Alimentos de proximidad y canales de distribución

  • Josep Sedó

    Josep Sedó

    Responsable Nacional de Joves d’Unió de Pagesos

Vivimos en un mundo cada día más globalizado y capitalista, donde parece que sólo importe el margen de beneficio de las grandes empresas y multinacionales.

Estas empresas, obtienen un mayor beneficio económico explotando países en vías de desarrollo, donde las leyes medioambientales son mucho más laxas que en la UE, o directamente son inexistentes, y los salarios y la mano de obra en general es mucho más barata. El estudio de European Food Safety Authority (EFSA, 2022) sobre el impacto ambiental del sector agrícola, indica que la contaminación en las importaciones no sólo se mide en el CO₂ que genera, sino también en el uso de agua y la degradación del suelo en países de origen, lo que contribuye a un ciclo de contaminación que afecta a la sostenibilidad global.

Foto cedida por Joves d’Unió de Pagesos de Catalunya

Tampoco hay regulaciones para aplicar productos fitosanitarios y pesticidas que en la UE están prohibidos, porque son nocivos para nuestra salud. Estas empresas, año tras año, multiplican sus beneficios, importando alimentos de la otra punta del mundo con una huella de carbono enorme, mientras van hundiendo el mercado nacional, y, en consecuencia, arruinando las empresas agrícolas de nuestro país.

En el informe anual sobre residuos de pesticidas de la EFSA (2022), se identificó que algunas frutas y verduras importadas, especialmente de países como Sudáfrica, Brasil y México, contenían residuos de pesticidas no autorizados en la UE. Estos incluyen pesticidas como el clorpirifos, que está prohibido en la UE, pero que aún se utiliza en algunas regiones. Por ejemplo, el informe «Pesticides and the Impact on Food Safety» de Greenpeace (2021) encontró que más del 40% de las frutas y verduras importadas de América del Sur presentaban residuos de pesticidas que no eran aprobados en la UE.

Los que sufren más las consecuencias siempre son los pequeños productores y las pequeñas explotaciones familiares, las cuales con unos costes de producción mucho más altos y sin los canales de distribución que tienen las grandes empresas, deben competir con precio con estos grandes monstruos. De hecho, en el Informe sobre el impacto de la competencia internacional en los precios agrícolas (Unió de Pagesos, 2023), se especifica que, debido a las importaciones, los precios de productos como el tomate o el pimiento había caído entre un 15% y un 20%, obligando al campesinado a operar por debajo de los costes de producción (por ejemplo, vendiendo el tomate a 0.30€ cuando el coste de producirlo es de 0.50€).

En Cataluña producimos un aceite de oliva virgen extra de los mejores del mundo. Pero este aceite está en los lineales del supermercado al doble de precio que los aceites de girasol refinados, en muchos casos provenientes de América del Sur, o el aceite de oliva de Marruecos, por ejemplo. Estos, entran en la Unión Europea con pocos controles, y suelen haber sido tratados y refinados con productos químicos que aquí hace décadas que están prohibidos.

El mismo ejemplo lo podemos aplicar en la naranja. Las naranjas de la huerta de Valencia deben competir con las provenientes de Sudáfrica, las cuales se venden aquí a precios muy bajos y, a menudo, han sido tratadas con químicos fitosanitarios nocivos para la salud.

Foto cedida por Joves d’Unió de Pagesos de Catalunya

Al mismo tiempo, también pasa con la uva que comemos el día de año nuevo. En España producimos suficiente uva de mesa: Murcia y Alicante son grandes productores, y de una calidad excelente. Pero, cuando lo vamos a comprar, para ahorrarnos unos pocos céntimos, solemos escoger el de Chile o del Perú. Esta uva hace semanas, o, incluso, meses, que se ha cosechado y ha dado la vuelta al mundo dentro de una cámara frigorífica para llegar a tu mesa el día de año nuevo, lo que empeora su cualidad, y perjudica las condiciones de trabajo de los productores nacionales. Según la «Food and Agriculture Organization» (FAO, 2023), los tiempos de transporte de los productos agrarios son de entre 20 y 30 días, para los que vienen de Sudáfrica, y de entre 15 y 25 días para los de América del sur. Esto produce que puedan perder entre un 20% y un 30% de su calidad original debido a la degradación, la pérdida de humedad y el desarrollo de patógenos.

Estos alimentos tienen una huella de carbono enorme, comparada con los mismos producidos aquí. La Comisión Europea (2023) encontró que las importaciones de productos agrícolas generan 10 millones de toneladas anuales, teniendo en cuenta el transporte marítimo y terrestre. El IMO (2022) además añade que, además de comportar un 3% de las emisiones globales de CO₂, las emisiones de SOx y NOx también son preocupantes, ya que los barcos utilizan combustibles pesados que son muy contaminantes.

Actualmente, la economía de nuestro país no pasa por un buen momento, las familias de la clase obrera están al límite, no pueden llegar a fin de mes. Los salarios bajos, los precios de los alquileres cada día en aumento y otras causas, hacen que, cuando vamos a llenar el carro de la compra, la mayoría de la población solo mire el precio de los productos, y no la procedencia. La culpa de ello no es del consumidor, sino de las políticas que permiten que estos alimentos lleguen a los supermercados aunque, en muchos casos, han hecho miles de kilómetros hasta llegar a nuestra casa.

Seguramente, todos hemos oído hablar de la ley de la cadena alimentaria, la cual debería servir para regular estas problemáticas. Pero la realidad es que actualmente no se está aplicando correctamente.

El modelo de agricultura de nuestros abuelos era más ecológico que cualquier modelo que podamos plantear hoy en día. En unas explotaciones mucho más pequeñas en superficie se trabajaba una gran variedad de cultivos, y la ganadería era mucho más extensiva. Las cosechas obtenidas casi siempre se vendían en el mismo pueblo o comarca, y muy pocas veces salían de la provincia. Actualmente esto no es así las explotaciones cada vez son más grandes y profesionalizadas en un solo cultivo, que a menudo se exporta a otros países.

En las últimas décadas hemos perdido la soberanía alimentaria que teníamos y lo más grave es que no le damos suficiente importancia. Un país sin un sector primario fuerte y diversificado es un país pobre.

Foto cedida por Joves d’Unió de Pagesos de Catalunya

Pero no todo está perdido, estos últimos años en Cataluña han surgido diferentes iniciativas para acercar al campesino y al consumidor final. Así, ahorramos intermediarios que encarecen los alimentos para el consumidor, y pagan muy barato el producto al agricultor. Algunos ejemplos pueden ser:

  • El MERCAT DE LA TIERRA: es un mercado de proximidad organizado por Slow Food Barcelona, que tiene lugar los sábados en el barrio de Poble-sec. Se realizan charlas, talleres, catas, showcookings… El mercado reúne a productores, algunos estables y otros en rotación, que tienen la oportunidad de vender directamente y sin intermediarios, productos de temporada, locales y biodiversos.
  • TERRA PAGESA: es una iniciativa de Unió de Pagesos que facilita y fomenta la comercialización y la distribución de productos de proximidad y de temporada provenientes del pequeño y mediano campesinado de Cataluña. Terra Pagesa apuesta por el circuito corto de comercialización, es decir, aquel en el que se reducen los intermediarios entre quien produce un alimento y quien lo consume, siendo el único intermediario el comerciante de la tienda de barrio o del mercado municipal donde se compra el producto. Es una iniciativa que nace de la necesidad creciente de apostar por un cambio de modelo alimentario que tenga por pilares el fortalecimiento del campesinado catalán, el apoyo al comercio de barrio en nuestros pueblos y ciudades, la calidad alimentaria, la garantía del origen de los productos y la sostenibilidad ambiental y territorial.

Bibliografía:


Versión original en català.

Aliments de proximitat i els canals de distrubució

Vivim en un món cada dia més globalitzat i capitalista, on sembla que només importi el marge de benefici de les grans empreses i multinacionals.

Aquestes empreses, obtenen un major benefici econòmic explotant països en vies de desenvolupament, on les lleis mediambientals són molt més laxes que a la UE, o directament són inexistents, i els salaris i la mà d’obra en general és molt més barata. L’estudi de l’European Food Safety Authority (EFSA) sobre l’impacte ambiental del sector agrícola, (2022) indica que la contaminació en les importacions no només es mesura en el CO₂ que genera, sinó també en l’ús d’aigua i la degradació del sòl en països d’origen, la qual cosa contribueix a un cicle de contaminació que afecta la sostenibilitat global.

Foto cedida por Joves d’Unió de Pagesos de Catalunya

Tampoc hi ha regulacions a l’hora d’aplicar productes fitosanitaris i pesticides que a la UE estan prohibits, perquè són nocius per la nostra salut. Aquestes empreses, any rere any, multipliquen els seus beneficis, important aliments de l’altra punta de món amb una petjada de carboni enorme, mentre van enfonsant el mercat nacional, i, en conseqüència, arruïnant les empreses agrícoles del nostre país.

En l’informe anual sobre residus de pesticides de l’EFSA (2022), es va identificar que algunes fruites i verdures importades, especialment de països com Sud-àfrica, Brasil i Mèxic, contenien residus de pesticides no autoritzats a la UE. Aquests inclouen pesticides com el clorpirifos, que està prohibit a la UE, però que encara s’utilitza en algunes regions. Per exemple, l’informe “Pesticides and the Impact on Food Safety” de Greenpeace (2021) va trobar que més del 40% de les fruites i verdures importades d’Amèrica del Sud presentaven residus de pesticides que no eren aprovats a la UE.

Els que en pateixen més les conseqüències sempre són els petits productors i les petites explotacions familiars, les quals amb uns costos de producció molt mes alts i sense els canals de distribució que tenen les grans empreses, han de competir amb preu amb aquests grans monstres. De fet, en l’Informe sobre l’impacte de la competència internacional en els preus agrícoles (Unió de Pagesos, 2023), s’especifica què, a causa de les importacions, els preus de productes com el tomàquet o el pebrot havia caigut entre un 15% i un 20%, obligant la pagesia a operar per sota dels costos de producció (p.e., venent el tomàquet a 0.30€ quan el cost de produir-lo és de 0.50€)

A Catalunya produïm un oli d’oliva verge extra dels millors del món. Però aquest oli està als lineals del supermercat al doble de preu que els olis de gira-sol refinats, en molts casos provinents d’Amèrica del Sud, o l’oli d’Oliva del Marroc, per exemple. Aquests, entren a la Unió Europea amb pocs controls, i solen haver estat tractats i refinats amb productes químics que aquí fa dècades que estan prohibits.

Foto cedida por Joves d’Unió de Pagesos de Catalunya

El mateix exemple el podem aplicar a la taronja. Les taronges de l’horta de València han de competir amb les provinents de Sud-Àfrica, que es venen aquí a preus molt baixos i, sovint, han estat tractades amb químics fitosanitaris nocius per la salut.

Al seu temps, també passa amb el raïm que mengem el dia de Cap d’Any. A Espanya produïm prou raïm de taula: Múrcia i Alacant en son grans productors, i d’una qualitat excel·lent. Però, quan l’anem a comprar, per estalviar-nos uns pocs cèntims, solem escollir el de Xile o del Perú. Aquest raïm fa setmanes, o, fins i tot, mesos, que s’ha collit i ha fet la volta al món dins d’una càmera frigorífica, per arribar a la teva taula el dia de Cap d’Any, cosa que empitjora la seva qualitat i en perjudica les condicions de treball dels productors de casa nostra. Segons la “Food and Agriculture Organization” (FAO) (2023), els temps de transport dels productes agraris són d’entre 20 i 30 dies, pels que venen de Sud-àfrica, i d’entre 15 i 25 dies pels d’Amèrica del sud. Això produeix que puguin perdre entre un 20% i un 30% de la seva qualitat original a causa de la degradació, la pèrdua d’humitat i el desenvolupament de patògens.

Aquests aliments tenen una petjada de carboni enorme, comparada amb els mateixos produïts aquí. La Comissió Europea (2023) va trobar que les importacions de productes agrícoles generen 10 milions de tones anuals, tenint en compte el transport marítim i terrestre. L’ IMO (2022) a més afegeix que, a més de comportar un 3% de les emissions globals de CO₂, les emissions de SOx i NOx també són preocupants, ja que els vaixells utilitzen combustibles pesats que són molt contaminants.

Actualment, l’economia del nostre país no passa per un bon moment, les famílies de la classe obrera estan ofegades, no poden arribar a final de mes. Els salaris baixos, els preus dels lloguers cada dia en augment i d’altres causes, fan que, quan anem a omplir el carro de la compra, la majoria de la població només miri el preu dels productes, i no la procedència. La culpa d’això no és del consumidor, sinó de les polítiques que permeten entrar aquets aliments que, en molts casos, han fet milers de quilòmetres fins a arribar a casa nostra.

Segurament, tots hem sentit a parlar de la llei de la cadena alimentària, la qual hauria de servir per regular aquestes problemàtiques. Però la realitat es que actualment no s’està aplicant correctament.

El model d’agricultura dels nostres avis era més ecològic que qualsevol model que puguem plantejar avui en dia. En unes explotacions molt mes petites en superfície s’hi treballava una gran varietat de cultius, i la ramaderia era molt mes extensiva. Les collites obtingudes gairebé sempre es venien al mateix poble o comarca, i ben poques vegades sortien de la província. Actualment això no es així les explotacions cada vegada son  mes grans i professionalitzades en un sol cultiu, que sovint s’exporta a d’altres països.

Aquestes últimes dècades hem perdut la sobirania alimentària que teníem i el més greu és que no li donem prou importància. Un país sense un sector primari fort i diversificat és un país pobre.

Foto cedida por Joves d’Unió de Pagesos de Catalunya

Però no tot esta perdut, aquets últims anys a Catalunya han sorgit diferents iniciatives per tal d’acostar el pagès i el consumidor final. D’aquesta manera, estalviem intermediaris que encareixen els aliments per al consumidor, i paguen molt barat el producte a l’agricultor. Alguns exemples poden ser:

  • El MERCAT DE LA TERRA: es un mercat pagès organitzat per Slow Food Barcelona, que té lloc els dissabtes al barri del Poble-sec. S´hi fan xerrades, tallers, tasts, showcookings… El mercat reuneix productors, alguns estables i d’altres en rotació, que tenen l’oportunitat de vendre directament i sense intermediaris, productes de temporada, locals i biodiversos.
  • TERRA PAGESA: es una iniciativa d’Unió de Pagesos que facilita i fomenta la comercialització i la distribució de productes de proximitat i de temporada provinents de la petita i mitjana pagesia de Catalunya. Terra Pagesa aposta pel circuit curt de comercialització, és a dir, aquell en què es redueixen els intermediaris entre qui produeix un aliment i qui el consumeix, essent l’únic intermediari el comerciant de la botiga de barri o del mercat municipal on es compra el producte. és una iniciativa que neix de la necessitat creixent d’apostar per un canvi de model alimentari que tingui per pilars l’enfortiment de la pagesia catalana, el suport al comerç de barri als nostres pobles i ciutats, la qualitat alimentària, la garantia de l’origen dels productes i la sostenibilitat ambiental i territorial.

Bibliografia:

Otras intervenciones en el debate

Intervenciones
  • Josep Sedó

    Responsable Nacional de Joves d’Unió de Pagesos

    Vivimos en un mundo cada día más globalizado y capitalista, donde parece que sólo importe el margen de beneficio de las grandes empresas y multinacionales. Estas empresas, obtienen un mayor beneficio económico explotando países en vías de desarrollo, donde las leyes medioambientales son mucho más laxas que en la UE, o directamente son inexistentes, y los salarios y la mano de obra en general es mucho más barata. El estudio de European Food Safety Authority (EFSA, 2022) sobre el impacto ambiental del sector agrícola, indica que la contaminación en las importaciones no sólo se mide en el CO₂ que genera,...
    - Seguir leyendo
  • Sergio Aires Machado

    Activista de Juventud por el Clima - FFF

    Sofía Fernández Álvarez

    Activista de Juventud por el Clima - FFF

    Martina Di Paula

    Activista de Juventud por el Clima - FFF

    La crisis climática ya está aquí y la DANA fue un gran recordatorio, disparando la eco-ansiedad de muchas personas. Hemos visto como el número de muertos ha sido el más elevado y las medidas que se habían tomado para hacer frente a la emergencia han demostrado ser de todo insuficientes, tal y como se llevaba denunciando desde los movimientos ecologistas. Este evento ha estado claramente marcado por la crisis climática, que lo ha hecho más intenso y más probable. Se trata de un ejemplo más de lo que puede suceder en el futuro, así como de una oportunidad para no repetir los mismos errores. Necesitamos que se tomen medidas de adaptación, de mitigación y para hacer frente a las pérdidas y los daños. Debemos mejorar los sistemas de alerta temprana y proponer soluciones basadas en la naturaleza. También necesitamos mejorar la gobernanza entre los diferentes marcos institucionales. Y no podemos permitir que la desinformación se adueñe de la comunicación de estos fenómenos. Si el paso de la DANA del 29 de octubre -así como la posterior DANA en la costa mediterránea- ha dejado algo positivo es, sin duda, la certidumbre de que la sociedad sigue teniendo claro los valores del apoyo mutuo y la solidaridad. Ante el caos provocado por la mayor catástrofe natural que recuerda España, personas de València, pero también de todos los puntos del país, se movilizaron para ayudar como fuera a las víctimas de las inundaciones.  Desde quitar barro y lodo con palas y escobas hasta organizar el envío de alimentos y productos básicos para la llamada zona cero. La acción de miles de personas ha hecho que las localidades afectadas y sus habitantes pudieran pasar estos últimos meses de manera algo menos amarga. Muchos de los discursos hegemónicos se mueven en torno a un individualismo salvaje, donde hay que...
    - Seguir leyendo
  • Salvador Pérez

    Diseño y mentorización de proyectos de innovación socio ambiental

    Lo que ocurrió aquella noche del 29 de octubre no fue un golpe de mala suerte ni un evento imprevisto. Tal vez sorprendió la magnitud del desastre, pero desde hace décadas, la ciencia nos había advertido de que algo así podía pasar. Aquel mismo día, desde temprano, ya había señales claras de que esto ocurriría. Sin embargo, más de 200 personas perdieron la vida innecesariamente. Estas muertes no son solo números. Son personas, familias rotas, comunidades devastadas. Y lo más grave: podrían haberse evitado. ¿Dónde fallamos? Desde los años 70, expertos como el Dr. Millán Millán ya alertaban sobre el impacto...
    - Seguir leyendo
  • Irene Calvé Saborit

    Ingeniera Industrial y trabajadora en mercados eléctricos

    La reciente DANA que azotó el País Valencià nos ha mostrado, con una claridad dolorosa, que el Estado no es ni será la herramienta que pueda protegernos frente a la crisis ecológica. Quienes defienden la capacidad del Estado para garantizar los servicios públicos y organizar una respuesta eficaz, ignoran su naturaleza intrínseca: el Estado capitalista está diseñado para garantizar la reproducción del capital, no para priorizar las necesidades de la mayoría social. Durante estos días, las imágenes de familias desalojadas de sus viviendas, infraestructuras básicas colapsadas y recursos destinados más a contener la protesta que a paliar los daños, nos...
    - Seguir leyendo
  • Laia Angrill Perelló

    Miembro de la ejecutiva de Joves d’Unió de Pagesos

    Esta parecería la historia del perro que se muerde la cola. ¿En el mundo rural cada vez hay menos gente porque hay servicios insuficientes o hay servicios insuficientes porque hay poca gente? Cometeríamos un error si habláramos de la Cataluña vacía en lugar de la Cataluña vaciada, igual que cuando hablamos de España. Lejos de la concepción filosófica de la ruralidad, legalmente acotamos el mundo rural de dos maneras: en municipios de menos de 2000 habitantes, que en Cataluña son el 62%, o con baja densidad de urbanización, que son el 75%. Pero en este territorio tan extenso, hay una...
    - Seguir leyendo
  • Luis Esteban Rubio

    Coordinador del área de economía social y solidaria de Ecooo y presidente del Mercado Social de Madrid. Doctor en Derecho por la UC3M

    El capitalismo es la causa principal de la grave crisis ecosocial que enfrentamos en la actualidad. Y, por ello, es urgente pasar a la ofensiva de manera colectiva y canalizar, articular y coordinar las estrategias y fuerzas que permitan construir un mundo post-capitalista que fomente la igualdad social, la igualdad de género, el respeto a los límites del planeta y el impulso de la democracia política. Sin embargo, y como señala Byung-Chul Han en su último libro, El espíritu de la esperanza (Herder, 2024), “miramos angustiados a un futuro tétrico”, “hemos perdido la esperanza”, “pasamos de una crisis a la...
    - Seguir leyendo
  • Luna Lagos

    Temporera agrícola. Militante de Futuro Vegetal

    https://www.tiktok.com/@fund.espacio.publico/video/7442652209243753760?refer=embed Llamamos dumping ecológico y social al traslado de prácticas económicas e industriales generalmente prohibidas en el estado sede de la corporación, por sus impactos ambientales (dumping ecológico) o en poblaciones humanas (dumping social), hacia territorios con regulaciones más laxas. Esta estrategia permite a multinacionales y estados enriquecidos mantener su producción sin enfrentar las consecuencias directas, a costa de la explotación de regiones empobrecidas o “zonas de sacrificio”. Esta práctica perpetúa sistemas de opresión basados en la dominación mientras expone las limitaciones en la aplicación de una legislación insuficiente.  El dumping ecológico tiene profundas raíces en la lógica colonialista y racista...
    - Seguir leyendo
  • Jorge Moral

    Coordinador del Área de planificación ecológica de Ideas en Guerra

    https://www.tiktok.com/@fund.espacio.publico/video/7438916044263050528?refer=embed La conversación pública en torno a los procesos de turistificación nos remite implícitamente a espacios urbanos. Cuando pensamos en cómo la masificación nos afecta, visualizamos calles abarrotadas por personas que, con suerte, saben decir hola y adiós en nuestros idiomas. Son viajeros perpetuamente de paso por grandes avenidas; Airbnb’s en bloques de muchísimas plantas sin espacio para, en definitiva, quien conoce el nombre de sus vecinos y vecinas. Empujados a estudiar y trabajar lejos de sus precarias viviendas en alquiler, cientos de miles de personas se ven obligadas a desplazarse a la fuerza para acomodar el consumo de quien...
    - Seguir leyendo
  • Vincenzo Criscione

    Estudiante y miembro de Generazione Zero

    Entrar en un supermercado, darse la vuelta apresuradamente, echar en el carrito primero un producto, luego otro, y dirigirse a las cajas; pagar, volver a casa, guardar las compras. Esta es, a grandes rasgos, la liturgia que cada uno de nosotros observa cuando va de compras. Una tarea, realizada mecánicamente, no diferente de todas las demás tareas que tenemos que hacer a diario. Sin embargo, esta tarea cotidiana tiene considerables implicaciones económicas y medioambientales. Por decirlo de la manera más ingenua y simplista, ir de compras es el momento en que el consumidor somete a los productos y a...
    - Seguir leyendo
  • Adrián García Abenza

    Meteorólogo de la AEMET y miembro de Alianza Verde

    En el actual contexto de colapso ecológico y emergencia climática, la reconceptualización de la ruralidad se perfila como una pieza fundamental en el conjunto de transformaciones que nuestras sociedades deben abordar. Históricamente, el mundo rural ha sido percibido como un espacio de producción agrícola, desconectado de la modernidad y relegado a un papel subsidiario frente a la urbanización desenfrenada. Sin embargo, este enfoque simplista ignora que las zonas rurales no son meros proveedores de recursos, sino que resultan esenciales para garantizar la sustentabilidad y resiliencia de nuestras sociedades. El mundo rural atesora una enorme biodiversidad y ofrece el potencial para...
    - Seguir leyendo
  • Luna Lagos

    Temporera agrícola. Militante de Futuro Vegetal

    https://www.tiktok.com/@fund.espacio.publico/video/7426293380394667297?_t=8qaVI8rwAAD&_r=1 La gentrificación, intensificada en las últimas décadas, es el resultado directo de la lógica neoliberal del capitalismo. Históricamente, las comunidades marginadas por cuestión de clase o raza han sido segregadas en los centros históricos de las ciudades, donde el acceso a servicios e infraestructura básica ha sido limitado. Hoy, la gentrificación transforma estos barrios populares en zonas de lujo, inaccesibles para quienes han vivido en ellos durante generaciones, que son expulsadas a medida que el capital inmobiliario los revaloriza y rentistas ocupan sus viviendas. Más allá de imponer un reemplazo de la clase social, transforma el tejido comunitario y la...
    - Seguir leyendo
  • Sonsoles García

    Coordinadora del Área de planificación ecológica de Ideas en Guerra

    https://www.tiktok.com/@fund.espacio.publico/video/7422206302144711969?_t=8qLDm8RuyeG&_r=1 Un pastel heredado La España del asfalto y del cemento, que se retrotrae a los oscuros años del Instituto Nacional de Vivienda, y cuyas bases ideológicas heredaron los especuladores del ladrillo a principios de los 2000, nos ha condenado a varias generaciones a habitar sistemas urbanos radicalmente deshumanizados. Una lógica post-neoliberal que ha generado una situación habitacional dramática. El pasado mes de agosto, los más de sesenta grados registrados por las cámaras de Greenpeace[1] en la Plaza de Callao de Madrid materializaron lo poco habitables y humanas que son nuestras ciudades. Una situación de alarma que los colectivos ecologistas llevan advirtiendo años...
    - Seguir leyendo
  • Alba Ramos Solano

    Educadora ambiental. Investigadora predoctoral en la Universidad de Málaga. Activista política en Alianza Verde.

    El agua es un recurso indispensable que se ha convertido en el centro de un conflicto cada vez más agudo entre el mundo urbano y el mundo rural. Siendo esencial para todas las formas de vida que habitan nuestro planeta, lo es también, por supuesto, para los seres humanos y nuestras complejas sociedades. Somos absolutamente dependientes del agua. Por eso, no es de extrañar que la escasez, la desigual distribución de los recursos hídricos y las irreconciliables demandas y usos de estos hayan sido, a lo largo de toda nuestra historia, una continua fuente de confrontación y disputa. Hoy en...
    - Seguir leyendo
  • Sandro Tumino

    Especialista administrativo. Miembro de Generazione Zero

    Entre las nuevas esperanzas europeas y las características específicas regionales El  Nuevo Pacto Verde Europeo representa uno de los proyectos más ambiciosos de la Unión Europea para hacer frente a la crisis climática y medioambiental. Desde su presentación en 2019, se propone convertir a Europa en el primer continente de impacto climático cero para 2050, implicando a sectores clave como la energía, la industria, la movilidad y, evidentemente, la agricultura. Pero, ¿qué significa todo esto para los agricultores? especialmente en una región como Sicilia, y ¿cómo puede evolucionar el diálogo entre agricultores y ecologistas en un contexto tan particular? En el corazón del...
    - Seguir leyendo
  • Jaume Sánchez López

    Trabajador del campo y activista del grupo de Ecolojóvenes en Ecologistas en Acción

    Nuestro sistema alimentario funciona mediante empresas privadas que operan en una economía de mercado. La comida, por lo tanto, es una mercancía como cualquier otra y las personas con mayor poder adquisitivo pueden comprar más alimentos y de mejor calidad que las personas con ingresos más bajos. De hecho, el informe Alimentando un futuro sostenible: estudio sobre la inseguridad alimentaria en hogares españoles antes y durante la COVID-19, publicado por la Universidad de Barcelona el año 2022 en colaboración con la Fundación Daniel y Nina Carasso, muestra que entre julio de 2020 y julio de 2021 alrededor de 6.235.900...
    - Seguir leyendo
  • Martina Di Paula

    Activista de Juventud por el Clima - FFF

    Xuan Cadenas

    Activista de Juventud por el Clima - FFF

    Hablar de territorio nunca había sido tan urgente. Luchar por el territorio nunca había sido tan urgente. La degradación cada vez es mayor y no sólo suben las temperaturas, sino también el número de desastres urbanísticos, de parajes naturales desaparecidos y de visitantes bajo un modelo turístico extractivo. La memoria y la identidad están ligadas a la tierra, a su naturaleza. Desde el calor andaluz hasta la lluvia gallega, nuestro paisaje nos moldea como personas y, sin embargo, estos paisajes y su biodiversidad están hoy más en peligro que nunca. El 20 de septiembre la ciudadanía organizada se movilizará por todo el territorio español para reivindicar la importancia de afrontar la crisis climática, que amenaza nuestras vidas y el territorio que habitamos. Este año 2024, las movilizaciones en España por la preservación de un territorio sano y habitable han explotado a lo largo de todo el país. España es el país de la UE con mayor superficie de espacios naturales protegidos y con mayor biodiversidad. Hay 1843 espacios naturales protegidos, áreas fundamentales para los ecosistemas tanto peninsulares como insulares. Sin embargo, la explotación, acabará con ellas. Por una parte, como nos indican los científicos, la crisis climática amenaza con la desertificación de...
    - Seguir leyendo

¿Quiéres participar en este debate?

Ve al apartado 'Cómo participar' y revisa los pasos necesarios para poder intervenir en los debates abiertos.