 18 de julio se va a celebrar una cumbre del Consejo Europeo muy importante para conocer el alcance de la implicación de la UE en la recuperación de las economías y las sociedades europeas de la peor crisis de su historia y, también, para calibrar el futuro de la propia Unión. La cumbre debería aprobar, ya con retaso, el Marco Financiero Plurianual (MFP) 2021-2027 e, insertado en el mismo, la propuesta de la Comisión Europea de Plan de Recuperación “Nueva Generación UE” (NGUE). En el momento de escribir estas líneas, no parece que las...
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  • Marga Ferré

    Presidenta de la FEC (Fundación Europa de los Ciudadanos) y miembro de la red europea de pensamiento crítico Transform!

    Intervenir en la economía y acabar con el Estado clientelar Este debate en Espacio Público comenzó en torno a la supuesta contradicción entre posibilismo y utopía. Mi postura está más cerca de la defensa de la capacidad de soñar de Marià de Delàs y lo está porque, en mi opinión, el capitalismo se ha vuelto tan absurdo que imaginar formas distintas de organizar el mundo se me antoja un ejercicio de racionalidad cartesiana. Un desastre global de las dimensiones de esta pandemia hace que una enorme mayoría reclame lo que es lógico, racional, un estado que proteja y redistribuya, unos servicios...
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  • Anibal Garzón

    Sociólogo, docente y analista internacional

    He podido tener el privilegio, o la desventaja, según como se mire, de participar placenteramente una vez más en los interesantes debates de Espacio Público tras la intervención de más de una decena de colaboradores y colaboradoras. Digo desventaja porque odio repetir ideas anunciadas que comparto, que hay muchas, y que ya han sido expuestas con amplios argumentos. Reiterar puede no ser productivo para el lector. Y digo privilegio porque tengo la posibilidad de hacer un análisis sociológico del discurso hegemónico en este debate para aproximarme qué es visible y qué invisible en la izquierda española del siglo XXI. Con...
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  • Roberto Tornamira Sánchez

    Portavoz y Responsable Institucional de la Asociación Trabajo y Democracia (ASTRADE)

    La pandemia de COVID-19 ha dejado un efecto colateral y transversal que, como si de una lupa se tratase, ha aumentado los problemas que ya teníamos. Ha puesto en evidencia algunos que se venían camuflando e hiperbolizado otros que eran evidentes. Esto afecta a todos los órdenes: las instituciones del Estado, la política, índices económicos, situación del Estado de Bienestar… Evidentemente los efectos más graves, gravísimos, de la pandemia han sido, por este orden: las casi treinta mil muertes y las secuelas económicas, consecuencia de parón obligado de la economía. Necesitamos reparar los daños, sin duda. Pero muchas de las...
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  • Gonzalo Fernández Ortiz de Zárate

    Investigador del Observatorio de Multinacionales en América Latina (Paz con Dignidad-OMAL)

    El pasado viernes 19 de junio se inició en el Consejo Europeo la negociación en torno a Next generation EU, el plan de reconstrucción de 750.00 millones de euros presentado por la Comisión como herramienta de lucha contra los efectos de la pandemia. Este plan, basado tanto en préstamos como en subvenciones a fondo perdido, pretende facilitar la implementación de las inversiones y las reformas estructurales que cada país considere estratégicas en este momento crítico –especialmente los más castigados por el covid-19–, siempre dentro de la dinámica del “semestre europeo”, esto es, del sistema comunitario de ajuste de políticas...
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  • Héctor Maravall

    Abogado de CCOO

    La pandemia en estos momentos parece ya controlada, tanto en nuestro país como en la mayor parte de la Unión Europea, aunque desconocemos qué puede suceder cuando se restablezca plenamente la libertad de movimientos, en el trabajo, la vida cotidiana o el turismo. Por otra parte, si bien tenemos ya bastante información sobre sus consecuencias económicas y sociales, es aún pronto para valorar la intensidad y duración de las mismas. Y en relación a las propuestas de ayuda y reconstrucción que se están diseñando, tanto en España como por parte de las instituciones políticas y económicas europeas, tampoco tenemos...
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  • Jaime Pastor

    Politólogo y editor de Viento Sur

    La búsqueda de una salida a una crisis que es “global y multidimensional”, como se recuerda en la apertura de este debate, es sin duda inaplazable. Afrontarla en el marco español obliga además a tener en cuenta las especificidades de nuestra historia común y del modelo de capitalismo y de democracia liberal que se ha ido conformando en las pasadas décadas. Partiendo de que un diagnóstico de esa crisis exige reconocer que es estructural y sistémica y, por tanto, que su superación exige un cambio radical de paradigma civilizatorio, lo lógico sería que nuestras propuestas contribuyan a acercarnos a ese...
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  • Federico Severino

    Mambí en prácticas

    Ahora que empieza la campaña de verano me viene el recuerdo de un capítulo de Elpidio Valdés, el famoso dibujo animado cubano creado por Juan Padrón, en el que los astutos mambises forzaban a las tropas españolas a una incesante persecución en las profundidades de la manigua. Sin apenas pegar un tiro, los rebeldes cubanos doblegaban la moral de los soldados españoles sometidos a un sinfín de inclemencias climáticas, al acoso implacable de los mosquitos y a susurros emboscados en la maleza. Al grito de “no es dejéis provocar” el General Resóplez intentaba sin éxito evitar el desquiciamiento de...
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  • José Martí Gómez

    Periodista

    El dramaturgo Buero Vallejo me dijo un día la frase que le repetía un viejo amigo: “Me tocaron, como a todos, malos tiempos que vivir”. Paseas. Sí. Nos tocaron, como a todos, malos tiempos que vivir. Rebobinas para recordar que el 2010 también paseaste por cinco centros asistenciales para ver de cerca las secuelas que había dejado la crisis del 2008 y el paseo entre las instituciones Arrels, Assis, Heura, Santa Lluisa Marillac y San Juan de Dios te dejó un regusto amargo. El balance de lo que viste entonces intuyes que será el balance de lo que a partir de...
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  • José Luis Carretero Miramar

    Abogado. Jefe del Departamento de Formación y Orientación Laboral del IES Escuela Superior de Hostelería y Turismo de Madrid.. Secretario General del sindicato Solidaridad Obrera.

    La crisis sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus se ha convertido con mucha rapidez en una enorme crisis económica. El Banco de España avisa de que, tras los tres meses de confinamiento transcurridos desde la declaración del Estado de Alarma, el PIB puede llegar a caer este año cerca de un 15%. Los datos que hacen explícita esta acelerada debacle son numerosos y reiterativos. Basta dar algunas cifras, disponibles entre muchas otras: más de la mitad de las empresas y proveedores del sector del retail consideran que tardarán como mínimo un año en volver a sus niveles de...
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  • Gabriel Flores

    Economista

    Nos reprocha nuestro amigo Marià de Delàs que no invitemos a imaginar un mundo nuevo en el artículo con el que arrancamos Enrique del Olmo y yo este debate en Espacio Público. Así expresa su crítica: Dicen claramente que no se trata de imaginar un “mundo nuevo”. No invitan a ello, a pesar de que los primeros párrafos de su ponencia los destinan a la constatación de la existencia de una “crisis global y multidimensional”. Pareciera como si el reconocimiento de que el mundo está inmerso en una crisis de gran envergadura llevara implícita la tarea de imaginar un mundo...
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  • Marta Higueras Garrobo

    Portavoz del grupo municipal Más Madrid en el Ayuntamiento de Madrid.

    Decía Manuela Carmena en su despedida de la Alcaldía de Madrid que “Debemos cuidar la democracia… Tenemos que saber que la democracia es un valor enorme que tenemos que cuidar. Igual que cuidamos los afectos, cuidamos las amistades, los amores, tenemos que cuidar las instituciones, porque son la estructura de paz que permite la vida social… Cuánto más vulnerables somos, cuándo más sectores vulnerables se dan en la sociedad, más necesitan de la sociedad, más necesitan de la democracia”. Hoy, un año después, una crisis sanitaria mundial ha coincidido con el auge de la derecha más extrema en gobiernos e...
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  • En su condición de pandemia global, el coronavirus ha puesto en evidencia al propio capitalismo de la globalización, incapaz de preservar la vida humana. Rotas las cadenas de producción y distribución globales, de pronto no había productos sanitarios, ni equipos de protección, ni gente suficiente para recoger las cosechas. Décadas de continua erosión del Estado y de políticas a favor del mercado y resulta que la única posibilidad de luchar contra la pandemia está en manos de lo público. Años y años de individualismo feroz y resulta que la garantía de superar la crisis sanitaria reside en el esfuerzo colectivo de las trabajadoras y los trabajadores mal pagados y precarizados de la sanidad, el transporte, la industria alimentaria, la agricultura o el comercio. Las políticas de austeridad a la medida del ordoliberalismo alemán, que en Europa han azotado particularmente a los países del sur, han dado lugar a recortes y privatizaciones de unos servicios públicos ya erosionados. Han originado la devaluación salarial y, en general, los bajos salarios que han provocado un incremento brutal de la desigualdad y de la pobreza entre la gente trabajadora. A ello debe sumarse la temporalidad en el empleo, que desde hace décadas forma parte...
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  • José Errejón Villacieros

    Economista. Administrador Civil del Estado

    Ante la invitación a participar en la discusión sobre la reconstrucción nacional, la primera pregunta que me asalta es ¿qué bienes se han destruido que merecerían el esfuerzo de tal reconstrucción?. Y no me refiero a si tal esfuerzo debiera concentrase en reconstruir el modelo y los sectores productivos que han sido motores de la actividad económica en los últimos lustros en nuestro país, con ser ello importante pues nos llevaría a cuestionar una vez más ese modelo. La pregunta apunta a un objetivo más ambicioso. Este periodo de confinamiento forzado nos debería haber permitido reflexionar acerca de la forma...
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  • Paco Cano

    Concejal de Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Cádiz

    Se suele decir que Descartes comenzó la Revolución Francesa siglo y medio antes de que estallara y que cuando esto ocurrió ya estaba ganada. Se había construido lentamente una nueva hegemonía de pensamiento popular. La Ilustración, además, había asentado otras maneras de definir la realidad, de cuestionar el Antiguo Régimen y de situar a los ciudadanos frente al estado. Los cambios actuales se producen más rápidos y si bien esta pandemia no va a provocar una revolución inmediata -nada apunta a que vaya a ser así- es posible que sí siembre conceptos que afloren con el tiempo. En esta...
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  • Antonio Palacián

    Economista y miembro de La Plataforma por la Democracia Económica

    Si antes de la pandemia afrontar los problemas económicos, sociales y medioambientales pasaba por compartir recursos y buscar el equilibrio de intereses dentro de la empresa, ahora en el entorno socioeconómico Post-Covid19, ya no hay discusión. La magnitud y complejidad de los problemas a los que nos enfrentamos es de tal calibre, que la solución debe pasar por construir espacios de colaboración y aprendizaje dentro de las empresas. Es la OPORTUNIDAD para avanzar en la participación y la democracia económica como un factor importante de cambio en la cultura empresarial y sindical. Puede suponer un punto de inflexión para...
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  • Carlos Javier Bugallo Salomón

    Doctorando en Comunicación e Interculturalidad en la Universidad de Valencia. Diplomado en Estudios Avanzados en Economía. Licenciado en Geografía e Historia.

    Las crisis económicas y sociales son propicias para el surgimiento de políticas tecnocráticas o autoritarias. Por ejemplo, en la crisis mundial que despuntó en el 2008 el gobierno italiano de Berlusconi fue sustituido por uno de gestores con el visto bueno de la Comisión Europea; y en España el Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero fue sustituido por otro, el de Rajoy, durante el cual se publicaron leyes “mordaza”, se juzgaron a cómicos y se defendieron políticas económicas desde el criterio de que, al igual que sucede con los remedios médicos, cuanto más dolorosas son más eficaces resultan (mostrando...
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  • Marià de Delàs

    Periodista

    “Volver atrás, al modelo de crecimiento y a las relaciones y estructuras productivas previas, no resolvería ninguno de los problemas que esta crisis sanitaria ha desvelado”, afirman taxativamente los autores de la ponencia de arranque de este debate. No son pocos los intelectuales y dirigentes políticos que se han expresado en tal sentido, a veces con la ingenuidad de quien ha confundido sus deseos con los pronósticos y ha alimentado la idea según la cual la covid-19 se llevará por delante el actual sistema. No es el caso de Enrique del Olmo y Gabriel Flores, que lejos de alinearse con quienes...
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  • REFUNDACIÓN DEL SISTEMA NACIONAL DE SALUD

    Presentamos el documento sobre la Refundación del Sistema Nacional de Salud, que han elaborado profesionales del sector de gran relevancia y experiencia. Dicho documento ha sido remitido al Presidente del gobierno, Pedro Sánchez y a la Comisión para la reconstrucción social y económica presidida por Patxi Lopez. Los primeros firmantes son Jesús Gutiérrez Morlote, Manuel García Encabo, Fernando Lamata, Pedro Sabando Suárez, Juan José Rodríguez Sendín, Roberto Sabrido y Ramón Gálvez Zaloña. Dicho documento motiva hacia nuevas aportaciones y visiones sobre una de las discusiones centrales del momento actual. Por su extensión e importancia pueden encontrar en su totalidad en...
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  • Leo Moscoso

    Sociólogo y politólogo

    ¿El ocio o el negocio? No hace falta estar bajo la influencia de Paul Lafargue para hacerse esa pregunta. En tiempos de peste se habla siempre mucho sobre el dilema de si debe preservarse la salud a base de otium o si debe preservarse la economía gracias al nec-otium. En ocasiones como las actuales, el otium preserva la vida y el nec-otium supone su negación, y en una sociedad que cuenta treinta mil muertos a causa de la pandemia, tendría que estar ya claro que las vidas de las personas deben interesar más que la preservación de unos cuantos...
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  • Francisco Vázquez García

    Filósofo e historiador, catedrático de la Universidad de Cádiz

    Mucho se está hablando en estos meses acerca de la crisis sanitaria encarnada por la pandemia de la covid19 y de la subsiguiente crisis económica. Poco se ha dicho sin embargo sobre la crisis civilizatoria que este proceso pandémico revela y contribuye a agravar. El Coronavirus es un signo más del colapso del orden político e ideológico que ha regido nuestras vidas desde la década de 1980. Este orden “neoliberal” o “neopropietarista”, como prefiere llamarlo Thomas Piketty, se ha puesto en evidencia en algunos de los episodios más trágicos de la debacle sanitaria que hemos vivido: las carencias y...
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