Limitaciones de la izquierda latinoamericana

  • Manuel de la Iglesia

    Manuel de la Iglesia

    Doctor en Ciencias Económicas por la UCM

22.10.2018

Debate principal: ¿Involución en América Latina?

El artículo de Pedro Brieger: “América Latina en disputa”, además de ser de gran actualidad, deja poco espacio para el desacuerdo al describir hechos contrastables y al formular preguntas, más que aventurar respuestas. La fundamental, la última, con la que acaba el texto: “¿Cómo se resolverá la disputa entre las dos corrientes, la conservadora y la progresista, en la región latinoamericana?”

Antes de realizar algunos comentarios que buscan complementar el contenido del artículo de Brieger, me permito señalar la discrepancia que tengo con la afirmación de que América Latina es la única región donde se cuestionan las políticas neoliberales impuestas por los organismos financieros internacionales. En el Este y Sur de Asia, en países como China, Vietnam, Singapur, Taiwán, Indonesia…, se llevan décadas practicando, con gran éxito por cierto, políticas alternativas a las neoliberales dictadas por el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional. Políticas con las que el sector público ha intervenido activamente en la economía estableciendo aranceles para proteger el desarrollo industrial; subsidiando créditos a industrias seleccionadas por su interés estratégico; creando o manteniendo bancos de desarrollo bajo la propiedad del Estado; otorgando un fuerte apoyo público a la investigación (I+D); o estableciendo organismos públicos de apoyo a la exportación, entre muchas otras. Se trata de políticas poco difundidas en otras regiones, pues escaso ha sido el interés de las instituciones financieras internacionales en que se imiten. ¿Quién sabe, por ejemplo, que el 82% de las viviendas producidas en Singapur, un supuesto “modelo de libre mercado”, son producidas por el Estado? Políticas, por otra parte, que fueron aplicadas profusamente y sin excepción en otros tiempos, por los llamados países desarrollados, como bien ha analizado Ha-Joon Chang, profesor de la Universidad de Cambridge, en varias de sus obras, a pesar de que hoy tratan de impedirlas en los países en desarrollo.

En cualquier caso, en América Latina, como afirma Brieger, en los últimos años se ha constatado una fuerte ofensiva de la derecha para desplazar a los gobiernos no neoliberales de la región. Con gran éxito, por cierto: de los nueve que podían considerarse parte de este grupo -sin incluir a Cuba, por sus características especiales- nada menos que cinco han sido apartados: dos en las urnas, los de Néstor y Cristina Kirchner en Argentina -quienes gobernaron de 2003 a 2015- y los de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet en Chile -quienes lo hicieron de 2000 a 2018, con el paréntesis del conservador Piñera de 2010-14-; y otros tres a través de procedimientos constitucionales llevados al límite, forzando dimisiones en los parlamentos o en tribunales de justicia: los casos Brasil -donde Lula y Dilma Rousseff gobernaron de 2003 a 2016-; Paraguay -donde lo hizo Fernando Lugo de 2008 a 2012-; y Honduras -donde presidió Manuel Zelaya de 2006 a 2009-.

De aquellos nueve, sólo permanecen cuatro: los de Tabaré Vázquez y el “Pepe” Mujica en Uruguay, donde gobierna el Frente Amplio desde 2004; los de Rafael Correa y Lenin Moreno en Ecuador, en el poder desde 2007 -a pesar de las diferencias que tanto han distanciado a ambas figuras-; los de Evo Morales en Bolivia, que se prolongan desde 2006; y los de Chávez y Maduro, que rigen Venezuela desde 1998 -por cuestionado que esté Maduro en la actualidad-. A ellos es posible que se añada el de México, con López Obrador, aunque habrá que esperar a analizar las políticas que aplique; y cabría agregar el de El Salvador, si bien el FMLN no ganó las elecciones hasta 2014. Obsérvese que no he incluido el gobierno de Daniel Ortega, en el poder en Nicaragua desde 2006, ya que, a pesar de su retórica izquierdista, no ha dejado de aplicar el recetario neoliberal, por no hablar de las masacres recientes contra la población descontenta.

Así que, el peso de los gobiernos progresistas en la región fue claro en los tres primeros quinquenios del siglo XXI, un período que coincidió además con unos ventajosos precios internacionales de las exportaciones latinoamericanas -soja, café, cobre, oro, petróleo…-, con fuertes inversiones extranjeras y con unas nada desdeñables entradas de divisas por las remesas de emigrantes -que en 2007, por ejemplo, superaron los 60 mil millones de dólares-.

Estos gobiernos no neoliberales fueron bastante exitosos en la reducción de la pobreza y la desigualdad. Los datos son inequívocos: si la población por debajo de la línea de pobreza en América Latina se redujo desde el 44% en 1999 hasta el 28% en 2014 (cifras de CEPAL) y lo hizo también la desigualdad de acuerdo al descenso del índice de Gini, que pasó del 0.55 al 0.50 en esos años, los gobiernos progresistas contribuyeron más a estos resultados que los gobiernos conservadores. Ejemplos: Bolivia bajó la pobreza del 61% al 39% de la población; Brasil del 37% al 13%; Chile del 31 al 12%; mientras, en el lado conservador, encontramos países como México y Costa Rica que la vieron aumentar. Respecto a la igualdad: Brasil redujo su índice Gini en esos lustros en 13 centésimas; Bolivia y Argentina en 15; Chile en 11; Venezuela en 12… mientras México sólo lo rebajó en 4 y Colombia en 5.

Sin duda, los gobiernos progresistas aprovecharon mejor los factores favorables mencionados -el boom de los precios, las remesas y la inversión extranjera- para el bienestar de la población. Y aprovecharon mejor este “viento de cola” precisamente porque se distanciaron de las políticas neoliberales apostando por las mejoras laborales, como el salario mínimo y los acuerdos tripartitos entre el gobierno, sector privado y sindicatos; la inversión social, como en la educación; y los programas de transferencias monetarias para hogares en situación de pobreza -como “Hambre cero”- condicionadas a la asistencia escolar de los niños/as.

Ahora bien, aunque los gobiernos progresistas hayan mostrado mejores resultados que los conservadores y logrado algunos avances en derechos cívicos, no aprovecharon suficientemente los recursos de los que dispusieron, quedando así sujetos a cuestionamientos que, desde luego, la derecha no iba a desaprovechar. Ésta carece, como bien señala Brieger, de un proyecto seductor pero, por mucho que no tenga éxitos que mostrar -por no hablar de los resultados tan negativos de los actuales gobiernos de Brasil y Argentina-, cuenta con los grandes medios de comunicación y gozará siempre del apoyo de los organismos internacionales y los gobiernos conservadores de Occidente. Si las fuerzas progresistas no avanzan resueltamente en algunos asuntos clave, donde se encuentran sus principales limitaciones, aumentarán las posibilidades de que pierdan en su disputa con la derecha. Entre ellos están los siguientes:

Corrupción. Los votantes de izquierda no la perdonan. Y algo ha fallado en su control por parte de quienes estaban obligados a atajarla. Grandes escándalos, que no podemos repasar aquí, han sacudido a Argentina, Brasil, Chile, Ecuador … y se conocerán también en Venezuela en su momento. Sólo Uruguay muestra casos aislados, como el que obligó a dimitir al vicepresidente Sendic. La derecha podrá exagerar su alcance, pero la responsabilidad por la corrupción en los países que nos ocupan, compete a los gobiernos progresistas que ejercieron el poder. Es preciso insistir también en las consecuencias económicas del mal manejo de recursos y en cómo afecta a la calidad del gasto público y al propio desarrollo sostenible el hecho de que parte de las partidas presupuestarias no lleguen a su destino.

Inseguridad. La bandera contra la inseguridad la enarbola la derecha, a pesar de que perjudica sobre todo a la población más desfavorecida. Las cifras en América Latina son excesivas no sólo en víctimas sino también en los costos económicos que la violencia conlleva: inversiones no realizadas, emigración de personas amenazadas, gastos en seguridad, juicios, atención a víctimas… La derecha con sus medios siempre trasmite una percepción de inseguridad mayor a la realmente existente cuando gobierna la izquierda, pero lo cierto es que los gobiernos progresistas de la región no han sabido o podido combinar la educación temprana en la no violencia con la necesaria represión del delincuente y con su rehabilitación. La candidatura de Bolsonaro debe mucho a esta percepción de inseguridad con los gobiernos de Lula y Dilma.

Política fiscal y presupuestaria. Aún con algunos avances, no se ha asistido en este terreno a los cambios requeridos para avanzar más resueltamente en la igualdad, mientras América Latina sigue siendo, con diferencia, la región más desigual del planeta. Si en la Unión Europea el índice de Gini, después de la intervención del Estado -a través del cobro de impuestos y el pago de transferencias- cae de 0.49 a 0.30, en América Latina sólo se reduce del 0.51 al 0.48. Este escaso papel redistributivo se explica por las tasas tributarias nada progresivas -con un gran predominio del IVA y un escaso pago de impuestos por parte del decil más rico de la población- y por la escasa calidad del gasto público. Sin duda este es otro terreno en el que los gobiernos progresistas pueden hacer mucho más.

Progreso tecnológico. Se cumple siempre: cuando los precios de las materias primas están altos, la economía de la región va bien; cuando bajan, todos los países, con independencia del signo de sus gobiernos, muestran problemas. En cuanto cayeron los precios alcanzados por las materias primas, en torno a 2015, la población por debajo de la línea de pobreza aumentó. La necesidad de diversificar la producción y las exportaciones hacia bienes con un mayor valor añadido a través de distintas políticas -industrial, tecnológica, científica, educativa, de apoyo a la pequeña y mediana empresa y de comercio exterior- es muy clara en la región. En 2010, más de la mitad de las exportaciones de América Latina la constituían bienes primarios; y, lo que es peor, durante el boom de precios, la región acentuó su especialización en bienes de bajo procesamiento basados en la abundancia de recursos naturales. Mientras China dedicó el 2,07% de su PIB a I+D, la Unión Europea (UE 28) el 2,03% y un país como Malasia el 1,3%, América Latina destinaba sólo el 0,7%. La necesidad de cambiar la estructura productiva y comercial de la región es evidente y constituye otro reto para las fuerzas progresistas.

Medioambiente. Tal vez sesgada por la ideología productivista predominante, tampoco la izquierda latinoamericana ha mostrado ser portadora en este ámbito de nuevos valores. La deforestación desbocada; la minería a cielo abierto; los conflictos con los pueblos indígenas sobre el uso del suelo, la gestión del agua y la extracción de petróleo y minerales, se han vivido con intensidad en los países que nos ocupan: en Chile en los territorios mapuches; en la Amazonía, tanto en Brasil como en Ecuador; en las provincias norteñas -Salta, Jujuy- argentinas, y también en Bolivia con revueltas indígenas por la extracción petrolera y la construcción de presas. Ni Evo Morales, quien ha luchado por la dignidad de los pobladores originarios de su país y ha conseguido redistribuir más equitativamente las ganancias que repatriaban las empresas trasnacionales, ha podido superar satisfactoriamente este desafío.

Igualdad de género. La igualdad como meta abarca no sólo a los distintos sectores sociales, sino también a las distintas etnias, territorios, generaciones y a la de derechos entre mujeres y hombres. Los indicadores referidos al porcentaje de participación de las mujeres en posiciones de poder -gobiernos, parlamentos, empresas…- muestran el camino que aún falta por recorrer. También destaca el elevado número de feminicidios, que apenas ha disminuido en los países gobernados por fuerzas progresistas (en Chile multiplica al de España por dos; en Venezuela y Ecuador, por cuatro; en Argentina, por cinco; en Uruguay, por seis; y en Bolivia por nueve). Otro dato: de los nueve países considerados con gobiernos progresistas -sin contar Cuba-, la interrupción voluntaria del embarazo sólo se permite en Uruguay. En los demás se admite sólo si hay violación, peligro para la madre o malformaciones del feto. La influencia de las iglesias, católica y evangelistas, también sobre las fuerzas progresistas, es desproporcionada.

No toda solución a estos problemas se encuentra en los gobiernos latinoamericanos. Los países ricos tienen una gran responsabilidad en numerosos asuntos, comenzando por la existencia de paraísos fiscales, que permiten la evasión de cifras elevadísimas de impuestos en la región. Las grandes empresas transnacionales, con mecanismos sobrados para eludir el pago de impuestos, tampoco facilitan las cosas, ni lo hacen las reglas del comercio internacional o los acuerdos de propiedad intelectual. Los países ricos suelen primar sus intereses comerciales e inversores a corto plazo, mientras, cegados por esos intereses, desconsideran los planetarios en el largo plazo, que son también los suyos. No se puede esperar por ello una gran colaboración de Occidente en el desarrollo sostenible de América Latina, el cual descansará principalmente en lo que hagan los países de la región y en sus procesos de integración y cooperación horizontal. Pero, en este camino, la región tiene que atender esas “trampas de países de renta media” relacionadas con la excesiva dependencia del sector primario y la escasa calidad de las políticas públicas e instituciones encargadas de aplicarlas, que dificultan los avances hacia un desarrollo humano sostenible y sostenido.

Una buena oportunidad para las fuerzas progresistas de la región la constituye la aprobación de la Agenda 2030 por 193 países en Naciones Unidas en 2015, la cual parece hecha a la medida de los retos de América Latina. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que la Agenda incluye, llaman a la construcción de un modelo más equitativo y sostenible. Las fuerzas del progreso, conscientes de la capacidad transformadora de las políticas públicas, pueden encontrar una importante fuente de inspiración en esta Agenda, la que también, lamentablemente, pondrá en evidencia la incapacidad de la derecha para, con su fe ciega en el papel del mercado, avanzar en ella. Se resolvería así, ventajosamente y por un largo período de tiempo, la disputa entre el conservadurismo y el progresismo a la que Brieger se refiere.

Otras intervenciones en el debate

Intervenciones
  • Roberto Vazquez

    Analista político

    Preguntarnos por la existencia de un ¨cambio de ciclo¨ en América Latina, nos presenta como primera tarea, irremediablemente, situarlo en los movimientos y tendencias globales que nos afectan a todas. Así, nos parece fundamental para contestar a la pregunta, reflexionar sobre dos grandes procesos de transformación a nivel mundial, a saber: a) un cambio en el zeitgeist (sentido común de los tiempos) que pareciera imponerse con la caída del hegemón de la globalización neoliberal a partir de la crisis de 2008; b) los impactos de las transformaciones geopolíticas globales en la doctrina norteamericana para la región. En primer lugar, la...
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  • Enrique Vila Planes

    Ciudadano Venezolano

    Por lo general, cuando nos hacemos importantes preguntas (¿cuestionamientos?) es que nuestra ‘Concepción del mundo’ está en crisis. Es decir, surge cuando se genera una fuerte y conflictiva discrepancia entre ‘lo que el mundo (o parte de él) ha sido y está siendo’ y ‘lo que el mundo debe y deseamos que sea’. La pregunta que titula estas notas, en su extrema generalidad e imprecisión, da cabida a cualquier cosa. Puesto que la pregunta me produce rechazo por la palabra ‘involución’ (la encuentro implícitamente grosera y despectiva con respecto a nuestros pueblos y naciones), no voy a contestar, ni...
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  • Augusto Zamora

    Ex embajador de Nicaragua en España, es profesor de Derecho internacional público y Relaciones internacionales en la Universidad Autónoma de Madrid.

    La situación provocada por el gobierno de EEUU en Venezuela nos ha devuelto, de golpe, a la primera mitad del siglo XX. La posición de EEUU ha sido respaldada, de forma poco responsable, por varios países de la Unión Europea, entre ellos España, que han presentado un ultimátum de ocho días al gobierno venezolano (país soberano e independiente, según el Derecho Internacional) para que convoque elecciones, so pena de que reconozcan como presidente de Venezuela a un sujeto que se auto-proclamó a sí mismo presidente, sin haber sido electo por nadie ni designado por ningún órgano legal. El reconocimiento de...
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  • José Natanson

    Periodista y politólogo. Es director de Le Monde diplomatique edición Cono Sur, de Review.

    ¿Qué es Venezuela? ¿Una democracia? ¿Una dictadura? Hasta diciembre de 2017 Venezuela arrastraba una serie de déficits institucionales y republicanos gigantescos. Sin embargo, seguía celebrando elecciones razonablemente libres y competitivas, en las que el gobierno no se privaba de inclinar la cancha mediante la descarada utilización de todos los recursos estatales a su alcance pero en las que existía presencia real de la oposición y cuyos resultados eran verificados por instituciones como el Centro Carter y las Naciones Unidas. Si la democracia puede definirse como un tipo de régimen en el que no sólo hay elecciones sino que además no...
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  • Marcos Roitman Rosenmann

    Professor titular de sociología de la Universidad Complutense de Madrid

    Por definición los golpes de Estados representan un quiebre del orden constitucional, por consiguiente son ilegítimos. Los ejemplos son numerosos. Guatemala 1954, Paraguay 1954, Honduras 1957, El Salvador 1972, Bolivia 1973, Brasil 1964, Chile 1970 o Argentina 1976. Todos, sin embargo, aducen a la Constitución para justificarse. La realidad desnuda esta farsa. Dos factores permiten el triunfo del golpe de Estado: i) contar internamente con las fuerzas armadas. Única institución capaz de controlar el territorio, reprimir a la población y garantizar el poder político a los golpistas; ii) obtener un mínimo de reconocimiento internacional en la llamada “comunidad internacional”....
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  • Trump, Le Pen, Bolsonaro…VOX. El fantasma del fascismo ha entrado a la escena política internacional y todo hace pensar que será muy difícil que no se quede. El penúltimo susto fue Brasil. Después de que un obrero metalúrgico y sindicalista del Partido de los Trabajadores, Luiz Inácio Lula da Silva, consiguiera la presidencia de un país tan importante cómo Brasil y después de unas políticas, que sin ser revolucionarias, sirvieron para sacar de la miseria a millones de brasileños, ahora, este mismo Lula está encarcelado y “el pueblo” ha votado a su peor enemigo: el ultraderechista Jair Bolsonaro! No ha tardado...
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  • Raúl Zibechi

    Periodista e investigador uruguayo.

    La situación que atraviesa Venezuela es dramática y sin salida aparente. La economía está fuera de control y todos los planes para orientarla en alguna dirección han fracasado. Formalmente, Venezuela es una democracia. Hay elecciones, funciona un parlamento y una asamblea constituyente, existen medios de comunicación no alineados con el gobierno y se pueden formular críticas en público. La situación de los derechos humanos no es muy diferente a la que rige en otros países de la región. Maduro fue reelegido con el 67 por ciento de los votos porque la mayor parte de la oposición decidió no acudir a...
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  • Boaventura de Sousa Santos

    Sociólogo. Director del Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coímbra.

    Los comienzos de año son propicios para los augurios que anuncian un tiempo nuevo, tanto en el plano individual como en el colectivo. De vez en cuando, estos augurios se traducen en actos concretos de transformación social que rompen de manera dramática con el statu quo. Entre muchos otros, destaco tres actos inaugurales que ocurrieron en 1 de enero y tuvieron un impacto trascendente en el mundo moderno. El 1 de enero de 1804, los esclavos de Haití declararon la independencia de la que en ese momento era una de las colonias más rentables de Francia, responsable de la producción...
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  • Martín Mosquera

    Licenciado en Filosofía (UBA), docente de la Universidad de Buenos Aires, integrante del comité editor de la Revista Intersecciones y militante de Democracia Socialista (Argentina)

    Es habitual recordar la clásica frase de Walter Benjamin: "cada ascenso del fascismo da testimonio de una revolución fallida". Si no la tomamos de forma estrictamente literal, esta línea encierra un concepto útil para pensar las dinámicas políticas que alimentan el crecimiento de la extrema derecha como salida al descontento popular. Slavok Zizek, siguiendo la máxima benjaminiana, analizó recientemente la consolidación de uno de los fenómenos autoritarios contemporáneos: el fundamentalismo yihadista en el mundo árabe. “Su ascenso – dice Zizek - es el fracaso de la izquierda, pero simultáneamente una prueba de que había un potencial revolucionario, una insatisfacción que...
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  • Daniel Gatti

    Periodista

    Brasil, Argentina, Perú, Paraguay, Chile y los países de América Central están viendo como empresarios 'outsiders' de la política llegan a las instituciones con programas económicos liberales que precarizan las condiciones de las clases trabajadoras. "Los brasileños tienen derechos de más y empleos de menos. La reforma laboral aprobada hace poco tiempo dio cierta tranquilidad al empleador” pero hay que profundizarla para “eliminar las trancas que padecen los inversores. Debemos entender lo difícil que resulta ser patrón en este país”. Con estas palabras, el nuevo presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, aclaró definitivamente, por si aún se necesitaba,...
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  • Valter Pomar

    Profesor de Relaciones Internacionales de la Universidade Federal do ABC y dirigente del Partido dos Trabalhadores. Fue secretario de relaciones internacionales y secretario ejecutivo del Foro de São Paulo (2005-2013).

    Visto de cerca o visto desde lejos, el capitán Jair Messias Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL) tiene todos los rasgos de un cavernícola. Pero Bolsonaro recibió 57 millones de votos en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2018. Fernando Haddad, candidato del PT después de que el Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil impuso un veto a la candidatura de Lula, recibió 47 millones de votos. Además, 31 millones de brasileños y de brasileñas votaron blanco, anularon el voto o no comparecieron a votar. Defensor acérrimo de los Estados Unidos y enemigo mortal del Partido de los Trabajadores,...
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  • Valerio Arcary

    Professor titular en el Instituto Federal de São Paulo, doctor en Historia (USP), miembro del "Partido Socialismo e Libertad" (PSOL). Autor de "As esquinas perigosas da história", fue miembro de la Ejecutiva Nacional del PT y presidente del PSTU.

    El análisis del breve proceso electoral de 2018 no es suficiente como ejercicio de explicación de la victoria de Bolsonaro. Porque si la lucha electoral fue un momento fundamental, la comprensión de la derrota política más seria que la izquierda brasileña haya sufrido desde el final de la dictadura militar remite, necesariamente, a una interpretación de la situación abierta desde 2015/16. Sin la percepción de la dinámica regresiva de los últimos tres años es imposible comprender la derrota electoral. Dinámica que pasa por la decisión del gobierno Dilma Rousseff de rendirse a la presión de los capitalistas y nombrar a...
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  • Cuando se analizan desde la izquierda los cambios que han tenido y tienen lugar en Latinoamérica a menudo se echan en falta reflexiones sobre el carácter más o menos democrático de las diferentes experiencias políticas bajo gobiernos “progresistas”, sobre el menosprecio del pluralismo por parte de algunos de sus dirigentes, las derivas autoritarias más o menos graves pero evidentes en el comportamiento de buena parte de los principales protagonistas y sobre las causas de todo ello. Esa falta de sentido autocrítico por parte de actores políticos y de la intelectualidad ‘comprometida’ se debe, seguramente, a que el grado de respeto...
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  • Aram Aharonian

    Periodista y comunicólogo uruguayo. Creador y fundador de Telesur.

    Cuando en América Latina y el Caribe retornan el neofascismo, la xenofobia, la misoginia, la homofobia, el racismo, de la mano de gobiernos de ultraderecha, las fuerzas populares (¿progresistas, de izquierda?) debaten sobre el pensamiento crítico y el fin de la antinomia izquierda-derecha, apelando a una nostalgia inmovilizadora y acrítica, mostrando la falta de unidad y también de proyectos. Con el golpe de Estado y el triunfo del ultraderechista Jair Bolsonaro en Brasil se reavivó la discusión banal sobre el “fin de ciclo” del progresismo o el neodesarrollismo en América Latina. La llegada al gobierno no ha garantizado...
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  • Héctor de la Cueva

    Coordinador General del Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (CILAS)

    Sin duda, el hecho que marca la coyuntura latinoamericana e influirá, negativamente, por un largo periodo sus escenarios es el resultado electoral en Brasil. El de México, también reciente y en sentido moderadamente opuesto, lo hará quizá con menor impacto. En todo caso, son parte de las contradicciones que estarán tensando las fuerzas económicas, sociales y políticas en el continente. El golpe en Brasil El triunfo de Bolsonaro en Brasil coloca el peor escenario posible en la tendencia regresiva que se venía dando en Sudamérica. Aunque frecuentemente se abusa del término, pues no toda derecha o régimen represivo y autoritario lo...
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  • Daniel Vila Garda

    Economista / Catedrático de Instituto / Socio fundador de Attac.

    En Latinoamérica crujen las frágiles vigas democráticas y en Brasil se oye su ruido con fuerza. Los poderes económicos, mediáticos, militares y judiciales han entrado en la política, disputando directamente la representación ciudadana. Se despliega el modelo político neoliberal de gestión directa de los intereses estratégicos del capital como con Berlusconi a partir de 1994 en Italia y, actualmente, con Donald Trump en EEUU. El fenómeno tiene muchas particularidades según el momento histórico de cada país, pero la escala de Brasil en el Hemisferio Sur hace de la elección de Jair Bolsonaro un ejemplo relevante y con potencial capacidad de...
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  • Jimena Ñáñez Ortiz

    Politóloga y profesora asociada de la Universidad Complutense de Madrid

    El 24 de noviembre de 2018 se conmemora dos años de la firma del Acuerdo de Paz definitivo para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera entre el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos y el principal grupo insurgente de Colombia, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo- (FARC –EP), la guerrilla más longeva de América Latina. El acuerdo fue producto de una larga y compleja negociación entre las partes que duró aproximadamente cuatro años desde que se instaló formalmente la mesa de diálogo en La Habana (Cuba). Este proceso no...
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  • Es evidente que el nuevo presidente de Brasil surgió del golpe institucional contra Dilma. Hubo una gran manipulación electoral para impedir la victoria del PT, que terminó arrollando a los viejos partidos de la derecha. Acallaron a Lula, pero demolieron también a las formaciones conservadoras tradicionales. La llegada del inesperado capitán a la primera magistratura genera múltiples incógnitas. ¿Cómo gobernará? El ejército, la justicia y los medios de comunicación aportaron los tres cimientos del golpe, que ahora se utilizan para sostener al insólito personaje que presidirá el país. Las fuerzas armadas han capturado posiciones claves en la estructura estatal desde la militarización...
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  • Javier Segura

    Profesor de Historia

    La cuestión sobre la que Pedro Brieger nos invita reflexionar en este foro viene dictada por la restauración conservadora que parece anunciarse con el vuelco político que se ha producido en algunos países de América Latina tras una década política protagonizada por gobiernos progresistas. Yendo un poco más allá: ¿Es la involución conservadora el camino inexorable hacia el que conduce la encrucijada actual? Esta situación de “interregno” no es nueva, si se contempla la historia de América Latina en la larga duración. Remite, por una parte, a la conservación y reproducción de las viejas inercias de la era postcolonial,...
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  • Mª Eugenia García Nemocón

    Miembro del Comité para la Paz de Colombia en Madrid

    En los distintos países que conforman Abya Yala (denominación dada al continente americano por el pueblo Kuna), el extractivismo imperante ha traído consigo una serie de impactos de dimensiones económicas, sociales, políticas, ambientales, de género y culturales; pero uno de los argumentos que se esgrimen en su favor es lo que representa a nivel de las economías locales para erradicar la pobreza y para garantizar su “desarrollo”. Según las comunidades afrodescendientes, indígenas y campesinas, hay dos visiones de desarrollo: la del desarrollo para el buen vivir o desde el punto de vista comunitario, y la visión de la institucionalidad...
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  • Aprendiendo a reconocer lo que somos Bolivia es un país mayoritariamente indígena, el 62% (INE, Censo 2001) y 41% (INE, Censo 2012) de los ciudadanos que asumen ser parte de una identidad originaria lo hace a través del auto reconocimiento, lo que quiere decir que el orgullo de ser diferente y multicultural es asumido a la par de un proceso de interpelación al Estado por la histórica exclusión de la mayoría. El Estado excluyente del pasado fracasó en impulsar una ciudadanía sustentada en el hecho de la igualdad de todos los bolivianos ante las leyes, pero en el que en...
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  • Stalin Pérez Borges

    Miembro del Consejo Consultivo de la Central Bolivariana de Trabajadores y Trabajadoras (CSBT)

    El triunfo con más de 10% de ventaja del facho Bolsonaro en Brasil, le pone mayores niveles de turbulencia e impacto a la situación que ya hay en todo el continente americano y caribeño. No sólo, no es cualquier cosa que haya ganado con el 55% de los votantes, o sea, más de 57 millones votos, sino, que haya sacado esa altísima votación diciendo todas las barbaridades xenófobas, racista, antifeministas, antidemocráticas y fascistas que dijo en repetidas veces y sin cuidados de escenarios. Pero, ya antes del fenómeno Bolsorano, existían derrotas electorales en algunos otros países en donde...
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  • Cecilia Anigstein

    Socióloga argentina. Investigadora y docente en la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS)

    El fin de las políticas progresistas en Argentina (bajo los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner) y el triunfo electoral de Mauricio Macri en diciembre de 2015 abrió un ciclo de protestas y movilización social de carácter defensivo en toda la extensión del territorio nacional, que ya acumula cuatro huelgas nacionales e involucra un amplio espectro de sectores, identidades y corrientes políticas. En numerosas oportunidades las manifestaciones han contabilizado cientos de miles de personas. Los motivos más convocantes han sido la defensa de los salarios, los puestos de trabajo, la legislación laboral y previsional, el desmantelamiento...
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  • Emir Sader

    Sociólogo y politólogo brasileño

    Latinoamérica sigue siendo el continente de más turbulencias políticas en el mundo, porque es el escenario de las peleas más abiertas entre el neoliberalismo y el antineoliberalismo. Porque fue el único continente donde surgieron gobiernos antineoliberales, gobiernos de gran éxito, que han disminuido significativamente las desigualdades en el continente más desigual del mundo, mientras el neoliberalismo ampliaba las desigualdades en otras regiones del mundo. Porque fue el continente donde han surgido los principales líderes de la izquierda en el siglo XXI, entre ellos Hugo Chávez, Lula, Néstor y Cristina Kirchner, Pepe Mujica, Evo Morales y Rafael Correa. Porque es la...
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  • Tarso Genro

    Ha sido alcalde de Porto Alegre y Gobernador del Estado de Rio Grande del Sur. Durante el gobierno Lula desempeñó el cargo de Ministro de Educación, Relaciones Institucionales y Ministro de Justicia de Brasil.

    En abril de 2006 escribí un artículo para la revista Italianieuropei-bimestrale del reformismo italiano, denominado La questione democratica, una questione per la sinistra. En él discurrí sobre el “frondoso árbol de la democracia” y sostuve que esta estaba siendo corroída por dentro. Hoy, sin embargo, esta dañada por fuera y por dentro, dado que "sus raíces están abaladas (...) por poderes ajenos a las instituciones más importantes, que emergen a su sombra. En una época de más guerras de conquista, híper-manipulación de la información en la esfera pública formando masas pasivas de ciudadanos como 'espectadores' de opiniones, casi siempre...
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  • Verónica Grondona

    Economista, asesora del Gue/Ngl en el Parlamento Europeo en relación con la comisión especial TAX3.

    La utilización de casos de corrupción para deponer y evitar que gobiernen los partidos y presidentes progresistas en América Latina tiene larga data y en Argentina comienza con el golpe a Hipólito Yrigoyen el 6 de setiembre de 1930, quien fue depuesto bajo argumentos de corrupción que lo involucraban. Cabe observar, que Yrigoyen murió pobre y con el tiempo se comprobó que las acusaciones habían sido infundados. Más allá de que puedan existir casos reales de corrupción, hoy su impacto mediático multiplica varias veces su peso real en la sociedad y en la economía. Particularmente, los casos de corrupción pública,...
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  • Eduardo Lucita

    Integrante del colectivo EDI –Economistas de Izquierda.

    Ya en el 2013 comenzó un intercambio de opiniones entre analistas e intelectuales comprometidos con los procesos progresistas acerca de si era posible una reversión de los mismos. Estos debates se incrementaron desde el 2016 y se pasó a discutir si estábamos frente a un fin de de ciclo. Ahora lo que se discute es el avance de las derechas y el cambio de clima político. Sin dudas hay una involución en la región, es la respuesta a la pregunta que nos hace el Espacio-Público.com para iniciar el intercambio. 1. América latina ha sido la región donde mayores resistencias se...
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  • Cyntia Sena

    Periodista. Estudiante de máster.

    El artículo de Pedro Brieger, Involución en América Latina, me hizo pensar en un caso que encuentro muy familiar. Mi país, Uruguay. Esta pequeña república, de casi tres millones y medio de habitantes, destaca en una región donde la democracia está amenazada por un nacionalismo exacerbado, corrupción política y conservadurismo. En 2016 The Economist colocó a Uruguay entre las veinte “democracias plenas” en su índice de democracia mundial, siendo el único país de Latinoamérica en ocupar los primeros lugares. Dentro del auge de la derecha en el continente, con la victoria de Mauricio Macri en Argentina, Sebastián Piñera en Chile...
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  • Adolfo Aguirre

    Secretario de Relaciones Internacionales de la CTA. Dirigente de Unidad Popular. Coordinador del Foro por la Niñez.

    En América Latina asistimos hoy a un retorno voraz del capitalismo salvaje y extractivista. Gobierno neoliberales se han vuelto a instalar en la región buscando desmontar los Estados para quitar derechos y excluir a las mayorías. El mundo de hoy está dominado por una mirada desde el norte y cimentada en el consenso neoliberal. Los escenarios que se plantean para el futuro de los trabajadores van en dos niveles: menos puestos de trabajo por el avance tecnológico sin la necesaria reconversión y mayor flexibilidad debido a los cambios en los regímenes de trabajo. La urgencia desde las organizaciones sindicales es...
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  • Christian Pabel Muñoz Lopez

    Asambleísta ecuatoriano. Sociólogo. Presidente de la Comisión del Régimen económico y tributario de la Asamblea Nacional del Ecuador. Presidente del Grupo Parlamentario por la erradicación de la pobreza y el cumplimiento de los ODS.

    El Ecuador es una clara muestra de los retrocesos que se viven y experimentan en América Latina y de la “restauración conservadora” que lideran, desde hace algunos años, las derechas del Continente. Varias son las formas en las que podemos describir los retrocesos en la Región, desde vergonzosas candidaturas fascistoides con ganas de ponerse “las botas” para gobernar, hasta la persecución mediática, política y judicial instaurada contra líderes, lideresas y figuras políticas progresistas. Para describir el caso ecuatoriano me centraré solamente en tres hechos: (1) el regreso de la economía neoliberal; (2) la instalación de un “Estado de revancha”,...
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  • Roberto Montoya

    Periodista y escritor

    La ponencia de Pedro Brieger es un buen punto de partida para debatir sobre lo que en el título de este Espacio Público se pregunta: ¿Involución en América Latina? Sí, involución sin duda. Pero para analizar desde una perspectiva crítica y autocrítica esa involución hace falta evitar esa simplificación que abunda en la izquierda 'campista', que nos muestra la batalla de dos bloques supuestamente homogéneos, el de gobiernos progresistas puros y de nobles ideales por un lado y el de los gobiernos neoliberales desalmados, autoritarios y corruptos por el otro. La realidad es mucho más compleja. La pregunta del título de...
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  • Sebastián Valdomir

    Sociólogo y político

    Faltando diez días para la segunda vuelta de las elecciones en Brasil, se divulgaron algunos detalles de la estrategia y funcionamiento de los grupos de mensajería digital de la campaña de Jair Bolsonaro. El tema ya venía siendo ubicado como pieza relevante de la campaña de Bolsonaro por algunos analistas políticos y de comunicación en medios escritos, pero sin mayores repercusiones. Este miércoles el New York Times publicó una columna en la cual se revelaron detalles del funcionamiento de la divulgación másiva de contenidos falsos por grupos de mensajería y el jueves finalmente la Folha de Sao Paulo le...
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  • Manuel de la Iglesia

    Doctor en Ciencias Económicas por la UCM

    El artículo de Pedro Brieger: “América Latina en disputa”, además de ser de gran actualidad, deja poco espacio para el desacuerdo al describir hechos contrastables y al formular preguntas, más que aventurar respuestas. La fundamental, la última, con la que acaba el texto: “¿Cómo se resolverá la disputa entre las dos corrientes, la conservadora y la progresista, en la región latinoamericana?” Antes de realizar algunos comentarios que buscan complementar el contenido del artículo de Brieger, me permito señalar la discrepancia que tengo con la afirmación de que América Latina es la única región donde se cuestionan las políticas neoliberales impuestas...
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  • La coyuntura o la situación en curso en América Latina, dominada por el fenomenal avance de la derecha, legitimada por los votos, tiene hoy (semana del 15 de octubre de 2018) su punto más álgido en Brasil, donde el próximo domingo 28 se dirimirá la elección de presidente y vice del país. De esto trata la presente nota, cuyo objetivo es plantear algunas hipótesis explicativas que necesitan ser validadas (o refutadas) mediante investigaciones rigurosas, sin pretensión de ser la única explicación posible. El punto de partida es el enunciado de cinco premisas necesarias para cualquier análisis de coyuntura, y de...
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  • Juarez Guimarães

    Profesor de Ciencia Política de la Universidad Federal de Minas Gerais (Brasil)

    Quién defina la agenda en esta segunda vuelta, insertándola en una narrativa coherente, probablemente saldrá victorioso. El gran desafío de la campaña de Haddad/Manuela es construir esta agenda, potencialmente mayoritaria, y presentarse como quien, representando la herencia y el sueño de Lula, es capaz de vencer al gran enemigo de los derechos del pueblo brasileño que es Bolsonaro A Otávio Dulci, compañero siempre “Ahora es fácil”, dice el panfleto: una foto de Bolsonaro y otra de Haddad. “Escoja entre el policía y el bandido”. Parece simplista, pero no lo es. Hay una narrativa, una agenda y un personaje. Hasta llegar a esta...
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