El tablero brasileño y las partidas en disputa

  • Daniel Vila Garda

    Daniel Vila Garda

    Economista / Catedrático de Instituto / Socio fundador de Attac.

23.11.2018

Debate principal: ¿Involución en América Latina?

En Latinoamérica crujen las frágiles vigas democráticas y en Brasil se oye su ruido con fuerza. Los poderes económicos, mediáticos, militares y judiciales han entrado en la política, disputando directamente la representación ciudadana. Se despliega el modelo político neoliberal de gestión directa de los intereses estratégicos del capital como con Berlusconi a partir de 1994 en Italia y, actualmente, con Donald Trump en EEUU.

El fenómeno tiene muchas particularidades según el momento histórico de cada país, pero la escala de Brasil en el Hemisferio Sur hace de la elección de Jair Bolsonaro un ejemplo relevante y con potencial capacidad de contagio que merece especial atención.
En Brasil, como en el resto de Latinoamérica, los diversos actores políticos juegan varias partidas simultáneas para generar mayorías electorales.

La tensión entre democracia y establishment cívico-militar

Los golpes de Estado en Brasil en 1964 contra Joao Goulart y en Chile en 1973 contra Salvador Allende fueron, en mi opinión, los dos golpes estratégicamente triunfantes que hubo en Latinoamérica en los últimos 70 años, desarrollista el primero y neoliberal “avant la lettre” el segundo. Triunfantes porque han marcado a fuego el modelo económico en Chile y la agenda que militares -y diplomáticos de Itamaraty- establecieron en Brasil. No es un tema menor que el presidente electo el pasado 4 de diciembre se sienta orgulloso de reivindicar ambos. En poco tiempo seremos testigos de la más que probable tensión en un Gabinete en el que convivan en puestos económicos y políticos representantes claves de ambas tendencias contradictorias.

Es probable que el nuevo Gabinete aúne a Paulo Guedes, un Ministro ultraliberal admirador de los Chicago Boys chilenos con un programa aperturista, liberalizador y de shock de ajuste [1], y al General (Ret) Augusto Heleno (quizás como Coordinador del Programa de Gobierno en representación militar directa), de tradición más proteccionista y desarrollista. Un asunto central es que las FFAA brasileñas, y por supuesto el bloque agrícolo-ganadero exportador, consideran que nada debe limitarlos en las decisiones que tomen sobre la explotación de la Amazonia. Y una prueba del algodón de las privatizaciones estará en el destino que tenga Petrobras. Ambos son asuntos de gran relevancia para la agenda medioambiental del nuevo presidente.

A diferencia de los gobiernos de Alfonsín y los Kirchner, Michelle Bachelet y José Mujica asumieron el pacto implícito de no revisar la represión en Chile y Uruguay (salvo el caso flagrante del jefe de la DINA, el general Guillermo Contreras, por su responsabilidad en el asesinato de Orlando Letelier en EEUU). En Brasil, Dilma Rousseff hizo el loable intento de saldar cuentas con la dictadura militar sin resultado, probablemente por no tener la
oportuna correlación de fuerzas necesaria, y por la resistencia del corporativismo militar.

La disputa entre una política progresista y las Iglesias evangelistas

La visita del Papa Francisco con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud de 2013, celebrada en Río de Janeiro, exhibió una coincidencia entre el Vaticano y el Gobierno petista que posiblemente reforzó la ya agresiva campaña de las iglesias evangelistas contra Dilma y, finalmente, aceleró el impeachment que colocó al Vicepresidente Michel Temer como Presidente de transición lo que ayudó a madurar el triunfo de Bolsonaro. Una consecuencia estructural de la posición del Vaticano de Juan Pablo II de combatir y neutralizar la teología de la liberación en los años 70 y 80, es que se ha dejado el campo más despejado para la creciente influencia de las iglesias evangelistas en Latinoamérica (y singularmente en Brasil [3]). Los evangelistas intervienen casa a casa conformando modelos de comunidad inclusivos, con lugares de rezo modestos y de gran cercanía con los pobres, sin depender de financiación estatal (por lo general se inician con dinero de donantes de EEUU y luego se sostienen con el diezmo de los propios feligreses) y empoderan a los creyentes en una relación más directa con su Dios, lo que facilita la conversión de los católicos. Son ultra conservadores en su concepción de la familia con activa negación de las minorías y, probablemente, dan viejas certezas a la crisis de identidades que provoca el reconocimiento social de la diversidad de opciones sexuales y a la irrupción del feminismo. En su variante neo pentecostal vienen ejerciendo la participación directa de la religión en la política [4], esta vez coronando con un Presidente.

La corrupción político-empresarial y la judicialización de la política

No ha sido menor la influencia en el resultado electoral que ha tenido el encarcelamiento y posterior condena del ex Presidente Lula da Silva, proceso encabezado por el juez Sergio Moro que pone en evidencia el creciente papel que juega la judicialización de la política. Por “íntima convicción” de un juez se manda a la cárcel en pleno proceso electoral a un candidato que tiene un 40% de apoyo en las encuestas para la primera vuelta electoral [5]. Es comprensible la humana obcecación de Lula por ser candidato hasta ultimísima hora, pero su tardía delegación en Haddad puede suponer un traspié a su liderazgo futuro, ya que lo coresponsabiliza en la derrota.

Aquí conviene hacer un alto. En relación con las denuncias de corrupción que se están usando para tumbar los gobiernos progresistas que han prosperado en Latinoamérica desde finales del siglo pasado hasta hoy y que amenazan con dificultar su resurgimiento inmediato, es necesario separar la paja del trigo.
El populismo y parte de la izquierda latinoamericana han subestimado, en mi opinión, el peso de la corrupción en la orientación del voto ciudadano porque han dado prioridad al derrame hacia abajo de las políticas distributivas de los excedentes agrarios y mineros [6], admitiendo como un mal menor el efecto perverso de las relaciones clientelares sobre las que se han asentado (y la financiación paralela de la política partidaria [7] sin valorar adecuadamente el trauma que este proceso impone a una sólida construcción institucional del Estado.

Aquí entran como cuchillo en mantequilla las operaciones jurídico-mediáticas como el Lava Jato en Brasil, que atacan directamente a los líderes populares con la acusación de complicidad con la corrupción.

La lucha contra el narcotráfico y los derechos humanos

El narco opera en un marco en el que la facilidad para disponer de armas y drogas, unido a su penetración en una parte de las fuerzas de seguridad, instala una enorme dificultad, probablemente sistémica a estas alturas, de dar respuestas legales al crimen organizado, favoreciendo la acción represiva ilegal o el enfrentamiento civil violento [8].

Al reclamo de seguridad acuden prestos los argumentos militares y religiosos que se ofrecen como mantos protectores de la familia en sentido amplio. Y no se trata sólo de una percepción subjetiva de inseguridad, que también opera con mucha eficacia para generar miedo (espoleado por la visión alarmista de los medios masivos de comunicación), sino de una inseguridad real y creciente.

La respuesta ultra garantista que algunas izquierda dan a este problema, haciendo exclusivo hincapié en las causas estructurales de esta violencia, ligadas a la pobreza y exclusión, resulta insuficiente por lenta, frente a una propuesta de solución militar y religiosa inmediata que, actuando sobre los síntomas, se propone matar a los delincuentes en las calles. No será nunca la solución, pero prepara el terreno a un autoritarismo creciente y a la pérdida de derechos civiles que necesitan Bolsonaro y sus aliados para imponer su modelo en Brasil.

La búsqueda de un punto de confluencia entre las garantías individuales y la inmunidad de la acción jurídico-policial en la lucha contra el narcotráfico es una tarea urgente, dado que las cárceles existentes son inadecuadas para reinsertar a los condenados [9] (más bien, conforman hoy uno de los espacios más eficaces dentro de la marginalidad para estructurar el crimen organizado), que los militares no debieran entrar en este asunto [10] y que el
ineludible debate sobre la legalización de la droga no parece haber llamado a la puerta.

Estas cuestiones me parecen relevantes para entender el comportamiento de muchos votantes en la pasada elección brasileña que dió una mayoría de 10 millones de votos a Bolsonaro [11] con el eslogan de “biblia, balas y bueyes” (las tres B). La búsqueda de seguridad individual y colectiva en torno a un patriotismo en clave ultra nacionalista y religioso devalúa la política democrática, latinoamericanista y laica como instrumento útil [12] para abordar las profundas transformaciones sociales,económicas e institucionales que Brasil y toda Latinoamérica necesita. Al mismo tiempo, propicia que se sitúe en un primer plano la desesperada búsqueda de un “padre autoritario” en el sentido político que describe George Lakoff [13]. La capacidad de revertir la situación e impedir que se instale un ciclo regresivo y reaccionario por parte de las fuerzas políticas y sociales de izquierda y progresistas estará marcada por la respuesta democrática y forzosamente unitaria que se dé en las cuatro partidas anteriores.

En democracia, la transformación social sólida requiere de períodos largos de gobierno que sólo se consiguen con sucesivos triunfos electorales. Estos colisionan con proyectos que se sostienen sobre liderazgos carismáticos sin sucesión ordenada. La elección de Dilma por parte de Lula es otra muestra de que la herencia del liderazgo carismático en el marco de los procesos electorales cada cuatro o cinco años sin reelección es un asunto crítico en Latinoamérica [14].
Para concluir estas notas, unos apuntes finales que complementan la descripción del nuevo marco interno y externo.

El triunfo de Bolsonaro se inscribe en una lenta pero continuada pérdida de apoyo electoral del Partido de los Trabajadores [15]. El proyecto neodesarrollista [16] con inclusión social del PT se apoyó en un ciclo muy favorable para la exportación de commodities, el descubrimiento de petróleo en alta mar (la apuesta a la gran capacidad de financiación pública de proyectos por parte del yacimiento Presal), una fuerte presencia global de corporaciones industriales (como Odebrecht y Embraer, entre otras), el desarrollo de instrumentos estratégicos de financiación (como el Banco Nacional de Desenvolvimento Económico i Social, BNDES) y en un contexto internacional de crisis geopolítica (con el papel de los BRIC).

Hace 10 años la economía crecía a ritmos del 7% y había bajo desempleo; hoy hay 13 millones de desocupados (un 12,1% de la población activa)
Por otra parte, la matriz sindical del PT, que contaba con un líder carismático capaz de negociar con el empresariado brasileño del sur como Lula da Silva, ha perdido centralidad. Al mismo tiempo,el reflujo de movimientos sociales como el Movimiento de los Sin Tierra y la pérdida de influencia de los Foros Sociales Mundiales han debilitado la base social petista.

Es significativa la lectura que algunos dirigentes hicieron de las manifestaciones durante el gobierno de Dilma, interpretadas como una “radicalización de la democracia brasileña” y no como un incipiente conflicto entre los de abajo en la escala social, que se fue larvando al calor del creciente consumo de masas de las nuevas clases medias bajas y de una fuerte economía informal en la que habitan los más pobres. No es ajeno a esto el hecho de que muchos antiguos pobres se convierten en nuevos contribuyentes y esto cambió su “sentimiento” respecto a la corrupción y al gasto público dedicado a paliar la pobreza extrema.

Por otra parte, la apuesta petista de co liderar la construcción de un espacio económico y político latinoamericano necesitaba de la consolidación de los proyectos políticos que representaron Chávez, Evo, Correa, Kirchner y Mujica, y de la máxima autonomía de Brasil respecto de EEUU [17]. Actualmente sólo sobrevive Evo Morales y los gobiernos de Tabaré y Maduro, con dispares consensos . Además, la aparición de China como inversor estratégico en Sudamérica en competencia con EEUU (y en Brasil particularmente) le da oportunidad al establishment brasileño de amagar con la reconstrucción de una relación de asociación privilegiado con EEUU [18]. El Mercosur promete ser el más visible e inmediato campo de batalla de las dos posiciones señaladas dentro del futuro Gobierno.

La construcción hoy de una respuesta unitaria de las fuerzas populares, de izquierda y progresista a los planes del Bolsonaro, de carácter radicalmente democrática, latinoamericanista y laica debe, en mi opinión, tomar en consideración las diversas partidas que hoy se juegan en el tablero brasileño. Así se podrán recuperar las instituciones para afrontar las profundas transformaciones económicas y sociales que exige un país y un continente que sufre una desigualdad insoportable.

Otras intervenciones en el debate

Intervenciones
  • Roberto Vazquez

    Analista político

    Preguntarnos por la existencia de un ¨cambio de ciclo¨ en América Latina, nos presenta como primera tarea, irremediablemente, situarlo en los movimientos y tendencias globales que nos afectan a todas. Así, nos parece fundamental para contestar a la pregunta, reflexionar sobre dos grandes procesos de transformación a nivel mundial, a saber: a) un cambio en el zeitgeist (sentido común de los tiempos) que pareciera imponerse con la caída del hegemón de la globalización neoliberal a partir de la crisis de 2008; b) los impactos de las transformaciones geopolíticas globales en la doctrina norteamericana para la región. En primer lugar, la...
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  • Enrique Vila Planes

    Ciudadano Venezolano

    Por lo general, cuando nos hacemos importantes preguntas (¿cuestionamientos?) es que nuestra ‘Concepción del mundo’ está en crisis. Es decir, surge cuando se genera una fuerte y conflictiva discrepancia entre ‘lo que el mundo (o parte de él) ha sido y está siendo’ y ‘lo que el mundo debe y deseamos que sea’. La pregunta que titula estas notas, en su extrema generalidad e imprecisión, da cabida a cualquier cosa. Puesto que la pregunta me produce rechazo por la palabra ‘involución’ (la encuentro implícitamente grosera y despectiva con respecto a nuestros pueblos y naciones), no voy a contestar, ni...
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  • Augusto Zamora

    Ex embajador de Nicaragua en España, es profesor de Derecho internacional público y Relaciones internacionales en la Universidad Autónoma de Madrid.

    La situación provocada por el gobierno de EEUU en Venezuela nos ha devuelto, de golpe, a la primera mitad del siglo XX. La posición de EEUU ha sido respaldada, de forma poco responsable, por varios países de la Unión Europea, entre ellos España, que han presentado un ultimátum de ocho días al gobierno venezolano (país soberano e independiente, según el Derecho Internacional) para que convoque elecciones, so pena de que reconozcan como presidente de Venezuela a un sujeto que se auto-proclamó a sí mismo presidente, sin haber sido electo por nadie ni designado por ningún órgano legal. El reconocimiento de...
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  • José Natanson

    Periodista y politólogo. Es director de Le Monde diplomatique edición Cono Sur, de Review.

    ¿Qué es Venezuela? ¿Una democracia? ¿Una dictadura? Hasta diciembre de 2017 Venezuela arrastraba una serie de déficits institucionales y republicanos gigantescos. Sin embargo, seguía celebrando elecciones razonablemente libres y competitivas, en las que el gobierno no se privaba de inclinar la cancha mediante la descarada utilización de todos los recursos estatales a su alcance pero en las que existía presencia real de la oposición y cuyos resultados eran verificados por instituciones como el Centro Carter y las Naciones Unidas. Si la democracia puede definirse como un tipo de régimen en el que no sólo hay elecciones sino que además no...
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  • Marcos Roitman Rosenmann

    Professor titular de sociología de la Universidad Complutense de Madrid

    Por definición los golpes de Estados representan un quiebre del orden constitucional, por consiguiente son ilegítimos. Los ejemplos son numerosos. Guatemala 1954, Paraguay 1954, Honduras 1957, El Salvador 1972, Bolivia 1973, Brasil 1964, Chile 1970 o Argentina 1976. Todos, sin embargo, aducen a la Constitución para justificarse. La realidad desnuda esta farsa. Dos factores permiten el triunfo del golpe de Estado: i) contar internamente con las fuerzas armadas. Única institución capaz de controlar el territorio, reprimir a la población y garantizar el poder político a los golpistas; ii) obtener un mínimo de reconocimiento internacional en la llamada “comunidad internacional”....
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  • Trump, Le Pen, Bolsonaro…VOX. El fantasma del fascismo ha entrado a la escena política internacional y todo hace pensar que será muy difícil que no se quede. El penúltimo susto fue Brasil. Después de que un obrero metalúrgico y sindicalista del Partido de los Trabajadores, Luiz Inácio Lula da Silva, consiguiera la presidencia de un país tan importante cómo Brasil y después de unas políticas, que sin ser revolucionarias, sirvieron para sacar de la miseria a millones de brasileños, ahora, este mismo Lula está encarcelado y “el pueblo” ha votado a su peor enemigo: el ultraderechista Jair Bolsonaro! No ha tardado...
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  • Raúl Zibechi

    Periodista e investigador uruguayo.

    La situación que atraviesa Venezuela es dramática y sin salida aparente. La economía está fuera de control y todos los planes para orientarla en alguna dirección han fracasado. Formalmente, Venezuela es una democracia. Hay elecciones, funciona un parlamento y una asamblea constituyente, existen medios de comunicación no alineados con el gobierno y se pueden formular críticas en público. La situación de los derechos humanos no es muy diferente a la que rige en otros países de la región. Maduro fue reelegido con el 67 por ciento de los votos porque la mayor parte de la oposición decidió no acudir a...
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  • Boaventura de Sousa Santos

    Sociólogo. Director del Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coímbra.

    Los comienzos de año son propicios para los augurios que anuncian un tiempo nuevo, tanto en el plano individual como en el colectivo. De vez en cuando, estos augurios se traducen en actos concretos de transformación social que rompen de manera dramática con el statu quo. Entre muchos otros, destaco tres actos inaugurales que ocurrieron en 1 de enero y tuvieron un impacto trascendente en el mundo moderno. El 1 de enero de 1804, los esclavos de Haití declararon la independencia de la que en ese momento era una de las colonias más rentables de Francia, responsable de la producción...
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  • Martín Mosquera

    Licenciado en Filosofía (UBA), docente de la Universidad de Buenos Aires, integrante del comité editor de la Revista Intersecciones y militante de Democracia Socialista (Argentina)

    Es habitual recordar la clásica frase de Walter Benjamin: "cada ascenso del fascismo da testimonio de una revolución fallida". Si no la tomamos de forma estrictamente literal, esta línea encierra un concepto útil para pensar las dinámicas políticas que alimentan el crecimiento de la extrema derecha como salida al descontento popular. Slavok Zizek, siguiendo la máxima benjaminiana, analizó recientemente la consolidación de uno de los fenómenos autoritarios contemporáneos: el fundamentalismo yihadista en el mundo árabe. “Su ascenso – dice Zizek - es el fracaso de la izquierda, pero simultáneamente una prueba de que había un potencial revolucionario, una insatisfacción que...
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  • Daniel Gatti

    Periodista

    Brasil, Argentina, Perú, Paraguay, Chile y los países de América Central están viendo como empresarios 'outsiders' de la política llegan a las instituciones con programas económicos liberales que precarizan las condiciones de las clases trabajadoras. "Los brasileños tienen derechos de más y empleos de menos. La reforma laboral aprobada hace poco tiempo dio cierta tranquilidad al empleador” pero hay que profundizarla para “eliminar las trancas que padecen los inversores. Debemos entender lo difícil que resulta ser patrón en este país”. Con estas palabras, el nuevo presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, aclaró definitivamente, por si aún se necesitaba,...
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  • Valter Pomar

    Profesor de Relaciones Internacionales de la Universidade Federal do ABC y dirigente del Partido dos Trabalhadores. Fue secretario de relaciones internacionales y secretario ejecutivo del Foro de São Paulo (2005-2013).

    Visto de cerca o visto desde lejos, el capitán Jair Messias Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL) tiene todos los rasgos de un cavernícola. Pero Bolsonaro recibió 57 millones de votos en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2018. Fernando Haddad, candidato del PT después de que el Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil impuso un veto a la candidatura de Lula, recibió 47 millones de votos. Además, 31 millones de brasileños y de brasileñas votaron blanco, anularon el voto o no comparecieron a votar. Defensor acérrimo de los Estados Unidos y enemigo mortal del Partido de los Trabajadores,...
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  • Valerio Arcary

    Professor titular en el Instituto Federal de São Paulo, doctor en Historia (USP), miembro del "Partido Socialismo e Libertad" (PSOL). Autor de "As esquinas perigosas da história", fue miembro de la Ejecutiva Nacional del PT y presidente del PSTU.

    El análisis del breve proceso electoral de 2018 no es suficiente como ejercicio de explicación de la victoria de Bolsonaro. Porque si la lucha electoral fue un momento fundamental, la comprensión de la derrota política más seria que la izquierda brasileña haya sufrido desde el final de la dictadura militar remite, necesariamente, a una interpretación de la situación abierta desde 2015/16. Sin la percepción de la dinámica regresiva de los últimos tres años es imposible comprender la derrota electoral. Dinámica que pasa por la decisión del gobierno Dilma Rousseff de rendirse a la presión de los capitalistas y nombrar a...
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  • Cuando se analizan desde la izquierda los cambios que han tenido y tienen lugar en Latinoamérica a menudo se echan en falta reflexiones sobre el carácter más o menos democrático de las diferentes experiencias políticas bajo gobiernos “progresistas”, sobre el menosprecio del pluralismo por parte de algunos de sus dirigentes, las derivas autoritarias más o menos graves pero evidentes en el comportamiento de buena parte de los principales protagonistas y sobre las causas de todo ello. Esa falta de sentido autocrítico por parte de actores políticos y de la intelectualidad ‘comprometida’ se debe, seguramente, a que el grado de respeto...
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  • Aram Aharonian

    Periodista y comunicólogo uruguayo. Creador y fundador de Telesur.

    Cuando en América Latina y el Caribe retornan el neofascismo, la xenofobia, la misoginia, la homofobia, el racismo, de la mano de gobiernos de ultraderecha, las fuerzas populares (¿progresistas, de izquierda?) debaten sobre el pensamiento crítico y el fin de la antinomia izquierda-derecha, apelando a una nostalgia inmovilizadora y acrítica, mostrando la falta de unidad y también de proyectos. Con el golpe de Estado y el triunfo del ultraderechista Jair Bolsonaro en Brasil se reavivó la discusión banal sobre el “fin de ciclo” del progresismo o el neodesarrollismo en América Latina. La llegada al gobierno no ha garantizado...
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  • Héctor de la Cueva

    Coordinador General del Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (CILAS)

    Sin duda, el hecho que marca la coyuntura latinoamericana e influirá, negativamente, por un largo periodo sus escenarios es el resultado electoral en Brasil. El de México, también reciente y en sentido moderadamente opuesto, lo hará quizá con menor impacto. En todo caso, son parte de las contradicciones que estarán tensando las fuerzas económicas, sociales y políticas en el continente. El golpe en Brasil El triunfo de Bolsonaro en Brasil coloca el peor escenario posible en la tendencia regresiva que se venía dando en Sudamérica. Aunque frecuentemente se abusa del término, pues no toda derecha o régimen represivo y autoritario lo...
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  • Daniel Vila Garda

    Economista / Catedrático de Instituto / Socio fundador de Attac.

    En Latinoamérica crujen las frágiles vigas democráticas y en Brasil se oye su ruido con fuerza. Los poderes económicos, mediáticos, militares y judiciales han entrado en la política, disputando directamente la representación ciudadana. Se despliega el modelo político neoliberal de gestión directa de los intereses estratégicos del capital como con Berlusconi a partir de 1994 en Italia y, actualmente, con Donald Trump en EEUU. El fenómeno tiene muchas particularidades según el momento histórico de cada país, pero la escala de Brasil en el Hemisferio Sur hace de la elección de Jair Bolsonaro un ejemplo relevante y con potencial capacidad de...
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  • Jimena Ñáñez Ortiz

    Politóloga y profesora asociada de la Universidad Complutense de Madrid

    El 24 de noviembre de 2018 se conmemora dos años de la firma del Acuerdo de Paz definitivo para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera entre el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos y el principal grupo insurgente de Colombia, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo- (FARC –EP), la guerrilla más longeva de América Latina. El acuerdo fue producto de una larga y compleja negociación entre las partes que duró aproximadamente cuatro años desde que se instaló formalmente la mesa de diálogo en La Habana (Cuba). Este proceso no...
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  • Es evidente que el nuevo presidente de Brasil surgió del golpe institucional contra Dilma. Hubo una gran manipulación electoral para impedir la victoria del PT, que terminó arrollando a los viejos partidos de la derecha. Acallaron a Lula, pero demolieron también a las formaciones conservadoras tradicionales. La llegada del inesperado capitán a la primera magistratura genera múltiples incógnitas. ¿Cómo gobernará? El ejército, la justicia y los medios de comunicación aportaron los tres cimientos del golpe, que ahora se utilizan para sostener al insólito personaje que presidirá el país. Las fuerzas armadas han capturado posiciones claves en la estructura estatal desde la militarización...
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  • Javier Segura

    Profesor de Historia

    La cuestión sobre la que Pedro Brieger nos invita reflexionar en este foro viene dictada por la restauración conservadora que parece anunciarse con el vuelco político que se ha producido en algunos países de América Latina tras una década política protagonizada por gobiernos progresistas. Yendo un poco más allá: ¿Es la involución conservadora el camino inexorable hacia el que conduce la encrucijada actual? Esta situación de “interregno” no es nueva, si se contempla la historia de América Latina en la larga duración. Remite, por una parte, a la conservación y reproducción de las viejas inercias de la era postcolonial,...
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  • Mª Eugenia García Nemocón

    Miembro del Comité para la Paz de Colombia en Madrid

    En los distintos países que conforman Abya Yala (denominación dada al continente americano por el pueblo Kuna), el extractivismo imperante ha traído consigo una serie de impactos de dimensiones económicas, sociales, políticas, ambientales, de género y culturales; pero uno de los argumentos que se esgrimen en su favor es lo que representa a nivel de las economías locales para erradicar la pobreza y para garantizar su “desarrollo”. Según las comunidades afrodescendientes, indígenas y campesinas, hay dos visiones de desarrollo: la del desarrollo para el buen vivir o desde el punto de vista comunitario, y la visión de la institucionalidad...
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  • Aprendiendo a reconocer lo que somos Bolivia es un país mayoritariamente indígena, el 62% (INE, Censo 2001) y 41% (INE, Censo 2012) de los ciudadanos que asumen ser parte de una identidad originaria lo hace a través del auto reconocimiento, lo que quiere decir que el orgullo de ser diferente y multicultural es asumido a la par de un proceso de interpelación al Estado por la histórica exclusión de la mayoría. El Estado excluyente del pasado fracasó en impulsar una ciudadanía sustentada en el hecho de la igualdad de todos los bolivianos ante las leyes, pero en el que en...
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  • Stalin Pérez Borges

    Miembro del Consejo Consultivo de la Central Bolivariana de Trabajadores y Trabajadoras (CSBT)

    El triunfo con más de 10% de ventaja del facho Bolsonaro en Brasil, le pone mayores niveles de turbulencia e impacto a la situación que ya hay en todo el continente americano y caribeño. No sólo, no es cualquier cosa que haya ganado con el 55% de los votantes, o sea, más de 57 millones votos, sino, que haya sacado esa altísima votación diciendo todas las barbaridades xenófobas, racista, antifeministas, antidemocráticas y fascistas que dijo en repetidas veces y sin cuidados de escenarios. Pero, ya antes del fenómeno Bolsorano, existían derrotas electorales en algunos otros países en donde...
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  • Cecilia Anigstein

    Socióloga argentina. Investigadora y docente en la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS)

    El fin de las políticas progresistas en Argentina (bajo los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner) y el triunfo electoral de Mauricio Macri en diciembre de 2015 abrió un ciclo de protestas y movilización social de carácter defensivo en toda la extensión del territorio nacional, que ya acumula cuatro huelgas nacionales e involucra un amplio espectro de sectores, identidades y corrientes políticas. En numerosas oportunidades las manifestaciones han contabilizado cientos de miles de personas. Los motivos más convocantes han sido la defensa de los salarios, los puestos de trabajo, la legislación laboral y previsional, el desmantelamiento...
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  • Emir Sader

    Sociólogo y politólogo brasileño

    Latinoamérica sigue siendo el continente de más turbulencias políticas en el mundo, porque es el escenario de las peleas más abiertas entre el neoliberalismo y el antineoliberalismo. Porque fue el único continente donde surgieron gobiernos antineoliberales, gobiernos de gran éxito, que han disminuido significativamente las desigualdades en el continente más desigual del mundo, mientras el neoliberalismo ampliaba las desigualdades en otras regiones del mundo. Porque fue el continente donde han surgido los principales líderes de la izquierda en el siglo XXI, entre ellos Hugo Chávez, Lula, Néstor y Cristina Kirchner, Pepe Mujica, Evo Morales y Rafael Correa. Porque es la...
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  • Tarso Genro

    Ha sido alcalde de Porto Alegre y Gobernador del Estado de Rio Grande del Sur. Durante el gobierno Lula desempeñó el cargo de Ministro de Educación, Relaciones Institucionales y Ministro de Justicia de Brasil.

    En abril de 2006 escribí un artículo para la revista Italianieuropei-bimestrale del reformismo italiano, denominado La questione democratica, una questione per la sinistra. En él discurrí sobre el “frondoso árbol de la democracia” y sostuve que esta estaba siendo corroída por dentro. Hoy, sin embargo, esta dañada por fuera y por dentro, dado que "sus raíces están abaladas (...) por poderes ajenos a las instituciones más importantes, que emergen a su sombra. En una época de más guerras de conquista, híper-manipulación de la información en la esfera pública formando masas pasivas de ciudadanos como 'espectadores' de opiniones, casi siempre...
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  • Verónica Grondona

    Economista, asesora del Gue/Ngl en el Parlamento Europeo en relación con la comisión especial TAX3.

    La utilización de casos de corrupción para deponer y evitar que gobiernen los partidos y presidentes progresistas en América Latina tiene larga data y en Argentina comienza con el golpe a Hipólito Yrigoyen el 6 de setiembre de 1930, quien fue depuesto bajo argumentos de corrupción que lo involucraban. Cabe observar, que Yrigoyen murió pobre y con el tiempo se comprobó que las acusaciones habían sido infundados. Más allá de que puedan existir casos reales de corrupción, hoy su impacto mediático multiplica varias veces su peso real en la sociedad y en la economía. Particularmente, los casos de corrupción pública,...
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  • Eduardo Lucita

    Integrante del colectivo EDI –Economistas de Izquierda.

    Ya en el 2013 comenzó un intercambio de opiniones entre analistas e intelectuales comprometidos con los procesos progresistas acerca de si era posible una reversión de los mismos. Estos debates se incrementaron desde el 2016 y se pasó a discutir si estábamos frente a un fin de de ciclo. Ahora lo que se discute es el avance de las derechas y el cambio de clima político. Sin dudas hay una involución en la región, es la respuesta a la pregunta que nos hace el Espacio-Público.com para iniciar el intercambio. 1. América latina ha sido la región donde mayores resistencias se...
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  • Cyntia Sena

    Periodista. Estudiante de máster.

    El artículo de Pedro Brieger, Involución en América Latina, me hizo pensar en un caso que encuentro muy familiar. Mi país, Uruguay. Esta pequeña república, de casi tres millones y medio de habitantes, destaca en una región donde la democracia está amenazada por un nacionalismo exacerbado, corrupción política y conservadurismo. En 2016 The Economist colocó a Uruguay entre las veinte “democracias plenas” en su índice de democracia mundial, siendo el único país de Latinoamérica en ocupar los primeros lugares. Dentro del auge de la derecha en el continente, con la victoria de Mauricio Macri en Argentina, Sebastián Piñera en Chile...
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  • Adolfo Aguirre

    Secretario de Relaciones Internacionales de la CTA. Dirigente de Unidad Popular. Coordinador del Foro por la Niñez.

    En América Latina asistimos hoy a un retorno voraz del capitalismo salvaje y extractivista. Gobierno neoliberales se han vuelto a instalar en la región buscando desmontar los Estados para quitar derechos y excluir a las mayorías. El mundo de hoy está dominado por una mirada desde el norte y cimentada en el consenso neoliberal. Los escenarios que se plantean para el futuro de los trabajadores van en dos niveles: menos puestos de trabajo por el avance tecnológico sin la necesaria reconversión y mayor flexibilidad debido a los cambios en los regímenes de trabajo. La urgencia desde las organizaciones sindicales es...
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  • Christian Pabel Muñoz Lopez

    Asambleísta ecuatoriano. Sociólogo. Presidente de la Comisión del Régimen económico y tributario de la Asamblea Nacional del Ecuador. Presidente del Grupo Parlamentario por la erradicación de la pobreza y el cumplimiento de los ODS.

    El Ecuador es una clara muestra de los retrocesos que se viven y experimentan en América Latina y de la “restauración conservadora” que lideran, desde hace algunos años, las derechas del Continente. Varias son las formas en las que podemos describir los retrocesos en la Región, desde vergonzosas candidaturas fascistoides con ganas de ponerse “las botas” para gobernar, hasta la persecución mediática, política y judicial instaurada contra líderes, lideresas y figuras políticas progresistas. Para describir el caso ecuatoriano me centraré solamente en tres hechos: (1) el regreso de la economía neoliberal; (2) la instalación de un “Estado de revancha”,...
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  • Roberto Montoya

    Periodista y escritor

    La ponencia de Pedro Brieger es un buen punto de partida para debatir sobre lo que en el título de este Espacio Público se pregunta: ¿Involución en América Latina? Sí, involución sin duda. Pero para analizar desde una perspectiva crítica y autocrítica esa involución hace falta evitar esa simplificación que abunda en la izquierda 'campista', que nos muestra la batalla de dos bloques supuestamente homogéneos, el de gobiernos progresistas puros y de nobles ideales por un lado y el de los gobiernos neoliberales desalmados, autoritarios y corruptos por el otro. La realidad es mucho más compleja. La pregunta del título de...
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  • Sebastián Valdomir

    Sociólogo y político

    Faltando diez días para la segunda vuelta de las elecciones en Brasil, se divulgaron algunos detalles de la estrategia y funcionamiento de los grupos de mensajería digital de la campaña de Jair Bolsonaro. El tema ya venía siendo ubicado como pieza relevante de la campaña de Bolsonaro por algunos analistas políticos y de comunicación en medios escritos, pero sin mayores repercusiones. Este miércoles el New York Times publicó una columna en la cual se revelaron detalles del funcionamiento de la divulgación másiva de contenidos falsos por grupos de mensajería y el jueves finalmente la Folha de Sao Paulo le...
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  • Manuel de la Iglesia

    Doctor en Ciencias Económicas por la UCM

    El artículo de Pedro Brieger: “América Latina en disputa”, además de ser de gran actualidad, deja poco espacio para el desacuerdo al describir hechos contrastables y al formular preguntas, más que aventurar respuestas. La fundamental, la última, con la que acaba el texto: “¿Cómo se resolverá la disputa entre las dos corrientes, la conservadora y la progresista, en la región latinoamericana?” Antes de realizar algunos comentarios que buscan complementar el contenido del artículo de Brieger, me permito señalar la discrepancia que tengo con la afirmación de que América Latina es la única región donde se cuestionan las políticas neoliberales impuestas...
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  • La coyuntura o la situación en curso en América Latina, dominada por el fenomenal avance de la derecha, legitimada por los votos, tiene hoy (semana del 15 de octubre de 2018) su punto más álgido en Brasil, donde el próximo domingo 28 se dirimirá la elección de presidente y vice del país. De esto trata la presente nota, cuyo objetivo es plantear algunas hipótesis explicativas que necesitan ser validadas (o refutadas) mediante investigaciones rigurosas, sin pretensión de ser la única explicación posible. El punto de partida es el enunciado de cinco premisas necesarias para cualquier análisis de coyuntura, y de...
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  • Juarez Guimarães

    Profesor de Ciencia Política de la Universidad Federal de Minas Gerais (Brasil)

    Quién defina la agenda en esta segunda vuelta, insertándola en una narrativa coherente, probablemente saldrá victorioso. El gran desafío de la campaña de Haddad/Manuela es construir esta agenda, potencialmente mayoritaria, y presentarse como quien, representando la herencia y el sueño de Lula, es capaz de vencer al gran enemigo de los derechos del pueblo brasileño que es Bolsonaro A Otávio Dulci, compañero siempre “Ahora es fácil”, dice el panfleto: una foto de Bolsonaro y otra de Haddad. “Escoja entre el policía y el bandido”. Parece simplista, pero no lo es. Hay una narrativa, una agenda y un personaje. Hasta llegar a esta...
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