La repercusión de la revolución rusa en España

  • Pelai Pagès i Blanch

    Pelai Pagès i Blanch

    Historiador

29.11.2017

Debate principal: Debate sobre la Revolución de 1917

Cuando a principios de noviembre de 1917 llegaron a España las primeras noticias sobre la revolución bolchevique en Rusia, el movimiento obrero español se encontraba en la fase de reflexión colectiva que caracteriza el período posterior a un movimiento revolucionario fracasado, como fue la huelga general revolucionaria que había tenido lugar en el mes de agosto.

Y se encontraba también en un momento de reestructuración y reorganización ante los futuros combates que se preparaban. 1918 es un año de Congresos para la Unión General de Trabajadores, para el Partido Socialista Obrero Español y para la Confederación Nacional del Trabajo. Pero es también el año del inicio del llamado «trienio bolchevique» en Andalucía, tres años de continuas revueltas campesinas durante los cuales la revolución rusa se presentaba como un hito y como un espejismo para los campesinos deseosos de tierra.

La crisis social de la posguerra llegaba a España con inusitada fuerza a finales de 1919. Era el momento en que la burguesía industrial -en Cataluña, en Euskadi o en Asturias- empezaba a dejar de acumular los fabulosos beneficios que había permitido la neutralidad de España en la Gran Guerra de 1914. Era, por tanto, el momento de las contenciones salariales y los despidos, que provocaron una respuesta obrera inusitada. De 1919 a 1921 el movimiento obrero catalán -y por extensión el español- vivió una etapa de ascenso, los efectivos de las organizaciones obreras se duplicaron, los logros de las luchas del proletariado -como la huelga general que se vivió en Cataluña en 1919- generaron numerosas expectativas revolucionarias.

Durante estos años el tema de la revolución rusa, con la nueva proyección política e ideológica que presentaba, consiguió toda su amplitud y dimensión en el seno del movimiento obrero español y catalán, en particular. Curiosamente fueron los anarquistas quienes, desde el primer momento, saludaron con entusiasmo el triunfo bolchevique, mientras en las filas socialistas las reticencias y desconfianzas predominaban sobre los entusiasmos. Y fue la CNT, el sindicato anarcosindicalista, que en diciembre de 1919, en el Congreso celebrado en el Teatro de la Comedia de Madrid, se adhirió a la Internacional Comunista, mientras el sindicato y el partido socialista no lo terminaron de hacer nunca.

Como en el resto de Europa, la revolución rusa provocó debates muy agrios y polémicas muy agudas en el seno del movimiento obrero. Dentro del socialismo la aparición de un grupo minoritario, partidario incondicional de la revolución rusa y de las nuevas ideas bolcheviques, no consiguió arrastrar a la mayoría del PSOE hacia sus posiciones y terminó escindiéndose en dos fases –en abril de 1920 las Juventudes Socialistas crearon el Partido Comunista Español y en abril de 1921 los adultos el Partido Comunista Obrero Español- para constituir finalmente el Partido Comunista de España en noviembre de 1921. Dentro del heterogéneo movimiento anarcosindicalista, las entusiásticas expectativas iniciales no acabaron de cuajar y las discrepancias ideológicas de los anarquistas con el ideario bolchevique culminaron en una ruptura de la CNT con la Internacional Comunista: únicamente una pequeña minoría sindicalista -básicamente procedente de Barcelona y de Cataluña- abrazó incondicionalmente la causa de la revolución rusa, pero su incorporación al PCE fue muy tardía.

Por otra parte, el hecho de que el PCE se constituyera cuando la combatividad obrera se encontraba en su fase recesiva explica, en parte, su incapacidad para capitalizar la ola de radicalización sufrida por el movimiento obrero a partir de 1918. Las continuas discrepancias internas del PCE y el arraigo que el socialismo y el anarquismo tenían sobre la clase obrera española y catalana fueron dos factores más que ayudan a explicar el aislamiento que sólo consiguió romper muchos años después, a partir de 1936, un momento, sin embargo, en que tanto Europa, como Rusia, como España, vivían en otra etapa, muy diferente, de su historia.
El eco inicial de la revolución

Desde el primer momento destacó la toma de posición de los sindicalistas y de los anarquistas. La primera valoración publicada en «Solidaridad Obrera», el diario de la CNT, el día 11 de noviembre de 1917, no dejaba lugar a dudas: «La revolución rusa continúa admirablemente su obra. Paso a paso va desenvolviendo su programa, pasando por encima de los intereses creados y atropellando a todos los convencionalistas y liquidando, por la voluntad del pueblo, los compromisos contraídos por el imperio»; los bolcheviques – «los maximalistas» era el concepto usado en la «Soli» – representaban «la voluntad del pueblo» y su decisión de repartir la tierra a quiénes la trabajaban «es todo un poema de libertad, es la aurora de la emancipación económica, por la cual los campesinos rusos tanto suspiraban cuando trabajaban para los grandes duques, y es una decisión que por sí sola hace simpática a la grandiosa revolución rusa «.

“La revolución rusa -acababa significativamente la editorial de la «Soli»- durará varios años, hasta que el pueblo haya conseguido el máximo de libertad o la libertad absoluta.

Los rusos nos indican el camino a seguir. El pueblo ruso triunfa: aprendamos de su actuación para triunfar a nuestra vez, arrancando a la fuerza lo que se nos niega y lo que se nos detenta”.

En los meses siguientes y en el transcurso de todo el año 1918 la adhesión de los sindicalistas de la CNT a la revolución rusa prosiguió con la misma constancia, y si bien se insistía en la falta de noticias sobre lo que estaba aconteciendo en Rusia, se valoraban como muy positivos los esfuerzos de los rusos a favor de la paz.

Este entusiasmo, que aún era mucho mayor en el caso de la publicación anarquista “Tierra y Libertad”, contrastaba abiertamente con el que manifestó el portavoz del Partido Socialista. El día 10 de noviembre de 1917 “El Socialista” publicaba el primer análisis sobre la revolución rusa, y en un artículo titulado significativamente Sería bien triste… afirmaba que “las noticias que recibimos de Rusia nos producen amargura. Creemos sinceramente, y así lo hemos dicho siempre, que la misión, de momento, de este gran país era poner su fuerza toda en la empresa de aplastar el imperialismo germánico. Han hecho los rusos una magnífica revolución, que recuerda la gloriosa del 89, en Francia. Pero ¿no ha influido en el espíritu de aquellos hombres otro recuerdo también, el de que el pensamiento primero de la democracia francesa triunfante fue llevar las libertades adquiridas a todas las naciones que sufrían la opresión? Algo semejante era lo que a Rusia estaba hoy encomendado: libertar al mundo, juntamente con otras democracias, de la terrible amenaza de los imperios del centro de Europa”.

El contraste entre las dos posturas era tan evidente que cuando en febrero de 1919 los bolcheviques decidieron crear la III Internacional (Internacional Comunista o Komintern), aunque con reticencias y debates abiertos la CNT decidió adherirse de forma provisional a ella en el Congreso que, como ya dijimos, se celebró en el Teatro de la Comedia de Madrid en diciembre de 1919, y envió una delegación para que participase en el II Congreso que la Internacional debía celebrar en julio de 1920. Fue Ángel Pestaña el único que participó en él y enseguida fue consciente de las profundas divergencias que separaban el ideario anarquista de la revolución bolchevique. Sin embargo el informe que elaboró no se conoció hasta mucho después y en 1921 una nueva delegación cenetista –formada por Joaquim Maurín, Andreu Nin, Hilario Arlandis, Jesús Ibáñez y Gastón Leval, la mayoría partidarios de la revolución- asistió en Moscú al Congreso constituyente de la Internacional Sindical Roja y al III Congreso de la III Internacional.

La CNT se mantuvo afiliada a la III Internacional hasta junio de 1922, cuando una Conferencia reunida en Zaragoza decidió finalmente su desvinculación, a partir de los informes negativos que de manera muy tardía había dado a conocer Ángel Pestaña. Sin embargo, aunque minoritario, se había consolidado el grupo sindicalista partidario de la revolución rusa –y dirigido por dos valores en alza, como eran Joaquim Maurín y Andreu Nin, que en estos momentos residía ya en Moscú- y que en diciembre de 1922 constituyó, en una conferencia celebrada en Bilbao, los denominados Comités Sindicalistas Revolucionarios, que se convirtieron en los portavoces de la III Internacional dentro de la CNT. Desde Barcelona el mismo mes de diciembre empezaron a publicar “La Batalla”.

Mientras, como ya hemos señalado, en el seno del PSOE –que definitivamente desistió de adherirse a la Internacional en un Congreso celebrado en el mes de abril de 1921- se habían producido sendas rupturas que provocaron la creación de dos partidos comunistas –el de los jóvenes y el de los adultos- que hasta su unificación, impuesta por la Internacional en noviembre de 1921, se manifestaron claramente incompatibles. Pero su unificación no sirvió para solucionar los conflictos que les habían enfrentado en la etapa anterior y hasta julio de 1923 no hubo una cierta conciliación entre las diversas tendencias, aunque muy pronto se añadió un nuevo problema que provocó que el Partido Comunista en España no consiguiese salir de la marginalidad en que se movía desde sus orígenes: la práctica del terrorismo en su polémica política con el socialismo.
La Dictadura de Primo de Rivera y la aparición del estalinismo

Por otra parte, a partir de 1923 se empezaron a intensificar las relaciones entre el grupo de «La Batalla» -como sería conocido a partir de este momento el grupo sindicalista procedente de la CNT- y el PCE, pero las reticencias que existían entre los sindicalistas hacia el PCE que no había parado de tener divergencias internas y que siempre había descuidado a la CNT, motivaron que, al menos en Cataluña, la afiliación de los miembros de este grupo en el PCE fuera mucho más tardía. De hecho la Federación Comunista Catalano-Balear, el nombre que acabó adoptando, no se organizó hasta el otoño de 1924, cuando la Dictadura militar de Primo de Rivera llevaba ya un año de existencia. Y enseguida a la intensa represión que se abatió contra el Partido y que provocó la cárcel de muchos de sus dirigentes, el exilio de muchos otros y su desestructuración interna, le siguieron las consecuencias derivadas de las pugnas que en Moscú y en la III Internacional siguieron a la muerte de Lenin, a partir de enero de 1924.

Ciertamente, el Partido Comunista Español no se libró de ellas, sobre todo a partir del momento en que, con el apoyo de los nuevos dirigentes de la Internacional, José Bullejos asumió la Secretaria General del PCE, en 1925, e inició una nueva etapa que, como escribió unos años más tarde Joaquim Maurín, estaba caracterizada por el acceso al poder del PCE de “funcionarios erigidos en dirigentes” que transportaron al partido “todos los vicios de la degeneración burocrática”. Era, efectivamente, el inicio de la burocratización del estado y del partido en la URSS, que enseguida se trasladó a los distintos partidos comunistas y que en el caso español sirvió para que se iniciase también una política de expulsiones masivas para solventar las diferencias políticas, una práctica que a partir de estos momentos se convirtió en la fórmula más utilizada para resolver diversidad de opiniones.

Cabe decir, por último, que no fue por casualidad que el grupo comunista catalán, que en su mayoría procedía del anarcosindicalismo, siempre mantuvo una actitud heterodoxa y que al iniciarse la Segunda República, ya en un momento en que en Rusia había consolidado el estalinismo, este sector terminó rompiendo con Moscú y fundando el Bloque Obrero y Campesino y más tarde el Partido Obrero de Unificación Marxista.

Otras intervenciones en el debate

Intervenciones
  • Manuel Garí

    Economista ecosocialista

    Pocas veces un triunfo político tan deslumbrante y esperanzador como la toma del poder por los soviets en la Rusia zarista tuvo un desenlace tan dramático y devastador para la conciencia del movimiento popular en todo el mundo. Este es el meollo de la cuestión que intentan explicar buena parte de los artículos de Espacio Público del debate titulado “Hablemos de la Revolución de Octubre”. Pero es pertinente hacerse algunas preguntas. ¿Tiene algún interés reflexionar sobre acontecimientos ocurridos en Rusia hace un siglo? ¿Por qué se han publicado más de 11.000 artículos en el mundo durante los meses de...
    - Seguir leyendo
  • Pelai Pagès i Blanch

    Historiador

    Cuando a principios de noviembre de 1917 llegaron a España las primeras noticias sobre la revolución bolchevique en Rusia, el movimiento obrero español se encontraba en la fase de reflexión colectiva que caracteriza el período posterior a un movimiento revolucionario fracasado, como fue la huelga general revolucionaria que había tenido lugar en el mes de agosto. Y se encontraba también en un momento de reestructuración y reorganización ante los futuros combates que se preparaban. 1918 es un año de Congresos para la Unión General de Trabajadores, para el Partido Socialista Obrero Español y para la Confederación Nacional del Trabajo. Pero...
    - Seguir leyendo
  • Pedro Chaves

    Politólogo, investigador especializado en la UE

    En el segundo centenario de la Revolución Francesa, Den Xiao-Ping, veterano dirigente de la República Popular China hasta 1997, comentó que no había transcurrido tiempo suficiente para tener una verdadera perspectiva histórica sobre el impacto de tan magno acontecimiento. La Revolución Rusa de 1917 forma parte de esos magnos acontecimientos que igualan en trascendencia y significación a la Revolución Francesa de 1789. Subvirtió la realidad existente y creó una nueva dimensión histórica en nuestra sociedad. Desde noviembre de 1917, la victoria de los bolcheviques formó parte de lo cotidiano de nuestra existencia y el Siglo XX no puede...
    - Seguir leyendo
  • Javier Pastor Verdú

    Editor de 'Viento Sur' y profesor en el Departamento de Ciencias Políticas en la UNED

    * Prólogo de 'Historia de la Revolución rusa' de León Trotsky Al igual que Tucídides, Dante, Maquiavelo, Heine, Marx, Herzen y otros pensadores y poetas, Trotsky alcanzó su plena eminencia como escritor en el exilio durante los pocos años de Prinkipo. La posteridad lo recordará como el historiador, así como el dirigente, de la Revolución de Octubre (Isaac Deutscher, 1969:206). Así pues, sea cual sea el desfase que se observa entre las realidades que genera la Revolución de Octubre, por un lado, y, por el otro, el ideal del proyecto socialista tal como lo imaginaban los bolcheviques, la obra de Trotsky...
    - Seguir leyendo
  • Kronstadt

    28/11/2017

    Rolando Astarita

    Profesor en la Universidad de Quilmes y de Buenos Aires. Fue militante del PST y la LCR.

    1. El programa de Kronstadt En los estudios y debates acerca de las causas que llevaron a la burocratización de la Revolución de Octubre, la cuestión de Kronstadt ocupa un rol prominente. Recordemos que en marzo de 1921 los marineros de la fortaleza naval del golfo de Finlandia se levantaron contra el gobierno bolchevique, y establecieron una comuna revolucionaria durante 16 días. El levantamiento fue aplastado, y los sublevados fueron duramente castigados. Tradicionalmente, tanto los stalinistas como los trotskistas defendieron esa represión de Kronstadt afirmando que se trató de un movimiento contrarrevolucionario. Y el argumento central para demostrar ese supuesto carácter...
    - Seguir leyendo
  • Marga Ferré

    Presidenta de la FEC (Fundación Europa de los Ciudadanos) y miembro de la red europea de pensamiento crítico Transform!

    Lecciones para el presente de la revolución de octubre: Informe Semanal tuvo a bien dedicar un reportaje a la Revolución de Octubre en su centenario y de los 10 minutos que duró, 6 los dedicaron a describir la muerte de los Romanov y 4 a asentar la teoría del golpe de Estado dictatorial, diseñado desde el primer momento por la pérfida cabeza de Lenin. Por muy burda que sea esta representación histórica de los hechos del 17, cumple su función al reproducir la ortodoxia neoliberal sobre el siglo XX, tan reiterada y profusamente repetida por los medios y por...
    - Seguir leyendo
  • Jordi Borja

    Geógrafo urbanista, profesor de la Universitat Oberta de Catalunya

    Los partidos comunistas nacieron con la revolución rusa de 1917. Casi siempre los fundadores fueron colectivos socialistas y sindicalistas radicalizados por la guerra y por las condiciones de vida de los trabajadores. Nacieron como una esperanza, un mito movilizador, una doctrina salvadora, un afán apostólico, una vocación militante vanguardista. Con una madre protectora, la URSS. Como constaba en los principios de la Internacional comunista proclamaban: los proletarios de todo el mundo tienen dos patrias, la propia y la URSS. Los PP.CC. nacieron con el alma marxista-leninista, con el modelo de la revolución del 17 y el librito...
    - Seguir leyendo
  • Montserrat Galcerán

    Catedrática de Filosofía y concejala de Ahora Madrid en el Ayuntamiento de Madrid

    Han pasado cien años de la revolución rusa de 1917, ¡cuánto tiempo y cuán poco! A los cien años de la revolución francesa, en 1889, los socialistas marxistas conmemoraban un acontecimiento fundamental de la historia que había abierto el camino a la Comuna de París de 1871 y a la revolución socialista que se avecinaba. Lo que vino fue una revolución socialista sui generis cuyo eco se prolongó durante el siglo XX, pero cuyo impulso ya desde el 68 parece agotado. La desaparición del bloque socialista no abrió nuevas esperanzas, a pesar de que el capitalismo se haya convertido...
    - Seguir leyendo
  • Francisco Louça

    Político y economista

    En sus Notas de Prisión, Rosa Luxemburgo, que acompañaba en la distancia, pero con fervor, la revolución en Petrogrado y Moscú, consciente de los riesgos y de los peligros – tal vez con más clarividencia que cualquier dirigente revolucionario de esa segunda generación del marxismo-, apeló a la solidaridad sin abdicar de su espíritu crítico. Escribió que “Concretamente, lo que nos puede traer luz a los tesoros de la experiencia y las enseñanzas no es una apología ciega, sino una crítica penetrante y reflexiva. Porque una revolución proletaria modelo en un país aislado, agotado por la guerra mundial, estrangulado...
    - Seguir leyendo
  • Eddy Sánchez

    Profesor de Ciencias Políticas de la UCM y Director de la Fundación de Investigaciones Marxistas

    El contexto en el que triunfa la Revolución de Octubre es el de la crisis de la primera globalización de finales del siglo XIX. Dicha crisis es sancionada con el nacimiento de los imperialismos que se dirimen en la primera guerra mundial. El coste para el capitalismo de este periodo es la Revolución socialista en Rusia y el Crack económico del 29, crisis que da lugar a la aparición del fascismo y la posterior segunda guerra mundial. Para los bolcheviques, la reconstrucción de un proyecto socialista en aquel contexto requería de formas y sujetos nuevos, situando esa nueva referencia...
    - Seguir leyendo
  • Walter Baier

    Coordinador político de la red europea de pensamiento crítico Transform!

    Creo que estoy libre de la sospecha de ser un defensor del comunismo. Sin embargo, no puedo dejar de ver algo supersticioso e infantil en el horror que siente el mundo burgués ante el comunismo, este horror del que ha vivido tanto tiempo el fascismo, es decir, la idiotez fundamental de nuestra época. Thomas Mann, 1946 La importancia de la revolución bolchevique en octubre de 1917 puede medirse por el esfuerzo que todavía se hace hoy, 100 años después, en depreciar este suceso en su magnitud. ¿Se puede decir entonces que es imposible realizar una valoración equilibrada, debido a...
    - Seguir leyendo
  • Catherine Samary

    Economista especializada en los Balcanes, profesora de la Universidad Paris Dauphine, pertenece al consejo científico de ATTAC Francia y miembro de la IV Internacional. http://csamary.free.fr

    Todos los pasados no tienen idéntico porvenir, podemos afirmar con Daniel Bensaïd. Octubre 1917 no se dejará enterrar fácilmente. Su inmenso legado, que se debe actualizar, es haberse atrevido a poner en la agenda el cuestionamiento del orden existente –sin recetas y no sin trágicos errores-, enfrentándose a las guerras y violencias sociales de los poderosos, a escala nacional e internacional. Sin embargo, cien años más tarde, a pesar de que la "hipótesis comunista" parece descartada, muchos puntos comunes nos acercan a los desafíos de Octubre. La hipótesis menchevique, según la cual había que esperar de un desarrollo capitalista los...
    - Seguir leyendo
  • Juan Manuel Vera

    Economista, Consejo editorial de Trasversales

    La conmemoración del centenario de la revolución rusa plantea algunas interesantes cuestiones sobre la identidad de lo que se ha llamado izquierda a lo largo del siglo veinte. También podría servir para comprender las razones por las que la herencia del octubre soviético no forma parte del arsenal de instrumentos para desarrollar las nuevas prácticas sociales de lucha contra el capitalismo neoliberal sino, más bien, una pesada losa histórica que dificulta la construcción de una alternativa al imaginario capitalista. Por supuesto, el punto de partida deberían ser los hechos históricos con su singularidad. Sin embargo, no es posible hablar...
    - Seguir leyendo
  • José Luis Mateos

    Sociólogo, sindicalista, miembro de la Fundación Andreu Nin

    Nadie consideraría razonable condenar la Revolución francesa por la evolución de la sociedad capitalista. En cambio, sí es habitual desacreditar la Revolución rusa desde los escombros dejados por el socialismo real, esa construcción política recreada por el estalinismo. Se trata de la Revolución rusa y no solo de Octubre, de un complejo e inaudito proceso revolucionario del que Octubre fue su culminación. Una culminación que conviene recordar se podría llenar de matices, pues ese mismo proceso supera y se proyecta por encima del mítico mes. Respetando el calendario gregoriano, nos encontramos con profundas convulsiones sociales y políticas: Revolución de Febrero,...
    - Seguir leyendo
  • Fabrizio Burattini

    Sindicalista, exdirigente de la CGIL de la enseñanza y de la USB, y miembro de Sinistra Anticapitalista

    El año 1917 supuso una verdadera línea divisoria en la historia del movimiento socialista. Desde luego el factor determinante fue la Revolución Rusa, pero, igualmente decisivos fueron los acontecimientos, las elaboraciones y las elecciones que diversos actores colectivos e individuales protagonizaron en ese periodo en otros muchos países. Toda Europa fue golpeada por fuertes contradicciones entre, por una parte, un desarrollo económico impetuoso y, por otro, unas deprimidas y bloqueadas condiciones de vida de las masas populares. Una contradicción evidente para todos trabajadores y ciudadanos que veían las riquezas nacionales crecer muy deprisa y las condiciones de vidas de sus...
    - Seguir leyendo
  • François Sabado

    Ex dirigente de la Liga Comunista Revolucionaria de Francia y de la IV Internacional

    El punto de vista que defiendo es que la Revolución rusa fue gran acontecimiento en la historia de la emancipación de los pueblos. Un momento extraordinario en el cual las clases dominantes pierden el dominio que les parecía asegurado por los siglos de los siglos. Y en el cual las masas populares desbaratan todo para tomar el destino en sus manos. Ante la pregunta histórica y teórica decisiva: ¿Había que tomar el poder en las condiciones precisas de Octubre de 1917?, seguimos convencidos de que la respuesta es positiva. El ímpetu de esta movilización antes, durante y después de Octubre...
    - Seguir leyendo
  • Fernando López Agudín

    Periodista

    Extraño aniversario el centenario de la revolución bolchevique. Envuelto en un escenario capitalista, que es justamente el que buscaban superar los compañeros de Lenin, aparece protagonizado tanto por sus más encarnizados enemigos, en un ajuste de cuentas histórico, como por sus más implacables críticos, en un intento de extraer lecciones de la implosión del estado obrero que nació de la insurrección de 1917. De esa experiencia, más de setenta años de existencia de la Unión Soviética, unos y otros, eso sí con fines opuestos, coinciden en no pocos de los análisis. Desde la ausencia de democracia, como si...
    - Seguir leyendo
  • Constantino Bértolo

    crítico cultural

    La celebración del primer centenario de la revolución soviética sin duda debería y podría ser la ocasión propicia para deconstruir al menos algunas secuencias , interpretaciones y lugares comunes que recaen sobre aquel acontecimiento y sus protagonistas. Ni la revolución es la toma del Palacio de Invierno ni el partido bolchevique es una secta uniforme y dogmática en donde Lenin recibe obediencia y ejerce su autoridad sin discusión alguna. Todo lo contrario. La revolución es la culminación de un largo y complejo proceso, el partido bolchevique es una inteligencia crítica, autocrítica y activa y Lenin es un revolucionario que...
    - Seguir leyendo
  • Elena Cabezalí García

    Historiadora

    La importancia de la Revolución de Octubre de 1917 cuyo centenario conmemoramos, puede medirse por la magnitud del bombardeo ideológico desencadenado contra ella, que dura también cien años. Un siglo de ataques desde la derecha y la izquierda, para presentar la primera revolución obrera triunfante como un gran error, que trajo al pueblo muchas calamidades y lo entregó a las garras de despiadados dictadores. El discurso contrarrevolucionario se construyó para justificar la intervención de las potencias desde el año 1918, se amplió al calor de la represión estalinista y se fortaleció durante la Guerra Fría, mientras...
    - Seguir leyendo
  • Josefina Luzuriaga Martínez

    Historiadora

    El 8 de marzo de 1917, en el día internacional de las mujeres, daba comienzo la Revolución rusa. Las obreras de las fábricas textiles de Petrogrado salieron a la huelga y agitaron en las fábricas vecinas: “¡Abajo la guerra!”, “¡Pan para los obreros!”. Poco después se vivó una inmensa huelga general, que terminó con el Imperio de los Zares. Los censos de 1897-1914 muestran que había 20 millones de mujeres trabajadoras en el Imperio ruso. Cerca de la mitad estaban ocupadas en tareas domésticas, mientras un quinto eran obreras industriales. Hacia 1917, la cifra de trabajadoras industriales alcanzó 7,5 millones....
    - Seguir leyendo
  • Eddy Sánchez

    Profesor de Ciencias Políticas de la UCM y Director de la Fundación de Investigaciones Marxistas

    En la última década se ha sucedido un ciclo de movilizaciones de carácter global, fruto de un contexto de indignación social consecuencia de la crisis, contexto en el que surge de nuevo el debate de las nuevas formas de comunismo hoy. Para el historiador Juan Andrade, el debate del comunismo en la actualidad se diferencia respecto al de décadas anteriores, en el hecho que se desarrolla sobre todo en el campo de la Filosofía y los estudios culturales, más que en el de las ciencias sociales. En España, dicho debate es conocido por la publicación del libro colectivo editado por el...
    - Seguir leyendo
  • Gabriel Flores

    Economista

    El colapso de los sistemas de tipo soviético existentes en Europa central y oriental conformó un inédito acontecimiento revolucionario que se llevó por delante con extraordinaria rapidez el viejo orden administrativo. Entre 1989 y 1991 se desbarató un bloque de países que tenía sus señas de identidad enraizadas en la Revolución de Octubre que estaba en su origen. La disolución formal de la URSS en diciembre de 1991 fue el acto final, el resultado del evidente agotamiento histórico de un movimiento revolucionario a escala mundial que se fundó y tomó impulso en la insurrección bolchevique de octubre de 1917. Comienzo...
    - Seguir leyendo
  • Marina Albiol

    Diputada en el Parlamento Europeo y responsable de relaciones internacionales de Izquierda Unida

    ​Revolución es una palabra que escuchamos muchas veces, pero que adquiere su significado más profundo y esperanzador para las clases y los pueblos oprimidos cuando nos referimos a la Rusia del 17. No encuentro mejores ejemplos que la Revolución Francesa de 1789 y el alzamiento bolchevique para demostrar que, lejos de ser un sueño irrealizable, podemos cambiar el mundo desde sus cimientos para que los que hoy no son nada, lleguen a serlo todo. Por eso, cien años después, las clases dominantes de todo el planeta se unen para mentir y arrojar confusión sobre aquellos acontecimientos y, también por eso,...
    - Seguir leyendo
  • Antonio Rubira León

    Como señala el Profesor Fontana, el centenario de la Revolución Rusa de octubre de 1917, debe servir para “sacar lecciones útiles para un presente de desconcierto e incertidumbre”. Yo añadiría, además, para comprender mejor las derrotas revolucionarias desde entonces. Aunque la lucha de clases se expresa siempre de forma concreta y todas las revoluciones bajo el capitalismo industrial son distintas, todas tienen fundamentos políticos similares. No todas las situaciones revolucionarias terminan en revolución, de la misma manera que no toda revolución culmina en victoria. De hecho, la mayor parte de las revoluciones del siglo XX han sido derrotadas. La excepcionalidad...
    - Seguir leyendo
  • Javier Segura

    Profesor de Historia

    Cuando a mediados del siglo XIX los jóvenes revolucionarios Karl Marx y Friedrich Engels iniciaron su obra, orientaron su trabajo hacia la resolución de un “enigma histórico”, el planteado por la continuidad en el tiempo de las desigualdades entre minorías acaudaladas y mayorías empobrecidas, al tiempo que la creciente productividad del trabajo humano permite erradicarlas. Para ello, partieron de una cuestión clave: ¿De qué manera debería reorganizarse el mundo para construir un nuevo orden basado en la justicia? ¿Quién debería ser el agente impulsor de esta transformación? La respuesta estableció los fundamentos del marxismo: que sintetizo a continuación: 1) Todo...
    - Seguir leyendo
  • José Antonio Errejón

    Licenciado en Ciencias Políticas y Economista

    El centenario de la Revolución de Octubre y el balance de este siglo de historia en buena medida determinada por ella nos colocan ante lo que, creo, es la cuestión más importante, saber si y en qué medida Octubre sigue operando como el gran foco de aliento y esperanza para millones de personas que en diversas zonas del mundo sufren la injusticia y la opresión y aspiran a una vida distinta. Hace casi treinta años que vinieron abajo con una imprevista facilidad la mayor parte de los regímenes políticos que se declaraban herederos del Octubre del 17 y los que...
    - Seguir leyendo
  • Cesar Roa

    La mirada del triunfador no suele conducir a una comprensión más cabal de la historia. Para quien se encuentra poseído por la creencia de que los individuos, clases sociales o naciones más merecedores del éxito han ganado la partida, el pasado aparece exclusivamente como el escenario en el que los vencedores van perfilándose y derrotando progresivamente a sus rivales hasta la apoteosis final del presente. La historia queda degradada al relato de la marcha victoriosa de las actuales clases dominantes sobre los obstáculos que ocasionalmente han intentado frenarla. Dentro de esta perspectiva, las revoluciones sociales que una vez...
    - Seguir leyendo
  • José Luis Zárraga

    Sociólogo

    Fontana abre un abanico muy amplio de temas sobre la revolución rusa y el desarrollo de la sociedad soviética. En este centenario tendremos ocasiones para discutir todos esos temas, que no son cuestiones históricas que se agotan en sí mismas sino punto de partida fundamental para reflexionar y debatir sobre la construcción del socialismo. Pero para empezar, sería bueno fijar la atención en el acontecimiento que ahora se conmemora: la revolución soviética de octubre de 1917 y su desarrollo inicial en los años críticos de 1917 a 1923, el periodo que va desde la toma del poder hasta la...
    - Seguir leyendo

¿Quiéres participar en este debate?

Ve al apartado 'Cómo participar' y revisa los pasos necesarios para poder intervenir en los debates abiertos.